005 | ᴋɪꜱꜱ|


Beso.

— Carajo. Es un maldito orgulloso. —bufó Taehyun mientras deshacía el nudo de su corbata negra, estaba furioso.

Pensaba preocupado por el azabache, llevaba más de una semana si querer verlo y había comido muy poco desde que se trancó en su habitación. Todo esto lo sabía gracias a su mayordomo.

Él le había dado su espacio mientras se entretenía con asuntos de trabajo, había aprovechado para viajar a Italia y así cerrar unos asuntos de mercancía, pero era suficiente con hoy, más de cinco días si poder ver a Jungkook porque el azabache se había negado a verle.

Expulsó aire por la boca y decidió bañarse para quitarse la sangre seca de encima. Una ducha de agua fría sería perfecta para dejar la ira y la sangre que no era suya atrás mientras pensaba que hacer con Jungkook.

¿Que podía hacer para conseguir almenos algo de confianza pro parte del azabache? Pensó.

Y rebuscó en su mente cada jodido detalle que pudiera acercarlo al chico. Pero no se le ocurrió absolutamente nada.  Pensó también en lo que al azabache le hacía feliz a parte de la comida pero no se le ocurrió nada.

Y si Jungkook no comía sabiendo que era la mayor adoración del azabache, entonces no tenía opciones para sacarlo de ese cuarto.

Cuando estuvo limpio se perfumó un poco y se dirigió a su habitación, porque si, aunque el doctor no lo supiera, donde se había encerrado era la habitación de Taehyun.

Él había dormido los dos días atrás en una de las tantas habitaciones de la mansión solo para darle espacio al menor, pero ya había sido demasiado.

Tomó aire por la boca para llenarse de valor. No es que él tuviera miedo, pero no sabía con que reacción lo recibiría el joven.

Picó la manija de la puerta y esta se abrió, paso a la extensión de cuarto y escrito cada detalle de la habitación.

Todo estaba en silencio, ordenado, como si nada allí hubiera sido husmeado, se fijó en las cortinas tapando la ventana, y lamparilla de noche encendida, dejándole ver a un Jungkook de espaldas tendido en la cama.

Se acercó a paso lento y se unió junto con el doctor. No dijo nada, pero escuchó sollozos por parte del menor que le revolvieron el estómago.

— No llores, precioso. —susurró en la nunca de Jungkook y pasó su brazo derecho por la cintura de Jungkook.

El doctor se tensó ante las palabras y el tacto del castaño, pero no dijo nada, y se permitió seguir llorando en la penumbra.

Taehyun espero un momento para abrazarle más fuerte, para pegarlo completamente a él, siendo cauteloso ante la acción. No quería hacer sentir al azabache más incómodo de lo que ya estaba.

Sabía que lo que había echo no estaba bien, estaba consiente de la tristeza que estaba causando en su chico favorito, pero para él ese sentimiento era momentáneo.

Porque seguramente Jungkook cuando le recordara le amaría como antes.

— ¿Que haces aquí? —preguntó Jungkook en un tono bajo, pero no retiró la mano de Taehyun que le rodaba la cintura.

— No llores. —pidió otra vez.

— Vete, déjame estar solo.

— Jungkook, no has comido prácticamente nada. Debes alimentarte, seguirás debilitándote si lloras también.

— No me interesa, me tienes en cautiverio. —replicó— ¿No entiendes que está no es la vida que deseo? Tienes dinero, eres dueño de muchas cosas, pero no puedes ser mi dueño aunque me estés obligando a quedarme contigo.

Taehyun se sintió molesto.

— Estoy en mi habitación. —comentó.

— Pues me iré yo. —se zafó del agarre de mayor y se sentó en la cama aún de espaldas a él.

Taehyun podía ver la silueta de Jungkook, y sintió pesar al no poder abrasarlo.

— Jungkook. —llamó.

— Déjame volver a mi vida. —pidió.

— No.

— Debí irme cuando Jimin lo pidió. —susurró— Nunca debí salir a beber ese día. Me arrepiento tanto.

Taehyun se sintió molesto y se sentó también en la cama sintiendo la herida del abdomen picar. Hubo un tiroteo en Italia por negocios que salieron mal y tenía una herida en el lugar, no había sanado por completo y no es como que hubiera tenido reposo desde el suceso.

— Deja de nombrar a ese idiota. —bramó mirando a la nunca del doctor.

— Ese idiota, como tú le llamas es mi prometido. Y yo lo amo. —rebatió Jungkook mirándolo esta vez y volteando un poco su cuerpo.

El castaño soltó una risa nasal, cargada de burla.

— Lo amas ¿verdad? —dijo.

Jungkook arrugó el entrecejo.

— Si. Algo que jamás haré contigo. —ante la respuesta Taehyun lo sujetó con rudeza de la nunca.

— Que no me recuerdes no quiere decir que no me ames.. te arrepentirás de no haberte dado cuenta antes. —siseó y lo soltó.

— Jamás amaré a alguien que es como un pantano. Alguien que arrastra a todos con a su precipicio.

— ¿Estas seguro de eso Jeon? —replicó el castaño con tranquilidad.

— Más seguro que nunca, el es muy diferente a ti. Es educado, amoroso, buen novio y..

— Cállate.

— Tu nunca vas a ser como él. —chilló y encaró a Taehyun. — Eres un asesino, un mandón, te involucras con gente mala, haces negocios ilegales..

Taehyun cerró los ojos ante los que Jungkook despotricaba. Sabía que el menor desconocía de lo que su prometido hacía, pero sentía no era el momento para hacérselo ver.

— Yo se quien soy y me siento orgulloso de ello. —respondió.— Pero tampoco elegí vivir de este modo.

— Si claro. —se burló Jungkook.

— Jungkook.

— Taehyun.

— ¿Quieres de verdad saber quien es Jimin? —bramó.

Jungkook elevó una ceja y se mostró confuso.

— Yo se quien es él en verdad.

— ¿Ah si? ¿Sabes que es un estafador?

— ¿Estafador? —Jungkook se carajeó.

— Ven. —se levantó de la cama hecho una furia. —Si no me crees ven. —Jungkook se negó.— Te mostraré al verdadero mafioso. Estaré en mi despacho, es al lado de la biblioteca.

Caminó hacia su estudio dejando a Jungkook detrás. Sabía que tarde o temprano aparecería en su despacho. Espero pacientemente y pasados los treinta minutos se apreció el azabache con los ojos rojos aún por haber llorado.

Taehyun se encontraba en su escritorio frente a una laptop que tenía las pruebas.

— Siéntate a mi lado.

Jungkook acotó la orden del mayor, nervioso. El castaño parecía estar seguro de lo que decía así que el azabache decidió creer por unos segundos lo que se le estaba diciendo.

Se sentó en una silla junto al mafioso y espero que esté le enseñara lo que decía que tenia sobre Jimin.

— Se que no me tienes la mínima confianza, y que soy un extraño para ti, que no me recuerdas a pesar de sentir que me conoces. —comentó en un susurro— Pero por favor, puedo parecer el malo aquí, más no lo soy. Admito que soy un mafioso, que me involucro en negocios ilegales y tráfico de muchas cosas. Pero todo tiene su explicación, no es el momento para explicarte eso, pero no soy el malo aquí a pesar de todo, porque jamás podría dañarte, jamás podría resistir verte llorar por causa mía.

Dicho esto presionó clic a un video, y apareció enseguida un clip en el que se mostraba al de cabellos rosa en el baño de un antro besándose con alguien más.

Al doctor se le oprimió el pecho. Su corazón crujió al darse cuenta de que su prometido llevaba la misma ropa que el día en el que a salieron a cenar. El mismo día en el que estuvo en la balacera y fue apresado por el mafioso a su lado.

— Tu madrastra está aliada a él y a Min Yoon Gi. —comentó Taehyun.

— Eso.. no puede ser cierto. —jadeó.

— Siento mostrarte esto, se que no estarás bien. —prosiguió el castaño y quito el clip.

— ¿Como puedo saber que es verídico? ¿Y si es una de tus trampas?

— No lo es. Yoongi pertenece al cártel YZ y Jimin se dedica a hacer movidas para estafar gente, tú madrastra es una hacker de alto rango. Y los tres trabajan juntos desde hace unos años, planeaban robarte toda la fortuna que posees, y la de tu padre.

— ¿Estas aliado con alguna red policial?

— Dije que no explicaré nada.

— Dame mi celular.  —pidió en demanda el azabache.

— No.

— Necesito saberlo.

— Necesitas calmarte.

Jungkook se paró y caminó por la habitación con exasperación mientras lágrimas de rabia salían de sus ojos.

¿Y si Taehyun tenía verdad en lo que decía?

¿Y si Jimin había sido una completa farsa?

¿Su prometido podría hacer tal cosa?

¿Que era Taehyun?

¿Un mafioso? ¿Un infiltrado?

Si lo que decía el castaño era cierto convertía a Jimin en la persona más ruin y decepcionante que había conocido, y eso que pensó que ese papel le quedaba al castaño que estaba en la misma extensión de cuarto que él.

— Déjame hacerlo por favor, no diré donde estoy. No le diré absolutamente nada. Necesito confirmarlo. suplicó acercándose al cuerpo de Taehyun.

— Mañana.

— ¡Lo necesito ahora!

— Puedes armar berrinche pero he dicho que hoy no. —se levantó de su asiento.

— Te odio.

— Puedo vivir con eso. Mañana, lo prometo. Pero solo si cumples mi deseo de hoy. — besó con calma la mejilla del menor.

— No lo vuelvas a hacer. —reclamó Jungkook solamente por inercia.

El cuerpo de Taehyun estaba embriagandolo, el olor de su perfume emborrachándolo hasta las trancas y dejándolo embobado. Jungkook miró el lunar de la nariz del castaño y se sintió con ganas de besarlo.

— Duerme conmigo esta noche. —ignoró la advertencia del menor, y esta vez, besó la comisura de su labios.

— Kim deja de.. —sus palabras fueron calladas por la entrometida boca de Taehyun.

Unos labios feroces,  una mezcla de eucalipto y cigarro invadieron la boca del azabache.

¿Porqué se sentía bien con ese beso?

¿Porqué le parecían conocidos esos mullidos labios?

¿Porque estás cerrando los ojos Jungkook? Se reclamó a sí mismo.

¡Por fin un besito! T.T

He estado, y sigo sin datos. Así que estoy actualizando lo que puedo porque también he estado en bloqueo escritor.

Además estoy haciendo algo.. nuevo. Y me está robando la imaginación y el cerebro pensar en el nuevo proyecto.

Bueno, no olvides dejar tu votito.

Besitos Ann.

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Tags: #mafia#vkook