Personaje: Draco Malfoy (Harry Potter)

Advertencia: abuso de poder, bullying

Tiempo: pasado (5° año)

Protagonista: Aurelia River, Hufflepuff, animaga (conejo), cabello negro con mechas blancas, ojos violetas

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Malfoy buscaba pruebas de que estudiantes estaban dando defensa contra las artes oscuras a escondidas de la profesora Dolores, se encontraba con sus amigos cuando vio a una estudiante de Hufflepuff leyendo. Él se acercó y le quito el libro, revisando su contenido, solo encontrando transformaciones, pero cuando iba a interrogarla, solo vio un conejo negro alejarse. En otra parte, el conejo se transformó en una chica, Aurelia, quien se había convertido en animaga para poder evitar a la casa de Slytherin, aunque no podía negar que sentía cierta atracción por el rubio.

-Eso estuvo cerca...

-Ese es Draco Malfoy...- escucha la voz de un chico, Harry Potter -No es buena noticia.

-Lo sé, no quiero tener problemas con Slytherin, menos si saben que soy impura.

-¿Porqué debería importarte?

-No has estado en una guardería muggle ¿O sí? Cuando eres diferente, siempre lo serás, sin importar que...

-Oye, estamos estudiando para los TIMO's ¿Quieres unirte?

-No puedo, si Draco me busca, seguro los puedo meter en problemas. Además, sé guardar mis libros- saca un libro de hechizos -Era de mi padre, me lo dio para este año, esta hechizado para evitar que sea destruido.

-Eres lista.

-Mi padre lo es, investigador en el departamento de misterios.

-Bueno, si en algún momento te quieres unir y compartir, envía una lechuza.

-Buena suerte.

Dicho eso, la chica se transformó en conejo en cuanto vio al rubio buscarla, huyendo del lugar, aunque no pudo llegar muy lejos, pues recibió un hechizo por parte de Umbridge. Aurelia fue interrogada por la profesora, quien no obtuvo nada útil, además de recibir un castigo por transformarse en un animal dentro de la escuela. McGonagall tomó cartas en el asunto al saber el motivo, pero no pudo hacer mucho al respecto, por lo que solo pudo tratar de ayudar a su estudiante animaga, pero el tiempo no le daba para reprender a los estudiantes que la molestaban.

-¿Así que tú eras ese bobo conejo? Se apega a tu lado cobarde- dice una estudiante de Slytherin.

-Fuiste muy mala al no dejarnos tocar tu orejas.

-Ya sé, transformate para que podamos tocarlas.

-No...- responde nerviosa.

-Oh, claro, ya que no eres una verdadera maga, seguro el miedo te transformará a medias.

-No tengo problemas con tal de corta su cola esponjosa. Se vería muy graciosa con la cola pelada.

-¿Acaso no vieron el muro?- Draco interrumpe -Están prohibidas las transformaciones fuera del aula.

-Aún mejor, si la forzamos a transformarse, ella tendrá la culpa. Gracias, Draco.

-No lo dije como sugerencia, fue una advertencia- el tono molesto hizo que las chicas lo miraran -Si usan hechizos de transformaciones fuera de clase, también tendré que reportarlas.

-Creí que nos protegerías, Draco. Ella solo es una sangre sucia.

-Es cierto, pero tampoco buscaré guerra donde no me conviene. La profesora me considera un aliado y no pienso que me descubra rompiendo su confianza.

-... Bien...- las chicas se van, no sin antes empujar a Aurelia, tirando su bolsa -Adiós, sangre sucia.

-... Ahora tenemos tiempo para hablar...

-Ya hable con Umbridge, no pierdas tu tiempo con una sangre sucia...- Aurelia recoge su bolsa, pero Draco la acorrala, lo que la asusta.

-¿Fue un buen té?

-... No puedo decir que lo disfrute... ¿Puedo retirarme?

-Escribiste más que los otros...- ella esconde su mano al entender de que hablaba -¿Acaso Potter te lo sugirió?

-No, yo lo decidí...- Draco se nota sorprendido -Me llevaron con la señora Pomfrey después de que desmaye ¿Algo más que quieras preguntar?

-No puedes engañarme de nuevo, conejo ¿Qué esconden?

-... Cómo dije a la profesora, solo sé que están estudiando los TIMO's, no busco problemas.

-Aun cuando te vi hablando con Potter, él siempre tiene algo entre manos.

-De acuerdo, pero ya me quitaron lo único que me dejaba ser libre, así que no tengo razones para mentir.

Aurelia se escapa de Draco en un movimiento simple, él estaba confundido, aunque algo cautivado también, era un conejo fuerte entre tejones cobardes según él. Las clases siguieron como siempre, día tras día, la chica seguía siendo molestada, aunque algunos estudiantes del ejército de Dumbledore la defendían. Malfoy seguía vigilandola por su cercanía a los amigos de Potter, comenzando a sentirse incómodo por los constantes encuentros, especialmente por las conversaciones que veía que tenía con Harry.

-¿Cómo va el estudio, Aurelia?

-Una pesadilla y Draco no deja de vigilarme.

-¿Draco te vigila? ¿Porqué?

-Supongo que piensa que tengo algo que ver con ustedes.

-Aurelia, de verdad creo que te haría viene unirte a nuestro grupo.

-Sé que eres buena persona, Harry, pero los problemas te siguen... No tanto como a mí, pero tampoco quiero darte más.

-¿Estas segura que eres tú la que causa problemas?- aparece Draco -Potter siempre busca problemas.

-Vete, Malfoy.

-Tú deberías ser quien se vaya, Potter. Ya arrastraste a muchos a tu pequeño plan ¿No crees? Ya tienes a muchos seguidores detrás de ti, creyendo tus mentiras. Además, quiero hablar con River.

-... Harry, esta bien... No tengo nada que le sirva que no haya dicho ya, no te preocupes- Harry la mira, pero acepta y se va -¿Necesitas algo?

-¿Porqué te la pasas con Potter y su grupo de tontos?

-Son amables... Y no es como si a la gente le guste acercarse a mi.

-¿Crees eso?- Draco se acerca a ella, lo que la hace sonrojar -¿Te pongo nerviosa, River?

-Ya les dije, no sé si ellos tienen un plan.

-¿Y no te gustaría averiguarlo?- insinúa, Aurelia se muestra molesta.

-No soy un topo que puedas usar para espiarlos. No me meteré en problemas solo para darte la satisfacción de que los llevaste con la Prof. Umbridge.

-¿Qué tal por protección? Tengo influencia en mi casa, puedo hacer que te dejen en paz, si te unes a Harry y me cuentas todo.

-Lo siento, Malfoy. No vendo a las personas, y como dije, no me meteré en problemas para tu satisfacción personal.

-¿Y qué tal por un beso?- Aurelia se muestra sorprendida -Oí un rumor de que te gustó.

-¿Porqué te interesa ese tipo de rumores? ¿No son esos los que hacen que se burlen de ti?

-¿Es cierto o tendré que besarte para averiguarlo?

-¡Demaius!

Aurelia grita el hechizo en pánico, viendo al rubio caer inconsciente de espaldas, mirando asustada si alguien la vio hacerlo, pero solo se encontró a Harry saliendo de una esquina. Malfoy despertó en una banca del mismo pasillo, sin rastro alguno de la chica, solo una nota en su bolsillo que decía "lo siento". Después de eso, la Hufflepuff lo evitaba a toda costa, cada vez que la veía, estaba con alguno de los gemelos Weasley, quienes la escabullían lejos de Draco. Hasta que una tarde, que ya habían descubierto el ejército de Dumbledore, estaba sola en el bosque prohibido, practicando los hechizos de su libro, él la encontró.

-... Creo que eso es todo por ahora...- mira su libro -No te preocupes, papá. Nada detiene el conocimiento.

-¿Estas segura de eso?- Aurelia voltea asustada, encontrándose a Draco -¿Qué es eso?

-Nada...- se aferra al libro, pero Draco se lo quita.

-... Defensa contra las artes oscuras... Aurelia, no deberías estar montando otra rebelión.

-¡Déjalo! ¡Es de mi padre!

-¿Y él sabe que no deberías tener esto aquí? Deberías quemarlo.

-Me lo envió para las clases, aprender fuera de ellas no está prohibido, solo conjurarlos. Devuélvelo.

-¿O qué? ¿Me desmayaras de nuevo?

-¡Fue un accidente! ¡Entre en pánico!

-Deberías ser castigada por usar un hechizo fuera de clase. Ahorrate un castigo peor.

-Si es por eso, entonces llévame con ella, porque no lo destruiría, ni aunque pudiera.

-¿A qué te refieres?

-Mi padre lo hechizo para evitar que personas como Umbridge destruyan mi educación. Así que, solo hazlo...- Draco la mira un momento, inclinándose lentamente y dejando un beso en sus labios, junto al libro en sus manos.

-No está vez, conejo... Más te vale quedarte fuera de los problemas.