Té para dos - Capítulo Especial
No podía no escribir un especial de estos dos. Dado que en el manga no tiene un final feliz ¿porqué no hacerlo en un universo alterno? (A.U)
Tengan todos ustedes una muy bonita noche buena, una hermosa navidad y exitoso inicio de año, y que el fin de este año sea el inicio de uno mejor.
Té para dos
Capítulo Especial.
—Bueno entonces, quedamos así. Encárguense del hotel estas dos semanas, no quiero que me molesten a no ser que sea realmente importante —
— ¿Y tú qué harás? —
—Estaré ocupado con algunas cosas...—
El llamado a la puerta de su oficina, hizo que el hombre se interrumpiera en su plática y que mirara hacia la puerta.
—Pase— se oyó una voz grave.
La puerta se abrió, y por ella entraba un joven moreno, muy apuesto pero de baja estatura, ojos verde y de parpados caídos y expresión seria.
— ¿Qué ocurre Levi? — decía el hombre.
—Su coche lo espera señor Smith—
—Bien, vamos — contestó el mencionado y fue con el muchacho a quién tocó la cintura para salir juntos de la oficina, pero en la puerta, el mayor se volvió a los dos que seguían en su escritorio.
—Hanji, Mike, dejo en sus manos el hotel. Feliz Navidad chicos— finalmente abandonó la oficina dejando a la pareja sola y sonriendo resignados.
—Felices fiestas para ti también Erwin...—
Mientras caminaban por el pasillo para ir hasta la escalera que daba al hall de entrada, el moreno miraba de reojo al hombre que lo acompañaba.
Alto, rubio, deslumbrantes ojos azules, con un cuerpo bastante atractivo a pesar de ser un hombre ya mayor.
— ¿Ocurre algo Levi? —
El mencionado se sonrojo al verse descubierto por aquel hombre.
—N... nada — respondió y volteo su vista hacia el otro lado.
Pero el rubio, sonriendo, soltó un suspiro tras comprobar que no había nadie más que ellos en el pasillo, y en un descuido del menor, este tomó con cuidado al menor por la cabeza, obligándolo a mirarlo y beso con cariño sus labios.
Lo empujó con suavidad contra la pared y puso una de sus piernas entre las del joven que se vio atrapado entre los brazos del otro.
—Erwin... — decía el menor jadeando luego de separarse un momento — podrían vernos...—
—Lo siento... es solo que pierdo el control al verte vistiendo este traje... se ajusta tan bien a tu cuerpo que no puedo resistir...—
El menor mirando aun jadeante a aquellos ojos, sonrió para luego ocultar su rostro en el pecho del otro.
—Ya habrá tiempo para nosotros... el trabajo es primero— se oyó su voz apagada al estar escondiendo su rostro.
Erwin, a modo de disculpa beso la cabeza de Levi y se separó del todo para poder observarlo con atención.
Levi apoyado en la pared, volvió a fijar su mirada en aquel hombre que lo enloquecía tanto.
Suspiro antes de volver a acercarse a su jefe y amante, para acomodar la corbata que Erwin llevaba al cuello.
Y cuando acabó, sus pequeñas manos se vieron envueltas por las de aquel hombre, las que besó un momento antes de volver a retomar su camino.
Ya en el hall de entrada, Petra esperaba por Erwin para llevarlo a la última reunión del año antes de la fiesta de año nuevo.
Antes de subir al coche, Erwin soltó un resoplido molesto.
—Erwin...— dijo Levi mirando perplejo al mayor.
—Estoy cansado Levi, estas reuniones me están matando...—
— ¿No puedes cancelarlas? — continuó preguntando.
—Al salón de Té "El Loto Negro" — dijo Erwin a Petra mientras subía al coche después de Levi.
—Si señor—
— ¿La reunión se hará en ese salón? —
—Es un lugar famoso, tú también has ido ¿verdad? —
—Pues... si, es un lugar muy acogedor, y el té que sirven es delicioso— la expresión de felicidad del menor al hablar del salón era soñada.
Erwin rio al oír a Levi tan entusiasmado.
—Lamento pedirte esto — dijo Erwin —pero acompáñame a esta junta, puedo cancelarla pero no quiero que interrumpan nuestras vacaciones— tomó con cariño la mano del menor al tiempo que Petra echaba a andar el coche.
— ¿Nuestras vacaciones? — se extrañó Levi.
—Así es, nuestras vacaciones — respondió y besó con cariño al menor —quiero que después de esta reunión nos larguemos de aquí y pasemos nuestras primeras vacaciones juntos ... ¿Dónde te gustaría ir? —
—El lugar no importa, mientras estés a mi lado soy feliz Erwin— volvieron a besarse con cariño.
Petra observaba brevemente a través del espejo retrovisor que tenía sobre la cabeza y se sonreía con ternura.
—Bueno, solo es una reunión más—
—No será tan tediosa si estás conmigo— dijo y luego se acercó al oído del menor — una vez que estemos solos, quiero hacerte algunas cosas que han estado rondando por mi mente— susurró.
— ¿Por qué esperar? ¿Por qué no lo me haces esas cosas ahora? — decía el menor también en susurros y mirando la boca de ese hombre con deseo.
—Porque si lo hago ahora... no podré detenerme —
—Será mejor que esperen hasta que termine su trabajo señor Smith, luego podrá descansar e irse con el joven a donde quieran sin que los molesten —
—Cierto, hay trabajo que hacer aún — dijo Erwin mientras ambos se apartaban un poco.
—Llegamos señores, Salón de Té, "El Loto Negro" —
Erwin llevaba ya poco más de un año yendo a aquel salón de Té, y aún no conocía al dueño del mismo.
—Dios... dame fuerzas...— dijo Erwin llevando su mano hasta el puente de su nariz y haciendo presión en él.
—Una junta más y estarás libre Erwin — dijo Levi mientras tomaba aquella mano.
Ambos entraron al salón donde los esperaban los socios del negocio de Erwin.
***
Dos horas después, Erwin salía echando humo por las orejas de lo molesto que estaba. Lo que provoco que Levi se contagiara de aquel mal humor.
— ¿Por qué trabajan contigo esos bastardos? —
—No soy el único dueño del hotel, esos idiotas aportaron también con dinero para llevar a cabo la compra... pero apenas consiga el dinero que necesito, les compraré su parte del hotel y ya no tendré que verles la cara nuca más— luego miró a Levi y se volteo a verlo —ya no hablemos de trabajo mi amor, quiero que te quedes conmigo esta noche, y nos iremos de viaje a donde tu quieras...—
—De acuerdo — dijo el menor — ¿puedo tomar tu mano y caminar a tu lado Erwin? —
Erwin se acercó a Petra que lo había estado esperando mientras estaba en la junta.
—Puedes irte Petra, Levi y yo caminaremos —
—Entendido, felices fiestas señor Smith, señor Akerman...—
—Felices fiestas para ti también — respondía Erwin mientras Petra echaba a andar el coche y se alejaba del salón.
—No tienes que preguntar eso, puedes tomar mi mano cuando lo desees, porque es lo que siempre he querido— respondía Erwin a la pregunta anterior del menor.
Esta vez, el rubio tomó entre sus manos el rostro de Levi y acercó su boca a la del moreno.
—Tengo tu regalo en mi penhouse, hoy pienso cumplir todos tus deseos —
— ¿De qué hablas? —
—Esta noche es tu cumpleaños, no creas que no lo sé, pienso hacer que este sea un día inolvidable para ti...—
El rostro de Levi se sonrojo y tras mirar avergonzado la sonrisa de Erwin, ocultó su cara en el pecho del otro.
—Estúpido Erwin— murmuró apenado, y luego comenzaron a caminar tomados de la mano, bajo aquel gris cielo de invierno.
El móvil del menor sonó todo el día, y los regalos de sus amigos y compañeros iban llegando hasta la recepción del lugar en que Levi vivía.
—... pediré a alguien que recoja los envíos para que los lleven a mi departamento, muchas gracias—
Suspiro y cortó la llamada.
Erwin le quitó con cuidado el móvil y lo apagó, lo mismo hizo con el suyo.
—Erwin...—
—No quiero que nadie nos moleste esta noche...—
Estaban en el balcón del penhouse de Erwin y miraban la ciudad que brillaba con tonalidades rojas y verdes, dado a las fiestas.
El moreno sonrió levemente, y Erwin pareció sorprendido. Desde que lo conocía nunca había visto una sonrisa de Levi. Eso hasta ese momento.
La nieve empezó a caer y Levi se apartó de Erwin para ir hasta la baranda del balcón y extender su mano hacia adelante y sentir en su piel los fríos copos de nieve.
Erwin lo observo desde el sillón al ver que cosas tan simples como ver nevar o beber una caliente y deliciosa taza de té negro, eran cosas que hacían muy feliz al moreno.
Lo dejó solo un momento para ir por el regalo que tenía para el joven.
Minutos después, Erwin se ponía por detrás de Levi, rodeando su cintura y besando su cuello.
—Erwin— murmuró y volteo su carita hacia su novio — ¿Qué ocurre? — preguntó y volvió a mirar al frente mientras llevaba su mano hasta el rostro del rubio.
—Te quiero Levi— susurró — no lo olvides —
Esta vez se volvió a verlo del todo. De algún modo aquellas palabras sonaron extrañas para el menor.
—También te quiero... estas actuando extraño... — dijo y apartó el cabello de Erwin de su rostro.
Erwin puso sobre sus manos una cajita negra.
—Erwin...— dijo Levi algo asustado.
—Ábrelo— sonrió y lo beso.
Con manos temblorosas, quitó la cinta roja que sellaba la cajita y luego levantó la tapa.
—Erwin... esto es...— dijo.
Un lujoso reloj destellaba desde el interior. Erwin lo tomó para ponerlo en la delgada muñeca de Levi.
—Esto es solo una parte de tu regalo, la otra parte te la daré esta noche cuando salgamos a cenar...—
***
—Este lugar es inmenso... y muy costoso sin duda...— decía Levi mientras descendía del coche que los dejaba en la entrada de un hermoso y lujoso restaurante.
—Un lujo de vez en cuando no hace daño ¿verdad? — contestaba Erwin jalando con cariño la mano de Levi y entrando al lugar.
El lugar era hermoso.
En la entrada un hombre vistiendo elegantemente un traje negro, les daba la bienvenida.
—Buenas noches señores, sean muy bienvenidos al Restaurante "Tres Estrellas"
Detrás del hombre, se alzaba una puerta de roble pulido y con diseños con pequeños detalles en su transparente vidrio, que mostraba el interior del restaurante.
—Buenas noches señor. Reservé una mesa a nombre de Erwin Smith, decía Erwin mientras volvía a tomar la mano de su novio.
El hombre buscó en su lista y al dar con el nombre de Erwin, este alzo un poco su mano y chisto sus dedos para llamar a un mesero, que los guio al interior del recinto.
Al entrar, Levi se sintió incómodo. A pesar d que no era la primera vez que visitaba lugares como ese, sentía que ahora estaba ensuciando el restaurante con solo mirarlo.
— ¿Estas bien Levi? — preguntó al sentir que este apretaba su mano con algo de fuerza.
—Es un lugar hermoso pero... no creo que sea un lugar para alguien como yo...—
— ¿Puedo tomar sus abrigos? — preguntó el mesero y tanto Erwin como Levi le dieron sus abrigos para al fin llegar hasta su mesa.
El mesero corrió la silla de ambos para que estos se sentaran, y luego entregó la carta a ambos hombres.
—Por favor, tómese su tiempo para ordenar—
Levi se sentó nervioso ante la mesa y Erwin lo hacía como si estuviese en su casa.
—Tranquilo Levi— decía Erwin tranquilizando los nervios del menor — no tienes nada de qué preocuparte, disfruta esta noche que es solo para ti—
Erwin acaricio aquella sonrojada carita apenada y Levi sonrió nervioso.
Enormes ventanales se esparcían por todo el lugar. Blanquecinos pilares de aspecto griego sostenían un hermoso techo con delicados dibujos artísticos y formas elegantes. El piso brillante reluciente, y pulido de cerámicos blancos y negros reflejaban el lugar.
Un piano negro con detalles en su estructura, liberaba hermosas notas musicales componiendo hermosas y relajantes melodías que llenaban el restaurante
Las mesitas esparcidas estratégicamente de manera armoniosa y delicada, eran redondas y cubiertas con un mantel blanco con bordes dorados.
En el centro, había lámparas pequeñas sostenidas por un soporte fino de plata, y que era cubierta con flores la base de la misma.
—Es un lugar hermoso Erwin... — comentaba el menor para luego tomar la carta y pensar en que ordenar.
—No más que tú — decía Erwin y le sonrió mientras que con gesto de la mano llamaba al mesero.
— ¿Listos para ordenar? — pregunto amablemente el muchacho.
— ¿Qué hora tienes Levi? — preguntó repentinamente Erwin.
El menor algo extrañado miró su reloj y respondió.
—Ya es media... noche...— terminó con la voz apagada.
—Tráiganos su mejor vino, esta noche es muy especial señor —
—Muy bien — dijo el mesero y se perdió de vista.
—Como ya es medianoche, y ya es navidad y tu cumpleaños, ese reloj era el regalo de navidad, pero este... — dijo y saco otra cajita, esta era muy pequeña y la puso ante Levi y la abrió.
En ella, había dos anillos de oro con el nombre de cada uno grabado en ellos.
Levi cubrió su boca con sus manos al ver aquellas joyas.
—Dame tu mano — susurró Erwin tomando el anillo que tenía su nombre —este humilde hombre ante ti, pide tu mano en matrimonio. Levi Akerman ¿te casarías conmigo?
Mientras hablaba iba poniendo el anillo en el dedo del joven que parecía estar en shock.
Levi alzó la mirada y sus ojos se anegaron en lágrimas.
El muchacho temblaba de los nervios y, con manos temblorosas tomo el anillo que tenía su nombre y con algo de dificultad puso la joya en el dedo de Erwin, para luego apretar con cariño sus manos y asentir con la cabeza, aceptando la petición de matrimonio.
Erwin besó aquellas manos y luego las libero. Levi aprovechando la oportunidad, acercó su mano hasta su rostro admirando el anillo que se podía leer "Erwin"
Aún dentro de su asombro, Erwin llegó hasta su boca para besarlo.
—Feliz cumpleaños mi amor—
Aquella noche, sin duda, estaba siendo la mejor de toda su vida. Junto a él, la persona que más amaba, con un anillo de compromiso en su dedo y sellando la noche con aquel beso que daba inicio a una nueva vida como una pareja y con las personas más importantes para ellos a su lado.
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