-¿Que? ¿Dónde estoy?- Desperté en una habitación oscura, las luces apagadas, ninguna ventana. Me levante de la cama intentando parpar las paredes por si encontraba el interruptor, nada.- ¿Se puede saber que esto? Esta no es mi habitación.-Empecé a dar golpes contra la pared. Al cabo de unos minutos dando golpes escuche un grito de mujer el cual me sonaba muy familiar. ¡Diablos! ¿Se puede saber dónde estoy?- Tranquilízate Alba.-Me dije a mi misma.-Intenta recordar que hiciste ayer.

Llegue a mi casa después de la escuela y me senté en el sofá, estuve viendo la tele, hice los deberes, cene y me fui a dormir. ¡Nada más! ¡Imposible! Debe de haber algo más que hice para acabar así… ¡Espera! ¡Ya lo tengo! Esto debe de ser una pesadilla. Es lo único que puede ser. Intente dormirme, siempre de pequeña me decían que si tengo una pesadilla y quiero despertar tengo que dormir. ¡Joder porque no funciona! Me levante de nuevo de la cama. Al cabo de un rato volví ha oír un grito esta vez perecía de un hombre el cual también me resulto familiar. Poco a poco mis ojos empezaron a acostumbrarse a la oscuridad. Fue lo peor de todo en el suelo había lo que parecía un charco de sangre, mire hacia la pared y en letras rojas ponía: Tú eres la siguiente.

-¡¿Que está pasando aquí?!- Empecé a retroceder hacia la pared. Esto no puede estar pasando. Oí unos pasos que venían hacia la habitación, se abrió de golpe y delante de mi apareció un hombre junto con un cuchillo.- ¡Por favor no me hagas nada!-Empecé a gritar y a llorar.

-Demasiado tarde.- Dijo ese hombre.- Muy pronto estarás junto a tus padres.

-¡LOS GRITOS ERAN ELLOS!-Cuando estaba a punto de apuñalarme me desperté. Volvía ha estar en mi casa todo parecía normal, fui a ver a mis padres en su habitación.

-Papa… Mama… ¡¿Que os han hecho?!- Ambos estaban acuchillados con los brazos y las piernas mutilados. Des de la calle oí un grito.

-¡¿CREIAS QUE SOLO ERA UNA PESADILLA?!- Era aquel hombre de mi sueño.

Desde ese día vivo en un psiquiátrico con gente como yo y otra gente que me ayuda. Para ti que lees esto ¡Cuidado! No vayas a tener una pesadilla, nunca se sabe si va a ser real.