-Creí que sería mejor hablar primero contigo, no se que reacción podría tener Viktor, yo no creo mucho en ella -hablo Nathalie, para luego tomar un poco de su taza con té.

-Gracias por decírmelo, Viktor se alegrará de escuchar que su madre viene a verle, que viene por él, sé que Viktor tratará de entenderla y también sé que, a pesar de todo, él no le guarda ningún rencor -la voz de Yuuri sonaba amable, tratando de contener la alegría que sentía al saber los deseos de la señora Nikiforov. 

-Gracias Yuuri, has tenido que soportar tanto por ellos y aún así tu tampoco muestras rasgos de rencor -la mujer tomó la mano del chico y sonrió. 

-No logro entender por todo lo que Viktor ha pasado, porque tuve unos padres amorosos y que respetaron mi destino, pero siempre había tenido la esperanza de que mis suegros volvieran a mi Viktor -apretó la mano de Nathalie y le devolvió la sonrisa. 

-¿Por qué están hablando sobre ello? -preguntó Viktor entrando a la cocina. 

-Tenemos noticias importantes, ven siéntate cariño -dicho esto, Viktor hizo caso a la mujer y se sentó a su lado -Tu madre quiere verte-.

Viktor observó asombrado a la mujer, para luego ver a Yuuri quien se encontraba sonriendo.

-¿Quiere verme? -preguntó inseguro. 

-Ella ha hablado conmigo, dice que tiene tanto que hablar contigo, sabe que ha pasado mucho tiempo, pero de verdad espera que puedas recibirla para aclarar todo lo que ha pasado -volvió a hablar Nathaniel. 

Yuuri tomó la mano de su marido, tratando de transmitirle su apoyo, quería ver a Vitya feliz. Por su parte, este apretó el agarré de su manos y se quedó en silencio. 

No sabía que pensar, habían sucedido tantas cosas, había sufrido tanto, que no quería volver a sentir todo aquel desprecio que sus padres le habían profesado ante sus decisiones. 

-Se lo que estás pensando Viktor, pero tu madre estaba llena de codicia y envidia, queriendo cada vez más y más a como diera lugar. Cuando conocí a tu madre, era una mujer tenaz, llena de sueño por cumplir, llena de liderazgo y poder sobre sí misma, Yarolav la cambió por completo, le dio todo lo que quería y entonces tu madre no vio porque seguir siendo la mujer que había luchado tanto. Ahora sabe que nunca debió haberse dejado manipular por ese hombre - Nathalie apoyó su mano en el hombre de Viktor tratando de reconfortarlo. 

-No estoy seguro de querer verla, no me siento seguro, no quiero volver a sufrir -agachó la mirada y trató de contener las lágrimas.

Yuuri se paró de su asiento y lo abrazó. 

-Sólo yo sé cuanto has sufrido todos estos años, Amor Mío, pero yo también soy el único que ha visto como te has levantado ante los golpes que te ha dado la vida -susurró el japonés en el oído de su esposo -Pero quiero recordarte que no estás solo, que tienes una gran familia que te apoyará en todo momento, que te amará y que te demostrará que puedes con todo y contra todo, necesitas hablar con ella, saldar cuentas, ser feliz-. 

-Gracias -fue lo único que pudo decir, antes de abrazar a su cerdito. 

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-¿Hablaras con tu madre? -preguntó sorprendida Alena. 

-Así parece, ha hablado con Nathalie, quiere hablar conmigo, aclarar cosas, cerrar ciclos y abrir nuevos -Viktor tomó a su niña en brazos y la sentó en sus piernas. 

-Eso es genial, al fin se dignó a hablar con su hijo- la niña se cruzó de brazos e hizo un puchero. 

-Yo también estoy feliz, Alena, por favor ya no la trates así, es tu abuela y ella se entristece mucho cuando le hablas de aquel modo, no le hagas a ella lo mismo que me hacían a mi -pidió tranquilamente el padre. 

-Lo lamento, yo no pensé de esa, yo, perdón -.

-No tienes que pedirme perdón a mi, la próxima vez que venga tienes que decírselo a ella -Viktor besó en la frente a su pequeña. 

-¿Cuándo la verás? -.

-El sábado, tu madre me acompañará, no creo poder solo, tú te quedarás con tus padrinos -dicho esto, besó las mejillas de la niña -Es hora de dormir-. 

Se encargó de arropar a Alena, darle los besos de buenas noches, para luego marcharse de ahí. 

-Papá, que hay con la historia de esta noche -.

-Lo siento pequeña, no creo poder hoy, no me siento bien -.

Y así, salió de la habitación, dejando preocupada a Alena. 

-Sabes que ella se preocupará ¿verdad? -preguntó Yuuri cuando lo vio salir. 

-Lo lamento, yo en verdad no me siento bien -el peli gris abrazó a su amado y este correspondió. 

-Supongo que no te sentirás bien hasta que hables con tu madre -Viktor asintió -Vamos a la cama, hay que descansar-.

-Te Amo, Yuuri -.

-Yo también Te Amo -dicho esto, lo besó. 

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-¡Viktor! -exclamó feliz Valeska. 

-Buenos días -contestó algo cohibido, tomando con fuerza la mano de Yuuri. 

-¡Oh! No esperaba que él también viniera -.

-No podría hacer esto sin él -.

-Lamento si esto le resulta incómodo, pero no podía dejar a Viktor solo en esto-. 

-Bueno, yo esperaba hablar con mi hijo a solas, no te lo tomes a mal, pero estos son asuntos de familia y no necesitamos que más personas se metan en esto -habló con elegancia y un poco de altanería. 

-Bueno, en todo caso, aquí la única que no es de la familia, eres tú, somos la familia Nikifrov-Katsuki y tu eres de la familia Nikiforv-Pavlovsky -Viktor comenzaba a molestarse. 

-Viktor tranquilo, si tu madre de verdad quiere hablar contigo, no le importará que yo esté aquí -dijo amablemente Yuuri, tratando de dar a entender a Valeska que él no sería fácil de manipular. 

-Entonces tomemos asiento -habló la mujer de manera resignada, ya se encargaría de ese asunto luego. 

-Me parece buena idea, hay tantas cosas de las cuales debemos hablar- habló con voz profunda Yaroslav Nikiforov. 

Todos voltearon a ver al hombre. 

Nadie se esperaba esto. 

Mucho tiempo sin aparecer por aquí, lo lamento, esto está llegando a su fin. Espero que me sigan acompañando en este camino. 

Me he tomado el tiempo y puedo decir que ya tengo terminado este fanfic, pero a lo mejor tarde en actualizar porque las próximas semanas serán las pruebas de selección universitarias y tengo que dar todo de mi. 

Espero que les haya gustado. Nos leemos luego. Los quiero mucho. ByeBye. 💖