Un día sin ti.

El reloj sonó a la hora prevista, sin embargo, no había podido dormir en toda la noche.

Junto a mí, estaba el hombre por quién estaba dispuesto a dar mi vida, y todo lo que me pidiera.

—¿Así siente estar enamorado? — me pregunté mientras veía como el hombre al que tanto amo, dejaba la que ahora era nuestra habitación, para ir al trabajo.

Llevando sólo una de sus camisas, terminaba de acomodar su corbata y su saco, en la entrada de la casa.

—Te veo después del trabajo— me decía mientras su boca alcanzaba la mía, para despedirse, y luego acariciaba mi cabeza y mi sonrojada cara.

—Si... — dije — ten un bien día... ve con cuidado...

Tenemos ya un tiempo saliendo, pero estos son mis primeros días viviendo con él.

Aunque ya estaba acostumbrado a verlo partir, cuando nos reuníamos a escondidas, ahora parecía que dolía más.

Sin darme cuenta de lo que hacía, me aferré a su saco tratando de detenerlo, pero al notar su mirada sobre mi lo solté apenado. Es que todo era tan diferente...

—¿Qué ocurre Levi? — me dijo y tomó mi rostro entre sus manos, luego de dejar su maletín en el suelo.

—No.... No es nada... lo siento... — dije y bajé la mirada a mis pies descalzos mientras apretaba mis dedos sobre la camisa.

—¿Tienes idea de lo difícil que será irme al trabajo, pensando en qué no podré verte hasta qué regrese? —

Mi cara ardió como si me hubiese dado fiebre.

Sujete su mano entre las mías.

—Hasta hace una semana... tenía que conformarme con verte partir cuando nos encontrábamos a escondidas... y ahora qué te tengo al fin, debo dejarte ir otra vez... —

La lluvia no se había detenido en toda la noche, y no parecía tener intención de hacerlo.

—Quisiera... quisiera quedarme en casa y estar abrazado a ti en nuestra cama, sentir tu cuerpo entre mis brazos, besarte hasta quedarme sin aliento ... —

Al estrecharme entre sus brazos, me aferre con fuerza, pues yo deseaba exactamente lo mismo.

—Lo siento... pero es qué soy tan feliz contigo... que me asusta el estar sin ti—

—Prometo qué regresaré a casa apenas termine el trabajo, y voy a llenarte de amor qué es lo que mereces—

Volvió a besarme, para luego al fin, dejarlo ir.

Me quedé de pie en la puerta de la casa bajo la lluvia, vistiendo únicamente con su camisa.

Erwin por su parte, miró hacia atrás cuándo avanzó unos cuantos metros de nuestra casa. Pudo verme qué aún estaba bajo la lluvia y que lo miraba con expresión triste.

Me sonrió y agitó su mano para despedirse al fin de mí.

Me abrace a mí mismo y una lágrima se escapó de mis ojos.

—Adiós Erwin...— murmuré.

No quise entrar a casa, y me quedé en el pórtico, bajo la lluvia esperando a que volviera.

Por la acera iba y venía mucha gente. Era una ciudad nueva para mí, no conocía a nadie, y todos me miraban raro cuando pasaban por enfrente de la casa.

Sé que se debe a que solo llevo una camisa cubriendo mi cuerpo, y porque estoy bajo la lluvia, pero no voy a entrar. No quiero estar solo en casa...

Las horas pasaban y yo seguía esperando por Erwin, quizás temía que no regresara. En el pasado, me abandonaron dejándome sólo en un parque, razón también por la que nunca más fui a uno.

El frío era horrible, y mi cuerpo no paraba de temblar. Y aún sentado en el pórtico, pensaba en muchas cosas, aunque lo que más invadía mi mente, eran aquellos recuerdos de aquel abandono... Ese fue un momento que me marco para el resto de mi vida. Era mi primera relación y a los pocos meses me dejaron sólo en un viejo parque de mi antigua ciudad... Me dolió el modo en que todo acabo, y temo volver a pasar por lo mismo...

El resto del día me lo pasé llamando a Erwin en silencio, lo estaba extrañando demasiado...

Finalmente, al final del día, sentí que me sacudían con cuidado y abrí los ojos. Frente a mi estaba Erwin y se quitaba su saco para cubrir todo mi empapado cuerpo.

—Erwin...— dije y me colgué a su cuello. De inmediato sentí su calor y como me levantaba del suelo entre sus brazos.

—¿Por qué estás ahí? — me dijo — Mike y Hanji te vieron aquí cuando iban y volvían de su trabajo... ¿has estado todo el día aquí? —

Lo miré a la cara y parecía molesto, me asusté, era la primera vez que lo veía con esa expresión...

Me llevó hasta el baño dónde me di una ducha con agua caliente mientras Erwin salía para ir a la cocina a prepararme una sopa, dijo que no quería que me enfermara y lo vi abandonar la habitación.

Estaba esperando por él... eso es todo... pero ¿y si me pide que me valla?

No quise salir del baño, me daba miedo enfrentar a Erwin y que me pudiera gritar o algo...

Erwin no sabe nada de mi anterior relación, no quise contar nada porque no lo creía necesario y lo sigo creyendo así...

A los minutos después, regresó y como si fuese un niño, me llevó hasta la habitación, dónde me vestí y luego bajé al comedor.

Mi móvil estaba sobre la mesa, me pregunte porque, pues nadie me llamaba... nadie sabía a excepción de mi madre, qué había abandonado la ciudad.

—Levi— me llamó y alcé la mirada a él — mientras estabas en la ducha alguien te llamó, no lo revisado, por eso traje tu móvil... — señaló el aparato que estaba junto a mi plato.

Tomé el teléfono y al ver quién me llamaba, mi corazón dio un latido horrendo... con sólo ver ese número, el mundo se me vino a los pies.

Dejé caer el móvil y a los segundos después, el mismo número llamaba.

Me levanté espantado... ese hombre me hizo sufrir tanto qué el sólo hecho de imaginar qué pudiera encontrarme con Erwin...

Erwin también se levantó y se acercó a mí y me tomó con cariño las manos.

—¿Que sucede? —

Me abrace a él mientras repetía una y otra vez "vendrá a buscarme, vendrá a buscarme"

Erwin me apartó de él un momento para coger el móvil que seguía sonando y contestó.

No sé qué fue lo que ese hombre pudo decir, porque Erwin estaba furioso.

—No me importa que pienses de él, Levi es mi novio y quién quiera que seas, más te vale dejarlo en paz. Como no lo hagas, me encargaré de ti personalmente—

Colgó mi móvil y le quitó la batería. Yo estaba abrazado a mí y no paraba de temblar. Entonces Erwin me abrazó y me preguntó quién era ese sujeto.

—Ese hombre... fue mi primer novio, pero la relación inició mal y acabo fatal— comencé — sólo duramos once meses, pero viví el infierno en la tierra... ese hombre me lastimó hasta que se hartó, me insultaba... y en más de una ocasión me golpeó... y un día, me citó a un parque, también llovía... me dijo que lo esperara, que iba por algo que tenía para mi... pero las horas pasaban y él no llegaba... lo llamé muchas veces pero no me contestó y...

—Suficiente — me calló —es suficiente... no sigas... no recuerdes algo así... creo que ahora entiendo por qué estabas allí en el pórtico... quiero qué me escuches...

Su voz pareció débil un momento, pero me abrazaba con amor...

"No importa lo que ese maldito diga de ti, te amo Levi, te amo y jamás te haría la canallada qué ese sujeto te hizo.... No podría hacerte daño... no tendría el coraje para hacerlo"

Ya no aguanté y me eché a llorar.

Erwin había entendido más de lo que imaginé y lloré en su pecho. Aunque el miedo era latente, por alguna razón no podía dudar de su palabra.

Desde entonces, poco a poco mi miedo a perderlo desapareció, Erwin cada día me demostraba cuanto me amaba y yo hacía lo mismo con él, daba lo mejor de mí para qué Erwin fuese feliz sólo conmigo.

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