Personajes: Alastor (Hazbin Hotel)

Advertencia: lenguaje inapropiado

Tiempo: actual

Protagonista: Shirlat, piel gris, cabello negro con mechas blancas y rojas, ojo rosa (es tuerta del lado izquierdo y se cubre el otro ojo con su flequillo)

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Shirlat llevaba un tiempo hospedada en el hotel, su estadía fue más una mala obra del destino que una acción voluntaria, puesto que unos demonios trataron de matarla en su intento por dormir en un callejón libre. Charlie fue muy amable de recibirla como su segunda huésped en rehabilitación, presentando a todos los involucrados, entre ellos el demonio de la radio, quien admitió sentir una especial familiaridad con ella, aunque ella no entendía a que se refería con eso.

-Shirlat, ven...- llamo Charlie desde el salón principal.

-¿Qué ocurre?

-Alastor dijo que tenía una sorpresa para todos- todos estaban frente al escenario, donde estaba Alastor con un objeto cubierto por una manta.

-¡Mis estimados, es muy bueno recibirlos esta tarde! Me veo en el gusto de presentar esta nueva adquisición musical para el salón de baile del hotel. Damas y caballeros, contemplen- Alastor quita la cubierta, revelando un piano.

-Oh, es bellísimo- dice Charlie emocionada.

-Siento cortar la emoción, pero ¿Quién va a tocar eso?- cuestiona Vaggie.

-¿Acaso el bartender también es músico?- dice Angel a Husker.

-Cállate, perra. Jamás he tocado un instrumento.

-Calmense, por favor. Seguro encontraremos a alguien pronto. Por ahora, gracias por traer el piano, Alastor. Estoy segura de que traerá mucha energía al hotel.

-Es un placer querida. Lamento no haber traído a un músico aun, pero los únicos que encontré tiene un terrible gusto musical.

-No te preocupes. Oh, debo hablar con alguien sobre el abastecimiento de comida.

Todos se van del salón como si nada, aunque Shirlat había marcado en su mente el instrumento, tenía curiosidad, pues le traía recuerdos de su infancia con su padre. Esa tarde, mientras todos estaban ocupados o fuera del hotel, la joven aprovechó de ir a la habitación con el instrumento, asegurándose de que nadie más la viera. Se sentó frente al piano, acariciando las teclas con melancolía, una melodía comenzó a sonar en su cabeza llevándola de nuevo a ese momento de ver a su padre morir a manos de un ladrón armado, atacados en su propia casa.

-... Que bella voz tienes, querida...- Shirlat voltea sorprendida, viendo a Alastor en la entrada del salón -Sin mencionar lo talentosa que eres tocando.

-... ¿No debías estar con Charlie para... Lo que sea que fueron a hacer?

-No, la srta. Vagatha está con ella para eso.

-Y... ¿No tenías otro asunto qué...?

-¿Porqué evades mis halagos?

-... No lo sé... Solo no me siento cómoda tocando en público.

-¿Puedo saber porqué?

-... Mi padre y yo tocábamos juntos... Pero la última canción que tocó conmigo, fue antes de recibir un disparo en la cabeza a manos de un ladrón que entró en la casa... Nunca pensé que tocaría de nuevo...

-... Fue esta canción...

-Por fin la habíamos aprendido completa, descifrado las notas.

-¿Descifrar?

-El piano era de mi abuela, pero no nos enseñó a tocarlo... Por lo que mi papá jugaba con las notas y yo escuchaba... Pero note melodías escondidas... Nunca use partituras para aprender una canción, solo las teclas y el orden correcto... Él las escribía con mi fórmula y ambos aprendimos a descifrar melodías.

-Eso es increíble, Shirlat.

-Bueno, no es la gran cosa. Nunca podría tocar como profesional sin aprender a leer las notas y partituras... Pero para nosotros, era suficiente descubrir que tocábamos una canción sin tener que leerla, solo escuchando con atención.

-... ¿Hay alguna canción que te haya gustado en especial?

-... Hay una, pero hace mucho no la tocó...

Alastor se sienta junto a Shirlat en el piano, algo expectante de lo que fuera a tocar, ella lo notó. Estando un poco nerviosa, colocó sus manos temblorosas sobre las teclas, pero las escondió ante el miedo de que sonará mal o se equivocara, cerrando los ojos. El demonio de la radio dejó su vara a un lado del instrumento, acercando sus manos y tocando algunas notas al azar, queriendo saber cómo era que lo hacía. Ella comenzó a notar esa mezcla de sonidos en el piano, tocando las notas que correspondían a su canción y él siguiéndole.

Al terminar de descifrarlo, ella se dio cuenta de que estaban tocando, irónicamente o por cosa de suerte, era la canción en la que ella estaba pensado cuando Alastor le preguntó. Shirlat volteo a verlo, notando satisfacción en su rostro, ella se notó algo extrañada, pues esperaba una reacción diferente, tal vez sorpresa por haber encontrado la melodía. Entonces una idea le llegó a la cabeza, lo que la hizo sonrojar ¿Acaso él tocó así apropósito? ¿Él sabía que canción estaba buscando cuando empezó a tocarla al azar? ¿Será que leyó su mente cuando pensó en esa canción?

-Realmente tienes mucho talento, querida.

-¿Lo hiciste apropósito?

-Tocar el piano al azar, sí. Que acertaras en que canción quería escuchar, no. Fue una agradable sorpresa.

-Espera... ¿Tú querías que fuera esa?

-En realidad, quería dedicartela- Shirlat se sonroja.

-¿Alguna razón en particular?

-Te he escuchado cantarla antes...- el comentario la sorprendió -Sé que tienes una conexión especial con ella y... No podía evitar la idea de dedicartela alguna vez.

-¿Por eso trajiste el piano?

-Tuve un tiempo con un piano, esperaba conseguir a alguien que me enseñará a tocarla para darte ese regalo. Pero me diste una oportunidad aun mejor.

-¿Qué cosa?- Alastor se acerca más a ella en el banco del piano.

-... Tocar la canción contigo y escucharte cantarla...

Alastor se inclinó suavemente a sus labios, dejando un delicado y corto beso en ellos, la chica estaba más roja que el cabello del demonio y eso le daba ternura. Ambos se levantaron del instrumento y salieron del salón de baile, sin poner atención a lo que estaba pasando, hasta que sus ojos se desviaron de ellos. Al abrir las puertas, se encontraron a todos de pie frente a la misma, Charlie con una cara de emoción y Dust con una bolsa de papas en mano.

-¿Ustedes no estaban fuera?- dice Shirlat muy nerviosa.

-Regresamos hace 5 minutos, aunque Dust y Nifty estaban viendo antes que nosotros- dice Vaggie.

-10 decepcionantes minutos, nisiquiera le tocaste el pecho.

-¿Disculpa?- respondieron Shirlat y Alastor algo desprevenidos y avergonzados.

-Aw, incluso hablan a la par- dicen Charlie y Nifty a la vez.

-Creí que no tomabas de esa copa, Al- dice Husker en un tono burlón.

-No sé a qué te refieres, mi amigo gatuno. Shirlat es una dama y no haría algo que no quiera.

-¿Nisiquiera el sexo?- dijo Dust, lo que hizo suspirar a Alastor con algo de rabia.

-¡Mi amigo, tienes tres segundos para correr!

-¿Para qué o qué?

-Uno...- de las manos de Alastor comenzaron a crecer garras.

-Dust, tal vez deberías disculparte.

-Claro que no, si es la verdad.

-Dos...- sus cuernos crecen al igual que su estatura, lo que sí estaba asustando a Dust.

-Entonces deberías correr- Dust salió disparado fuera del hotel.

-¡Tres!- Alastor fue tras él, a lo que las chicas se acercaron a Shirlat con miradas cómplices.

-... Yo me voy.

-Oh vamos...

-Adiós- se despide, dirigiéndose a su cuarto.

...

-¿Lo atrapaste?

-Y lo colgué del letrero del hotel, Nifty lo está ayudando a bajar.

-Eres perverso a veces.

-Y aun así me amas.

-... Sí... Te amo.

-Y yo a ti.