Un Pequeño Jardín

Personajes: Daki y Gyutaro (Demon Slayer)

Advertencia: sangre, pensamientos negativos

Tiempo: pasado

Protagonista: Shirlat, cabello negro con mechas blancas y rojas, ojo rosa (es tuerta del lado izquierdo y se cubre el otro ojo con su flequillo, técnica de sangre: flora [usa una lanza de madera como arma y puede hacer crecer plantas de su cuerpo])

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Daki iba caminando por las calles del distrito rojo, un desfile que suelen hacerle por su belleza y al ser bastante conocida en el lugar. Tenía presente su misión para el Sr. Muzan, esperando impaciente por la llegada del pilar cazador de demonios, pero al pasar sintió algo intenso en el aire. Su mirada se fijo en una carreta con una mujer con vestimenta simple y bordados de flores moradas, y una niña pequeña con vestimenta verde y sus pies descalzos, sentada en el carrito.

-Oh, buenas noches, señorita- dice la mujer educada, haciendo una pequeña reverencia, acto que la niña imitó.

-No las había visto antes aquí.

-Mi pequeña y yo viajamos mucho, decidimos hacer una parada aquí por un par de días. Nos dedicamos a vender flores, aunque me sorprende cuantos hombres se detienen a comprar, nos alegra poder darles alegría, incluso si no nos quedamos mucho tiempo.

-¿Quiere una flor?- dice la niña con dulzura y tomó un ramo, pero Daki se asustó y tiro el ramo al ver las flores moradas.

-¡¿Qué haces con esas flores?! ¡Las glicinas no crecen aquí!- dijo entre molesta y horrorizada, a lo que la mujer la calmo un poco.

-No se preocupe, estas no son glicinas. No son flores que podamos cultivar y conservar en nuestros viajes.

-Mi mamá dice que estas se llaman Sumire... ¿No le gustan?- Daki vuelve a reaccionar, viendo que había hecho un escándalo.

-... Disculpe, es que...

-Puedo notar que tiene una mala experiencia con esas flores ¿Qué le parece la flor Tsubaki en su lugar?- la mujer tomó el ramo y se las extendió -Aceptelo como un regalo, por el susto y por desviarla de su camino.

-Oh, no podría. Por favor, tomé- Daki les da una bolsa con dinero, lo que sorprendió mucho a ambas.

-Esto es demasiado.

-Puedo ver que cuidas bien esas flores, no desmerites tu bello trabajo.

-Gracias, soy Shirlat, y ella es mi pequeña Riha. Esperamos verla de nuevo.

-Igualmente...- se aleja del par, siguiendo con su camino y comenzando una pequeña conversación interna con su hermano -¿Lo notaste?

-¿Cómo no hacerlo? Ella es una demonio y parece que su técnica esta vinculada con las plantas, esas flores tienen olor a su sangre.

-¿Crees que guarde a la niña para comerla?

-Que envidia... Mamá nunca fue tan linda...

...

La ciudad estaba intranquila esa noche, Shirlat iba por las calles buscando donde pasar la noche cuando empezó el caos. Vio a la distancia, dos demonios peleando entre sí, pudo reconocer con facilidad a una de ellas, por lo que temía lo que había sospechado cuando la conoció, tomando una canasta y metiendo a Riha a esta para ir tras ambas féminas. Cuando llegó, vio a Tanjiro, un chico que le había comprado una flor en su llegada, tratando de calmar a una de las demonios y un gran agujero en un edificio, acercándose al par, del cual la chica estaba llorando.

-¡¿Qué?!- se exaltó el chico, tomando su espada, listo para pelear -¿Otra demonio? ¡Aléjate!

-Tranquilo, muchacho... Pareces estar herido, deberías ver a un doctor.

-... Es la señorita de las flores... ¿Pero cómo es que...? ¿Usted es una demonio también?

-No lo pienses mucho...- Shirlat se agacha para tranquilizar a Nezuko -Tu hermana es bastante fuerte, pero debes prepararla para que no pierda el control, no siempre vas a estar para detenerla y debe tener algo a que aferrarse.

-¿Cómo sabe que es mi hermana?

-Mamá es muy lista- dice la niña asomándose en su canasta.

-Cuando tienes tantos olores al alcance, puedes notar ciertas fragancias que no se pierden...

-La niña es humana... ¿Ella entiende lo que está pasando? ¿Lo que es?

-Mejor de lo que hubiera esperado, la salve de ahogarse. Incluso viendo lo que podía hacer, me siguió...

Tanjiro se muestra sorprendido, viendo como la mujer le daba una flor de Sumire que crece de su palma, mostrando un pequeño dolor al sacarla y dársela a una adormecida Nezuko. Él se muestra agradecido, pero una explosión lo alerta, viendo como un segundo demonio había aparecido y juntaba el cuerpo de la mujer con la cabeza decapitada. Shirlat bajo su canasta, dándole un cuchillo a Riha, atando la canasta por arriba y volviendo a subirla a su espalda, buscando proteger a la niña.

-¿Mamá?...

-Estaré bien, sabes lo que puedo hacer...

-... Ese hombre te mira raro...- el comentario alertó a Shirlat, poniéndose frente a los hermanos.

-Vaya, pero si es Shirlat y su pequeño bocadillo.

-No le llames así a mi hija.

-Ambos sabemos que no es tuya, y aun así tienes tu pequeña familia feliz y vives bien con tu carrito de flores... Que envidia... Que envidia...- dice Gyutaro, rasgando su piel.

-No deberías hacerte eso...

-¿Porqué los ayudas?- dice Daki molesta -¡Eres otra traidora del Sr. Muzan como ella!

-¡Ese demonio no me ha dado más que desgracias desde que me contaminaron!- extiende la palma de la mano, una lanza de madera, parecida a una raíz, sale de su carne, y con su mano libre la arranca -Puedo notar que han sufrido, siempre eligen a los tristes para su ejército, así que les diré esto. Si aun tienen un deseo por conservar lo poco que aun los hace humanos, por favor, no interfieran en el camino de este chico, ni sus amigos.

-Cuanta determinación... Incluso cuando admites haber sufrido, te sigues aferrando a la idea de protegerlos... Eres muy divertida, sería bonito tener tu cabeza de trofeo y a tu niña de postre para mi hermana.

-¡Ya veras cuando te ponga las manos encima, traidora!

Antes de que pudieran actuar, una gran explosión los hizo caer, en ese momento llegaron los otros cazadores, a quienes Tanjiro detuvo antes de que atacaran a Shirlat. Inosuke y Zenitsu se encargaron de Daki en lo que el tercero llevaba a Nezuko a un lugar seguro, por su parte, la demonio de las flores hacía lo posible para que no mataran al pilar. Aunque confundido, Tengen aceptó la ayuda de la demonio, enfrentando a Gyutaro, quien ya había envenenado al cazador, pero sin ver cambios en su efectividad.

...

Todos estaban inconscientes en medio del caos que Gyutaro y su hermana habían causado, llevando a la ciudad a la ruina. Shirlat fue la primera en despertar cerca del pilar, notando un débil latido de su corazón, pero su preocupación se dirigió al llanto de una niña, dándose cuenta de que no tenía la canasta. Corrió con fuerza hacía los gritos, donde vio a Daki sostener a la una sucia y asustada Riha, por lo que la mujer corría hacía ambas, sacando su arma y atacando a la demonio, pero siendo bloqueada por el hermano.

-Vaya, parece que eres la única que despertó... Eres bastante fuerte, incluso para no ser una de las lunas del Sr. Muzan.

-Como dije, no le debo nada a ese demonio.

-¿Has comido humanos? Puedo ver que les tienes mucho aprecio... Pero dudo que tengas tanto poder sin haberlo hecho.

-¿Quieres una sorpresa o una mentira?- dice de forma retadora.

-Tal vez si te llevamos con él, estará igualmente complacido al poder castigar a dos traidoras.

-Y no olvides el pequeño regalo, una niña de sangre peculiar- la niña seguía llorando, atrapada en la faja de Daki.

-Riha...

-¡Mamá!

-¡Cállate ya, mocosa!

-¡A mi niña no le hablas así!

La mujer desvío las guadañas de sangre de Gyutaro y ato a Daki con enredaderas, inmovilizandola y obligándola a soltar la niña. Riha cayó, pero Shirlat se desprendió con dolor de las enredaderas y se lanzó a atraparla, cubriendola con su cuerpo y chocando contra el suelo. El demonio se empezó a acercar a ambas, la niña seguía llorando, desesperandose y sacudiendo a la mayor al ver que no se movía.

-Eres una mujer terca... Esto comienza a ser fastidioso... Tal vez sea mejor que mueran, solo serán una molestia.

-¡Mami! ¡No te mueras!

-No está muerta, pero es cierto que pronto lo estarán.

-¡No a ella! ¡¿Porqué nos hacen esto?! Ya me había disculpado por lo de las flores ¡Dejen a mi mamá, por favor!

-¿En serio crees que todo gira en torno a ti, tonta? El mundo es así, siempre lo fue- dice Daki, mirando molesta.

-¡No es cierto! ¡Siempre doy mala suerte! ¡Debería ser yo la que muera!- dice Riha con dolor, quebrando en sollozos a cántaros, sus palabras tocaron una vieja cicatriz en los demonios -¡Por favor! ¡Matenme! ¡Ya no quiero ser una plaga para mami!

-... Tú no eres una plaga...- Shirlat la abraza, haciendo crecer de su mano una flor.

-¡Mami!

-Shshsh... 🎶Tú y yo, con las flores de primavera... el río corriendo, refrescando el jazmín... Los pájaros cantando en espera... de llegar a nuestro pequeño jardín🎶- Gyutaro las miró, un poco enternecido con la voz de Shirlat -¿Estás mejor, Riha?

-... Perdón...- Riha dice con la voz temblorosa.

-No tienes que disculparte, eres todo lo que tengo en este mundo... Estoy feliz de que decidieras quedarte conmigo.

-Ella decidió...- Gyutaro miró desconcertado, pero su voz se quebró entre risas -Que envidia... Que envidia... Lo que hubiera dado por poder decidir... Bueno, supongo que las cosas son así...

-¿Mami?- Shirlat comenzó a armar una canasta de enredaderas alrededor de Riha, atandola a su espalda.

-No importa... Ya no somos niños... Ahora puedo decidir...- agarra con brusquedad a Shirlat de la muñeca -Sería tonto entregarte... Seguro el Sr. Muzan ni sabe quien eres... Pero no importa... ¿Quieres una mamá, hermanita?

-¡¿Qué estas diciendo ahora?!

-Shirlat nunca nos ha lastimado ¿Porqué no conservarla?... No es difícil ver que le importamos...

-... No es una mala idea... Después de todo, nosotros tendríamos el control.

-¡Dejenlas en paz!- grita Tanjiro, no muy lejos de ellos.

-Vaya, no creí que despertaras...- tira a Shirlat a Daki -Esto es muy divertido...

...

-¡Esto es tu culpa!

-¡Tú fuiste quien tuvo que llamarme para vencer al Pilar! ¡Siendo que no te daba la cabeza para...!

-¡Basta los dos!

-¡No te metas!- dicen a la vez.

-¡¿Me lo dicen después de querer obligarme a ser su madre?!- se sienta a la vista de las dos cabezas -Estan muriendo y solo están peleando...

-¡Ella es una inútil cara bonita, siempre la tengo que estar cuidando!

-¡No eres mi hermano! ¡Se supone que tu eres el asesino, cara de...!

-¡No peleen!- dice Riha, saliendo de la canasta -Si siguen, van a estar tristes... Y se van a arrepentir.

-¿Tú que sabes?- dice Daki molesta -Solo eres una humana tonta.

-Esa humana también tuvo hermana...- interrumpe Shirlat.

-Mi hermana mayor y yo huimos de unos bandidos... Nuestros padres murieron y estaba triste, ella se enojó y peleamos... Ella me empujó a un río... Y lo último que vi fue su cuerpo en el suelo con una flecha en la cabeza...

-Esta es la única oportunidad que tendrán de despedirse, en el caso de no volver a encontrarse... Este momento es de despedida, no de pleitos...

-... Ume...

-¿Qué?- Daki cuestionó confundida.

-Tu nombre era Ume... No te quedaba mucho, la verdad...

-... No lo recordaba...

-Siempre fuimos hermanos... Pero no pude salvarte a tiempo...- algunas lágrimas caen por el rostro de ambos -Lo siento...

-... Hermanito...

-... No me sigas... Camina hacía el otro lado... Déjame...

-¡No me dejes! ¡A donde vayas, llévame contigo!

-🎶Tú y yo, con las flores de primavera... el río corriendo, refrescando el jazmín... Los pájaros cantando en espera... de llegar a nuestro pequeño jardín🎶- cantó Shirlat para ambos, antes de verlos desaparecer -Espero que encuentren su pequeño jardín...

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