Temblar 1/3

Personaje: Osoro Shidesu (Yandere Simulator)

Parte: 1/3

Advertencia: temas sensibles (autolesión), Bulling.

Tiempo: actual

Protagonista: Hisa Ishiba, 18 años, cabellos verde corto y liso, ojos azul oscuro

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Hisa estaba huyendo de Musume y su banda, los pasillos estaban prácticamente vacíos por el horario, ya que estaban las horas de los clubes. En una mala obra del destino, chocó con el rubio al dar vuelta en una esquina, ella se paralizó, lo que le dio chance a las chicas de atraparla y llevársela a la azotea, donde la humillaron y la golpearon. En la salida, estaba tan cansada y adolorida que no vio al frente, volviendo a chocar con el mismo chico en la salida.

-¿Tienes algún problema?

-No, yo...- él la agarra de la camisa del uniforme.

-Ya es la segunda vez hoy ¿Tienes basura en los ojos o no ves? ¿Te parece divertido?

-No, no, lo siento...- la chica estaba temblando.

-Si vuelves a... ¿Qué te paso en el ojo?

-... ¿Nada?

-¿Te estás haciendo la bromista?

-No, no, no, no.

-Si no entiendes con palabras, tal vez la acciones te lo dejen claro. La próxima que te vea, te estaré acechando, por lo que si de alguna forma vuelves a chocar conmigo, te daré una verdadera razón para temblar- Osoro se fue, dejando a la chica asustada y huyendo aterrada a su hogar.

-¿Qué hice? ¿Es que no puedes dejar de hacer estupideces?- decía Hisa, reprendiendose con su mano.

Al día siguiente, Hisa no sabía si temer por Musume o por Shidesu, pero sí que debía evitar a cualquiera de ellos. Sus ojos estaban atentos a cualquiera de ellos en la entrada, manteniéndose oculta hasta llegar al edificio, pero sus esperanzas de llegar al salón a tiempo se esfumaron al escuchar que la llamaron. Comenzando a correr en dirección al baño, ignorando por completo a quien chocaba en el camino, encerrandose en uno de los cubículos y esperando que no la encontrarán. La desgracia no tardó en llegar cuando le tiraron un balde de agua sucia, escuchando unas risas después, pero no terminó ahí, puesto que el delincuente la estaba esperando afuera de los baños.

-¿Mis advertencias no fueron claras?

-¡Ah!- brinco al escuchar la voz detrás de ella -¡Lo siento, de verdad! ¡No tenía intención de hacerlo, lo lamento!

-¿Porqué estás mojada?- Osoro mira con más atención.

-La cosa es que, si hay algo que pueda hacer para compensarte, dime y yo... Haré lo que pueda para conseguirlo.

-¿De verdad lo lamentas o solo lo dices?

-Lo digo en serio...- contesta al borde de las lágrimas y temblando, Osoro estaba notando un patrón, pues no era la primera vez que la veía saliendo mojada o golpeada de algún lugar de una sola salida.

-... ¿Tu nombre?

-... Me llamo Hisa Ishiba...

-... Hagamos algo, Ishiba, siendo que parece que te encanta estar chocando conmigo, te quedarás conmigo y harás lo que yo diga. No podrás irte de mi lado a no ser que yo lo permita, habrán algunas excepciones obvio, las cuales yo decidiré, así mismo el día en que crea que tuve suficiente ¿Te parece un trato justo?

-... Esta bien.

-Ahora, deberías cambiarte, hueles a alcantarilla.

Osoro agarro a la chica del hombro y la llevo hasta los vestidores cerca del gimnasio, empujandola dentro del vestidor de chicas y esperando que se limpie y se cambie. Hisa salió, vistiendo una ropa de deportes diferente a la que la escuela le hace usar, más parecida a la de la profesora. Él la agarro del brazo y la llevo con él, escuchando un apenas audible quejido, pero lo ignoró, ya que pudo ser obra del miedo de la chica. Sabiendo que compartían clase, apartó a uno de los chicos a su lado y la sentó ahí, ante la mirada de algunos estudiantes chismosos.

Cualquiera que se acercara a la banca de Hisa, recibía una mirada asesina de Osoro, ella no sabía si sentirse mal por eso o sentirse a salvo, solo sabía que, aunque no le iban preguntar, no la iban a insultar con el chico a su lado. El resto de la tarde paso rápido, el único momento en que la dejo apartarse era para ir al baño o en el almuerzo, ya que iba a dejar las explicaciones a su banda para la salida. Llegada la hora de irse, él la llevó al incinerador, donde los delincuentes estaban esperando a su líder, notándose extraños al ver a la joven con él.

-¿Qué hace con ella aquí, jefe? ¿Quiere que le cobremos?

-Chicos, ella es mi mascota ahora ¿No es cierto, Ishiba?

-... Sí...- su voz temblaba.

-Ow, tiene una voz tan suave ¡Auh!- dijo uno de los chicos, recibiendo un golpe de uno de sus compañeros.

-¿Acaso la venció, jefe? Se ve bastante demacrada- dijo otro chico al ver el ojo morado de Hisa.

-Y con esa pregunta empieza el interrogatorio- dice Osoro, soltando a Hisa -Y como no te puedes ir, ni desobedecer, debes responder ¿Quién te hizo eso?

-... Nadie, fue un accidente...- Osoro la agarra del suéter.

-Mientes. Quiero la verdad.

-¡Es la verdad, me lo busque sola, pero fue un accidente! ¡No tenía intenciones de ensuciar su uniforme! ¡Me tropecé y...!

-Hey, cálmate, niña...- dice una de las chicas -Dijiste que ensuciaste a alguien ¿A quién?

-... A Musume, pero yo no quería, me tropecé y mi plato cayó en sus zapatos, desde entonces no deja de atormentarme...

-¿Así que Musume y sus 🐩 te hicieron esto ayer?- ella asiente -¿Y lo del agua sucia?- vuelve a asentir -¿Y no viste por donde ibas las tres veces que chocaste conmigo porque les estabas huyendo?

-... No puse atención... Yo me lo busque...

-¡¿Dónde está esa💃🏻?!- escucha una voz chillona, Hisa la reconoció.

-Bajame, por favor. No me puede ver, ella...

-¡Ahí estás!- Musume ve la escena.

-¿Te importa? Estamos en un interrogatorio- dice una de las delincuentes.

-Pues sí, estoy muy aburrida sin ella. Así que la quiero de vuelta antes de que empiece a huir como la cobarde que es.

-Que pena, ella le debe al jefe, así que se queda con nosotros.

-¿Oh, es eso? ¿Otra vez tu torpeza cobrando factura?- dice Musume, Hisa estaba temblando -Tal vez no sea tan mala idea dejarte con ellos por hoy, pero mañana no te quedes tranquila. Vámonos.

Musume y su grupo se van, dejando al grupo de delincuentes hablando mal de ellas, pero todos los comentarios fueron ignorados por Osoro, que escuchaba leves susurros e insultos reprensivos a su costado. Volteó la mirada para ver a Hisa golpeándose la frente con su puño, lágrimas resbalan por sus mejillas y, como ya era costumbre, también estaba temblando. El líder la soltó, pero eso no detuvo su mano de golpear su cabeza de forma constante, por lo que tomó sus muñecas para detenerla, otra vez, un quejido se escondió entre sus palabras, lo que la hizo soltarla por reflejo.

-¿Qué estas haciendo? Pará.

-Soy una idiota...- fue de los susurros que a penas se pudo escuchar, continuando con la acción, como si estuviera en trance.

-Basta... Hey...

-Jefe ¿Qué le pasa?

-... Ya la había visto hacerlo, pero no así...- dice uno de los chicos.

-¿Va a parar? Esta inquietandome...

-Tiene algo en su brazo...- dice Osoro, notando algo asomarse debajo de su manga -Alcen sus mangas- las chicas la agarran de ambos brazos, revelando sus heridas.

-... ¿Esas son... Quemaduras?

-Cigarillo...

-No solo eso, parece que también tiene varios cortes.

-... ¿Porqué no se las ha tratado?

-Musume...- dice Osoro -No la ha dejado de atormentar desde que ensucio sus zapatos. No ha tenido tiempo de tratarse, y si lo hacía, seguro le arrancaron las vendas para torturarla más.

-¿De verdad lo cree, jefe?

-Mírala, sigue golpeándose desde que Musume la amenazó. Esta rota.

-¿Qué hacemos con ella?

-... ¿Alguno sabe donde vive?- uno de los chicos saca su teléfono y le toma una foto a Hisa.

-¡No!...- Hisa se cubre en reflejo -Por favor...

-¿Qué estas haciendo, idiota?- preguntó una de las chicas.

-Hay alguien que conoce todo sobre todos, muchos chicos le piden favores o información, a cambio de fotos.

-No sabes que va a hacer con eso, animal.

-No te preocupes, no le sirven fotos de caras para vender, pero si para dar información... Tengo su dirección.

-Bien, espero que viva sola. No quiero tener que lidiar con unos padres preocupados por malas influencias y esas 💩.

El grupo de delincuentes salió del instituto, dos de las chicas llevaban a Hisa mientras seguían al líder a la dirección obtenida por su compañero, recibiendo miradas de algunos alumnos que susurraban. Su camino los llevó por una calle bastante tranquila, no habían señales de algún peligro mayor que ellos, por lo que se mantuvieron neutrales. Llegaron a la puerta de una de las casas, pero cuando iban a buscar las llaves para entrar, uno de ellos toca la puerta, alertando a los otros.

-Oye...- Osoro ve como iban abriendo la puerta, una mujer parecida a Hisa se asomó -Ehm...

-Buenas tardes... Oh ¿Son amigos de Hisa?

-En realidad...

-Compañeros de clase...- interrumpe Osoro.

-Oh, que bien. Hisa no suele traer amigos a casa, ya me empezaba a preocupar de que... ¿Hija?- nota a su hija, que seguía en el trance.

-... Hace un rato estaba golpeándose la cabeza. Logramos que parará, pero ha estado así desde entonces.

-Creo que sé porque. Pasen, por favor.

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