Testigo

Personaje: Laughing Jack (Creepypasta)

Advertencia: -

Tiempo: actual

Protagonista: Liz, una chica 16 años, cabello castaño largo hasta los hombros de ojos amarillos

---------------------------------------------

Liz pasaba mucho tiempo pensando, ¿Cómo sera cuando muera? ¿Alguien me vera morir? ¿O moriré sola?; le gustaban los creepypasta y habia uno en especial que quería invocar y conocer aunque fuera solo su voz, no solo para preguntar si no para pasar un rato acompañada. A las 12:00 pm, estaba despierta en su cama rodeada de dulces escuchando "pop goes the weasel" con los ojos cerrados.

Estaba sola en casa por lo que espero que funcionara, no estaba muy cómoda con el miedo que le tenia y al mismo tiempo la pena que le causaba, considerando la historia que encontro con referencia a él. Pasaba el rato, seguía con los ojos cerrados, esperando, hasta que la música se detuvo de forma repentina; ella iba a tomar un dulce que tenia justo a su lado para saber si funciono y no estaba, lo que indicaba que ya estaba ahí.

-No vas a decir nada- dijo un voz un poco gastada.

-Lo siento... ¿Eres británico?, solo por curiosidad-

-Sí, podría decirse-

-¿Lamentas lo que hiciste hace años atrás con Issac?-

-Lo volvería a hacer si quisiera, y lo haría contigo si abrieras los ojos- tenia un tono divertido.

-Tal vez lo siguiente que te diga te de igual o lo ignores, pero primero... toma mi mano, por favor- sintió una mano vendada y unas uñas cual garras tocando su piel.

-Espero que no sea algo aburrido-

-Es algo serio... un día moriré, siempre pienso en eso, pero... si el día que este en mi lecho de muerte estoy sola... ¿Serías mi testigo?-

-Es ridículo, considerando que solo estoy esperando que abras los ojos para que te mate.- sintió su mano libre pasar por su rostro, dejándole sentir las garras tan filosas cual cuchillos.

-Eso no responde mi pregunta, debes contestar... según leí, no podrás irte si no respondes las tres preguntas y no me puedes matar hasta que abra los ojos-

-No, no seria testigo de una chica que me invoco aunque me lo pidiera estando ya en su lecho de muerte-

-Bueno...- se acomodo en su cama -Adiós-

Cubriendo su cuerpo con las sabanas, se quedo dormida aun sintiendo la presencia en su cuarto, de alguna manera durmió mejor esa noche a pesar de que no estaba muy satisfecha con la respuesta. Desde esa noche, sintio pasos de más cuando caminaba por la acera y percibió una mirada espeluznante cada vez que se iba a dormir, como si el que observaba estuviera esperando.

Una noche regresaba de una fiesta, su madre no iba a buscarle y vivía cerca por lo que decidió irse caminando, iba cruzando la calle pero escucho un susurro llamándole, se distrajo y sentío como un vehículo chocaba contra su cuerpo. La fuerza fue tal que la empujo algo lejos y el dolor de impacto fue lo suficientemente fuerte como para que su vista se apagará, lo último que vio fue una silueta que se acercó a ella.

(...)

Despertó, estaba sobre una mesa, su pierna y brazo estaban vendados, le dolía el vientre; se sentó y vio un tipo de bastón, lo agarro y salió de lo que parecía una carpa. Se sorprendió al ver que estaba en un circo abandonado, miro con más detalle y noto a una sombra que se acercaba, volvió a entrar en la tienda y se acostó en la superficie haciendose la dormida; escuchaba pasos grandes que hacian crujir las hojas secas, sintió a una mano acariciar su hombro, ella cerraba con fuerza los ojos.

-No finjas, se nota- se asusto al reconocer la voz del opuesto.

-¿Por qué me ayudaste?- se sentó, pero no abría los ojos por miedo.

-¿No tenías quién te llevara a tu casa? tal vez así no estarías aquí-

-No-

-¿Qué pasa con tus padres?-

-Uno muerto y a la otra no le importo... la gracia de ir a una fiesta era para sentirme acompañada, igual me sentía sola... iba a regresar y escuche que alguien susurro mi nombre mientras estaba en la carretera, me distraje y lo demás esta borroso-

-Fui yo...- dijo frío, Liz se tenso -Abre los ojos, me molesta que no me mires considerando que no esta en mi moral salvar a las personas.

-Me podrías matar si lo hago- sintió las manos del opuesto sobre las suyas -¿Qué haces?-

-Estas en mi circo, te pude haber matado si quisiera... ábrelos- los abrió con lentitud y nerviosismo, lo primero que vio fueron unos ojos azulados y opacos -Esperaba que gritaras-

-... Aún no respondes mi pregunta... ¿Por qué me ayudaste?-

-Después de que te durmieras, me causaste curiosidad por el hecho de que una chiquilla como tú pensara en cosas como la muerte, cuando normalmente piensan en pendejadas como que se van a poner para atraer al chico que les gusta... ¿No te gusta nadie?-

-No- dijo en susurro -¿Cómo supiste mi nombre?-

-Te vigile, tu madre te llamaba mucho... siempre estabas sola en la rama de un árbol viendo a todos como si te hiciera falta algo... tu mirada nunca estaba apagada pero tampoco mostraba felicidad. Esa noche que saliste de la fiesta estabas igual, dije tu nombre en susurro, pero me escuchaste y no viste lo que venia... por alguna razón no pude dejarte morir ahí, tal vez fue... culpa.-

-No creo...- él solo le miraba -Es mejor que me vaya...- iba a levantarse, pero el contrario apreto sus manos, ella sintió leves cortes -Ahg... ¿Qué haces?-

-¿Quién dijo que te dejaría ir?- la forma en que lo dijo le erizo la piel -Ya gaste mis vendajes contigo y me debes la vida.-

-¿Tu plan es que me quede hasta que me muera o me quieras matar?-

-Solo hasta que mueras- se quedo mirando el suelo -no deberías ponerte así, me harás compañía solamente.-

-No es eso... ¿Por qué no me dejaste morir y ya?-

-Tal vez... ¿Me agradas? Y por que... quiero ser tu único testigo.-

-¿Debería eso ser bueno o malo?-

-Pues...- se sentó a su lado -creo que sería bueno para ambos algo de compañía en este mundo tan solitario-

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top