4.2

Antonio se acomodaba por enésima vez la camisa con la que había actuado esa noche.
Aun lucia descolorida, sucia y sin su corbata, quizás así se veía interiormente, pero no podía dar muestras de lo que había acontecido esa noche.

Era un actor, tenía que afrontarlo con la mejor sonrisa, mientras que Dolores aun seguía desaparecida, eso hacia que cada pieza de su ser se consumiera aun más, él había sido completamente sincero con ella, Alejandra ya había pasado desde hace años, intentaba acercarse, pero el solo se limitaba a cumplir un rol de padre y hombre respetuoso que había dejado como estela esos diez años de sentimiento en común.

La entrevistadora llego con dos sujetos más, que de seguro serian sus acompañantes o trabajadores suyos.
En estos 10°, ella venia o a matar o a robar miradas, era imposible no mirar ese escote pronunciado, debajo de aquella blusa con encajes, si, ella había venido a otra cosa que de seguro Antonio, por sus convicciones y sentimientos encontrados, no podría darle.

-hola soy Veronica- le estrecho la mano, hizo lo suyo y correspondió al saludo, aunque el jalón siguiente lo dejo helado, dos besos seguidos en cada mejilla aseguraban algo, sus cuarenta y dos años le habían dado la experiencia de decir que si seguía así debía ponerle una advertencia.

-¿podemos empezar?- la incomodidad de Antonio para estos asuntos de cotilleo era exasperante y para nada agradable.
Ella sorprendida, solo asintió y comenzó el desarme y ensamble del micrófono, los parlantes y una buena toma.
Los acompañantes estaban haciendo aquella labor muy a su tiempo, mientras más pasaba, más nervioso no podía estar, no creía que una jovenzuela lograría que el rompiera sus reglas.
El enterizo negro de encaje se levantaba de a pocos, Verónica estaba usando todas sus armas para el, y el solo traía pesar e incomodidad.
No le gustaba ser cazado.
Su cabello rubio, sumamente planchado, no se inmutaba en la brisa de la noche, aquel cabello exasperante y con olor a laca guardada, irritaba más a Antonio.

Ella revolvía sus labios en aquel lápiz labial que parecía abarrotar su rostro, era exagerado, tanto que si sudaba, aquel maquillaje se le iba a escurrir.

No, no era su tipo de mujer, ¿porque? Porque simplemente, la mujer que ocupaba su mente en ese momento estaría llorando, hecha una furia, adolorida y sentida con su falta de confianza, confianza que él no daba a nadie, porque ya antes lo habían dañado de tal manera que le costaba mirar al mundo de la misma manera.
Ella estaba rodeada de mascaras y pestañas gigantes, cabellos falsos y miradas con lujuria, en cambio, la mujer que estaba en algún lugar, estaba con el cabello enmarañado, su horroroso pijama de hello kitty que tantas risas les había causado, sacándole una risa en ese momento, una risa segura, esto lo superarían, ella tenía que confiar en el.


-hola, soy Diego, el mánager de Antonio- extendió la mano a Verónica, ella con la boca abierta y sin poder comprender nada le dijo delante de todos -creo que la carta que te envié, expresaba de manera clara sobre lo que hablarían ¿verdad?-
Ella asintió -si, si, tranquilo-
Esta mujer estaba sorprendiendose de poco a poco, ellos habían movido todo para usarlo a su favor, no ella con esto.
Así no se movía un magazine de espectáculos.

-Dolores, ¿viste las noticias de hoy?-
Malena llamaba a Dolores, pero esta no daba respuesta, toco más fuerte y un leve golpe dio a entender que ella estaba abriendo la puerta
-¿que fue?-

Malena ni corta ni perezosa, jalo del brazo a una somnolienta e hinchada Dolores hacia el living, donde, la pantalla plana esperaba, tardo en reaccionar y ver que en aquel cuadro, salía el hombre que había hecho odiar, amar, llorar, desesperar y temer en una sola noche, ese hombre estaba abatido, no traía la misma mirada y sonrisas de siempre, ella lo sabia, así el intentara fingir ante una conductora rarísima que le enseñaba algo más que una sonrisa en cada movimiento.

Ignoraba lo que estaba aconteciendo en ese suceso, ella estaba enfocada en servirse un café cargado, café que Malena amablemente le había preparado.
Ella, agacha su cuerpo hacia Dolores y tomando la mano libre que había dejado sobre la mesa -yo voy ahora al trabajo, cualquier cosa que necesites, sabes el numero de mi móvil, estaré dentro de horas de vuelta, te sugeriría que mires el video por favor-
-¿tu lo viste?-
Malena asintió, en ese lapso recordó cuan insistente había sido Antonio a que le prestara atención.
Lo que no sabia Dolores, Antonio estaba en aquella casa, había llegado a las tres de la mañana a por ella, pero su damisela rebelde estaba en el lapso más profundo posible, así que se quedo descansando, no a su lado, pero si cerca de ella, aun para el, esta ciudad era un peligro.

-¿te molesta si esperas? Necesito digerir eso-
-claro amiga, no hay problema-

Malena acompaño con la mirada a Dolores, que se sento frente al televisor, de a pocos, su atención se enfoco solo en lo que el decía, con sonrisas pasajeras y miradas gachas, Antonio también lo sentía.

-suelo no hablar de mi vida privada, pero a raíz de esto, de todo esto que ha estado negándose de manera terrible en medios masivos, necesito hacerlo, solo hablaré una vez de esto, porque necesito que las partes afectadas tengan un cierre claro y no se especule más, tantos años de trabajo no puede colarse por el inodoro, literalmente- hizo una pausa -como muchos ya se habrán dado cuenta, ya no uso mi alianza matrimonial, eso significa que ya no estoy comprometido, es más, hace algunos años, me he venido divorciando, estoy legalmente soltero, espero el respeto que se le da a la madre de mis hijos, ella y yo seguiremos teniendo un nexo hermoso, así que pido respeto.
Segundo, las fotos filtradas en un balneario responder a mi vida de soltero, si, estoy saliendo oficialmente con esta dama hace unos meses, no me parece para nada justo y coherente que hayan utilizado alguna fuente para averiguar su vida antes de mi, no es justo.
Lo que vieron es lo que hace una pareja común y corriente, no hay porque esconderse, merecemos un respeto, ella más que yo, ya que no esta vinculada a esto, de igual manera, le digo que lo siento mucho, siento todos estos acontecimientos y sin más que decir, respeten la vida de todos los onvolucrados-
-una ultima pregunta ¿solo salen?-
-no, es mi novia-

Dolores entendió dos cosas, que Antonio había arriesgado su carrera de años y segundo, ahora si, ambos serian fatigados por todos los medios.
Todo por amor

-¿ahora le crees?- dijo Malena -ve y llamale-




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