Humillado por la Realeza
Humillado por la Realeza.
-¡El comandante Erwin debe saber esto capitán! ¡No tenían el derecho de tratarlo así solo por eso!
Una muchacha de castaño cabello hasta los hombros, de grandes ojos verdes y de aspecto menudo, mantenía una discusión con su superior.
-Ya hay suficientes problemas como para añadir uno que no es para nada rrelevante - decía tranquilamente un joven qué estaba sentado a la mesa del comedor y bebía un té.
Tenía el cabello negro, ojos verdes, era de baja estatura y solía mostrar a todos una mirada de indiferencia, como si nada le importara.
-Esa gente esta acostumbrada a tratarnos así sólo porque son quiénes financian nuestras expediciones. Lo qué a me han dicho a mi no es nada comparado a como suelen tratar a Erwin cuando necesitamos de su dinero. No hace falta decir ni hacer nada más, Petra, yo mismo conseguiré el dinero para Erwin, y no voy a negar que también estoy harto de qué nos traten como se les de la gana solo por eso. Y si vuelven a insultar a Erwin una vez más frente a mí, no me contendre- golpeó molesto la mesa, haciendo tintinear su taza sobre la mesa de madera.
-Pero Capitán... - insistió ella.
-Dejalo así Petra, me encargaré de lo demás -
Petra resignada a la derrota, abandonó el comedor dejando a su capitán solo.
Tras cerrarse la puerta, el muchacho se puso de pie y se acercó a la ventana mirando a los ciudadanos en su rutina de cada día.
La junta de esa mañana, lo había puesto de un humor terrible.
Mientras tanto, Petra caminaba distraída por el pasillo mirando el suelo de madera bajo sus pies, y no levantó la mirada hasta qué chocó contra alguien más.
La muchacha casi cae al suelo de no ser porque, contra quién había chocado era el Comandante de su Brigada y éste había alcanzando a tomarla de la mano para evitar la caída.
-Comandante Smith - dijo ella apenada - lo lamento... Estaba distraída... -
-Eso puedo verlo ¿te lastimé? ¿Te hice daño? - preguntó examinando a Petra de manera superficial.
-Estoy bien, señor, no tiene que preocuparse - pero de pronto su rostro se mostró molesto.
- ¿Puedo ayudarte en algo? ¿Sucede algo? - preguntó al ver a la muchacha así.
-No. A mi no me pasa nada... Pero el capitán es tan testarudo algunas veces...-
El mayor sonrió aliviado. Seguramente había tenido alguna discusión tonta con su Capitán.
-¿Dónde está Levi ahora?- preguntó el mayor.
-En el comedor- respondió ella señalando con su mano detrás de ella, y aquél hombre paso a su lado.
-Gracias - sonrió amablemente él, al tiempo qué ponía su mano en el hombro de la muchacha.
-Comandante Erwin- llamó ella y Erwin se volvió a mirarla - hable con él, no quiere escucharme, pero estoy segura qué con usted si lo hará - la muchacha se marchó regalando a Erwin una sonrisa triste.
Quiso detenerla y preguntarle que le pasaba y a que se refería con eso, pero pensó qué tal vez era mejor preguntarle directamente a su Capitán.
Al entrar, se encontró con el momento exacto en que su Capitán, golpeaba la ventana con sus puños, rompiendo el vidrio y la madera, lastimando sus manos.
Con sus manos sangrando, se cubrió el rostro.
-¡Levi!- llamó Erwin y cerró la puerta para ir con Levi.
El muchacho se volvió al oír su nombre y ver a su Comandante, tenía la cara roja y estaba luchando contra las ganas de llorar.
-Erwin- dijo molesto - quería darme un baño antes de ir a verte y entregar mi informe-
-¿Qué ocurre? ¿Porque estás tan alterado? -
Su respiración era agitada como si hubiese estado peleando con los titanes, temblaba de la rabia qué sentía y a eso se sumaba que no podía olvidar aquellas palabras.
-No estoy de humor para tu interrogatorio Erwin, iré a bañarme y llevaré luego el informe - sin mirarlo pasó junto a Erwin luego de sacar la carta del interior de su chaqueta, qué traía con él y entregársela, pero éste lo sujetó por el brazo para detenerlo y rodearlo desdé atrás y besar el cuello del menor. Erwin conocía a la perfección todo sobre Levi, incluso sus acciones y emociones.
-Dime qué es lo qué tienes-
Levi se aferró al antebrazo de su novio y cerró sus ojos. Sabía de sobra qué Erwin insistiría hasta qué le contara qué estaba molestándole.
Aun entre los brazos de Erwin se giró hacía él sin mirarlo y hundió su rostro en el pecho del otro.
-¿Que pasó en la reunión? ¿Alguien te hizo o dijo algo?-
No se equivocaba, las únicas veces en qué Levi estaba de tal humor que hasta se desquitaba con lo qué tuviera frente a él, era cuando volvían de esas juntas.
"Está temblando... ¿Que habrá sucedido para qué esté así?"
-Todos esos malditos deberías ser devorados por los titanes- murmuró de pronto Levi. Erwin se apartó del muchacho para ir por una caja maltrecha qué había en el estante del rincón del comedor.
Erwin se sentó en una de las sillas y obligó a Levi a que se sentara en su regazo, done Levi una vez más escondió su rostro en el pecho de su amado.
-Dame tus manos Levi - pidió Erwin.
Éste así lo hizo. Y decidió contarle lo que había pasado en esa reunión mientras Erwin trataba los cortes de sus manos.
Horas antes:
"-Ese el Levi Akerman, es el soldado mas fuerte de la Legión del Reconocimiento. Aún que su reputación no es del todo favorable...-
Apenas puso un pie en aquél salón, los murmullos dieron inicio.
Levi estaba algo perplejo, normalmente cuando se reunían con estos sujetos, lo hacían en privado y no en plena celebración ni delante de todo esas personas.
No había más mesas qué la qué estaba al final del salón, repleta de comidas de todo tipo y de caros brebajes.
Un viejo conocido suyo lo recibió. Nicholas Lovob.
-¿Porque estás aquí? - saludó el anciano.
-No es a ti a quién vengo a ver exclusivamente - devolvió el saludo el menor.
-Arruinaste mi negocio ¿lo olvidaste?- murmuraba aquel hombre.
-No entiendo porqué Erwin te permite seguir libre, deberías estar pagando por todo lo qué has hecho, o es qué olvidaste maldito viejo qué por tu culpa mis amigos están muertos - decía Levi caminado hasta la mesa donde estaban todos los que financiaban las expediciones.
-Si hubieras cumplido con tu parte del trabajo...-
-¿Dime algo maldito viejo ¿porque querías acabar con el Comandante? ¿Acaso se debía a qué era un peligro para ti? - Levi conocía la respuesta a su pregunta pero la hizo para callar a aquel hombre.
-¡Es mi dinero el qué usa ese hombre para sus expediciones suicidas! ¡No olvides con quiénes estás tratando maldito delincuente!
Levi sólo lo escuchó y se presentó ante los demás anfitriones.
-Levi Akerman, pertenezco a la Legión del Reconocimiento, y soy el Capitán de la misma -
Los hombres lo miraron con desconfianza, pero Levi pasó por alto aquel gesto.
-Créanme qué no es placentero estar aquí con ustedes, así que entiendo sus miradas de repulsión hacia a mí.
Entregó una carta a uno de los hombres que allí estaban.
-Quisiera terminar con esto lo antes posible si no le importa. Tengo asuntos qué atender en lugar de estar aquí perdiendo mi tiempo con ustedes. Erwin me dijo qué debían darme su respuesta de la última junta.
Aquellos veteranos estaban siendo tratados como la basura qué eran, pero no era eso lo que les molestaba, sino qué les hacía hervir la sangre al saber qué el hombre más fuerte de la humanidad era quién tenía los cojones para hacerlo.
Levi se cruzó de brazos cuando le dieron la espalda para discutir entre ellos.
-Quién te crees que eres para hablarnos así, bastardo?- Lovob volvía al ataque.
Levi se volvió a mirarlo por sobre su hombro.
-Levi Akerman, uno de los tantos soldados que arriesgamos nuestras vidas para salvar sus malditos traseros, lo mínimo que ustedes pueden hacer es aportar con algo de su dinero para que sigan viviendo como la basura que son -
-¡No eres más qué el hijo de una prostituta muerta de hambre! ¡Tú no tienes voz en entre la realeza! Tenías que asesinar a ese hombre, ¿que fue lo que te hizo para qué te volvieras su perro?
-Es una pregunta interesante viniendo de ti, viejo. Erwin Smith me ofreció lo qué tu, ni todo el dinero del mundo podría comprar. Una vida. Algo que tu intentaste darme a costa de la suya. Perdí más el día en que llevé a cabo el plan de asesinar a Erwin, ese día perdí a dos personas que eran importantes para mi. Y tu maldito dinero no pudo devolvérmelos. Erwin Smith, me enseñó qué hay cosas por la que realmente vale la pena morir, y ustedes no son esa la razón precisamente.
Mientras hablaba fue acercándose a Lovob.
-Si estuviese en mis manos la posibilidad de decidir quién merece vivir y quién no, ten por seguro qué ninguno de ustedes estaría aquí ahora. Y una cosa más. Mi madre era una prostituta, sí. Pero gracias a ella es que ahora estoy aquí arriesgando mi vida y la de todos mis subordinados, para que ustedes sigan escondiéndose como las ratas que son.
Cuando estuvo frente a Lovob, y a pesar de la diferencia notoria de altura entre ellos, no fue problemas para Levi, plantarle un fuerte puñetazo en la cara y volarle un diente a aquel hombre.
-A mi puedes insultarme hasta que estés satisfecho, pero a madre dejala descansar en paz-
Lovob, se levantó ayudado por sus hombres y escupió en la cara de Levi.
-Ese monstruo no debería estar vivo-
Esta vez fue una patada al estómago de aquél viejo, la que lo volvió a tirar al suelo.
-Pues es ese monstruo quién ha protegido el muro por todos estos años. Recuerda eso.
Regresó con los demás mientras se limpiaba el escupitajo de su cara con su pañuelo.
Entregaron otra carta a Levi, y éste la tomó, para luego abandonar el lugar ante la mirada de odio de todos. Y le tiró el pañuelo a la cara a Lovob, después de haber limpiando la suya.
Antes de abandonar del todo aquel salón se detuvo y miró por sobre su hombro a aquellos hombres.
-Independiente de su respuesta, ayudaré en todo lo que pueda a Erwin, incluso si se trata de dinero-
-Capitán... -
-Vámonos de aquí Petra, éste lugar apesta"-
En el comedor:
La expresión de Erwin no podía ser otra más qué de odio, y estrechó a Levi entre sus brazos. Levi se sentó a horcajadas de Erwin y éste miró las lastimadas manos de su amado. Beso su frente y quitó las lágrimas del rostro de Levi.
-Gracias por soportar todo eso por mi Levi -
Tomó las manos del menor entre las suyas y las beso.
-Ahora entiendo lo de la ventana, la reparare por ti, no te preocupes -
Levi lo abrazó. Erwin hizo lo mismo.
-Mañana es tú día libre, quiero que descanses, quédate en mi habitación ésta noche. Terminaré con unos asuntos que tengo pendientes y estaré contigo ¿Bien?-
Acarició el cabello de Levi mientras este lo miraba lloroso.
Ambos se levantaron y Erwin una vez más besó a Levi antes de abandonar el comedor. Levi regresó la caja al estante y abandonó también el comedor.
Erwin regresó a su oficina dónde Mike y Hanji lo esperaban, tenían un reporte que entregar, pero al ver la expresión de Erwin, por un momento ambos se sintieron intimidados.
-¿Y a ti qué te pasa?- preguntó sería Hanji.
- Encárgate de todo por hoy Hanji, tengo una cita que no voy a perderme - dejó sobre el escritorio una carpeta qué le dieron cuando iba a su oficina.
-Tengo algo qué hacer, por favor no me molesten -
-Ten cuidado, esos hombres solo quieren verte muerto Erwin, no les des en el gusto- dijo Hanji.
Erwin de un portazo cerró la puerta de la oficina, y Mike fue tras él, al entender que había pasado.
El carruaje que había pedido lo esperaba fuera de la instalación.
Y cuando iba a cerrar la puertecilla, una mano impidió el cometido.
-No pensaras qué te dejaré ir sólo ¿o si?- dijo Mike sentándose frente a Erwin.
-No se qué fue lo qué pasó, pero no dudo que Levi se vio involucrado -
Erwin no dijo nada, realmente estaba furioso.
Un par se horas más tarde, Erwin bajó del carruaje con Mike detrás de él.
Abrió las puertas del salón de par en par y todos los presentes se volvieron a verlos.
-Comandante Erwin, no lo esper... -
-Lovob ¿Así es como tratas a mi representante? - escupió Erwin ignorando a quién le habla.
-¿Hablas de ese hijo de puta? - contestó Lovob, con asco.
Ante la vista de todos, Erwin antes de soltar palabra alguna, propinó también un fuerte golpe en la cara de Lovob.
Esta vez, los subordinados de Lovob intentaron intervenir, pero Mike saco sus cuchillas y las llevó a la altura del cuello de aquellos hombres.
- Intervengan en esto y sus cabezas rodarán -
-Seré breve, ya que no tengo el tiempo para perderlos con ustedes, si no puedo presentarme a éstas juntas, será Akerman quién lo hará por mí. Qué le falten el respeto a él, me lo faltan a mi también, y no tengo qué recordarles que Akerman tiene el mismo poder qué yo, cuando está representándome. Me asegurare de qué el gobernador se entere de esto. Que formes parte de los patrocinadores no quiere decir que puedes tratar así a mis hombres. Y ese hijo de puta como tu lo llamas, el hombre qué ha permitido qué tu Lovob, sigas viviendo.
Luego bajó la voz para que sólo Lovob lo oyera.
-No te metas con Levi, y entérate de qué no esta sólo, me tiene a mi para defenderlo de gente cómo tú -
Fulminándolo con la mirada alzó la voz otra vez.
-Si esto vuelve a repetirse, no seré tan indulgente. Si me disculpan-
Se giró y abandonó la sala para luego abandonar el edificio.
En el salón el silencio fue total.
Mike le seguía de cerca.
-Ojala hubiese tenido algún aparato con que registrar este momento, no olvidaré sus caras al verte tan de repente en su celebración - Mike reía encantado -¿Ya estás tranquilo Erwin?-
-No puedo estar tranquilo cuándo se trata de estos tipos. No les permitiré qué se aprovechen de Levi sólo por sus orígenes. No permitiré qué lo hagan llorar.
-Ese chico te atrapó Erwin. Volviste a enamorarte-
-Daré mi vida por verlo sonreír. Levi no ha visto más que decepción y tristezas, quiero verlo sonreír al menos una vez -
Llegaron al muro María por la noche. Y Mike tomó un camino diferente al de Erwin.
-Gracias por acompañarme amigo - dijo y Mike sólo hizo un gesto con la mano.
Erwin, se dirigió hasta su habitación, allí se encontró con Levi sentado en el alfeizar de la ventana. Llevaba una camisa de Erwin que le quedaba algo holgada, tenía también su cabello mojado, pues hacía sólo unos minutos había salido del baño, y corrió a sus brazos al oír la puerta abrirse.
-¡Eso fue estúpido! Por eso no quería contarte nada. Ya tienes suficientes problemas como para qué te ocupes de los míos -
-Las noticias vuelan ¿verdad? Mientras yo viva no permitiré qué te humillen, y menos esos bastardos-
Levi lo abrazó.
-Gracias-
Erwin levantó el rostro de Levi para que lo mirara.
-Olvídalo, quiero qué tú cabeza esté llena de pensamientos sobre mí ahora. Porque hoy como nunca tú has estado rondando mi mente -
Levi comenzó a quitar la ropa de Erwin y jalando de su colgante lo llevó con él hasta la cama.
-Como ordene Comandante-
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