La muñeca

Hay historias que pueden parecer falsas o imaginarias, pero esta no. Todo empezó el día que convencí a mi amiga Abigail para ir a una convención de comics.

-¡Por fin llegas Abigail!- Dije impaciente.-Normalmente eres puntual. ¿Qué te ha pasado?

-Nada, es que no tenía ganas de venir.

-Oh muchas gracias yo también te quiero.- Le conteste molesta.

-Es broma, no te enfades. ¿Entramos?

-Si.

Cuando por fin entramos al cabo de media hora fuimos a mirar las paradas que vendían muñecos y figuras.

-¿Esto no era una convención de comics? Hay muchas más figuras y peluches que comics.- Dijo Abigail.

-Es que en las convenciones también dan mucha importancia al merchandising de los comics y mangas.

-Merchand-que?

-La venta de objetos basados en el comic o el manga.

-Aaaaah.-Me dijo fingiendo prestarme atención- Una pregunta.

-Dime.

-¿De que comic o serie es esa parada?

Era bastante extraña, apenas tenía figuras o comics basados en series. Es mas no reconocía ningún objeto de los que tenían.

-¡Mira esa muñeca! Es preciosa.-Dijo Abigail.

-Si…-Era bastante extraña, era toda de porcelana con un vestidito azul roto.- Bueno vamos a mirar a otro sitio.

-¡No! Espera vamos a comprarla.

-Está bien…

Cuando acabamos de la convención volvimos cada una a su casa Abigail se quedó con la muñeca.

Esa misma noche me llamo muy asustada.

-R-Reiko…-Dijo Abigail- Tengo mucho miedo.

-Son las tres de la mañana, ya puedes tener una buena explicación para llamarme a estas horas- Dije adormilada y enfadada.

-Hay algo en mi casa… Estoy encerrada en mi cuarto y fuera se oye una melodía muy tenebrosa y una voz muy aguda cantando.

Debe de ser una broma pensé.

-Abigail tengo mucho sueño no tengo tiempo para bromas.-Le conteste cabreada.

-¡NO es una broma! He oído gritos y oigo la melodía cada vez más fuerte. Debe de ser la muñeca… Es lo único que se me ocurre.

-Abigail voy a colgar como no dejes de bromear.

-¡NO! Todo menos eso, no cuelgues, si cuelgas vendrá.

-Está bien…-Parecía tan asustada que no era capaz de colgar el teléfono- Dime todo lo que ha pasado.

-Pues… Llegue a casa y les enseñe la muñeca a mis padres, les gusto bastante, y dijeron que la pusiera en el salón. Me fui a dormir y todo parecía normal pero empecé a escuchar ruidos, golpes y esa melodía… ¡JODER! La melodía cada vez es más fuerte y creo que viene hacia aquí. Debí hacerte caso y no comprar la muñeca.

*se oyó un chirrido*

-Reiko… está aquí es la muñeca viene a por mí.- Cada vez sonaba más asustada y tensa.

Yo también me empecé a asustar.- ¡CORRE! Salta por la ventana o lo que sea, huye de ahí ¡Esa muñeca no hacía más de quince centímetros puedes romperla!

-N-no puedo- Dijo tartamudeando.- Pierdo mi fuerza, las piernas no me responden… Apenas puedo hablar… Adiós Reiko… Espera hasta mañana y si sigue aquí destruye la muñeca.

-Abigail si esto es una broma te estás pasando mucho…

-No es una broma, no tengo más tiempo… Destruye la muñeca por favor…-En ese momento yo también empecé a oír una melodía- No quiero que nadie sufra como yo, adi…-Se cortó la llamada.

-¡ABIGAIL! ¡CONTESTA AHORA MISMO!-Empecé a gritar y a llorar- A-Abigail…

-Reiko no grites a estas o… ¿Por qué lloras?- Era mi padre.

- Abigail esta… en su casa… la muñeca.-No podía ni acabar bien las frases.

Cuando conseguí tranquilizarme les explique todo a mis padres.

 -Tranquila si quieres ahora mismo te llevamos a casa de Abigail- Me dijeron.

-Gracias… ¡Vamos!

Casi prefería no ir, toda la casa estaba envuelta en cinta policial,  pregunte a un policía de los que patrullaban la casa. Me dijo que un vecino los había llamado ya que se oían unos gritos horribles. En ese instante vi como llegaban unas ambulancias y entraban en ellas tres cuerpos tapados, era evidente que eran Abigail y sus padres. Todo coincidía con lo que me decía Abigail por teléfono.

Más tarde fui a hablar con un policía sobre el caso. Le pregunte si habían encontrado una muñeca, el policía me miro sorprendido y me dijo que la principal pista era una muñeca manchada de sangre que encontraron en la habitación de Abigail, al verla me quede blanca. Les dije todo lo que había pasado, al principio no me creyeron pero por suerte conseguimos recuperar la llamada. Decidieron guardar esa muñeca en una caja fuerte por seguridad.

Esa es mi historia, han pasado ya cinco años y no he vuelto a saber de esa muñeca, espero que siga en esa caja fuerte. El caso nunca quedo resuelto, se determinó que Abigail fue la última en morir así que dijeron que ella sufrió un ataque de locura y fue ella la culpable. Pero yo no lo creo así hasta el día de hoy sigo creyendo que fue esa muñeca.

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