Ojos Sobre Ti 2/2 (Sin Ti No Es Igual)
Personaje: Megamo Saikou (Yandere Simulator)
Parte: 2/2 (Sin Ti No Es Igual)
Advertencia: -
Tiempo: actual
Protagonista: Gina, 17 años, cabellos café largo ondulado, ojos celestes
------------------------------------------------------------------------------------------------------
Desde la reunión con el director, Gina se ha visto obligada a pasar sus horas académicas con Megamo, quien no le dejaba ver a Taro a no ser que él estuviera ahí, qué no eran muy seguidas las ocasiones en que pudiera juntarse con sus amigos. No le molestaba que el presidente estuviera cerca, pero sí que lo hacía con la misma intención con la que la hacía faltar o llegar tarde a clases, solo dejándola cuando era fin de semana, y eso si no decidía salir con sus amigos, porque en esos casos, encontraba la forma de aparecerse o de vigilarla a distancia.
-Eres un paranoico- dice Gina, cerrando la puerta del consejo con un portazo, para que luego Megamo la abriera para entrar él.
-No tienes que azotar la puerta.
-¡No puedes seguirme hasta en mis salidas de fin de semana! Esta mal... Y pareces pervertido.
-Por favor.
-Acepté qué me siguieras en el instituto, no toda mi vida personal.
-Ya hablamos de esto, podrías ser otra víctima...
-Así como muchas otras chicas o chicos que han hablado con Taro ¿Porque no vigilar a Osana? ¿Porqué no Kizana qué se la pasa coqueteandole? ¿O Aso qué siempre está ayudándole en educación física?
-Ellos son insignificantes para Taro, él te prioriza, mayor motivo para mantenerte distante de él.
-¿Cómo sabes eso? Nisiquiera hablas con él.
-Oh, por favor. "Taro va ayudarme con las tutorias en los recesos" ningún chico sacrifica su comida por una chica que no le interesa.
-¡¿Entonces porque insistes en hacerlo tú?!...- dice Gina de repente -Hasta donde sé, nisiquiera te importo tanto para hacerlo.
Gina se va azotando la puerta, Megamo quedo paralizado por un instante, procesando lo que ella le había dicho, no había sido capaz de decirle lo que sentía, la descuidó demasiado y ahora se le estaba escapando de las manos, tenía que hablar con ella. El joven Saikou salió de la oficina del consejo, en el suelo estaba su mochila tirada con algunas cosas salidas, comenzó a desesperarse, entro de nuevo en la oficina, revisando las cámaras y temiendo ver algo que le partiera el corazón.
Entonces la encontró, ella estaba junto a otras dos personas en la azotea, Taro qué estaba a lado de ella y frente a una chica que sostenía un cuchillo. Megamo tomó unas esposas de su escritorio y corrió escaleras arriba, llegando a las puertas del tejado y asomándose con cuidado. Gina agarraba a su amigo del brazo mientras él estaba entre ella y la extraña, quien sonreía con locura y sostenía con firmeza el arma, acercándose a paso lento a la par que ellos retrocedía al balcón.
-No te merece, Senpai.
-Ayano, podemos hablarlo, por favor.
-Cállate, 🕺. Estoy hablando con Gina- los presentes abren los ojos con sorpresa.
-¿Qué? ¿Yo te...?
-Sí, Senpai, no puedo dejar de pensar en ti. Desde que me ayudaste con esos papeles en el pasillo, has cambiado mi vida.
-¿Mataste a todos esas personas... Solo para acercarte a mí?... ¡¿Todo porque te ayude con unos papeles?!
-No, lo hice para alejar a Taro de ti...- la confusión era cada vez más evidente -Él siempre te presentaba alguien nuevo que ponía los ojos en ti, así que mate a las chicas que eran más cercanas a Taro, así sospecharian de él, ya que yo no tendría ninguna relación con sus muertes.
-¡Estas enferma!
-¡De amor! Claro que incluso el presidente favoreció mi plan al apartarte de él, por lo que solo tenía que esperar a que estuviera solo. Lástima que nos viste cuando saliste del cuarto del consejo...- Megamo se acerca con cautela -Supongo que tendré que matarlo y luego llevarte a casa conmigo, Senpai.
-Eso no pasará...
Ayano voltea, pero es rápidamente detenida por Megamo, quien la tira al suelo, quitándole el cuchillo y poniéndole las esposas, llamando a la policía, qué no tardaron en atender el llamado del joven Saikou. La policía se llevó a la joven asesina, qué sólo grita su amor hacía Gina, antes de irse en la patrulla. La chica fue escoltada por el presidente hasta su casa, estando en un ambiente tenso por lo último que habían hablado antes de descubrir la verdad.
-Megamo... Perdón por pensar que eras un paranoico...
-No te preocupes. Tiene sentido que lo pensaras por los métodos qué use para vigilarte.
-¿Eso implica que harás qué remuevan mis tutorias contigo y las haré con Taro como estaba planeado?
-... No...
-¿Porqué? La asesina fue encerrada, y Taro no estaba involucrado, además de que yo era quien lo ponía en peligro ¿Ahora que excusa tienes para decirme que no puedo estar con él?
-Yo...- Megamo se quedó sin palabras, temía perder la oportunidad, pero sus labios se congelaron.
-¿Qué? ¿Qué es lo que tanto te cuesta explicar...?
Gina fue interrumpida, Megamo la tomó con firmeza de la cintura y la beso, una de sus pequeñas fantasías se hacía realidad al juntar sus labios con los de ella en una conexión única y una sincronía divina, incluso en la realidad, no podía dejar de idealizar. La chica tenía sentimientos encontrados, sentía rabia pero no porque la besara, más por su comportamiento infantil para llegar a ella. No podía negar el beso, en el fondo lo quería, pero nunca pensó que llegarían a dar ese paso, por lo que tímida aceptó el beso, separándose por la falta de aire.
-... Esto es lo que me costaba explicar...- dice Megamo -Las miles de formas en que te amo, escondiendo este sentimiento punzante en mi pecho desde que te pedí tu voto para las elecciones. Te amo, Gina.
-... ¿Todo este tiempo...?
-Sí, no podía con el temor de que fueras el siguiente rostro en el noticiero. Diario luchaba con la llama de los celos qué crecían en mi corazón cada vez que te veía con Taro. Te has vuelto parte de mí y temí... Temí qué si te perdía... Volvería al abismo gris en que mi padre se sumergió al perder a la mujer que más amaba.
-Megamo... No lo sabía, yo...
-Muy pocos lo saben, pero al fin tuve el valor. La fuerza para decirle a la chica frente a mi cuanto la amo.
-... Espera... ¿Estabas celoso de Taro?- Gina dice entre risas, a lo que Megamo se sonroja.
-¿Te sorprende tanto? Siempre estas con él.
-Es gay...- hubo un silencio incómodo, qué Gina corto con una risa.
-¿Estas hablando en serio?
-Sí, aparte, le gusta alguien más. Fue parte del motivo por el que me sorprendió que Ayano...
-No digas ese nombre. Ahora solo es una mala memoria y, tengo certeza de que no volverá a atentar contra ti.
-... ¿Qué hiciste?- Gina pregunta cruzada de brazos.
-Nada de lo que debas preocuparte. Pero eso no quita que mantendré mis ojos sobre ti.
-Muy bien, presidente. No es como que no lo haya hecho antes.
-... ¿Te estas burlando de mí?
-Tal vez... Oye ¿Porqué tenías unas esposas contigo?
-... No tengo que responder eso...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top