La gente es así
"Cualquiera que sea el mal que puedan hacer los malvados, el mal que hacen los buenos es el más nocivo de todos los males."
Friedrich Nietzsche 1844-1900
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Era una mañana tranquila de sábado en un parque cualquiera de la ciudad de Los Ángeles, los rayos del sol estaban en todo su apogeo y un leve mar de risas llenaban el ambiente, pequeñas sonrisas adornaban los labios de muchos niños que jugaban entre sí, y cuál polen esparcido por las flores, la alegría exuberante de las almas inocentes eran un deleite para los padres que los acompañaban, así como para cualquier adulto que pasaba por ahí y recordaba su propia infancia.
Anne Boonchuy y su esposa Sasha Boonchuy formaban parte de las muchas parejas que venían a este parque y disfrutaban del calor del verano, así como la vista tranquilizadora del paisaje, su aniversario se acercaba a las puertas de su casa más pronto de lo que cualquiera de las dos pudiera recordar, por lo que acordaron tomar sus días de vacaciones antes de tiempo y pasar algo de calidad juntas... oh y con su pequeña hija de cuatro meses Lily.
El nacimiento de su hija había sido un acontecimiento muy inesperado para las dos mujeres, sobre todo para Anne, quien ni en sus sueños más impíos creyó que podría dejar a Sasha embarazada, puesto a que aún seguía tomando sus medicamentos, y por qué la fertilidad no era muy exuberante por el lado de su familia. Ambas mujeres estuvieron muy aterrorizadas por lo que se les venía encima, la vida no había sido más que un bache lleno de dificultades tanto para Anne como para Sasha, habían pasado por tantas cosas a lo largo de los años hasta este punto, tantas peleas, malas decisiones, lágrimas y cambios... todo el tiempo se sintieron arrastradas por una inmensa oscuridad que amenazaba con terminar con todo lo que habían construido... y sin embargo, lo lograron, al final del día su hija llegó a este mundo... el verla dormida plácidamente en sus brazos... hacía ver que todo por lo que lucharon valió la pena, ambas mujeres no podían estar más felices con la pequeña familia que tenían ahora.
—Uff... hace demasiado calor, no crees cielo? —Anne comentó a su esposa mientras limpiaba el sudor que goteaba por su frente.
—Suerte que trajimos esa sombrilla o la pequeña Lily estaría llorando mucho por el calor... —Sasha agregó haciendo el mismo gesto que Anne no sin antes echar un vistazo a su hija resguardada tras la sombra del objeto—Sigo creyendo que debimos quedarnos en casa...
—Relájate Sash, el pediatra dijo que no le hacía ningún mal tomar algo de sol de vez en cuando.
—Lo sé, pero... estamos en un parque público Anne, ¿Qué tal si es alérgica a algo en el ambiente? ¿O si su piel es muy sensible al calor? Además, hay mucha maleza y tierra aquí, ¿Qué sucedería si-
—Cielos Mamá pájaro —Anne soltó una pequeña carcajada—¿Te escuchas a ti misma cuando hablas? Suenas peor que mi madre.
—Yo... —la mujer de cabellos rubios se mordió el labio—Lo siento es solo que... —la mirada en sus ojos denotaba un leve rastro de preocupación que no pasó desapercibido para su esposa.
—Hey está bien cariño, solo estaba bromeando —Anne colocó su cabeza contra el hombro de su esposa y le dio un beso muy suave—Te digo que, déjame ir al baño muy rápido y podemos irnos a casa, ¿te parece bien?
—Pero... —Anne interrumpió a su esposa con otro beso.
—Está bien, hay mucha gente aquí y el ruido podría despertar a Lily, si eso pasa nos tomara una eternidad calmarla —la mujer expresó con una sonrisa muy leve, y al ver como la preocupación se drenaba de los ojos azules de su esposa supo que había ganado.
—Está bien, no te demores demasiado, ella se da cuenta cuando su mamá favorita no está cerca —Sasha dijo mientras le regalaba un tierno beso a su esposa.
—Lo tienes, y tú también eres su mamá favorita, no lo olvides —y con eso Sasha observó como Anne desaparecía poco a poco entre la multitud, una pequeña sonrisa adorno la comisura de sus labios.
Cualquiera que conociera y no conociera a Anne y Sasha se sorprendería lo diferentes que se tornaron sus dinámicas una vez que su hija nació, muchos pensarían que Anne sería la madre sobreprotectora y Sasha la comúnmente denominada como "mamá divertida", la realidad era muy diferente, si bien no existía una dinámica de policía malo y policía bueno como tal, y Anne tenía su propio nivel de responsabilidad con su primogénita, Sasha era quien se aferraba a los cuidados de su hija con uñas y dientes, era un poco divertido de ver la verdad, Sasha, la mujer ruda que podría matar a cualquiera solo con la mirada de sus ojos, actuando como una madre abnegada. Viendo unos años atrás, Sasha estaba segura de que se reiría de sí misma si se viera en esta situación... pero no le importaba, si era sincera, Sasha podría decir que estaba viviendo el mejor momento de su vida... pero también el más difícil... casarse con Anne había sido un sueño hecho realidad, para Sasha había sido como subir a la cima de la montaña más alta del mundo y gritar "¡Lo logre!", pero descubrir que sería madre... fue como caerse al abismo más oscuro... El día que vio las dos barras rosadas en aquella prueba de embarazo... por primera vez en mucho tiempo Sasha había sentido demasiado miedo, no era un secreto recónditamente oculto lo tormentosa que era la historia de Sasha con sus padres... las marcas en su piel lo narraban todo a la perfección... y saber que ella misma sería madre... le hizo recordar aquellas miradas llenas de desprecio.
El embarazo fue muy duro, demasiado, la ira y la depresión luchaban constantemente en la cabeza de Sasha como un juego de ping pong lleno de horrores indescriptibles, si no gritaba estaba llorando, y si no lloraba gritaba... Sasha se sentía horrible, un monstruo repugnante que destruía todo lo que tocaba, en su mente perturbada veía a su bebé como el fin de todo, ella sería una madre horrible, Anne la odiaría, su hija la odiaría y al final estaría sola una vez más. Mas todas las tinieblas de su mente se disiparon cuando sostuvo a su hija entre sus brazos por primera vez, su pequeña y hermosa Lily... su piel marrón era como la de Anne y las pocas líneas rizadas de su cabeza decían que su cabello también, pero sus ojos azules y la marca de belleza tan característica, era el reflejo de que aquella niña era de Sasha también... de que ella había hecho algo hermoso. Entonces Sasha se sintió en la cima una vez más, y se prometió que siempre cuidaría de su hija, se prometió que no cometería los mismos errores que sus padres.
—Bueno... Tal parece que Anne se tomará un tiempo —Sasha murmuró para sí misma mientras sus ojos se fijaban en su hija dormida—Será mejor que guarde todo... —sonrió por lo que sería su décima vez en el día y luego se puso a trabajar mientras tarareaba una dulce canción de cuna que la madre de su esposa le había enseñado.
Lo segundos corrieron muy lentamente mientras la luz de los rayos del sol y el bullicio de la multitud parecían disminuir, las hojas marchitas de los árboles caían al suelo y el viento silbaba con mesura, Sasha estaba tan absorta en su labor que no noto como la presencia de una sombra se acercaba al puesto en el que ella y su hija se hallaban, no fue hasta que la mujer de cabellos rubios estuvo por guardar la sombrilla que hacía sombra para su hija, que el ruido leve de unas pisadas finalmente llamó su atención.
—Eso fue muy rápido Anne, o acaso olvidaste algo? —Sasha se volvió para saludar a su esposa, mas el resto de sus palabras murieron en su garganta cuando vio que la persona que tenía enfrente no era Anne—Oh hola... —se compuso rápidamente y saludo a la extraña, era una mujer casi tan alta como ella, de piel oscura y cabello corto, que estaba vestida con tanta ropa como si se tratase de alguna celebridad—Yo... ¿puedo ayudarla?
La mujer no respondió, sus pasos lentos no se detuvieron, y su mirada inexpresiva yacía fija en la pequeña Lily. Sasha noto esto, y si bien tal comportamiento le evocó una sensación extraña en su estómago... ella lo ignoró, no era la primera vez que alguien se acercaba para darle algunos mimos a su hija, Lily era muy adorable después de todo, pero ella estaba dormida ahora mismo.
—Lo siento, pero... —sin embargo, no tuvo tiempo de explicar, la voz de Sasha se cortó por segunda vez cuando aquella desconocida tomó a su hija entre sus brazos y... empezó a alejarse... Todo fue tan rápido e inesperado que el cerebro de la mujer de cabellos rubios dejo de funcionar en ese mismo instante tratando de procesar lo que acababa de ocurrir, su mente se sintió enterrada en lo profundo de un océano inexistente como si el mundo a su alrededor se congelase—¡O-oiga! —pero aun así se movió, su cuerpo le gritó que reaccionara—¡Espere! ¡¿Qué cree usted que está haciendo?! —gritó, pero su voz apenas y tenía la fuerza para sonar amenazante, su corazón latía con fuerza, la sangre zumbaba en sus oídos cual nido de moscas al acecho—¡No me oyó! ¡Devuélvame a mi hija! —logró alcanzar a la desconocida con una velocidad aterradora tomándola por el hombro y preparándose para golpearla, sin embargo.
—¡Socorro! ¡Esta mujer quiere robarse a mi bebé! —aquella mujer gritó y el mundo de Sasha se congeló una vez más. Tan pronto como aquellas palabras fueron escupidas, el silencio de pronto inundó la alegría del parque y los ojos ajenos de la multitud se posaron sobre la escena.
—¿Q-que?... —las palabras se atoraron en la garganta de Sasha, la indignación y la ira se pintaron en su rostro—¡¿De qué mierda está hablando?! ¡Esta es mi hija! —la ira en su voz era como el filo de una espada, y no dispuesta a soportar más esta calumnia hacia su persona forcejeó con la mujer para recuperar a su hija.
—¡Auxilio, esta mujer está loca! —Sasha ignora las quejas de aquella mujer, forcejeando, centrada únicamente en tomar al fruto de su vientre entre sus manos y salir de aquel lugar. No obstante, como si la vida se riera de ella, como si una retorcida entidad superior disfrutara de su sufrimiento, el silencio se rompió, el ambiente se inundó de gritos, y algo que nunca creyó que pudiera pasarle... sucedió.
—¡Dios mío atrápenla!
—¡No te saldrás con la tuya hija de puta!
—¡Suelta a esa mujer!
—¡Aléjate de ella puta loca!
—¡Que alguien llame a la policía!
La presentación de un solo punto de vista de las circunstancias fue suficiente para que aquellas personas dieran sus veredictos, el demonio de la ignorancia dio su sentencia, y cual veneno corrosivo, la histeria colectiva hacia el camino incorrecto fue la condena; la hermosa tarde calurosa de un sábado, de pronto se tornó en un infierno de gritos y blasfemias...
El color se dreno del rostro de Sasha y el miedo invadió su alma cuando la compresión de que aquella cacofonía de gritos iba dirigida hacia ella la golpeó, no tuvo tiempo de hacer nada cuando gran parte de la multitud empezó a abalanzarse sobre ella.
—¡Suéltala hija de puta! —Sasha podía escuchar que le gritaban, un golpe se estrelló en su cara y estómago, y el agarre de sus manos se vio destruido, el zumbido en sus oídos se volvió más persistente a medida que su vista se perdía en las sombras de dolor, su respiración se entrecortaba y el sabor de la sangre manchaba sus labios.
"¿Qué rayos está pasando? " Sasha pensaba presa del horror, las palabras eran incapaces de salir de su boca, su mente yacía sumida en la desesperación y su cuerpo se hallaba a la deriva de los golpes y los forcejeos "¡¿Por qué la están ayudando?! ¡¿Acaso no ven que esa mujer se está robando a mi hija?! " Sasha lucha contra las manos que la detenían, los gritos e insultos solo son estática mientras el azul de sus ojos mira como esa mujer se aleja una vez más, su hija yace profundamente dormida en sus manos, su bebé, su mundo.
—¡NO! ¡DEVUELVEME A MI BEBÉ!! —la voz de Sasha se rompe en un grito desgarrador, aquel monstruo ignora sus súplicas, los animales ignorantes que la retienen también...
—¡¿Tu hija?! ¡Como si alguien fuera a creerte secuestradora de mierda!
—¡¿No te has visto en un espejo rubia estúpida?!
Otro golpe se estrella contra su rostro, y sin embargo aquellas oraciones que logro escuchar dolieron mucho más... ¿Quiénes eran ellos para decir tales cosas? Esa era su hija, ella la llevó en su vientre por nueve meses... Ella soportó el dolor más desgarrador del mundo cuando la dio a luz, y ha luchado por darle todo de su corazón hasta este día... era su hija, ¿Por qué no le creían? ¿Por qué no era a ella a la que ayudaban?
—L-lily... —Sasha susurro extendiendo su mano, luchando por salvar a su hija de aquel monstruo que se la había arrebatado... y entonces, entre la nebulosa de la inconsciencia y el dolor... lo vio... la piel morena de aquella mujer... la piel morena de su hija... la piel pálida de su propio brazo extendido... "¿Es por eso?... " Lágrimas recorrieron sus mejillas, las manos que la retenían se sentían como ácido arrastrándose por su piel "¿Por eso creen que ella es su madre? " la ira burbujeó en el interior de Sasha como el magma de un volcán en erupción, el zumbido en sus oídos se vio abrumado por estática, el mundo desaparece, la realidad misma dejó de existir... sus ojos solo veían a esa mujer alejándose con su hija, a ese demonio de los infiernos robándole el fruto de su amor.
Un grito salvaje se escapó de la boca de Sasha cuando se soltó de las cadenas que la ataban, su mente segada por la desesperación no distinguía a las sombras que trataban de cerniese sobre ella una vez más, ella solo atacaba y se defendía de cualquier cosa en su camino sin medir sus fuerzas o el daño que generaba, el nombre de su hija era lo único que yacía grabado en su mente, y la misión de traerla de regreso a sus brazos era lo único que la mantenía en pie. Escuchó al demonio reír por su cacería exitosa y a su hija llorar por la ausencia de sus madres, el color rojo se pintó en los ojos de Sasha, no se detuvo, no flaqueo, llegó hasta su destino y atacó.
La secuestradora yacía cerca de la salida del parque cuando Sasha se abalanzó sobre ella y la golpeó, la fuerza ejercida hacia ella fue como ser impactada por un camión a alta velocidad, la gravedad hizo el resto y ella cayó, ¿inconsciente? ¿Muerta? a Sasha no podía importarle menos, todo lo que le importaba ahora era su bebé, su bebé que yacía en el suelo llorando, llamándola, más personas quisieron atraparla, pero ellos estaban muy lejos. La adrenalina ya se había agotado del cuerpo de Sasha al momento en que sostuvo a su hija una vez más entre sus manos y pudo consolarla, pero no se permitió desmayarse en ese lugar, su hija aún estaba en peligro, los esbirros de aquel monstruo aún estaban al acecho, y cual tigresa acorralada por sus enemigos, Sasha uso su cuerpo para cubrir a su hija y gritó con todo pulmón a cualquiera que tratara de acercarse... en otras circunstancias tal exhibición hubiera sido sinónimo de risa... pero si tú lo vieras con tus propios ojos, no sabrías qué deberías sentir...
Sasha se hallaba varada al filo de las tinieblas entre la conciencia y la inconsciencia, sus sentidos estaban perdidos en el vacío de la nada, incapaz de ver, sentir u oír, el cuerpo de Sasha se mantenía en piloto automático, guiado por nada más que el amor hacia su hija y el miedo de perderla.
—¡Sasha!
Entonces, como el disparo de los albores del sol sobre los arcos de las nubes, un grito irrumpió de pronto en la neblina del miedo que se había apoderado de la mente de Sasha, un llamado de los cielos en forma de una voz angustiosa que no espero escuchar en medio de tanto infierno.
—¡Oh Dios mío Sasha!
Anne la llama, pero Sasha apenas y podía hacer algo para responderle, su voz se oía tan distante, su figura era indistinguible entre tanta oscuridad... cansada... ella empezaba a sentirse tan cansada... sabiendo que su esposa había llegado... el cuerpo de Sasha finalmente se dejó vencer...
—¡¿Que demo... est... ....do?!
—¡Ellas .... mi... ...posa y mi hija!
Los gritos de Anne y los llantos de su hija fueron lo último que Sasha llegó a oír antes de caer inconsciente, trato de luchar, pero el estrés había sido demasiado y su mente anhelaba un descanso... Mas sin embargo, aun cuando su consciencia se había desconectado de su cuerpo, ella mantuvo a su bebé lejos de las crueldades del mundo. Lily Boonchuy permaneció acunada en el cuerpo de su madre, su calor familiar le hizo saber que el peligro había pasado y que estaba a salvo, sus llantos se esfumaron tan pronto como vinieron, y se permitió dormir plácidamente una vez más, inconsciente de lo que estuvo a punto de pasarle, inconsciente de la lucha por la que su madre tuvo que pasar... inconsciente de que esta sería una historia que sus madres nunca le contarían.
—————
—¡¿Qué?! ¡Eso es una mierda y ustedes lo saben!
Un grito desesperado se escucha en la distancia, el sol desciende lentamente por el horizonte mientras sus luces desangran a las nubes del cielo en una mezcla de tonos rojizos y a azules, el atardecer es frio y lleno de remordimiento.
El parque yace en su mayoría vacío ahora, el caos se a calmado y ahora solo fragmentos de horror e incertidumbre decoran el ambiente, Anne Boonchuy habla acaloradamente con un oficial de policía, la ira y la indignación decoran sus palabras, Sasha Boonchuy yacía acostada en la parte trasera de su auto, luces azules y rojas brillaban contra su rostro aun inconsciente mientras mantenía a la figura diminuta de su hija dormida entre sus brazos.
—Señora por favor tranquilícese.
—¡¿Tranquilizarme?! —Anne escupe con amargura —¡Una hija de perra casi secuestra a mi bebé, mi esposa es brutalmente atacada tratando de impedirlo! ¡¿Y ustedes no piensan hacer nada?!
—Los testigos-
—¡Me importa una mierda lo que digan esos hijos de puta! ¡¿Dónde está esa mujer entonces?! ¡¿Si dicen que es la verdadera madre por qué no está aquí?!
—¡Oiga nosotros solo queríamos ayudar!
—¡No tenemos la culpa de que su esposa no se parezca en nada a su hija!
—¡Pues jodidamente gracias por su ayuda racistas de mierda! —la ira de Anne estaba en su punto más alto.
Cuando llegó la policía muchas personas se fueron sin dejar rastro, la causante de todo este conflicto incluida, los pocos que se quedaron solo lo hicieron por el morbo del chisme y para decir un montón de tonterías... Anne nunca se había sentido tan indignada en toda su vida... todo esta gente... ¿Siquiera escuchaban lo que decían? ¿Se daban cuenta de lo que estuvieron a punto de permitir que sucediera?... Anne quería romper en llanto ahí mismo... su cuerpo temblaba y su corazón latía tan rápido que casi se sale de su pecho, algo muy horrible estuvo a punto de sucederle a su familia... casi pierde a su bebé... todo porque un montón de idiotas juzgó a su esposa solo por su color de piel?... "Si tan solo Sasha no hubiera sido lo suficientemente fuerte... " Un escalofrío mordía en la piel de Anne con tan solo pensarlo... "Dios Sashy lo siento tanto... Lily.... ¡¿Por qué demonios tuve que ir al baño?! " la culpa... era otra emoción además de la ira que se asentaba fuertemente en el corazón de Anne... pero ella no se derrumbó, no ahora cuando su esposa y su hija la necesitaban.
—Señora Boonchuy, abriremos una investigación, pero en cuanto a lo demás no podemos prometerle nada al respecto, su esposa lastimo a todas estas personas...
—¡Lo hizo en defensa propia, y ellos la golpearon también! —Anne no podía creer lo que estaba oyendo.... insultada... se sentía tan insultada—¡Mire cómo la dejaron! ¡¿Los moretones en su cara se los hizo ella misma?!
—Esta buena gente solo trataba de ayudar, no es su culpa que se confundieran en toda la conmoción, su esposa debió...
—¡¿Debió que?! ¡¿Sacar un maldito certificado de nacimiento de su bolsillo?! —Anne no pudo evitar que algunas lágrimas se derramaran de sus ojos... toda esta discusión estaba siendo demasiado... ella solo... solo quería justicia—¡Llevaba una pañalera colgando de su hombro maldita sea! ¡¿Que otra puta prueba necesitaban?!
—Yo... lo siento señora —el oficial no supo que más decir, trato de consolar a Anne... pero se abstuvo de hacerlo, en lugar el hombre soltó un suspiro abatido—Se ve que esta ha sido una tarde difícil... ¿Por qué mejor no se lleva a su esposa y a su hija a casa? Nosotros nos encargaremos...
—Si... —Anne soltó una risa amarga interrumpiendo cualquier otra lastima endulzada con mentira que pudieran darle—Como si realmente fueran a hacer algo... —sin embargo, ya no tenía fuerzas para seguir luchando... Anne estaba cansada, está harta de todo, si toda su vida como una mujer trans le había enseñado algo... era que la balanza de la justicia nunca estaría a su favor... nunca—Yo solo estoy perdiendo mi tiempo aquí... —dicho eso, ella se dirigió hasta su auto.
—¡¿Van a dejar que se vaya?!
—¡Busquen a la verdadera madre de esa niña!
—¡Esas mujeres son peligrosas!
—¡A esa salvaje no debería permitírsele ser madre!
—¡Esa loca le fracturó el brazo a mi hermano!
La sangre zumbaba en los oídos de Anne, ella apretó sus dientes con fuerza a medida que caminaba hacia su auto... Anne quería golpear a todas estas personas... no... quería matar a todas estas personas, quería hacerlos pedazos con sus propias manos y reducirlos a nada más que una mancha palpitante de sangre... pero ella siguió su camino sin mirar atrás... la manija de la puerta de su auto se sintió demasiado pesada cuando abrió la puerta... el aire acondicionado la asfixiaba y el constante ronroneo del motor era como tener pedazos de vidrio incrustados en su cabeza... era demasiado... todo era demasiado...
—¡Mierda! —la rabia acumulada de Anne se estrelló en un golpe sordo contra el volante del auto... no pudo luchar más contra las lágrimas y finalmente rompió en llanto—¡MierdaMierdaMierdaMierdaMierda! —el susurró de su voz se resquebrajada en un mar de blasfemias y maldiciones, sus manos golpeaban el volante una y otra vez, al final no pudo hacer nada... se sentía tan impotente... su esposa fue violentada de esa forma y ella no pudo impedirlo—No es justo... —Anne sollozo con melancolía mientras trataba de recobrar su postura, inhalo y exhalo, y poco a poco la fuerza de sus golpes empezó a mermar... El mirar de sus ojos se posó en el reflejo de su esposa e hija a través del retrovisor... dio otros suspiro muy largo agradecida de no haberlas despertado—Esta será una noche muy larga... —murmuró en un tono muy bajo mientras el agarre de sus manos hinchadas se ajustaban en el cuero del volante—Vamos a casa... —fue lo último que los labios de Anne se permitieron pronunciar cuando su pie aplastó el acelerador...
Una estela de humo se perdía a medida que el convertible de Sasha y Anne se alejaba de aquel parque, las luces del semáforo cambiaron de rojo a verde y el vehículo giró hacia una esquina hasta la oscuridad de un callejón estrecho desapareciendo a la vista por completo... no sería una sorpresa para cualquiera decir que Anne y Sasha nunca volverían a ser vistas en ese vecindario.
Lo acontecido aquel día estaría en la boca de muchas personas por un tiempo, "El incidente de la loca del parque" lo llamarían entre risas y bromas, la historia pasaría por las noticias y los periódicos sin pena ni gloria, tergiversada como un caso más de una mujer blanca haciendo el ridículo en un parque público, las redes sociales se llenarían de insultos y amenazas de muerte... las dos madres y su hija se irían muy lejos, tratarán de olvidar los horrores que sólo la ignorancia y la histeria provocaban, pero aquella pesadilla seguiría cobrando vida cada noche mientras cierran sus ojos... el mundo se tornaría tan diferente para ellas... las heridas tardarían mucho en sanar... pero lo harían algún día... Al final del año las autoridades desestimarían el caso por falta de pruebas, todo se archiva, y al final del día la historia es reemplazada con el sepulcro de un monótono silencio, y luego de unos meses, todo volvería a la normalidad como si nada hubiese pasado...
Un día, se oye otro grito en un parque, y el ciclo se repite una vez más, no hay lecciones aprendidas, nadie se detiene a pensar... después de todo, la gente es así.
Fin
Bueno, ¿ha pasado un tiempo no? Primero que nada, me gustaría disculparme con todos por mi larga ausencia, la universidad y la depresión de la vida me tuvieron absorto en una letárgica oscuridad que casi me consume por completo... Pero luego de muchos altos y bajos aquí estoy con otra obra para su disfrute, ahora mismo me encuentro de vacaciones, pero no pienso hacer promesas que sé que no voy a cumplir, así que en medida de lo mi estado de ánimo me permitan tratare de seguir trayéndoles contenido, sé que tengo muchas historias por terminar pero la vida es un viaje inesperado y cualquier cosas podría pasar, lo que sí puedo prometerles es que no dejaré de hacer lo que me gusta, amo escribir y no pienso abandonar ninguna de las historias que he creado.
Debo decir que este trabajo en particular algo muy personal para mi... lo hice como una ejercicio de desahogo de ira... pero gracias a la ayuda de un amigo me atreví a publicarlo, de ante mano me disculpo si herí a alguien con esto, pero el arte funciona de esa forma, quería expresar mi punto de vista sobre algo, y espero que se haya entendido, muchas personas creen que el racismo es solo una vía que va en línea recta, pero la discriminación no busca lado ni bandos, el racismo es solo racismo, creer que es justo ser discriminar con toda la gente blanca por todo el racismo que la gente negra tuvo que pasar no te vuelve mejor que la gente del pasado, te vuelve igual que ellos, lo siento por decirte la verdad, pero eres un racista, y si no te has enterado la gente negra puede ser racista también, no solo con gente blanca si no también con otros negros, como dije la discriminación no conoce límites ¿Cómo lo es? Mi padre es blanco y mi madre es negra, y lo que paso en este fic fue una de las muchas historias de terror que ellos tuvieron que pasar en sus vidas, mi padre casi es asesinado muchas veces solo por sacarnos a mí y a mi hermano al parque, yo he sido discriminado por mucha gente negra por no ser lo suficientemente negro para ellos... lo siento... esto se ha alargado más de lo que debería, lo siento... solo espero que el mensaje de esta historia les llegue como es debido, y que dejemos de pelearnos entre nosotros sobre lo que creemos que es correcto o no, espero que les haya gustado esta historia y nos vemos.
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