Este one shot es especialmente para CapriLady31
Por su cumpleaños, espero que te guste, al principio quería sacar el sagicornio pero creo que me gustó mejor así...
Un trío amoroso 😅
Que lo disfruten

Debo admitir que ellos dos son dos caballeros muy lindos, amables, detallistas, todo lo que espero en un hombre pero...
Me ha sido muy difícil decidirme por uno de ellos.
La verdad es que los dos son un amor de persona, mientras aquel joven de cabellos castaños siempre me lleva chocolates, aquel  chico de cabellos azabache procura dejarme ramilletes de rosas cada semana.

Es gracioso la forma en que los conocí, aquella ocasión estuve a punto de caer en escaleras del puente para cruzar la calle que me lleva a mi trabajo; siempre tengo esa manía de usar zapatillas con una altura considerable pero por mala suerte pisé mal.
Sin duda tenía la certeza que tendría un accidente seguro aquella ocasión, de no ser por unas manos de tez morena que me sostuvieron del brazo derecho mientras otras manos de una tonalidad más clara me tomaron de los hombros.

Solo puedo decir que la sonrisa de aquel chico de cabellos castaños era muy contagiosa, es mucho más alto que yo, guapo, bronceado... Me dejó sin palabras, su sonrisa parece como si le hiciera publicidad a los servicios dentales.

A diferencia del otro joven, esa cabellera azabache, esos ojos demostraban preocupación por mi, otro que me dejó sin aliento cuando comenzó a cuestionarme.

— ¿Estás bien?

— Debes tener más cuidado.

Ambos me soltaban lentamente, uno me sonreía mientras el otro se notaba demasiado preocupado con aquella voz áspera y profunda.

— ¿Yo?... Si claro que si — Le respondí tratando de ocultar mi nerviosismo — Gracias, supongo.

No puede ser, cómo se me ocurrió decirles eso. No sé ni como interpretar sus reacciones de los dos, ambos se miraban fijamente, al parecer los dos eran muy buenos amigos.

— Debes tener más cuidado hermosa.

— Pudiste tener un feo accidente.

Espera... El castaño me dijo hermosa y el otro se preocupaba por mi; seguramente mi rostro se encontraba totalmente ruborizado. No voy a negar que a veces tengo que soportar los coqueteos de los hombres pero ellos... ¡Dioses, son tan caballerosos y guapos!

— Yo... — Contesté nerviosa — Yo les agradezco la ayuda.

Aunque los dos se miraban de manera extraña, no sabía como interpretar sus acciones, después me sonrieron.
Lo que hicieron a continuación me dejaron sorprendida, ambos tomaron mis manos y besaron el dorso de estas.
Jamás me había pasado algo así y que ellos dos lo hagan me dejaron totalmente confundida.

— Creo que ha sido grato intentar detener el accidente de una hermosa damisela como usted — Me contestó el castaño.

— Debemos retirarnos, no sin antes presentarnos... Mi nombre es Shura — Aquel joven de cabellos azabache hizo una leve reverencia.

— El mío es Aioros — Después de decirme esto me guiñó.

Solo me quedé sin palabras observando como se retiraban, aunque no entendía mucho, me salvan de caer, besan mis manos y luego intentan coquetearme.
Aunque si son muy sexys.

Debo agregar que desde ese día siempre los encontraba en el mismo camino, con el pretexto de darme los buenos días y en otras ocasiones los dos me seguían hasta mi trabajo.

Poco a poco los fui conociendo, resultaba ser que ellos dos eran tan buenos amigos que de vez en cuando buscaban pasar el rato entre ese par pero ahora  necesitaban tomar las cosas más en serio y los dos se habían hecho el propósito de buscar una pareja más estable.
Pero no me esperaba que los dos intentaban cortejarme, ambos eran concientes de esa rivalidad.

Al principio me negaba rotundamente en darles oportunidad pero conforme pasaba en tiempo me di cuenta que sus actitudes eran sumamente lindas.
Los dos se dedicaban a trabajar como instructores de gimnasio, es por ello que siempre poseían esos cuerpos perfectamente tonificados y muy bien trabajados.

Siempre era la envidia de muchas porqué a cualquier lugar que me veían pasar, estaba perfectamente acompañada de dos hermosos hombres, uno español y otro griego.

Las salidas que llegué a tener con ellos me encantaban porqué yo soy la que siempre va en medio de esos galanes y de vez en cuando me cargaban en sus brazos.

Que bellos momentos he pasado a lado de los dos y hoy es el gran día que me dieron de plazo para decidir por uno de ellos.
Es muy difícil lo que ambos me piden, no quiero darles algo a medias o tomar una decisión de la cual después me arrepienta por no saber escoger a la persona indicada, tampoco quiero que ellos dañen esa amistad que han forjado a lo largo de todo este tiempo.

Justamente estoy en un dilema porqué los dos están frente a mi esperando que de una decisión final.

— Señorita dueña de mi pensamientos... ¿Qué decides tú?

— Con cual de los dos te quedas.

¡No, esto no me puede estar pasando!
Porqué me hacen esto si yo no puedo escoger entre ellos, no cuando los dos se han vuelto parte de mi vida.

¿Dije dos?

— No puedo decidir por uno de ustedes — Respondí con la mirada en el suelo — No cuando los dos se han vuelto una parte indispensable de mi vida.

Aioros y Shura me observaban desconcertados, tomaron mis manos y entramos a la casa.

Shura tomó mi mentón mientras que Aioros se colocó detrás de mi haciendo a un lado mi largo cabello.

— Si esa es tu decisión... Entonces no nos alejes de tu vida.

Ni siquiera tuve tiempo de responderles, Shura se acercó acortando la distancia posando sus labios en los míos, fue tierno, inocente.
Aunque también Aioros me pedía atención, recargó la punta de su nariz en mi cuello, podía sentir su cálido aliento en mi piel y eso me estremecía; llegó el momento en el cual sin querer hice mi cabeza para atrás.

Ahora Shura fue quien me dio la media vuelta, ahora tenía de frente a ese hermoso castaño, me sonrió mientras se acercaba a mi rostro para besarme también... Los besos de este hombre eran más demandantes y atrevidos, su lengua buscaba la mía.
Shura comenzaba a besar mi cuello lentamente mientras sus manos bajaban el cierre de mi vestido.

Sabía a donde terminaría esto y a decir verdad llevo tiempo deseando esto.

No sé en que momento mi vestido se fue deslizando en mi cuerpo terminando en el suelo.
Al principio me sentí avergonzaba por estar casi desnuda enfrente de ellos, aunque... ver esas grandes y firmes manos recorrer mi cuerpo sin pudor hicieron que perdiera mis nervios y la vergüenza.

— Nosotros nos encargaremos todo.

— Sólo déjate querer.

Esas voces tan masculinas, firmes y sobre todo seductoras me hacían ceder totalmente.
Mientras Aioros se ocupaba de retirar mi ropa interior, Shura desabrochaba mi sostén.
Todo terminó en el suelo.

Me guiaron hasta el sillón, tomé asiento y ahora venía la parte más divertida, ese par de dioses se retiraban sus prendas frente a mi.
Conforme veía esos pantalones caer en el suelo no pude evitar morder mis labios; con mis manos recorrí sus torsos desnudos, nuevamente me dejaron en medio de ellos, bajé mis manos hasta sus miembros despiertos, necesitaban atención y con mis manos comencé a masajearlos.

Ambos dejaban escapar gemidos cerca de mis oídos, si esto me esperaba el resto de mi vida con gusto lo disfruto a lado de ellos.

Shura pasaba sus labios por mi cuerpo, dejando caminos de saliva a su paso, Aioros llevó sus dedos en mi interior, haciendo que grite el nombre de los dos.

De un momento pasamos a la alfombra, ahora me encontraba sobre el cuerpo de Shura y detrás de mi Aioros; esos besos que  daban me hacían perder la razón, como si se tratara de un sueño hecho realidad.

Puedo decir que me sentía totalmente empapada así que no fue tan difícil la intromisión, aunque Aioros en esa parte es muy gentil, me preparó con ayuda de lubricante; hasta eso tenía listo.

Sentí primero un dedo colarse en mi interior, después dos y final después de estar un poco vacía solo sentí como su miembro rozaba en mis paredes, esa sensación de tener a los dos en diferente lugar me hacía delirar y moverme lentamente.
Yo tengo la total atención de estos bellos caballeros...

No solo en esto, sino también en mente, alma y corazón.

¿Con cual de los dos me quedo?

Prefiero a los dos.

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