Enfermo

Siempre me he dicho que las excusas agravan la falta, pero el trabajo es el trabajo, y a eso le sumo que estoy lesionada de mi mano, lo que hace que escribir en la lap o ponerme a traducir es realmente doloroso para mi, pero apenas me recupere, volveré con mis pequeñas historias, de momento y por el largo tiempo sin publicar les dejo este short, que lo tenía hace tiempo cuando estuve realmente enferma y de ahí se me ocurrió escribirlo.

Por su comprensión muchísimas gracias.

Kida




Hacía ya unos días que Erwin lucía ya en su límite. El estrés, las expediciones, las reuniones con la burocracia para conseguir fondos para futuras expediciones, más un sin fin de papeleo por revisar cada día, no era de extrañarse qué el líder de Escuadrón colapsara en mitad de una de las tantas juntas a las que asistía.

Hanji y Mike, solían acompañarlo siempre qué Levi estaba ocupado en otros asuntos referente al escuadrón.

—¡Erwin! — chilló Hanji cuando Erwin, dejaba caer inconscientemente su cuerpo sobre ella, y pedía ayuda a Mike para que lo quitara de encima.

No tardó en llegar un médico para examinarlo, luego qué Hanji y Mike lo llevaran de vuelta a la comodidad de su cuarto.

Allí abrió los ojos mientras continuaba siendo examinado por el médico. Miró a su alrededor y no encontró lo qué buscaba. Junto a él, estaban sólo sus amigos y el doctor.

—Me haré cargo de todo, y tú descansa— decía Hanji mientras quitaba el sistema de correas de Erwin y luego continuaba con su camisa.

Erwin una vez más cayó rendido ante el cansancio y el estrés.

Durante la cena, Hanji y Mike hablaban del incidente de la reunión y Levi oía en silencio. Pues nadie sabía de su relación amorosa, ni siquiera Mike lo sabía.

—Estrés y una fuerte gripe, eso dijo el médico— miró a Levi —¿No irás a verlo Levi? — preguntaba Hanji mientras Mike se levantaba de la mesa y se iba por la puerta del comedor.

—También estoy cansado, ¿Qué crees que soy? — dijo molesto y se levantó con la intención de irse de allí, pero Hanji lo detenía con sus palabras.

—Buscaba a alguien cuando lo dejamos con Mike, hoy en su cuarto. ¿No te importa saber cómo está tu comandante?

—No empieces Hanji, ya deja eso de una vez—

Sin mirarla tras sus palabras, abandonó el comedor y regresó a su cuarto y se dejó caer de cara a la cama.

—¿Cómo estarás? — se dijo —Apenas estén ya todos dormidos iré verte... Estoy preocupado. No es normal que te desmayes... Realmente te exiges demasiado...

Rodaba sobre su cama viendo pasar las horas en su reloj, iba de un lado a otro de su cuarto desesperado. Deseaba estar con Erwin.

Y al fin, a las dos de la madrugada, Levi, ataviado en su elegante traje negro, y con un pequeño candelabro en su mano, con la llama de la vela titilando, se dirigió en silencio al cuarto de su amado comandante.

Abrió con cuidado la puerta, y allí, dormido y respirado tranquilamente, estaba Erwin.

Sobre su regazo, yacía un libro abierto.

—Estabas leyendo...— miró el libro luego de tomarlo de la cama. Era un libro que contaba historias sobre un mundo más allá del océano. Levi no entendió nada, pues sabía qué ese tipo de libros estaban prohibidos. Lo dejó sobre la mesita de noche junto a la vela y se inclinó sobre aquel hombre para posar su boca sobre la que tenía debajo de la suya.

—No me asustes así de nuevo idiota...— murmuró bajito para luego apartar el cabello de Erwin y besar su frente.

Este se removió en su cama sin despertarse.

—"Levi..." — murmuró entre sueños.

El mencionado pareció sorprendido por un momento, pero luego le sonrió a esa carita dormida.

—Vendré a verte mañana también, recupérate por favor — dijo y se despidió de Erwin con otro apasionado beso luego, tomó una vez más el candelabro y regresó a su habitación.

Erwin estuvo fuera de sus funciones por dos semanas. Pero cada noche, Levi lo visitaba en secreto, y Erwin no estaba siendo consciente de eso.

Sin embargo, la última noche de descanso de Erwin, Levi como cada noche, fue a visitarlo entrada ya la noche.

Una vez allí, cerró con seguro la puerta, pues muchos tenían la mala costumbre de entrar a la habitación sin llamar antes de hacerlo.

Pero esta vez no contaba qué dos personas lo había seguido de manera tan sigilosa qué no notó sus presencias.

Aquella noche su cuerpo lo traicionó totalmente. Estaba más cansado de lo usual y como si Erwin sintiera la presencia de Levi, dejó espacio en la cama para que éste, se metiera en ella.

Se quitó su saco y el pañuelo que solía llevar en su cuello, luego continuó con su pantalón, quedando sólo con su ropa interior y su camisa.

Aunque Erwin había mejorado durante esos días, su gripe no había ido del todo.

Se metió en la cama junto a Erwin y se abrazo a él, mientras Erwin entre sueños hacía lo mismo.

Era la primera vez desde qué lo había conocido, qué Erwin lucía tan débil, tan vulnerable...

Llevo su mano hasta el rostro medianamente sonrojado de Erwin. Aún estaba algo ardiente.

Levi parecía hipnotizado ante aquél rostro. Y Erwin a pesar de ser un hombre mayor, su apariencia no lo demostraba en absoluto.

La mano de Erwin, rodeo la cintura de Levi mientras le hablaba al oído.

—Viniste a verme, eso me hace feliz—

Levi trató de apartarse, pues Erwin no debía despertar. Y al final terminó ocultando su rostro en el pecho de Erwin.

—¿Cómo te sientes? — preguntó mientras se abrazaba otra vez a su pareja.

—Ahora que estas aquí, me siento de maravilla...— besó la frente del menor.

Levi sonrió con su rostro aún escondido en el pecho de Erwin.

El muchacho rodeó también el cuerpo de su amado y se aferró a la camisa de éste apretándola en sus manos.

—Erwin— dijo repentinamente — hagámoslo—

Erwin bajó la mirada hacia el joven, que le devolvía una mirada sonrojada, llorosa y suplicante.

El rubio parpadeo un par de veces y luego sonrió. No era usual que Levi pidiera ese tipo de cosas.

—Que bueno que lo pides, no tocarte por tantos días ha sido una tortura... —

Levi era como un animal en celo, apenas Erwin terminó la frase, éste se montó sobre la cadera del mayor. Y aguantado un poco más sus ansias, se dejó caer una vez más sobre Erwin.

—Te extraño demasiado cuándo no estoy cerca de ti, es difícil mantenerme a raya cuando estamos frente a los demás...—

—Rayos Levi... si por mi fuera le gritaría a todo el mundo qué eres mío —

—Lo sé, sería un problema para nosotros si los de "Arriba" se enteran de esto... pero quiéreme ahora qué nadie nos molesta...

Erwin sonrió, a aquella carita tan sonrojada y ansiosa. Levi se había levantado de medio cuerpo de encima de Erwin, quedando a horcajadas de éste.

—A la orden... mi capitán...—

Sus besos al principio, lentos y llenos de amor, fueron subiendo en intensidad conforme sus caricias aumentaban también. Finalmente, Erwin acabó sobre Levi, mirando de reojo aquellos orbes verdes que le devolvían una mirada ansiosa, necesitada y ¿porqué no? También llena de deseo.

La boca de Erwin fue descendiendo desde su boca para continuar con aquel delegado cuello, bajar por el torso y abrir con sus dientes la camisa que cubría esa morena piel.

Continúo bajando, disfrutando cada parte de la anatomía de su novio y que tanto le fascinaba. Al llegar hasta entre las delgadas piernas de Levi, éste se sentó para tomar entre sus manos el rostro del mayor.

—Maldición... no puedo estar tranquilo cuándo se trata de ti—

Erwin sonrió y lo besó introduciendo su lengua en la cavidad del otro.

Para Levi había sido una eternidad los días en qué no podía estar con Erwin como él lo deseaba, y muchos habían notado ese comportamiento, y nadie imaginaba siquiera qué era la razón de ello.

Erwin una vez más descendió hasta las piernas de Levi y tras separarlas un poco más las besó acercando peligrosamente su boca a su miembro.

En el pasillo, fuera de la habitación de Erwin, había dos personas qué habían estado oyendo aquella conversación. Uno de ellos estaba de pie y apoyado a la pared, con los brazos y piernas cruzadas.

Mientras su acompañante miraba por una pequeña abertura que había cerca de la puerta.

—No voy a preguntar qué está pasando ahí dentro, pero me hago la idea y creo que deberíamos lagarnos... al menos démosles esa oportunidad cuando la tienen—

—Espera... espera, esto se pone bueno...—decía en susurros y emocionada.

—Nos vamos ahora —

Mike, tomaba a Hanji por el brazo y la apartaba de aquella rendija y se la llevaba con él.

—Dales un respiro, maldición Hanji...—

Ambos ee perdieron en la oscuridad del pasillo.

Al interior, ambos hombres miraban algo asustados hacia la puerta, pues los ruidos provenientes del pasillo llamaron su atención.

—Erwin...— murmuró Levi aterrado.

—Todo estará bien, no te preocupes— y se levantó de la cama, se puso su bata y abrió un poco la puerta y miró al pasillo oscuro, dónde no vio nada fuera de lo normal. Cerro con seguro otra vez y regreso a la cama con Levi.

—¿Y si alguien nos vio? — preguntó asustado y rodeando sus rodillas con sus brazos.

—Si ese fuese el caso, estoy dispuesto a asumir las consecuencias...—

Apresó en un apasionado beso aquella boca temerosa y empezó a quitar la camisa de Levi deslizándola por sus hombros y brazos. Levi hacía lo mismo con la bata y la camisa que Erwin llevaba.

No pasó mucho para que ambos terminaran completamente desnudos.

Marcando las zonas de esa reluciente y morena piel bajo su cuerpo, en las que nadie podría ver las marcas, Erwin fue recorriendo la anatomía de aquel hombre que se estremecía al sentir sus ardientes labios en su fría piel.

—¿Estas bien? — murmuró Erwin estando entre las piernas de Levi, mientras lo observaba desde arriba.

—Estoy bien...— contestó él entrecerrando sus ojos y apartando el rubio cabello del rostro de Erwin —es solo que mi cuerpo reacciona a tus estímulos —

Besó esa boca como si no hubiese un mañana, al tiempo que rodeaba la cadera de Erwin con sus piernas.

—Tranquilo...— rio Erwin nervioso y sorprendido al mismo tiempo ante la ansiedad del menor.

—No me hagas esperar, ya esperé demasiado para esto—

Volvió a besar con desesperación a Erwin.

Erwin, llevó una de sus manos hasta el miembro de Levi que al menor rose reaccionó.

—Nunca habías estado tan ansioso Levi... tendré qué estar enfermo más a menudo — devoró el delgado cuello de Levi mientras hablaba.

—A tu edad, deberías cuidar más tu salud — jadeo el menor en el oído del mayor.

—Eso es cruel viniendo de ti...—

—De todos estos malditos veteranos, eres el más sexy para mi, no tienes que preocuparte si te llamo viejo — empezó a reír.

La cara de Erwin era soñada. Nunca en todo el tiempo que conocía a Levi, lo había oído reír tan alegremente.

Llevó una sus manos hasta su boca y sus ojos se anegaron en lágrimas.

—Oye... ¿Qué tienes? — preguntó Levi, y se asustó de aquella reacción y preocupado intento tranquilizarlo.

—No eres un viejo— dijo nervioso, asustado, y sentándose para abrazar a Erwin — no lo eres...

La emoción qué estaba sintiendo Erwin, no había palabras para describirla.

Levi llevó su mano hasta el pecho de Erwin, allí notó como palpitaba su corazón de acelerado.

—No te pongas así... lo siento, no eres un viejo...—

Erwin lo abrazó y susurró:

—Nunca creí que te vería tan feliz Levi —

Levi, respiró más tranquilo al comprobar que su comentario nada tenía que ver con esa repentina reacción del mayor y también lo abrazó otra vez.

—No te imaginas cuan feliz me haces ¿verdad? — continuó — Eres la primea persona que me hace reír, cuando todo en mi vida es únicamente perder a quiénes quiero... quédate conmigo por mucho tiempo más por favor—

Erwin lo empujó con suavidad sobre la cama y continuó con los besos y caricias.

Para luego bajar hasta entre las delgadas piernas de Levi y meter en su boca la hombría de éste, que, al sentir el calor de la cavidad del otro, llevó su mano a la rubia melena de su novio para indicarle que ritmo seguir.

—Ah...—

—Hare qué me pidas cada día que no te deje— dijo Erwin cuando se apartó del miembro erecto de su novio — y me asegurare de que digas mi nombre incluso en tus sueños —

Volvió a lo que hacía, y esta vez introdujo un dedo en Levi.

—Erwin...— dijo con la voz entrecortada— ...ah...

A medida que iba estimulando al menor, iba introduciendo otro dedo en su interior, comenzando así a hacer movimientos circulares y de tijeras para dilatarlo.

Prácticamente, Erwin estuvo "divirtiéndose" con Levi, hasta que este le suplicó que lo tomara.

—Ya... no puedo...

—Realmente... estás muy ansioso Levi, y eso me encanta...— dijo quitando sus dedos que ya estaban humedecidos por los fluidos del otro.

Se quedó un momento observando las expresiones que Levi le regalaba, y tomando su propio miembro, lo masajeo unos segundos y luego empezó a meterlo en el interior del menor.

Sus jadeos no tardaron en hacerse oír en la habitación.

Las paredes de Levi, apretaban su miembro de una manera enloquecedora.

—Erwin...— gemía Levi y estiraba sus brazos para que éste fuera a ellos.

Erwin, se dejó caer con suavidad sobre Levi y apresó sus labios.

—Tu cuerpo... esta muy caliente — logró decir entre beso y beso, al sentir el calor del otro en sus manos.

—Seguro me subió la temperatura... otra vez— contestaba Erwin —voy a moverme...

—Hazlo—

Los movimientos comenzaron lentamente, para ir luego en aumento y volverse frenéticos. En la habitación, solo se podía oír el sonido de sus cuerpos chocando uno con el otros, y los jadeos que escapaba de sus bocas cuando tomaban un momento para respirar tras besarse incansablemente.

Luego de un instante, Erwin le pidió a Levi que se girara para que quedara de cara a la cama. Levi obedeció.

Erwin se encimo sobre la delineada espalda del joven y comenzó a crear un camino de besos por ella, al tiempo que lo penetraba con fuerza y profundo.

—Ya... no puedo...— gemía el menor — Erwin...—

—Levi... Levi... Levi... —

—Erwin...— arqueó su espalda cuando su cuerpo llegó a su límite, y se dejó caer sobre la cama escondiendo su rostro en la almohada y con su cuerpo dando fuertes sacudidas, mientras Erwin continuaba embistiéndolo.

Erwin, al fin acabó también, con su cuerpo agitado y dando sacudidas debido al hecho de terminar dentro de su amado, y se dejó caer sobre Levi.

—Quédate... no te vayas... quédate aquí conmigo, Levi — decía en voz baja el mayor.

La respiración de ambos era difícil y agitada. Estaban cansados, pues Erwin aún estaba algo débil de salud, y Levi estaba bastante cansado debido sus labores en la Legión.

—Claro que sí... no voy a dejarte...—

Se abrazó a Erwin cuando éste estuvo otra vez frente a él, mientras Erwin echaba las mantas sobre ambos.

Con sus respiraciones más tranquilas, ambos hombres recuperaban poco a poco el aliento.

—Vamos a cubrir tu hermoso cuerpo Levi, no quiero que te enfermes —

—No voy a enfermarme, nunca me ha pasado en toda mi vida...

—Siempre hay una primera vez— dijo mientras lo besaba en la frente y comenzaba a jugar con aquel negro cabello.

—Si tu serás la medicina, entonces quiero enfermarme—

Abrazados, se quedaron dormidos olvidando por completo que debían levantarse temprano a la mañana siguiente.

Como habían olvidado quitar el seguro de la puerta la noche anterior, no fue sorpresa para ambos amantes despertarse tan brusca y repentinamente.

La puerta era aporreada con fuerza mientras qué desde afuera, Hanji gritaba el nombre su comandante.

—Levi... me quede dormido, Hanji ya está aquí...—

Empezaron a vestirse a toda velocidad.

—Me di cuenta no tienes que decírmelo, puedo oírla perfectamente—

Ambos hablaban en susurros para no ser descubiertos, y como si de una infidelidad se tratara, Levi medio vestido, tomaba el resto de su ropa que había estado tirada en todo el piso de la habitación, y sin que nadie lo notara, abría la ventana para poder salir de allí.

Pero antes de abandonar la habitación, Erwin lo sostenía de la mano, obligando al menor a que se volteara a verlo.

—Vuelve esta noche Levi... — decía para luego besarlo cariñosamente y dejarlo ir al fin.

Espero un poco más a que Levi se perdiera de vista para abrir al fin la puerta y dejar que Hanji entrara casi corriendo a está buscando algo.

—¿Y Levi? ¿Dónde está? — preguntaba ansiosa sin dejar de hurgar en toda la habitación.

—¿Por qué Levi estaría aquí? — pregunto fingiendo sorpresa.

—¿No se quedó contigo anoche? — preguntaba ella algo decepcionada.

—No he visto a Levi en varios días — contestó Erwin acomodando su chaqueta y abandonando su habitación.

Mike estaba apoyado en la pared con los brazos cruzados, y al ver a Erwin solo sonrió.

—Luces excelente para haber estado enfermo, solo espero que Levi no enferme—

—Eso espero... pero si llegase a pasar, seré yo quién cuide de él, y no digas una palabra de esto a nadie Mike— dijo mientras se sonreía y ambos hombres se dirigían a sus lugares de trabajo dejando a su compañera gritando cosas inentendibles en la habitación de Erwin.

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