La historia del Jinza👌
ESPERANTIO, XX de XX del XXXX
Nos situamos en los barrios bajos de la ciudad antes mencionada, muy cerca de la entrada al Mercado Negro de ésta.
En un edificio semi-abandonado, en el tercer piso, tras una puerta metálica oxidada que era rodeada de paredes de ladrillo carcomido, se encontraban dos personas, un joven y un hombre;
El hombre, quien pasaba los 40 años, de cabello algo largo color verde al igual que sus ojos, cuyo iris y pupila se asimilaban a los de un reptil, se encontraba recostado en un colchón sucio del suelo, respiraba con pesadez mientras sujetaba con fuerza unas vendas ensangrentadas de su pecho. Parecía bastante jodido a decir verdad, y con una expresión de molestia, apretó sus colmillos al igual que el agarre de sus vendas. Su nombre, era Clyde Kodeilos, un exmilitar que fue dado de baja debido a su múltiples razones, mantenido bajo vigilancia por su don, un quirk, de tipo mutación, llamado "Rey cocodrilo" el cual, tal como indicaba el nombre, le permitía convertirse en gran cocodrilo furro, quien poseía una tremenda fuerza física y resistencia al daño debido a sus gruesas escamas, sin contar su poderosa mordida. Clyde era su nombre, pero era mayormente conocido por el apodo de;
"Sobek"
— Esto es una mierda... —murmuró con una voz ronca antes de fruncir el ceño aún mas— Putos héroes —maldijo, para posteriormente mirar de reojo a su lado— Escucha niño... No me queda mucho tiempo...
Junto a el, se encontraba un joven de piel blanca, con expresión de sueño y despreocupación que era acompañada por unos ojos de iris negro, cuya ceja izquierda era dividida en dos por una pequeña cicatriz en la misma. Este joven, tenía sobre su cabeza tres pares de cuernos, cabello blanco, corto y alborotado, una cola, y una altura bastante considerable, quien se encontraba sentado en una silla, mientras movía su cola de lado a lado de forma lenta, arrastrándola por le piso. El nombre del joven aDuLto, era Jinzaburo Tako, con un quirk llamado "Mutación de huesos", el cual le permitía cambiar la forma de sus huesos a su antojo.
¿Era el protegido de Clyde? ¿Aprendiz tal vez?
No. No.
— Cuando yo muera —hablo el rey cocodrilo— , tu serás el responsable de lo que suceda después con el nombre de "Sobek"...
El joven Jinza asintió— Debería saber, que tengo planes para ello... —respondió con un tono de voz tranquilo antes de esbozar una pequeña sonrisa— No se preocupe por eso, señor...
— No olvides, todo lo que te he enseñado... Y por favor, si algún día vuelves a esa maldita ciudad... —hablaba Clyde, mas fue interrumpido por el contrario;
— Arrasa con todos los héroes, claro... —contestó con un tono burlón antes de levantarse de su asiento para acercarse lentamente al hombre de cabello verde— Usted puede estar tranquilo...
Sobek afiló su mirada y volteó a verlo, antes de decir con un tono completamente serio:
— ¿Ya te vas? Quiero morir yo solo en este edificio de muy mala muerte, que huele a rata y a basura...
Jinzaburo abrió sus brazos a la par que caminaba, haciendo que Clyde lo mirara confundido
— ¿Qué haces? —cuestionó con agresividad el viejo sabroso de cabello verde, mirándolo, a la defensiva
Sin decir nada, el joven de cuernos lo abrazo con fuerza, a lo que Sobek abrió sorprendido sus ojos
— Jamás agradecí por todo lo que hizo por mi... —dijo Jinza con su mirada al frente
Clyde, claramente sorprendido lo miró de reojo
— Me dió un propósito en la vida... —continuó Jin, mientras apretaba el abrazo— Me enseño lo que puedo hacer con mi don...
Sobek chasqueó la lengua, y con un brazo correspondió el abrazo con algo de duda. Le dió un par de palmadas, sintiendo gran incomodidad por el contacto físico
— No me agradezcas, ví el reflejo de mi mismo en ti...
Sin embargo, el momento fue interrumpido por el ruido de carne siendo atravesada, acompañada de un chorro de sangre que manchó el piso y pared
Clyde escupió sangre, y posteriormente sonrió ampliamente, mostrando sus afilados colmillos
— Hijo de... —tosió, manchando de sangre la sudadera blanca de Jin— La gran-dísima... Perra...
— Me enseñó a ser mejor que usted... —dice el joven de cuernos, quien mantenía una gran estaca hecha con sus propios huesos, la cual salía de su brazo
Estaca la cual atravesaba al Rey Cocodrilo de lado a lado, del pecho a la espalda, pasando entre ambos pulmones y corazón, ocasionando que una considerable cantidad de sangre brotara del cuerpo Clyde, mientras que este apretó con sus pocas fuerzas la sudadera de Jin, intentando herirlo de alguna manera, sin tener éxito.
— "El mas fuerte gana"... —dijo el joven de cola y cuernos, antes de regresar su hueso a su lugar, manchando aún mas su sudadera y un poco de su cara, a la vez que el cuerpo de Sobek cayó al suelo, mirando al chico albino.
Clyde respiró con demasiada dificultad, apenas lograba tomar aire, mientras que lentamente su visión se nublaba. Intentó hablar, mas solo soltó ruidos de ahogamiento, producto de la sangre que yacía en sus pulmones
Jinzaburo esbozó una media sonrisa, mostrando sus colmillos, antes de que todo se pusiera negro
Minutos mas tarde, el edificio se encontraba en llamas.
Varios curiosos ya se habían acercado, formando un círculo alrededor del edificio. Sin embargo, no eran las llamas lo que se llevaba la atención, no... La atención se la llevaba algo mucho más pequeño; la cabeza de Clyde yacía en el medio de la calle, bajo una nota escrita con sangre en un papel tan maltratado como se es posible.
Simplemente, el pequeño mensaje decía:
"El sucesor de Sobek está aquí."
Durante la próxima semana, el incendio y la cabeza de Clyde Kodeilos, alias Sobek, inundaban las noticias de la ciudad.
Exactamente, 7 días tras la muerte de Clyde, Jinzaburo hizo su debut como el nuevo Sobek;
Algo tan simple como un asalto al banco, le dió al joven de cuernos la bienvenida que buscaba.
Entró, se encargó de los guardias, y sacando huesos de sus brazos en forma de guantelete, un cráneo de su cabeza con la forma de cabeza de cocodrilo, y finalmente varias espinas de su cola, el se acercó a las cajas a la vez que dijo:
— Le harían un favor a Sobek si empezaran a gritar en este momento...
Tomó el dinero de la entrada, y con ayuda de un par de rehenes, el bastardo salió caminando con calma y una media sonrisa en su rostro, quitando los huesos que usaba en su cara para que así lo conocieran, bajo la amenaza de matar a ambos civiles si veía movimientos bruscos por parte de los héroes y la policía.
Así pues, escapó entre los callejones, y posteriormente, por la alcantarilla, acompañado de suficiente dinero como para vivir bien por unas cuantas semanas.
Jinzaburo volvió a los barrios bajos, en donde consiguió un cuarto de mala muerte que olía a sustancias ilícitas, y de ahí, comenzó a hacer trabajos a cambio de dinero, como todo buen... ¿Mercenario? ...
Secuestros, interrogaciones, guardaespaldas, asesinatos, robos, cualquier cosa que se le era encargada, el nuevo Sobek la cumplía sin fallar, haciéndose conocido rápidamente por ser una infame máquina de matar a la hora de la verdad, sin una sola pizca de duda a la hora de arrebatarle la vida a alguien; usando su quirk, Jinza era capaz de soportar una considerable cantidad de daño al reforzar sus propios huesos, teniendo debajo de la piel una armadura que podía hacer cambiar de forma, la cual ese tipo aprovechaba al máximo; además, de un arsenal de armas blancas que podía sacar con su quirk por fuera de su piel
El no tenía piedad con nadie que no fueran niños, y no tardó mucho para que los nombres "Jinzaburo" y "Sobek" se hicieran conocidos alrededor de la ciudad
Con el paso de los meses, Jinza estuvo en la mira de los héroes, mas este Sobek no perdía el tiempo, y no le importaba usar estrategias tan, pero tan sucias, con tal de poder ganar. En una pelea contra el, era necesario esperar lo inesperado
Sin embargo, la organización de villanos que se encontraba en la ciudad puso también en la mira a este nuevo Sobek, era una de esas personas que conviene mas tener de amigo, que de enemigo; lo que hizo que enviaran a alguien para hablar con eo
¿Justicia? Nah
¿Destino? Tampoco
¿Dinero? Meh... Quizá
¿Fama? ... Desde luego que si...
Nada hacia mas feliz a Sobek que ver a las personas temblar al solo pronunciar su nombre... Respeto, a través de miedo, cosa, que Jin estaba orgulloso de tener.
Encontrarlo no fue lo más fácil, pero luego de intercambiar palabras, Jin se encontraba de camino a la guarida villanezca de los malos, una casa en el bosque que servía como fachada para la verdadera base, la cual se encontraba unos metros bajo tierra.
Fue cordialmente bienvenido por un grupo de los malos malosos principales, sin embargo, es necesario el uso de la censura para estos mismos, a excepcion de unos cuantos, el resto, solo se veían como sombras.
Luego intercambiar palabras, una que otra amenaza indirecta, y un media sonrisa de desgraciado por parte de Sobek, este se unió a lo organización de villanos, siendo un miembro a quien era difícil de mantener quieto... Bueno, en parte...
Uno de los miembros de la organización, se llamaba Vilhemo Schupman, poseedor de un quirk el cual le permitía controlar a una persona tras decir una palabra clave de la misma, palabra que tenía un gran valor emocional...
¿Y quién diría que la palabra de Jinzaburo, era su propio apodo, "Sobek"?
Pero, con su unión a la organización, Jin se volvió uno de los mas buscados por la ciudad.
¿Una distracción a gran escala? Sobek podía hacerla.
¿Un secuestro a plena luz del día? Sobek se encargaba.
¿Protección? Sobek.
¿Ataque? Sobek.
Sobek, Sobek, SOBEK
Bastaba con que estuviera de ánimos para que fuera a hacer cualquier cosa que se le pidiera, y el resto, es historia... Historia que no terminó del todo bien para el.
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