Él era disciplinado y metódico.

Ella era responsable e inteligente.

Ambas almas unidas para siempre, destinadas a estar juntas y sin conocerse, ambos seres incompletos y apartados de su otra mitad.

Él no creía en el amor ni en cuentos de hadas.

Ella no creía en el destino ni en las almas gemelas.

Ninguno tenía esperanza alguna en el amor hasta que sus miradas se cruzaron aquella tarde en la estación del tren. Ella iba tarde a una reunión y él había postergado un poco la hora de la salida de su trabajo.

Ambos lo sabían, ambos lo sintieron, una fuerza inexplicable para ambos, hacían que se atrajesen inconscientemente. Ninguno de los dos lo sabía, ninguno lo esperaba, pero ese día fue el día en el que ambos, por primera vez lograron ver la vida de otro color que no fuera blanco y negro.

Aquella tarde de otoño ambos renacieron a la vez y desde ese día, no pudieron estar separados nunca más.

La pareja que se me vino a la mente en este drabble fueron Zoro y Robin, otra de mis parejas favoritas de la serie.

Creo que la palabra de ese día era alma o destino, no lo recuerdo, pero de inmediato pensé en ellos dos. Espero que les haya gustado.

Nami Scarlet