Capítulo 3

-Faltan solo unas siete personas más. Siete personas mas y vamos nosotras, ¿entienden?- Nos dice Peggie para animarnos.
Tengo uno de mis auriculares-maní puestos, ya que en estas circunstancias no se puede desaparecer del entorno social así sin mas utilizando unosauriculares-vincha tan llamativos y verdes como los míos. Mejor disimular mis ganas de la media- presencia con un solo auricular enchufado a mi oído y el otro presente en la actualidad por estos momentos, poco interesante.
La calle ya está seca, como si en el día de ayer ninguna lluvia hubiese surcado estas baldosas. Me duele mucho la espalda y a las chicas también, ese ha sido nuestro tema de charla esta mañana mientras desayunábamos cafés de Starbucks sobre la lona ya seca también. Apenas desperté traté de corroborar mi imagen facial en la cámara frontal de mi celular pero me pareció inútil. La cara aún con restos de manchas de delineador y rouge en todos lados menos en el lugar donde se supone que pintan esos maquillajes. El pelo pajoso inflado y duro por la lluvia, cosa que me recuerda también a que debo cortármelo urgentemente, pero en esos momentos simplemente me di por vencida de intentar corregir algo en mis facciones. ¿Cuánto falta?
Son las 8.23 AM si mi celular no me falla y Peggie tiene razón. Estamos a solo un par de fans de comprar nuestras entradas.
Vuelvo a pensar para que estaba aquí, cual era el sentido detrás de todo esto y creo que el buen humor sube por mis vértebras nuevamente.
-Lo único que quiero es mi cama y mis sábanas.- Dice Renee en modo de queja mientras emite un bostezo.
-¿Cuánto falta?- Me pregunta Jenna.
-Ya casi estamos chicas.- Les respondo mientras me acuesto nuevamente en la lona que ya tantas veces movimos, lo único que está a nuestro alcance ya que la carpa está doblada y guardada.
En realidad faltan un poco mas de siete.
Me acuesto boca arriba mientras los fuertes rayos matutinos me obligan a cerrar los ojos. Me pongo el otro auricular y chequeo el celular como acto reflejo a pesar de haberlo hecho hace menos de dos minutos pero veo un mensaje de WhatsApp...de mamá.

Mamá

Salieron en la televisión. Cuando vuelves? Necesito que te encargues de Edwin si planeas faltar hoy al colegio.

Me parece que no entiende todavía el hecho de que puede mandar los mensajes por separado, que no es un mensaje de texto y que no gastará plata alguna. Pero a veces por más de que les repitas las cosas, la gente mayor no quiere entenderlas.
Me había olvidado del colegio pero sí...ya está dado por sentado que no iremos...de hecho en este horario tendríamos química. Gracias al cielo que no estamos ahí para sufrir en la clase del profesor Van Percieg. Me causa escalofríos de tan solo imaginarme sus tan aburridas clases. ¿Que haría el mundo sin tumblr, twitter, instagram y todas esas cosas que nos salvan del aburrimiento escolástico? No tendríamos más remedio que mandarnos cartitas como en el colegio primario, o pintar los bordes de las hojas...
-Mamá- Comienzo diciendo tras presionar el botón para grabar una nota de voz- supongo que estaré allí a más tardar en una hora y media. Si quieres me puedo quedar con Edwin, tengo tarea para hacer. ¿A que hora regresarás?...ah y eso de la televisión ¿de que hablas? Explicate mejor por favor.
Suelto el botón y a los pocos segundos los dos tics grises aparecen en la pantalla. ¿Y el sonido de notificación de twitter de Mattew Sadler? Sin repensarlo esa tan típica vibración se apodera de mi interior.

Mattew Sadler @Mattew_Sadler ·15 de Abril.

Londres hoy estaremos dando un show de beneficencia debajo del Big Ben. Oh si. Somos todos unos británicos con estilo @LibertyBalanceOfficial. Xo.MS

Bloqueo el celular al escuchar la voz de Jenna llamándome en voz alta. Me quito los auriculares rápidamente y levanto la lona del piso al verlas en la ventanilla de la boletería. Me observan haciéndome gestos de que me apure.
-Qué tal- Le digo al señor de la boletería como gesto de saludo.
El me saluda con la cabeza y trato de acomodarme entre Peggie y Jenna que son las que mas cerca están del parlantito.
-No hay más entradas para la primera fila.- Me dice Renee casi seria.
Una pequeña puntada de desilusión me carcome en el interior.
-¿Qué...?- Comienzo diciendo mientras los cuatro me observan como esperando algo de mí.
¿No hay entradas en primera fila? Mierda. Ya lo suponía por la cantidad de gente pero igual siempre hay un mínimo de esperanza...que se perdió en el momento justo en el que escuche esas ocho estúpidas palabras. Jenna me hace una cara como para apurarme. Supongo que tengo que decir algo.
-¿Qué es lo mas cercano que tiene señor?- Le pregunto.
-Déjenme ver- Nos dice proviniendo su anciana voz desde el parlante.-Tengo platea media, platea alta
-¿Qué?- Digo interrumpiéndolo- ¿No hay mas en Campo Vip?
-Nada- Me responde.- Todo vendido.
Mierda, mierda y más mierda.
-Mierda- Repito en voz alta.
-No puedo creerlo.- Dice Peggie.- ¿Nada? ¿Seguro?
-No- Repite el señor
-Ya lo dijo el señor chicas. Es eso o platea.- Dice Jenna.
No puedo creerlo.
-O campo- Agrega el vendedor- también tengo campo para ofrecerles si quieren.
Oh, campo. Yupi, perfecto...
-Por lo pronto deme dos para platea baja. Es para una chica inválida y su madre así que si puede ser lo mas bajo sin escaleras, sería ideal.
-Perfecto.- Dice el señor mientras ingresa unos datos en su computadora.
-¿Y nosotras que hacemos?-Pregunta Renee.
-Como quieran Peggie y Harriet, ellas son las que mueren por este concierto. Ya con estar ahí me conformo, la verdad es que a mi me da lo mismo. -Dice Jenna.
No. Definitivamente yo no me contento con solo ir. ¿Ir y saber que existe la posibilidad, aunque no la tenga permitida, de estar más y más cerca de ellos? Completa y típica frustración.
-¿Tú que dices Harriet? No soy experta en conciertos.- Me dice Peggie.
¿Ir y saber que veré todo desde la platea mas alta viéndolos como hormiguitas sabiendo que hay otras chicas que están adelante del todo usurpando el lugar que yo debería tener? Oh por Dios, no. No podría vivir con eso.
-Denos cuatro entradas entonces para campo.- Le digo al señor.- Estando allí, tendremos la posibilidad de, al estar paradas, acercarnos mas y mas al escenario en cambio en platea hacer eso es imposible ya que estamos a otro nivel de altura.- Les digo a las chicas.
-Perfecto.- Dice Renee.
Jenna y Peggie asienten.
-Entonces: Dos para platea baja y cuatro para campo. Las de platea son enumeradas pero las del campo no, ¿está bien igual?- Pregunta el vendedor.
-Si, está bien- Le respondo- Cuanto antes lleguemos, mejor ubicación- Les digo a las chicas.
-Las seis entradas son para el día viernes 23 de mayo las 8 PM puntual en el Wells Fargo Center, ciudad de Philadelphia, ¿correcto?- Nos dice el señor.
Asentimos y el señor nos dice la suma debida. Deberé asimilar el hecho que acaba de suceder. Entradas en Campo Vip agotadas aún acampando un día antes para conseguirlas. A veces odio que LB sea una de las bandas más populares del momento y que hayan tantas fans involucradas. Se que pienso esto por que estoy enojada y cuando se está enojada solo se piensa en negativo. Necesito darme una ducha urgentemente para refrescar mis ideas.
Pagamos y una vez con las entradas en mano nos retiramos de la boletería, ingresamos a la mini van de Cedric que por cierto nos llevaba esperando mas de treinta minutos y por fin después de casi cuarenta minutos, llego a casa.

-Llegué- Digo en voz alta al abrir la puerta de casa.
Todo está en perfecto orden en el living comedor y en el pasillo también. El color blanco de las paredes da la ilusión de que el espacio es mas grande pero en realidad mi casa es perfecta para tres personas, de tamaño medio aunque con un gran parque en el fondo.
-¡Estamos en la cocina!- Dice mamá a los gritos mientras dejo mis cosas en uno de los sillones.
Entro en la cocina y encuentro a mi mamá lavando los platos del desayuno y a mi hermano Edwin jugando con la Play Station. Realmente ya no me sorprende que los niños vengan cada vez más vagos si desde que tienen cinco años ya saben jugar a estas porquerías. Porquerías atractivas y divertidas pero que no dejan de ser porquerías.
-¡Ey! ¿Como les fue? Uy...pero que lindo aspecto- Me dice mamá irónicamente mientras abro la heladera para sacar la leche.- ¿Consiguieron las entradas?
Tomo del pico y le pongo los ojos en blanco.
-Oh... ¿no quieres hablar de eso ahora?- Me pregunta después de unos segundos mientras cierra el grifo y se saca los guantes. Está vestida como para ir a la oficina, pantalones de vestir negros y camisa blanca y yo...bueno. Me siento muy sucia, con el pelo pajoso y jeans sudados al igual que mi remera y mi buzo atado a la altura de mis caderas.
-No conseguimos en primera fila. Tenemos en campo igual pero no. No quiero hablar de eso ahora.- Le digo mientras me siento al lado de Edwin.
-¿No planeas saludarme pequeño mal educado?- Le pregunto mientras le hago cosquillas.
-No- Me dice mientras ríe sin despegar su mirada de la pantalla.
Tiene puesta una remera de U2 que le regalé por su cumpleaños. Una vez viajando en auto a la playa con papá hace apenas un par de veranos atrás, me pidió mis auriculares para escuchar mi música. Se los puse y la canción que sonaba era Ordinary Love .Desde ese entonces dice que es su canción favorita. Tiene apenas diez años y no tiene sus gustos desarrollados aún pero me pareció un buen regalo de cumpleaños. La cara de Bono y el nombre de la banda, ¿a quien no le gustaría?
Tiene los ojos claros y azules al igual que papá ocultos tras unas gafas grandes como las de mamá. Sus gestos son tan heredados de los Bryne que a veces me asusta. Su cabello es ondulado como el mío, mas que el mío en realidad, quizá mas parecido al de mamá. Aunque ahora lo lleva tan corto que ni se nota la diferencia.
-Edwin ¿me dejas mostrarle a Harriet el noticiero que grabamos?- Le pregunta mamá.
Edwin no le responde y mamá toma el control parándose a mi lado y cambia el canal.
-Que injusto- Dice Edwin.
-La vida es injusta. Acostúmbrate.- Le digo por lo bajo antes de tomar un sorbo de leche.
Observo en la pantalla y veo el título del noticiero que dice 'Viene Liberty Balance y hay colas de hasta catorce cuadras para conseguir entradas'. Aparecen imágenes de chicas acampando, otras saludando a cámara y otras mas mostrando sus remeras y fotos autografiadas.
-Mamá ¿todas estas personas van a ir a ver a Liberty Balance?- pregunta Edwin
-Si hijo.- Dice mamá- Ahora viene.- Agrega.
-Están todas muy locas.- Dice el pequeño haciendo gestos con los ojos.
Vuelvo a mirar la pantalla y ahí estamos nosotras cuatro. Bailando bajo la lluvia.
'Ni la lluvia frena la emoción de las fans' dice ahora el título.
Río en voz alta hasta que después de pocos segundos se termina el fragmento.
-Son un peligro ustedes cuatro juntas- Dice mamá sonriendo.- Me imagino que la habrán pasado bien ¿cierto?
La verdad es que fue una experiencia nueva y divertida. No puedo creer que además de la gente que nos filma esta vez tenemos un momento de la vergüenza documentado por el noticiero de Buenos Días Pennsylvania.
-Si, ha sido un día muy divertido.- Le respondo- ¿Por qué ha faltado Ed al colegio?
-Pregúntale tú- Dice mamá haciéndome caras exageradas mientras agarra sus cosas para irse.
Edwin vuelve a tomar el control en su mano y sigue jugando. Le acaricio el pelo y largo un suspiro. Estoy agotada.
-¿A que hora vuelves mamá?- le pregunto.
-A la tarde. Que no juegue en ese aparato más de una hora Harriet, por favor, vigila eso. Tienes ensaladas y pollo en la heladera. No hagan lío. Cualquier cosa, me avisas, ¿dale?
Nos da un beso en la cabeza a ambos y después de saludarla se retira de la cocina.
La nariz de Edwin es tan linda y perfecta. Tiene una curva de esas típicas de niño que luego varían al dejar la niñez.
-¿Y bien Ed? ¿Por qué ha sido esta vez?
Su mirada sigue concentrada en ese juego.
-Ey, respóndeme.- Le digo exigiendo su atención.
Edwin deja el control después de suspirar y me mira a los ojos. Se ve tan tierno con sus lentes puestas.
-Kyle me dijo que si iba hoy me pegaría a la salida del colegio.
-Otra vez ese chico... ¿Qué fue lo que pasó esta vez?
Ese chico Kyle lleva molestándolo desde que comenzó la primaria. Mamá ha hablado con los directivos de la escuela y también con sus padres pero se trata del típico hijo único y mal criado a quien no le han puesto límites nunca y nunca creerá tenerlos.
-Estábamos en el recreo y me llamó 'Nerd traga mocos'. Me molestó así que le dije que se vaya que no quería pelearme con el otra vez, que me deje en paz. Me empujó y Lou Malison me ayudó a ponerme de pie y a defenderme. Le dije que no se la iba a devolver si se alejaba y no me volvía a molestar. Me respondió que si iba hoy al colegio me bajaría los dientes de una sola bofetada.
Guau. Que falta de humanidad que poseen los niños malcriados.
-Ese pequeño maricón hijo de... si vuelve a pegarte Edwin yo te juro que seré yo quien le baje los dientes.
-Eres una mujer Harriet...no durarías ni dos segundos.- Me dice aún asustado.
-Edwin, mírame.- Le digo tomando su linda cara en mis manos.- Nadie tiene derecho a tocarte, pegarte o levantarte el meñique. Lamentablemente estamos en un mundo donde a la gente no le importa causar daño por que les divierte, les hace sentirse poderosos. Se creen listos por ser más grandes en tamaño o simplemente por que sus padres les dieron permiso para creérselos todas sus vidas. Esos son los que menos duran Edwin. Yo te digo, el más listo es el que sabe derrotar a sus enemigos desde adentro, desde donde mas duele sin tener la necesidad de pegar o levantar el puño para demostrarlo. Aprende a defenderte Edwin, busca la manera de responderle a sus agresiones de manera inteligente. Y si levanta la mano para pegarte, esquiva el puño y respondele con miradas o palabras sin ser tan agresivo. Nunca te dejes agredir por el otro pero nunca hagas al otro lo que no quieres que te hagan. Eso si, si te agreden defiéndete Ed. Es un punto medio el que debes alcanzar. El equilibrio es el secreto para la el mejor balance en la vida así que si te agreden, defiéndete de manera no agresiva. Solo eso te pido.

Al hablar de balance no puedo dejar de pensar en LB. Lo miro directo a los ojos y le acaricio el pelo. Sus ojos claros ahora están serenos y su mirada tras sus lentes está expectante pero calma.
-Es difícil ser malo y ser bueno a la vez.
-Lo sé...Pero intentalo. Se que puedes lograrlo- Le respondo.
Asiente con la cabeza y me vuelve a mirar.
-¿Sabías que a Matt Sadler lo acosaban en la escuela?- No pude controlarme, debía decírselo por mas estúpido que sonase.
-¿En serio?- Me pregunta- Pero si él parece...
-¿Qué?
-Parece fuerte y intimidante.
Me rio un poco y le acaricio el pelo.
-Ed por favor, canta en una banda de pop para adolecentes y jóvenes ¿en serio te parece intimidante?
-Bueno, parece que obtiene lo que quiere
-Exacto.- Le digo con una sonrisa al ver que entiende a donde voy.- De chico Matt iba a una escuela en Southampton, donde nació y se crió con su madre y su padre. En su casa su papá era un hombre frío y estricto un empresario conocido y poco cariñoso. Despreciaba la música y su madre era de esas mujeres machistas que hacen lo que el hombre ordena. Mattew conoció la música por su hermano Devan, quién dejó la casa a los dieciocho años teniendo Matt tu edad, diez años le dejó su colección completa de casetes y c-d's como regalo. En secreto Mattew creció escuchando esa música y su ser le dejó notar que había nacido para eso y la música se convirtió en su eje y en su centro. Escribía a escondidas y a los trece años compuso su primera canción. Un día en la escuela estaba en el baño después de la clase de futbol. Mientras meaba comenzó a cantar su canción en voz baja. Sus compañeros lo escucharon por primera vez y le molestaron, diciéndole que era una niñita que el futbol y la pelota eran cosa de hombres y que la música y las muñecas eran cosa de chicas. Matt se defendió diciendo que Los Beatles eran varones, que la mayoría de las bandas y cantantes eran varones y que no encontraba nada de malo en eso. Los chicos se le echaron a reír diciéndole que jamás llegaría a eso, que se deje de pavadas y que no sea marica. Matt se volvió a defender y ahí es cuando le pegaron. Ese día Matt estuvo en el hospital a causa de la gravedad de las heridas ya que era muy pequeño de tamaño y contra cuatro le resultó difícil defenderse. Esa noche su padre decidió mandarlo a un colegio estricto en Londres para que enderezaran y 'le curen la cabeza' según decía. Se mudaron a la capital y Matt dice que fueron los días más tristes de su vida pero también los que mas le marcaron para entender que no podía escaparle a la música. Eso es lo que quería y eso es lo que tendría.
-Pero su papá no lo permitía, ¿Cómo lo hizo?
-Se defendió de la mejor manera que conocía: con una canción. Su padre le gritaba cuando lo escuchaba emitir una nota o le encontraba algún pedazo de pentagrama en el piso de su cuarto y en el colegio le agredían verbalmente diciéndole marica. Pasaron tres años y cuando más lo reprimían más crecía en la música y en todo lo demás también. Era su motor para decir lo que quería decir. No paró de componer y cuando cumplió dieciséis armó su valija y desde afuera de la casa llamó a su padre para que se asomara. Con una guitarra, pantalones ajustados y parlantes le cantó su canción.
-¿Qué decía la canción?
-No la recuerdo, nunca la grabó. Pero una frase que el solía repetir era 'Trabaja duro en silencio y deja que el éxito haga el ruido'.
Ed me mira como tratando de descifrar lo que dije.
-Pero lo importante es que las cosas pasan, la gente existe. Uno no elije lo que es pero querer cambiar a otra persona obligándolo a hacer lo que uno quiere, negándose a abrirse a infinitas posibilidades es mostrar inseguridades y falta de felicidad. Si querés ser feliz, sete franco y escuchate a ti mismo pero no te desquites con el otro por que no tiene la culpa de tu insatisfacción. Y eso es lo más triste de todo. La gente tiene miedo de conocerse, de ser sinceros con sigo mismos, de encontrar la verdadera felicidad.
-Kyle es infeliz porque está solo. No tiene hermanos y se aburre entonces por eso me pega.- Dice Ed.
Sonrío y le tomo los hombros.
-No tienes manera de saber exactamente lo que le pasa a Kyle, Ed. Pero lo que si puedes hacer es hablarle y defenderte hablando. Eres muy bueno en eso, tu mismo lo sabes. Puedes ser bastante manipulador cuando quieres.
Ed me sonríe y asiente.
-Gracias Harriet. Gracias por enseñarme a defenderme.
Lo abrazo con fuerza y le doy un beso en la cabeza.
-Te quiero mucho loquito, ¿lo sabes, verdad?
Asiente y me devuelve el abrazo.
Fue bueno tener esta charla.
Le encanta que le cuente cuentos, podría decirse que este fue una adaptación real de un hecho basado en Matt Sadler. Hasta para enseñar sirve su historia. Sé que a Ed se le da difícil lo social, siempre fue bastante callado de esos que prefieren jugar videojuegos y matar a todos en la pantalla descargándose de todo lo que le molesta de la gente en el mundo real. Podría decirse que como yo con la música y la escritura y bueno... como Matt.
-Tengo hambre- Me dice Ed mientras hace zapping en el televisor.
-¿Quieres comer?- Le pregunto mientras me asomo por la mesada de la cocina.
-Pero son recién las 12 PM
-¿Y que hay con eso?
-Es temprano todavía.
-Si tienes hambre podemos comer ahora, no hay ninguna ley que diga que no se puede comer a las 12 PM.- Le digo mientras saco el pollo de la heladera.- Además...si existiese esa regla la podríamos romper. Podemos romper todas las reglas que queramos siempre que...
-Siempre que no molestemos al resto.- Termina de decir Ed.- Trae el pollo por favor, me muero de hambre.
Sonrío satisfactoriamente al escuchar su remate.
-Iba a decir siempre y cuando limpiemos el desastre que dejamos atrás pero tu respuesta me parece válida.- Le digo acercando la comida a la mesa.
Vaya que cuando quieren, los hombres aprenden rápido.

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