🤓 Nerd 🤓
🤓 Género: Fluff | Romance
🤓 Palabras: 780w
🤓 Sinopsis: Hace un buen día para ir por helado, pero Baekhyun prefiere tomar su mano y andar al dormitorio mientras sea junto a Chanyeol.
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— ¿Nieve? — pregunta Luhan, con una sonrisa.
Es viernes por la tarde, las clases han terminado oficialmente para ellos dos y en vista que los deberes pueden aguardar sobre su mesa un par de horas más, Baekhyun piensa que no pierde nada yendo por un cono de helado con su mejor amigo. Hace un buen día fuera de la facultad, el sol brilla en lo alto de un cielo despejado y la temperatura se ameniza con el soplo constante de una fresca brisa.
No hace tanto que la primavera comenzó, así que el castaño ha optado — como muchos otros a su alrededor — por usar poleras sueltas y vaqueros rasgados en tonos claros y animados que lo hacen parecer una pequeña luz andante. Para ser honestos, Baekhyun no pasa mucho tiempo pensando en su apariencia y es que, no cree que su forma de vestir hable mejor de lo que su personalidad podría hacerlo.
Optando por seguir a su amigo — quien luce demasiado ansioso por llegar a la heladería — Baekhyun prefiere centrarse en hacer mofa del mayor y sacar a colación a cierto chico de mirada enfadada que no hace tanto ha comenzado a trabajar en el negocio de Yoona. Está tan sumido en su conversación que sólo un comentario dicho en voz alta puede hacerlo detener y volverse a mirar.
— ¿Qué sucede con él? Nunca he visto alguien tan raro en mi vida — espeta la chica a su derecha, con la sonrisa malévola tatuada en el rostro y una mirada asqueada atravesando sus pequeños ojos. Junto a ella, otra más se une a la conversación.
— ¡Yah, friki! ¿Acaso no sabes que estamos a más de 20°? —
Reparando en el hecho que su amigo ha callado repentinamente y sus pequeños pasos han dejado de seguirlo, Luhan se vuelve para reñirlo porque ha pasado todo el rato burlándose de él y justo ahora — a unos metros de llegar a su destino — decide detenerse y hacerle ir tarde para encontrar a Sehun tras el mostrador de la heladería. Espera verlo haciendo el tonto, más no plantado a medio jardín, con la mirada fija en el gigante a unos pasos de él.
Tiene el cabello negro echado sobre la frente y oculta un rostro atractivo tras las gafas de pasta gruesa. Es alto, delgado y en otro universo probablemente haría competencia a su Sehun sino fuera por el hecho innegable que prefiere desperdiciar el potencial como modelo, bajo jeans oscuros que acentúan sus piernas flacuchas y aquella enorme sudadera de un verde pino aburrido.
No es el tipo de vestimenta que alguien guste de usar en un día tan bueno, pero es el estilo de muchacho introvertido que Park Chanyeol ha usado desde que comenzó la pubertad y del que no ha podido desprenderse porque — pese a todo — sigue siendo aquel jovencito de gustos raros y personalidad tímida que se oculta entre los libros de matemáticas hasta estar a salvo de los prejuicios en la comodidad de su dormitorio.
— Te veo más tarde, Baek. Saluda a Yeol por mí — murmura Luhan con su sonrisa habitual, no esperando ser escuchado por el muchacho de cabellos chocolate que ya ha emprendido la marcha hasta donde se encuentra su gigante.
A su paso, su hombro golpea el de aquella chica que ha molestado a Chanyeol y puede que estuviera pensando en pisarle, sino estuviera tan apresurado por ir hasta donde el muchacho y hacerlo levantar la vista del suelo al exclamar su nombre. No se detiene a sonreírle y tomar su mano como haría un día cualquiera y es que, Baekhyun está deseando demostrar lo especial que es su gigante con pinta de nerd.
Elevándose sobre sus puntas y acunando sus mejillas entre sus manos, el castaño cuida atinar a sus labios cuando planta un dulce beso sobre los belfos de Chanyeol y sonríe al separarse porque aquella expresión sorprendida continua grabándose en su rostro. No tiene idea lo guapo que luce en esos momentos para Baekhyun y está bien si no lo hace, mientras continúe a su lado hasta sentirse lleno de su presencia en su vida.
— ¿Me extrañabas, gigante? — pregunta Baekhyun — Todavía tengo un chance para ganarte en LOL —
— ¿No hace un buen día para elegir ocultarte en mi dormitorio, hyung? — murmura Chanyeol, tan bajito que no estar tan cerca podría haber evitado que el otro escuchara lo que dice.
— Está bien. Seguirá siendo un buen día siempre que estés conmigo. A menos que prefieras que me vaya — repone, con aquel puchero de labios que encanta al más alto y lo hace sonreír mientras toma su mano, ocultándola al poco dentro de la manga de su enorme sudadera.
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