😇 Género: Romance | Fluff
😇 Palabras: 915w
😇 Sinopsis: Tal vez Chanyeol cuidara de él como un príncipe cuida de su princesa, pero hasta los héroes de cuento de hadas necesitan un ángel guardián.

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Se habían conocido en una situación graciosa. Una de esas coincidencias de la vida que no pasaba dos veces en toda una existencia y aunque al principio había parecido más como un chiste digno de contar en las reuniones, pronto se había convertido en el bonito golpe de suerte que robó por completo el corazón de Chanyeol.

Y vaya si no era bonito.

Su nombre era Byun Baekhyun y la primera vez que le vio, se trataba meramente del bonito rubio de ojitos como cachorro que andaba en patines por los pasillos de la universidad mientras paseaba a su lindo Corgi y que gracias al mismo terminó encima de él.

— L-Lo siento gege~, Mongryeon está muy hiperactivo hoy — se había disculpado aquella tarde intentando como podía, el ponerse de pie.

Dos golpes nuevos más a su cuerpo — porque los patines lo hacían resbalar una tras otra, tras otra vez sobre él — Baekhyun se levantó y Chanyeol todavía recuerda las lágrimas de cristal que surcaron sus ojos, cuando advirtió con terror que su cachorrito había salido corriendo sin esperarlo y no se vislumbraba cerca.

Más tarde, cuando volvió a casa, Sehun se mofó de él porque sin corazón para dejarlo, había terminado por acompañar a Baekhyun por todo el campus, buscando al cachorro que a final de cuentas no encontraron.

— ¡Bacon! ¿Qué te he dicho de dejarlo correr por ahí? —

El primer encuentro con el hermano mayor de Byun, Yi Fan — quien por un buen golpe de suerte había encontrado al Corgi que llevaba en brazos — todavía asustaba a Chanyeol de sólo recordarlo, aunque como más tarde fue, terminó queriéndolo y aceptando que su cuñado lo odiaba por alejar a su pequeño hermanito del nido.

Con exactitud, Chanyeol no recuerda el día que se enamoró de Baekhyun.

Tal vez fuera aquella tarde corriendo por toda la escuela o la noche que viendo estrellas, besó su nariz como un esquimal porque no quería asustar al tímido cachorrito que tenía entre sus brazos. Tal vez fue desde el primer encuentro, dos años atrás o el día anterior cuando abrió los ojos y lo observó durmiendo sobre su pecho. No lo sabe y no quiere saberlo.

Porque realmente no importa cuando se enamoró de él, lo ama más todavía de lo que le es posible a cada día que transcurre junto a él.

Y es que Byun Baekhyun, es ese pequeño ángel de ojos como cachorro, nariz de botón y mofletes de algodón. Es ese delgado muñequito de porcelana, que come cuál pajarito si se trata de comidas, pero devora dulces como máquina de aspirar. Es el pequeño chico que gusta de llamarlo gege~, en lugar de hyung, porque se crio en China y es el modo cariñoso con que se dirige a Yi Fan.

Baekhyun es la paleta de colores más brillante y alegre del mejor artista y la joya más frágil y destellante de todo el jodido mundo. Es el niño que Chanyeol ama cuidar, el chico que adora mimar y el hombre que se siente honrado de poder amar.

— Yeollie, abre la boca. Tienes que comer las gachas que hice para ti — susurra el chico a su lado, mientras deposita una bandeja repleta de comida que ha preparado para su novio y sube a la cama, a horcadas sobre él.

No deja su peso caer como de costumbre, pero desde abajo, Chanyeol piensa que si lo hiciera no importaría en absoluto.

— Yeollie, amor... Despierta. Tienes que comer. Si no comes, la gripe no se irá y si no se va, no te voy a besar —

La sonrisa que surca sus labios al escuchar aquellas palabras es tan amplia que Baekhyun la aprecia y está por replicar cuando Chanyeol se sienta y lo sujeta de la cintura, atrayéndolo todo lo que puede hacia él, sintiendo su tacto directamente en su piel debido a la falta de camiseta y sus piernitas apenas cubiertas por un short negro apretándose a sus costados.

Antes siquiera que Baekhyun pueda sorprenderse, Chanyeol deja un dulce beso en sus labios y muerde ligeramente su labio inferior. Sonríe en medio del beso, pese a la gripe que lo ha enviado a la cama y Baekhyun no puede evitar corresponderle, porque ama los besos de Chanyeol del mismo modo que ama todo lo demás de él.

— Me voy a comer las gachas, pero no creas que es por la gripe. Lo único que necesito para mejorar, es a mi ángel guardián. Y ese eres tú, bebé — le dice Chanyeol y Baekhyun niega mientras enreda los dedos en las hebras de su cabello y sonríe tiernamente.

— Cursi, gege~, eres muy cursi. Pero aun así, todavía quedan pastillas que te tienes y te vas a tomar — asevera Baekhyun y cuando lo besa de vuelta, el alto sabe que así tuviera que ingerir ácido por orden del bajito, lo haría sin dudar.

Y es que, tal vez el mundo cree que Chanyeol es quien cuida de Baekhyun. Tal vez piensen que lo protege y no recibe nada a cambio, más que a un niño muy berrinchudo, pero no es así. Porque Baekhyun es la princesa que vela por su príncipe, es la debilidad y el punto fuerte de su superhéroe.

Sin dudarlo, Baekhyun es el ángel guardián de su gigante de cuento de hadas. 

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