🎁 Género: Romance | Fluff | Slight!Drama
🎁 Palabras: 1.3K
🎁 Sinopsis: No se suponía que apareciera en su fiesta pero Chanyeol tenía un precioso regalo de cumpleaños para Baekhyun.
🎁 Viñeta conmemorativa por el cumpleaños de Baekhyun. #HappyBaekhyunDay

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Sus amigos le habían prometido organizar una pequeña reunión para celebrar su cumpleaños y Baekhyun no había creído que se tratase de una mala idea porque además de los obsequios y la torta de fresas, al bajito de cabello oscuro le agradaban las fiestas. Le hacía ilusión pensar en la música y las risas y en todos esos buenos momentos que seguramente experimentaría cuando sus más cercanos se reunieran en un solo espacio.

Había pasado la tarde encerrado en su habitación, asegurándose de lucir como el invitado de honor que se suponía que era, relegando las labores de organización a sus compañeros de piso. Acababan de dar las siete cuando los primeros invitados decidieron llegar, siendo los rostros de Minseok y Jongdae los que encontrara apenas abrir la puerta. Poco a poco, los invitados aparecían y las bebidas se repartían para asegurarse que todos tuvieran una en la mano.

Baekhyun no recordaba la última vez que lo había pasado tan bien como cuando se dejó arrastrar a la improvisada pista por Jongin y vio a Kyung Soo fruncir notoriamente el ceño mientras decía que «No tengo problemas en compartir al moreno». Creía que ya nadie más haría acto de presencia cuando Luhan abrió la puerta y recibió entre grititos de emoción a un gigante Yi Fan, que apenas verlo lo levantó entre sus brazos para felicitarlo.

— ¿Vienes solo, Fan gege? — preguntó Luhan, echando un ojito al pasillo vacío solo para comprobar que el titán de hebras doradas había acudido sin pareja a su reunión. Yi Fan negó, sin embargo.

— Chanyeol viene subiendo — no dijo nada más antes de que sus ojos encontraran a Junmyeon presente en la fiesta y sus pasos lo guiaran ahí donde el amor que nunca había logrado conquistar.

Por una milésima de segundo, Baekhyun atisbó la idea pasando por la cabeza de Luhan y sintió deseos de apremiarlo a terminarla y cerrar la puerta echando cerrojo aunque ello significara que nadie saliera. Acababa de abrir la boca para secundarle en su plan cuando el hermano de Yi Fan apareció en su portal y sus defensas completas salieron corriendo directo al caño.

Había pasado un año entero desde que decidiera terminar con él y aún ahora su corazón latía agitado de solo admirarlo. No había cambiado mucho, para ser honestos. Todavía llevaba el cabello negro ligeramente largo y andaba completamente desgarbado. Cerraba un ojo de más cuando sonreía y la curva de sus labios parecía capaz de hacerlo delirar. Esa noche, llevaba puesta la misma camiseta a rayas que Baekhyun pero ella era dos o tal vez tres tallas, más grande que la suya.

Quiso sonreír de solo advertir que todavía compartían los mismos gustos pero permaneció completamente paralizado cuando sintió su mirada caer directamente sobre él.

— C-Chanyeol... —

— Feliz cumpleaños, Baekhyunee —

¿Cómo es que podía actuar tan tranquilo y hablarle de aquella forma tan dulce mientras Baekhyun se derretía cual helado al sol de solo verlo aparecer en su fiesta de cumpleaños? No fue capaz de componer una respuesta decente antes de que Chanyeol pasara de él, bastante decidido a encontrar a su hermano que lo había dejado atrás.

Escuchó a Luhan diciéndole que podía pedirle a Sehun que lo sacara a patadas o a Kyung Soo que — casualmente — le arrojara por la ventana, pero no fue capaz de pensar en ser tan grosero con él cuando Chanyeol seguía siendo el ángel de aura dorada del que se había enamorado una vez. Y al que aún ahora, amaba con cada fibra de su ser.

Pasó el resto de la velada observándolo a lejos. Mirando como bebía mientras se reía de lo que fuera que Yixing y Tao le contaran o bailando con Junmyeon solo para hacer rabiar a su hermano mayor. Más de una vez, creyó que Chanyeol le descubriría observando en su dirección pero siempre conseguía apartar su atención antes de que el más alto ubicara de dónde provenía aquella sensación de estar siendo vigilado.

Recordaba la razón por la que había preferido romper su relación y es que, Chanyeol siempre había sido más de lo que Baekhyun merecía. Era brazos cálidos ahí donde el más bajo parecía hielo porque nunca había sido bueno demostrando sus sentimientos. Palabras dulces donde el mayor era comentarios realistas, que más de una vez parecían ser desacertados.

Chanyeol era fuego donde Baekhyun solo era luz y había sentido tanto miedo por ser el causante de extinguir aquella llama que había preferido terminarlo y dejar que encontrara a alguien que ardiera con la misma intensidad.

— Pide un deseo, Baekhyun-ah — le dijo Luhan cuando fue momento de soplar las velas y repartir la torta. Sus amigos se habían apiñado a su alrededor y lo observaban a la espera de que cerrara los ojos y extinguiera las llamas. Chanyeol se había ubicado justo al lado de Yi Fan y le miraba expectante como si fuera capaz de conocer lo que desearía.

«Quiero que él sea feliz» pensó. No pudo encontrar el sabor de las fresas por más que se esforzó en degustar la torta y ello era una pena porque Luhan había enviado a Sehun al otro lado de la ciudad para conseguir su postre favorito. Apenas participo en las despedidas cuando sus amigos emprendieron la retirada y se recluyó en el balcón cuando los únicos que quedaban eran Minseok, Jongdae y Chanyeol.

Hacía frío pero no deseaba cruzar el pasillo hasta su habitación, así que se apoyó contra la baranda y se dedicó a contemplar el panorama de luces incandescentes y tránsito nocturno que circulaba en la calle. Pensó que aquella no era la forma en que quería pasar su cumpleaños pero, en realidad, hacía un año que muchas cosas hubieran perdido emoción.

— Aquí estabas — le llamó Chanyeol. Ni siquiera tenía que volverse para saber que se trataba de él.

— Aquí estoy — murmuró.

— ¿No es un sitio muy solitario para pasar las últimas horas de tu cumpleaños? — lo observó por el rabillo mientras se apoyaba a su lado y se dedicaba a contemplar la ciudad. Baekhyun suspiró y se volvió para encararlo.

— ¿Por qué has venido, eh? Rompimos, te dejé. No se supone que aparezcas el día que debo ser completamente feliz — Chanyeol tardó un momento pero cuando habló, estaba sonriendo.

— ¿Así que yo no te dejo ser feliz? Yi Fan me trajo, ¿de acuerdo? Y yo pensé que no sería algo demasiado malo. Después de todo, tengo un regalo y sé cuánto te gusta recibir regalos —

De alguna forma, se habían girado para quedar frente a frente. Baekhyun observó aquellos ojos castaños posarse de lleno sobre los suyos y la sonrisa ligeramente torcida que hacía que el rostro del otro luciera diez veces más atractiva. De haber parpadeado, tal vez no habría sido capaz de levantar a tiempo las manos. pero supo que había sido buena idea mantenerse en guardia cuando sus dedos rozaron los labios de Chanyeol.

— No me beses — le pidió — Solamente... No me beses. No me mires. No me hables como si me conocieras mejor de lo que yo me conozco, ni aparezcas cuando se supone que fui yo el que te rompió el corazón —

— Tonto — Chanyeol se rio — Tú jamás me has roto nada. O tal vez lo hiciste pero soy tan idiota que no me di cuenta. ¿Realmente no quieres que te mi regalo, Baekhyunee? —

Chanyeol entrelazó sus dedos antes de dejarlo pensar y unió sus labios como tanto había deseado porque no importaba si sus palabras insinuaban lo contrario, Baekhyun mismo sabía que no había hecho más que anhelarlo desde el mismo día en que lo dejó. Lo amaba, tanto para temer no ser suficiente pero dicen que el amor a veces es egoísta y al menos en lo que duraba su cumpleaños, Baekhyun sentía deseos de ser realmente egoísta.

Más tarde, tal vez Chanyeol le diera una excusa para seguir deseando complacer a su corazón. 

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