Tenia ganas de escribir algo así, es cortito y no es tan desarrollado como mis otros escritos pero de igual manera espero que sea de su agrado.

El festival escolar estaba a la vuelta de la esquina, y cada uno de los estudiantes se preparaba para dicho evento, pues era la semana en la que los estudiantes olvidaban los estudios para disfrutar del festival.

Sin embargo, tres amigos disfrutaban de su almuerzo bajo un enorme árbol que había en el patio de las instalaciones, eran estudiantes de segundo de preparatoria.

Eran dos chicos y una chica.

La peliroja, lucía alegre mientras reía encantada con su amigo. Un joven rubio, muy apuesto y era el más alto de lo tres.

El moreno en cambio, tenía un semblante triste, y sus amigos l notarlo quisieron saber que le pasaba.

—Levi ¿que tienes?— preguntaba la muchacha — no has probado tu almuerzo y has estado deprimido desde hace ya varios días —

—No es nada, estoy bien— contestaba el moreno evitando mirar a su compañera.

Tanto la pelirroja como el rubio se miraron entre sí preocupados.

Volvieron a mirar al su compañero que ahora dirigía su vista hacia la sala de profesores, puede desde su posición, era posible ver el interior.

Junto a la ventana y preparándose para almorzar, estaba el profesor de Historia de la preparatoria.

Nadie más, aparte de sus amigos, sabía que el moreno se había enamorado de su profesor, y ese era un secreto muy bien guardado.

—Oh... Es el profesor Smith — decía la muchacha — ¿le dirás?—

—¡ISABEL!— gritaba el rubio — no digas esas cosas, sabes de sobra que nunca podrá pasar nada entre ellos—

—¿Porque?— preguntaba ella cruzandose de brazos —solo porque es... —

—Es nuestro profesor de historia— terminaba Levi, la frase que Isabel había iniciado.

—¡Exacto!— decía el rubio — Levi sería expulsado de la preparatoria, el profesor Smith despedido—

—Farlan— murmuró Levi — no importa, no tienes que preocuparte, como dijiste, nunca pasará nada entre Erwin y yo —

Nadie mencionó el tema mientras almorzaban, ni durante el resto del día.

La campana sonaba anunciando que las clases darían inicio otra vez.

En el salón, podían oír al sr. Smith explicarles algunos puntos sobre el festival, pero Levi, no prestaba en absoluto atención alguna a la perorata, pero si volvió a la realidad, cuando el sr. Smith le habló.

—Sr. Akerman, ¿se e encuentra usted bien?—

El solo echo de oír su apellido salir de esos labios, provocó en el menor un escalofríos que recorrió su espalda, pero era una sensación agradable.

—Si...— contestó simplemente Levi, y apartó sus ojos de los de su profesor.

El festival dio inicio y todos participaban de él, incluso los profesores.

Cada clase debía organizar un evento, ya fuese obras de teatro, o desfiles en las calles de la ciudad o cafés, que eran los más comunes en esas festividades.

La clase de Levi había preparado un desfile, e incluso él había participado en dicho evento cosa que causó asombro en sus compañeros, pues el joven no era de interactuar con ellos, a excepción de Farlan e Isbel. Pero aún así, estaban agradecidos de qué les ayudara.

Aunque no estaban ocuoados de sus labores estudiantiles, el festival estaba tomando todo su tiempo libre, y apenas terminaba un día de festival, se preparaban para el siguiente.

El último día, Levi lucía más deprimido que de costumbre. Farlan e Isabel sabían a que se debía que el joven estuviese así.

Horas antes de que acabara el festival, Erwin había hablado con él.

Lo había llamado a su oficina durante un receso, para hablar con él sobre su estado de ánimo que estaba siendo preocupante para los demás maestros y estos temían que sus calificaciones bajaran debido a eso.

Pero como siempre, Levi no oía nada de lo que decía, solo lo miraba deseando poder besar a su profesor y que nadie se atreviera a interrumpir las escasas ocasiones en qué podía estar a solas con él.

Farlan e Isabel vieron a Levi en la entrada de la escuela.

—Levi, ve a mi casa esta noche, mi padres están fuera de la ciudad por trabajo y planeo hacer una gran fiesta, y tu Isabel tienes que venir, estarán todos... Será divertido... —

—Ya no me importa... — murmuró de pronto Levi, interrumpiendo a Farlan — ya nada me importa....

Se volvió a mirar a sus amigos que no entendían nada de lo que hablaba su amigo.

—No iré Farlan... — dijo y empezó a correr de regreso a la escuela.

Se cruzó con Mike, el profesor de Lenguaje y mejor amigo de su profesor de Historia.

—Lo siento — se disculpó Levi sin detenerse en su carrera por ir con Erwin.

No necesitó preguntar nada y solo gritó.

—¡No corras por los pasillos, y ve a la azotea!—

Corría como si su vida dependiera de eso y al final del pasillo, subió las escaleras que lo llevaban hasta los pisos superiores y hasta la azotea.

Y antes de entrar se detuvo en la puerta con la mano en el pomo de esta sin antrevece a girala y continuar.

"Han sido tres años desde que lo conocí, y no he podido quitarlo de mi mente... Hasta el punto en qué termine enamorandome de él de manera desesperada"

La puerta se abrió al fin, y en el umbral estaban esos ojos azules que tanto amaba, esa melena rubia que se agitaba con suavidad con la brisa de la tarde de primavera.

—Levi...—

El mencionado solo miraba a aquel hombre, que además de ser su profesor de Historia, era también varios años más mayor.

—!TE QUIERO¡— se oyó la voz del joven por todo el pasillo, mientras que en la azotea el viento se llevaba las palabras.

—¡TE QUIERO!— volvió a repetir — te quiero tanto... Que temo pensar en que va a pasar el día de mi graduación, cuando ya no vuelva a verte nunca más —

—Levi... —

—No puedo arrancarte de mi corazón, no puedo estar tranquilo si no te veo u oigo tu voz al menos una vez en el día... !Te quiero!—

Levi cubrió su rostro con una de sus manos mientras la otra continuaba en la puerta, y se dejó caer con suavidad sobre el concreto.

—Espero cada día el poder estar aquí sólo para verte, intento poder estar a solas contigo pero no resulta, he querido decirte estas palabras tantas veces... Pero si las digo ahora, me arriesgo a perderlo todo, pero prefiero eso a seguir peleando con todo esto...

Profesor, yo lo amo, lo amo tanto que me inscribí en el taller histórico solo para poder estar junto a usted, y ya no se que hacer con estos sentimientos que están matándome lentamente...

Erwin se arrodilló ante el menor que temblaba con violencia y luchaba contra el impulso de echarse a llorar.

Erwin lo levantó con cuidado del suelo y lo jaló a sus brazos para luego cerrar la puerta tras el menor, y ponerle una traba para que nadie del interior del edificio los molestara.

—Soy un viejo afortunado— murmuró mientras envolvía aún más a Levi entre sus brazos.

Este levantó la mirada a esos hermosos ojos.

—Alguien de tu edad estaría fascinado con una bonita chica, pero estas aquí entre mis brazos, los brazos de un viejo... Un viejo que también te ama.

Esta vez las lágrimas cayeron por el rostro del menor.

Se quedaron abrazados un momento y Levi, apretó entre sus dedos la camisa de Erwin, y este abrió un poco más sus orbes ante aquella acción.

—No eres tan viejo como crees, tienes hermosos ojos, tu cabello dorado brillando a la luz de sol hace que luzcas realmente bien, y tu cuerpo... Sentir en mis manos tu cuerpo ha sido el sueño de mi vida desde que te conoci...

Erwin solo lo escuchaba. Luego lo apartó de él para mirar esos ojitos que llorosos lo miraban también.

—Eres consciente de que me despedirán y a ti te expulsarán si se enteran de qué empezamos una relación ¿verdad?—

Levi asintió sin soltarse de la camisa del otro.

—¿Estas dispuesto a correr ese riesgo?—

Por segunda vez el joven asintió.

—Entonces dejemos todo y vámonos lejos y vivamos juntos—

—Ire dónde tu vallas...—