✈ Goodbyes ✈

Género: Romance | Fluff
Palabras: 1.2K
Sinopsis: Tal vez debieran tomar un vuelo, pero siempre habría tiempo para una cálida despedida.

La selección para alumnos de intercambio siempre había sido un sueño para Baekhyun y Chanyeol. Desde el día en que por vez primera escucharon atentamente la cátedra de orientación en uno de los muchos auditorios que poseía la Universidad de Seúl, el sueño de aspirar a ser uno de los pocos pero sumamente afortunados becados, se había instalado en sus cabezas sin oportunidad alguna de desaparecer.

Semanas enteras en que sus cuerpos se levantaban de la cama sólo para no perder ni una sesión de sus valiosos horarios y mantener un récord de asistencias impecable que hablara bien de ellos en sus respectivos expedientes. Mañanas de desayunos a veces tan ligeros como un par de frutas y otras más, tan cargados como tres tazas seguidas de café.

Días de arduo estudio al frente de sus escritorios dispuestos en los dormitorios de la residencia para chicos, a ratos tumbados sobre las mullidas camas que se plagaban de libros y que sus compañeros de recámara agradecían no deber ocupar, o acomodados sobre alguna de las larguísimas mesas de la biblioteca escolar y en ocasiones tumbados a la sombra de algún buen árbol en los jardines de la universidad.

Noches de insomnio que transcurrían en desesperados intentos por culminar los practicarios y temarios antes de dar un último repaso a cada detalle que sus extraños profesores pudieran desear agregar en las pruebas.

Al final, todo había valido — y siempre valdría — la pena.

Porque el dulce aspirante a lingüista y alto universitario del área de medicina, finalmente habían logrado obtener la ansiada carta que les comunicaba como uno más de los seleccionados al proceso de intercambio. Después de tantos esfuerzos y tantos sacrificios — de esos que en toda su existencia, siempre se sentirían orgullosos de haber cometido — los pasajes que indicaba un destino a Londres y otro a Nueva York, aguardaban dentro de sus pasaportes a ser entregados al personal correspondiente del aeropuerto de Incheon.

Y en el reloj, los minutos que faltaban para poder abordar morían suicidas tras el correr de los segundos, permitiendo al tiempo acortarse hasta anunciar el momento exacto en que sus vidas cambiarían. O en que lo habrían hecho si el destino no hubiera permitido que se encontraran un año atrás.

Como uno de esos momentos que a Baekhyun siempre le agradaría narrar — con los ojitos brillantes y la sonrisa más amplia que espacio faltaba en su rostro para ensancharla un poquito más — la tarde que se conocieron es algo que nunca en su vida podrá olvidar y una de esas pequeñas cosas de la vida que lamentablemente debería agradecerle a Sehun.

¿Quién habría dicho que al final, la irresponsabilidad de su mejor amigo lo llevaría a encontrarse con el único chico que ha removido hasta el último sentimiento dentro de su cuerpo? Habiendo regresado de una larga hora de estudios junto a Luhan y decidiendo que al volver a su cuarto lo primero que haría sería tomar una muy larga ducha, sus planes se habían ido monumentalmente al carajo en cuanto atravesó la puerta de su pieza compartida y descubrió a Sehun estudiando con el que sería su nuevo tutor.

Entre pequeñas charlas que nunca se salieron del tema escolar y un sonoro «Iré a ver si Luhan se siente solito en su pieza» por parte de Sehun que les concedió privacidad al advertir lo aburridamente bien que lograban congeniar; Chanyeol se había encargado de atraparlo primero muy lentamente y llegando a su corazón a través del intelecto y después tan dulcemente que las horas de estudio pasaron a ser sesiones de pregunta y respuesta con el alto de ojos castaños.

De repente y casi como un sueño, las noches de insomnio cobraron factura en la cama de Chanyeol, que siempre estuvo dispuesta a envolverlos a ambos cuando el cansancio les vencía y Morfeo demandaba por un poco de su atención. Entre besos y entre caricias, las buenas notas en sus exámenes se volvieron un mérito de dos y los sueños y todas esas aspiraciones que un día cultivaron de forma individual, ahora eran metas en conjunto que a partes iguales y siempre con aliento del contrario se esmeraron en cumplir.

— ¿No vamos a besarnos, abrazarnos y romper en llanto como dos amantes desesperados, verdad? — la pregunta de Baekhyun flota un momento en el aire, mientras su diestra se aferra a la del chico junto a él y sus pasos se detienen frente al pasillo que les conduce a sus respectivas puertas de abordaje.

— Podemos solo besarnos y abrazarnos. Ya sabes, sólo para romper la tensión — bromea el alto con diversión, porque alguien dijo una vez que el mundo elige como afrontar los momentos más duros y Chanyeol y Baekhyun, siempre han sido de esos que prefieren hacerlo por el lado divertido.

— ¿Estás seduciéndome, Park? — bromea el más bajito entre ambos; sonrisa brillante destellando en sus labios y ese par de orbes como cachorrito que Chanyeol siempre ha creído, son capaces de ver incluso a través de él.

Con un movimiento que encarcela el cuerpo del más bajo entre sus largos y fuertes brazos, Chanyeol se encarga de acercarlos lo más que sus gruesos abrigos son capaces de apretujarse entre los dos y no reparando en las dos maletas que ambos llevan a cuestas con todas sus pertenencias.

Saboreando el encuentro que entre sus labios se formula, Baekhyun se permite un momento de su tiempo para sentir dolor. Para dejar la espina de la nostalgia incrustarse fuertemente en su pecho mientras sus brazos rodean el cuello de su novio y sus latidos se fusionan en una sola carrera. ¿Cómo es que el perfecto orden que ha construido al comenzar la universidad se ha roto a causa de un gigante tan cariñoso como estudioso?

Sin dudarlo ni un poco, Baekhyun puede decir que conocer y amar a Park Chanyeol jamás fue parte del plan. Pero que incluso si sus sueños les llevan temporalmente por caminos distintos, el bajito está seguro de volver a encontrarle porque las despedidas son temporales, los estudios no son eternos y las almas gemelas siempre se vuelven a reencontrar.

— Cuídate mucho en Londres, Baekhyun. Come siempre a tus horas, duerme temprano antes de ir a clases y no te esfuerces demasiado por verte bonito. Porque no importa lo lejos que esté, siempre voy a aparecer cuando alguien desee robarse lo que es mío — sonríe Chanyeol al apartarse y vislumbrar en sus ojos un par de brillantes y escurridizas lagrimitas que han traicionado su resolución de no ser un cliché más de los muchos que se viven en un aeropuerto.

— ¿Así que basaremos nuestra relación en ver quién puede marcar mejor su territorio? — increpa el bajito — Porque si es así, entonces espero que tú te esmeres siempre por lucir atractivo. Nada me haría más feliz que recordarle al mundo que ese chico tan guapo ya ha sido atrapado y que el dueño de su corazón soy yo —

Entre sonrisas y un nuevo beso que parece capaz de fusionar sus mismos corazones en uno solo, ambos se aferran a los últimos momentos que tienen en el reloj antes de que los altavoces llamen a abordar sus respectivos vuelos y cada uno deba correr para llegar a tiempo a su puerta de despegue. Con promesas que saben cumplirán, porque ambos son expertos en ver logradas sus metas y dando por iniciada una cuenta regresiva que culminará la próxima vez que se vuelvan a ver, Chanyeol deja un beso sobre la frente de Baekhyun, mientras susurra entre sonrisas que:

— Te amo más de lo que imaginas, Baekhyunee —

— Yo te amo muchísimo más, Chanyeollie — 

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