Personaje: James Norrington (Piratas del Caribe)

Advertencia: -

Tiempo: pasado (línea de tiempo desconectada de las películas)

Personaje: Blair Kellogg, cabello rebelde castaño, ojos verdes.

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Un hombre uniformado caminaba por los pasillos de la prisión de Port Royal, esa tarde habían capturado una pirata reconocida por haber navegando junto al llamado capitán Sparrow, su intención, obtener algo de información de la chica. El comodoro se detuvo frente a la celda de la joven, viendo como tocaba una pequeña flauta que colgaba de su cuello, pero se detuvo al sentir su presencia.

-Nos encontramos de nuevo, Srta. Kellogg.

-¿Porqué lo dice? Acláreme, su rostro me es familiar, pero no recuerdo su nombre.

-Se le acusa de relacionarse con el pirata Jack Sparrow y por robos menores- la chica alza la mirada, viendo bien al hombre fuera de su celda.

-Usted es Norrington ¿Cierto? Casi lo mate en el muelle, cuando Jack me llevó en el Perla. Debo admitir que me hubiera sentido mal de haberlo hecho, es bueno en combate.

-Kellogg, fue sentenciada a treinta años en prisión siendo que entre su lista de crímenes, ha realizado más de un acto en favor y protección a la corona. Si quiere reducir esa sentencia, nos ayudará a encontrar al nombrado pirata, quien...

-Debe ser arrestado y sentenciado a la horca por crímenes de piratería contra la corona inglesa. Mire, caballero, por muy atractivo que sea, no tengo intenciones o algo útil de hablar hoy. Tal vez mañana.

-Veo que no entiende su posición... Debería considerase afortunada- James llama a un guardia para que abra la puerta.

-Que miedo, entró a mi celda...- dice, dándole la espalda, pero James la levanta del brazo -¡Hey, cuidado!...

-Tengo el poder de hacer lo que quiera con usted y ahora vendrá conmigo. No luche y tendré piedad, tal vez lleguemos a un acuerdo para usted.

-Creo que soy lo bastante inteligente para saber que no hay beneficio en esta oportunidad de ayudar.

-Ya veremos eso...- dice con una sonrisa burlona.

La chica es esposada de las muñecas, arrastrada del brazo fuera de su celda, llevada al puerto y subida a uno de los navíos que se encontraban listos para zarpar. James la hace entrar en su oficina en el barco, encerrándose con ella en el cuarto, Blair notaba cierta tensión en el aire, teniendo la necesidad de escapar por la ventana.

-Nisiquiera lo pienses...

-Eres un hombre observado, nunca pensé que sería así. Menos cuando desvíe el disparo su pistola.

-Incluso cuando sé que fue usted quien me salvo de morir ahogado en aguas españolas...

-Más observador de lo que pensé, definitivo.

-Ahora...- se acerca a una mesa con un mapa -Me indicaras donde Sparrow tocará puerto.

-¿Qué beneficios tendría?

-Considerando que el capitán Sparrow te dejó abandonada a tu suerte para ser arrestada por delitos menores, mientras él se llevaba múltiples joyas en su barco... Diría que tienes suerte de hablar conmigo.

-¿Porqué? ¿Por ser un encanto con las damas?

-Por ser más piadoso que el hombre que iban a enviar en mi lugar...- se acerca a ella -Coopere y podría beneficiarse.

-... Aunque tenga ganas de compartir esta información por propia satisfacción... Probablemente le diga algo tonto que usted ya sepa...- James la jala, quedando a centímetros de su rostro.

-Pruebame- la chica tenía un leve tono rosa en sus mejillas.

-... Jack Sparrow posee una brújula...

-La brújula rota, ya la he visto...

-No rota, solo no apunta al norte...

-¿De qué le sirve una brújula que no apunta al norte?

-No necesitas buscar el norte si tu brújula apunta a lo que deseas encontrar... Si sabe que quiere Jack, sabrá dónde empezar a buscar, pero para su desgracia, no sabe qué es ni dónde esta.

-¿Y qué quiere Jack?

-Ser recordado o vivir para siempre, como cualquier persona querría. Hay lugares malditos que pueden ofrecer tales deseos...

-¿Y tú los conoces?

-El hecho de que él me dejara a mí suerte es una gran pérdida para él.

-¿Acaso usted tiene algo que le favorece en sus viajes a estos... Lugares malditos?

-Conozco lugares... Por sueños y visiones... Puede decir que soy una bruja si lo prefiere- James se muestra confundido -¿Le sorprende que no sólo tenga robo en mi corta y balanceada lista de crímenes?

-No parece una bruja... Es muy atractiva como para serlo.

-¿Está coqueteando, comodoro? Había oído que su corazón le pertenece a otra mujer.

-¿A dónde se dirige Jack Sparrow?- dice James con seriedad.

-Está buscando una isla maldita. Posee una laguna de un antiguo poder que concede deseos, pero con un sacrificio.

-Eso es solo una vieja leyenda, un cuento de marinos, no puede ser real...

-¿Eso dijo cuando vio hombres muertos caminando por su nave cuando fueron a la isla de la muerte?...

-¿Busca asustarme?

-No en realidad, pero sabiendo que probablemente sea colgada por bruja, no tiene gracia esconder mis chistes ¿Cierto?... No tengo nada que perder.

La chica se sentó en una de las sillas, volviendo a tocar su pequeña flauta, en ese momento entra un hombre preguntando por rumbo, James discute con él sobre el curso que deben tomar. Entonces un cañón suena, Blair mostraba cierta sonrisa burlona en su rostro; los tres salieron de la habitación, siendo la joven arrastrada por Norrington, viendo el Perla Negra.

-Ese maldito...

-¿Acaso le sorprende?...- dice Blair en burla.

-Señor...- le pasan un telescopio, viendo una balsa que viene con el capitán y algunos hombres -Parece que quiere negociar...

-Para cambiarme por algo que quiere, probablemente, y como dije, un idiota por dejarme.

-¿Porqué querría negociar a una mujer? Creen que trae mala suerte. No creo que se arriesgué tanto por...

-Déjenlo venir, veamos que tiene que decir el llamado "capitán"

Jack subió a la nave por la escalera de cuerda, sosteniendo un cofre en sus manos, seguido de algunos hombres, entre ellos el Sr. Gibbs. Quienes fueron escoltado frente al comodoro Norrington, quien aún mantenía a Kellogg a su lado, quien se mostraba algo indiferente ante la presencia de los piratas en la nave.

-Hey, Blairle...- la chica lo patea en la rodilla, Jack responde con dolor -Veo que estas enojada...

-¿Tú que crees? Incluso prefiero que me ahogue o cuelguen antes de hacer esto de nuevo- James muestra cierto desconcierto, pero manteniendo su postura.

-Blairle, sabías que volvería, siempre vuelvo...

-¿Y crees que me alegra cada vez que me has dejado a mi suerte para luego negociar? Que vuelvas, no quita que seas un dolor de espalda, como cuando te robaste mi flauta pensando que estaba hechizada.

-Ese fue un error inocente, nada más... Hola, James ¿Cómo te va?

-No muy bien, gracias ti. Y siendo así, debería arrestarte y hacer que te cuelguen, pero tengo curiosidad... ¿Cuál fue tu necesidad de atacar mi barco?

-No fue un ataque, fue un llamado, como tocar la puerta... En fin, tengo esto, que como sabrás, son cosas que me robamos del hogar del gobernador...

-¿Qué quieres?

-Regresame a la chica y estas reliquias o lo que sea, regresarán contigo a Port Royal ¿Savy?

-... ¿Es todo? ¿Solo a la chica? ¿De todo lo que podría pedir?- dice uno de los hombres del Comodoro.

-Mujeres, no puedes vivir con ellas, pero tampoco sin ellas- dice Jack calmado.

-¿Lo dices por los dones de esta dama o por los secretos que oculta por ti?- cuestiona James, siendo consciente de la información que le dio Kellogg.

-... No tengo... Idea de lo que hablas... Solo es mi amuleto...

-Que pobre oferta, te daré una mejor si no quieres ser arrestado en este momento... Regresame las joyas de la familia Swan y te daré dos horas de ventaja.

-... Te faltó algo en el trato...

-No voy a negociar a la joven Kellogg, considerando que estoy tratando una propuesta de liberación para ella gracias a la información que me dio.

-¿Qué le dijiste, Blair?

-No le corresponde saber eso...- interrumpe James -Decide Sparrow, las joyas por tu ventaja, o rendirte y aceptar tu muerte en la horca...

-... ¿Podemos poner para dos días?

-No...- responde con firmeza, Jack se acerca a Gibbs buscando consejo, para luego mirar.

-Aceptó tu trato...- Norrington extiende su mano, Jack la estrecha con algo de incomodidad.

-Dos horas... Deja las joyas y largate. Si nos engañas, no dudaremos en seguirte.

Jack dejó el cofre en las manos de uno de los soldados, regresando a su balsa junto a sus hombres de vuelta al perla; Norrington reviso las joyas antes de mandarlas a guardar, ordenando que nadie lo molestará durante las próximas dos horas de no ser una emergencia, llevando a la chica a su habitación. Él cerró la puerta tras de si con seguro, Blair tenía una mueca en su rostro, viendo el posible resultado de esta conversación.

-¿Porqué la cara?

-Ya conozco esta rutina y es algo aburrida.

-Sabrás entonces para que nos pedí privacidad.

-Un presentimiento, pero de un interrogatorio en una celda...

-Usted quiere su libertad y yo necesito el siguiente paso de ese rufián. Puede darme la ubicación de esta isla a la que se dirige y le puedo dar una propuesta que la beneficiará.

-Sí, la propuesta que le dijo a Sparrow que me daría... Dado mi tiempo con usted, tal vez tenga la piedad de dejarme sola y encerrada en una isla desierta.

-Eso sería mucho para usted...- toma sus muñecas, quitandole las cadenas.

-¿Qué hace?- James se pone de rodilla, sosteniendo sus manos.

-La forma más fácil de liberarla de su castigo por sus delitos menores, sería casándose conmigo y que la corona le otorgue el perdón por su ayuda...

-¿Qué?

-¿Acaso la sorprendí?- dice burlón.

-Pero aún sería sentenciada por brujería...

-Yo soy el único que sabe de ese delito... Esta es mi forma de liberarla de su sentencia, la ubicación por mi mano.

-... No tomaré un corazón que ya tiene dueña, no soy tan atrevida... Por mucho que me interese- dice lo último en susurro.

-Blair...- él la mira paciente -Este corazón no tuvo dueña hasta que volvió a latir...

-¿De qué habla?- él se pone de pie.

-Me siento cautivado por usted, no lo voy a negar. Desde que la vi la primera vez en el barco, sentí una fuerte admiración y deseo. No tengo intenciones de revelar su secreto, pero si no me ayuda a atraparlo, tendré que enviarla a prisión... Dígame dónde...

-... Este...- responde resignada -Deben ir al Este, siguiendo un patrón estelar, la forma de un ave en cielo... Y una estrella en la punta de su pico...

-... Gracias...

-Te estas condenando a vivir con una bruja en el mismo techo...

-Considerando que usted acepto mi propuesta, no creo que piense eso.

-No la acepte...- él la toma de la cintura, acercandola más.

-De ser así, no me habría dado un rumbo.