En la profundidad de aquel lugar habita un ser monstruoso para el ojo humano; indescriptible para quien intente escribir de él e inimaginable para quien lo lea. Por eso se dice que aquellos que le vieron perdieron la cordura junto al habla y aquellos que no perdieron esta última... quedaron tan aterrados y con esos ojos, que nada se parece a los ojos de cualquier ser que conozcamos, grabados a fuego no solo en su mente, sino que hasta en su retina que, son estos mismos, los que en sus noches de pesadillas e insomnio busca la forma para huir del planeta.

M.D.D.