Como Marta
Personaje: SCP-2241 (SCP [Cameron el Cruzado])
Advertencia: -
Tiempo: actual
Protagonista: Darla, psicóloga, ojos azul y café, cabello rojizo ondulo hasta la mitad de la espalda
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Primer día de observación, la doctora entra en la habitación junto al Dr. Valdez, viendo al niño que jugaba con algunos juguetes en el suelo, Cameron se acercó confiado al doctor pero inquieto por la joven. Los tres se sentaron en la mesa, el chico estaba algo incómodo por la presencia de la desconocida, jugaba constante con sus manos y mantenía la mirada baja, por lo que Valdez tomó la palabra.
-Cameron, ella es la Dra. Darla Smith, psicóloga, especialista en el comportamiento.
-¿Porqué está aquí?
-El Dr. Valdez me llamó, quiere saber el porqué de tu comportamiento de hace unos días.
-No hice nada de lo que deba arrepentirme.
-Cualquiera dice eso, pero aún así... No entendemos el motivo de lo que hiciste, sin mencionar que es grave. Por eso ella está aquí- dice Valdez.
-Cameron... Siendo que estas bajo la custodia de la fundación, el Dr. Valdez está aquí para interferir o hacerme saber de algo sobre ti que no quieras hablar, pero si te incomoda contestar la pregunta, puedes decirlo y pasaremos de la pregunta ¿Esta bien?
-... Sí...
-Muy bien, ¿Cómo dormiste?
-Bien...- dice frío.
-Tu tono no dice lo mismo, ¿Algo de lo que quieras hablar?
-No...
-Está bien...- se sorprendió un poco al escuchar esa respuesta -¿Qué te gusta hacer?
-Creí que... Iba a insistir que hablara...
-No puedo obligarte, va en contra de mi juramento, sin mencionar que esta comprobado que forzar las cosas solo empeora la situación, solo puedo convencerte de hablar... ¿Aún no quieres hablar de eso que te molesta?
-No...
-... Escuche que te gustan los superhéroes...
-Sí, yo podría ser como Jean Grey, porque ella controla y mueve cosas con la mente, puedo cambiarlas también, pero no puedo mover cosas grandes- dice lo último desilusionado.
-La práctica hace al maestro, ella aprendió a usar sus poderes con la ayuda Xavier. Tal vez el Dr. Valdez no tenga poderes, pero sé que quiere ayudarte a descubrir que más puedes hacer.
-¿Cree que pueda ser tan genial como ella?
-Con la dedicación adecuada, puede que seas mejor incluso.
-Genial... Parece agradable, doctora.
-Puedes llamarme Darla.
-Es un bonito nombre, Darla.
-Gracias, Cameron. El tuyo también.
Esa sesión paso tranquila, y con el tiempo, Darla había logrado que Cameron se abriera con ella, contándole sobre sus padres y él tratando de ser el niño perfecto para ellos, en algunos momentos hubieron lágrimas, ella lo consolaba y Valdez quedaba en un segundo plano. Varios meses después, al final de la sesión del día, el chico se despidió con un abrazo de ella y una movida de mano hacia el científico; aunque al salir ellos, sus ojos fueron directo hacia la ventana donde estaban ellos hablando, queriendo escuchar su conversación, por lo que se pego a la pared.
-Dra. Smith, es peligroso que continúe visitando a Cameron. Esta haciendo que sus emociones lo dejen llevar, eso lo podría poner en riesgo.
-Con todo respeto, creo que es bueno que se abra a nosotros, no es bueno que un niño cargue ese tipo de emociones tanto tiempo.
-No digo que dejará de tener estas sesiones, solo que usted no las impartirá más.
-¿Qué?- dice Cameron sorprendido y continúa escuchando.
-¿Al menos dejara que él decida eso?
-Es muy joven para entender que es lo correcto. Darla, comprenda, aún debemos entenderlo para evitar que sus poderes lo lastimen o que lastimen a otros, pero tampoco podemos dejar que los liberé por sentimentalismo.
-Hay diferencias entre hacer algo bueno y hacer lo correcto. Él debe aprender a tomar decisiones, no puede quitarle eso.
-Lo siento, es decisión de los superiores. Ya no verá a Cameron.
-... ¿Porqué dicen que es peligroso que lo siga viendo?
-... Creo que... Por cómo se comporta... Podría estar viendo alguien a quien proteger... Puede que empiece a verla como la madre que no pudo tener, como Marta...
-El nombre del madre adoptiva de Superman... Y madre fallecida de Bruce Wane... No había considerado esa opción, tal vez sí me abrí mucho con él...- Cameron se sentía preocupado por las palabras de Darla en ese tono triste -Tendré que... Controlarme más para que no se encariñe demasiado...
-... Hasta entonces y hasta que Cameron pierda el apego reciente a usted, podrá verlo de nuevo.
-Supongo que tendré que aceptarlo.
Cameron escuchó como se alejaban en el pasillo, se sentó en el suelo triste y tenso, cuando al fin pudo conectar con alguien, la apartan de él, ella no pudo hacer nada, ella no había hecho nada malo, sin embargo los separan. El niño no quería que la apartaran de él, al fin tenía a alguien que lo apreciaba y se la querían quitar, pero no sé quedaría de brazos cruzados; al día siguiente, llegó Valdez con un nuevo doctor.
-¿Dónde está Darla?
-Ella tuvo que irse, tenía un asunto que atender en otra área de la organización.
-¡Miente!- algunas cosas flotaron -¡Quiero verla!
-Cameron, ella ya no puede verte, estás formando un apego hacía ella.
-¡No me importa!... ¡Quiero que ella me hablé!
-Ya hemos pasado por esto, lo superaras.
-¡No quiero superarla! ¡Quiero verla!
Se teletransporta fuera del cuarto, comenzando a correr, buscándola y esquivando guardias, usando sus poderes para distraerlos o derribarlos, cada pasaje se hacía eterno, pero entonces la vio. Darla estaba saliendo de la cafetería, charlando con un científico, a Cameron le molesto verla así; estaban por estrechar sus manos, pero el niño empujó al hombre con su poder.
-¡Cameron!- él corrió a ella y la abrazó.
-¡No me vuelvas a dejar!
-Cameron, hay... Hay veces que la decisión correcta no lo parece, pero este es el caso. Soy una psicóloga, no puedo...
-¡No!... Quiero que te quedes conmigo, no me dejes solo... Por favor...
-... No puedo...- él la mira suplicante -Te has apegado a mi, no puedo ayudarte si me ves con esos ojos.
-Por favor... Se mi mamá, se como Marta...
-Cameron...- un guardia le lanzó un dardo al niño, pero él lo detiene.
-¿Ves?...- el dardo flota hasta su mano -No te preocupes, yo te protegeré.
-Cameron, por favor...
-Ahora puede entender mi potencial... Puedo protegerte...- le clava el dardo en el brazo.
-¡Ay!... Cameron...
-Como Clark Kent a su madre... Mi Marta.
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