Solo Yo Puedo Tocarte

Personajes: Alastor (Hazbin Hotel)

Advertencia: sangre, maltrato físico, lenguaje inapropiado

Tiempo: actual

Protagonista: Shirlat, piel gris, cabello negro con mechas blancas y rojas, ojo rosa (es tuerta del lado izquierdo y se cubre el otro ojo con su flequillo)

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Alastor estaba caminado por las calles del infierno, Charlie le pidió que fuera a ver si Shirlat se encontraba bien, aunque el demonio no tenía motivación, hizo el favor al no haber sabido de la demonio en semanas, llegando a la dirección indicada. Le parecía extraño el lugar, aparentaba estar bien cuidado, pero su aura espantaba a todos los que pasaban por ahí, causándole una rara sensación al caballero de rojo al tocar la puerta. La puerta fue abierta por la joven, pero solo apenas para que pudiera ver su ojo derecho.

-¡Hola, mi querida Shirlat, vengo de parte de...!

-Charlie... Algo me decía que mandaría a alguien, aunque pensé que sería a Vaggie, no... Tú, Alastor.

-Llevas mucho tiempo sin ir al hotel ¿Todo bien, querida?

-Sí, estoy bien... Dentro de lo que sería estar bien en el infierno...

-¿Me permites pasar, querida?

-¡No!... Es decir... Estoy... Arreglando algunas cosas y todo esta tirado, seria grosero recibirte con...

-¡Shirlat ¿Quién putas es?!

-¡Nadie!- grita nerviosa, esperando que él no baje al recibidor -¡Solo un pájaro golpeando la madera!

-¡Muévete, que tengo hambre!

-¡Voy!... Mira, puedes decirle a Charlie que no podré ir por un tiempo, estoy bien, pero tengo que...

-¿Quién es el hombre contigo?- dice con un tono algo inquieto y una sonrisa torcida en incomodidad.

-... No es nada importante, solo... No le digas a Charlie de esto, no hay necesidad de preocuparla de más ¿Sí?

-No me has contestado, querida... ¿Quién es? No me voy a enojar si me respondes...- ella se quedó pensativa por sus palabras.

-... Es...

-¡Shirlat! ¡¿Dónde está mi comida?!

-Lo siento, Alastor. Por favor, no vuelvas ¿Sí? Yo iré cuando pueda.

Shirlat cerró la puerta, dejando atónito al demonio de la radio, cuando regresó al hotel, dejó el recado de la chica, pero tenía intenciones de volver al día siguiente y averiguar que estaba pasando. Al otro día, tomó el mismo sendero de la tarde anterior, pero esta vez había algo inusual. Gritos se empezaron a escuchar del lugar donde vivía la chica, Alastor fue capaz de reconocer la voz, por lo que sin descaro o paciencia, derribó la puerta principal con una de sus sombras, viendo una escena que le borró la sonrisa.

-¿Shirlat?- cuestiona Alastor, viendo a la chica siendo sujetada del cabello por otro demonio, dejando ver su ojo tuerto y varios cortes y moretones.

-Alastor... Yo...- el demonio la tira al suelo.

-Esto no te incumbe, largo de mi casa.

-¿Su...? Oh...- Shirlat baja la cabeza al ver que entendió la situación -Me disculpara usted, pero vine buscando a Shirlat.

-¿Qué?- el demonio levantó a Shirlat del cuello -¿Ahora andas de puta?

-No, yo...- la golpea.

-Sabes muy bien que soy el único que te puede tocar, maldita perra... Ahora dile a tu cliente en traje que no vuelva a...

-Lamento diferir...- dice Alastor, invocando un portal del cual salieron unos tentáculos que apartaron al atacante de la chica.

-¡¿Qué mierda esta pasando?!

-Yo soy el único que la puede tocar...- los tentáculos presionan con fuerza -¿Acaso no has visto bien al demonio que derribó tu puerta? ¿O no me conoces por mi nombre?

-... Eres el demonio de la radio...- dice con terror el demonio al verlo de frente, a lo que Alastor empezó a reír, junto con el sonido de una multitud emocionada.

-¡Respuesta correcta! ¡Su premio es un pase sin escalas al mundo del desmembramiento!

-¡Alastor! ¡Para, no es necesario!- grita Shirlat aterrada.

-Lo siento, querida, pero ningún ser que se haya atrevido a ponerte una mano encima merece mi piedad.

Esas palabras hicieron que el ser del portal jalara las extremidades del demonio, un festival de gritos que terminó en un baño de sangre, Shirlat no tenía palabras para lo que acababa de ver, estaba paralizada. Alastor cubrio a la chica con su saco, la levantó del suelo, saliendo de casa, y se la llevó al hotel, dónde Vaggie y Charlie inundaron al caballero de preguntas, pero él sólo se metió en una de las habitaciones, dejando a la joven en la cama y ayudándola con sus heridas.

-¿Porqué?

-Él merecía morir...

-¿Es todo lo que vas a decir?- Alastor estaba limpiando una herida en su frente -No tenías que desmenbrarlo, no tenías que matarlo...

-¿Y querías que me fuera de brazos cruzados sabiendo que ese desgraciado te hacía sufrir?

-Era mi padre, Alastor...

-¡No me importa!- toma su muñeca con fuerza -Solo yo puedo tocarte, nadie más es merecedor de tu tacto o tu atención, solo yo...

-¿Alastor?

-... Cuando te vi ahí... Fue la primera vez en años que sentí algo que no sentía en mucho... Sentí miedo... No quería perderte, no podía perderte...

-... No ibas a perderme... Él no iba a matarme, era muy inútil por su cuenta.

-Incluso si él no te mataba, no podía dejar que siguiera haciéndote sufrir sabiendo que algo andaba mal...

-... No pensé que te preocupara tanto...

-Eres el único ser en todo el infierno que se merece mi atención y protección. No iba a dejar que te alejaran de mi tan fácil, menos ese demonio al que llamaste padre...

-... A veces me pregunto si esta bien que me junte contigo- dice Shirlat en un tono triste, pero Alastor hace que ella lo mire.

-Nada evitará que trate de protegerte, incluso si no quieres. Haré lo que sea para que nunca te apartes de mi lado.

-Eso es... Algo egoísta...- responde Shirlat entre risas.

-Soy egoísta por ti. No te compartiré con nadie.

-¿Y que pasa si yo quiero estar con alguien más?- dice de forma bromista, pero Alastor solo toma su rostro, mirándola con tranquilidad y esa sonrisa que tanto lo caracteriza.

-Solo yo tengo derecho a tenerte y poseerte, así como tú eres la única con el mismo derecho hacia mí.

-Alastor... Tú dijiste que eres asexual y que nunca tendrías sexo en muerte, así como nunca lo tuviste en vida...

-Si tengo que tomar tu cuerpo para que nadie más lo toque, entonces lo haré.

-¡Alastor!- grita avergonzada.

-Mi Shirlat...

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