HISTORIA CORTA

ItaHina

Hinata y su Harem | Tus ojos

Este fic no está ligado a un tiempo en específico dentro del anime o el manga sin embargo es una breve continuación a una de mis historias ¨Hinata y su Harem¨ de no leer la historia anteriormente mencionada podrían perderse ciertos detalles.

Ningún personaje me pertenece, sin embargo la historia aquí plasmada es de mi propiedad.

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Itachi no sintió nada cuando Pain indico que debían ir tras un Hyuga.

Itachi no sintió nada cuando la vio a ella siendo arrastrada contra su voluntad y ser callada con un golpe certero a manos de Sasori.

A Itachi no le molesto que aquella joven chica fuese parte de lo que un día prometió proteger aun sobre su vida.

Pero a Itachi solo una cosa logro inquietarlo y eso fue cuando finalmente puedo escucharla gritar.

— No puedo evitar imaginar lo feliz que debe encontrarse Sasori — dijo Kisame mirando directo al cielo — Pero me es inevitable no pensar en lo doloroso que debe ser — he Itachi asintió, recordando a Shisui desprenderse de los suyos para obsequiárselos.

— Ya está hecho — fue lanzada a sus pies sin el mínimo tacto, e incluso cuando se sintió inquieto al notar la enorme cantidad de sangre que cubría su rostro no movió ni un solo musculo — Pain ha ordenado que seas tú quien la devuelva — y era bastante cruel que luego de arruinarle la vida significativamente, la desecharan sin más.

— ¿No deberían al menos examinarla? — intervino Kisame — Podría morirse en el camino —

— Si muere o no, eso dependerá de su resistencia y de sus ganas por continuar su propia lucha — Konan no parecía interesada en discutir las órdenes de Pain.

— Entiendo — kisame se levantó estirando las piernas — Entre más rápido nos muévanos, tendrá una oportunidad — y aunque no lo pareciera Kisame era el más humano entre todos ellos — No quiero tener que toparme de nuevo con ese hombre —

— No tú te quedas — soltó autoritaria, en días como esos donde la sangre era derramada con un fin egoísta, Konan solía ser incluso más dura — Le significaras un estorbo a Itachi — dicho esto la mujer siguió con su camino, sin poder evitar mirar a la chica con lastima.

— Suerte Itachi — Kisame se despidió dándole una palmada en la espalda e Itachi no puedo evitar verla cuando el finalmente lo dejo solo.

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Itachi tuvo que cargarla cuando finalmente la fiebre termino por derrumbarla. Había sido demasiado para un cuerpo tan frágil como el de ella soportar tal dolor, pero incluso aun en su faceta más vulnerable había logrado sorprenderlo siguiéndole el ritmo sin queja alguna. Bueno eso hasta que noto que la cuerda con la que la guiaba se había quedado rígida en cierto punto.

— Ahí está — aun cuando se había negado a querer detenerse se vio obligado a parar en una pequeña villa para buscarle suministros y si era afortunado conseguir atención médica y sin más se adentró.

Y aun cuando llevaba sobre sus hombros a una mujer visiblemente moribunda nadie en aquel lugar pareció reparar en él y aquello solo se debía a la capa de nubes rojas que lo cubría la cual solo podía significar problemas si metías tus narices en sus asuntos.

— Necesito un médico — dijo logrando sorprender a una mujer que caminaba por ahí — Ahora — porque si deseaba continuar con su camino sin contratiempos necesitaba que la atendieran.

— La villa es pequeña así que no hay tal cosa como un médico, pero — temblorosa la mujer le extendió un pañuelo, el cual bastante confundido Itachi tomo —Es para cubrirle, eso — señalo temerosa de haber cometido un error.

— Gracias — sin embargo no dejo de mirarla.

— Un sanador es lo único que puedo ofrecerle — sin más que decir Itachi siguió el camino indicado.

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El sanador fue de gran ayuda incluso cuando Itachi creyó que se trataba de un farsante, aquel hombre había logrado que la fiebre de Hinata disminuyera y aunque no había echo preguntas respecto a sus ojos igualmente se había encargado de limpiar la sangre de sus cuentas vacías.

— Solo un par de días en reposo y ella podrá andar por su propia cuenta — el hombre le informo, pero aquello no era posible en su situación Itachi preferiría cargarla todo el camino para así entregarla con los suyos lo más rápido posible porque quería desesperadamente evitar cualquier contacto que le pudiera causar una descarga descomunal de sentimientos.

— Se lo agradezco — se puso de pie colocando un par de monedas en el suelo — Pero no tenemos tiempo para eso —

— La joven necesita un descanso apropiado, podría empeorar de manera significativa — soltó desesperado, intentando de alguna manera tocar su lado amable.

— De hacerlo, eso solo hablaría de su nula capacidad — la sujeto con fuerza — Ya hemos perdido bastante tiempo buscándolo — y es que tenía cierto parecido con su madre, algo que logro inquietarlo enormemente aumentando así su deseo de entregarla a los suyos — Si no hay nada más le suplico no interfiera en nuestro camino — lo miro de tal manera que el sanador solo atino a bajar la mirada intimidado.

— Solo — se dio la vuelta rebuscando entre sus muebles — tome esto y asegúrese de no exponerla —

Itachi no dijo nada, pero asintió con la cabeza reverenciando y agradeciendo sus servicios.

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Cuando finalmente despertó puedo escucharla gritar con fuerza.

— ¿Dónde están? — su desespero era evidente — Mis ojos, donde están — y le pareció una broma que después de dos días sumergida en somníferos ella hubiese logrado olvidar un acontecimiento tan aterrador como ese.

— ¿No lo recuerda?— se acercó a ella con tranquilidad.

— El dolor desapareció así que yo — tomo una enorme bocanada de aire y continuo — Creí que se trataba un terrible sueño —

— Me temo que no es el caso — Itachi se mantuvo firme — beba — le extendió un brebaje que contenía una enorme cantidad de somníferos, pues prefería cargarla a tener que lidiar con su evidente confusión.

— Me niego — manoteo con tal intensidad que logro derramar el líquido en el suelo.

— Debe hacerlo, el dolor se reactivara — se agacho para tomar el cuenco de vuelta, pero por desgracia todo se había desperdiciado — No contamos con el suficiente liquido como para que se dé el lujo de desperdiciarlo — y buscar otro sanador le costaría de dos o tres días de retraso.

— ¿Qué clase de hombre es usted Itachi-san? — el cuestionamiento lo tomo por sorpresa e Itachi realmente no supo que responder.

— ¿Cómo supo quién soy? —

— Fue nombrado por ella, además no me fue difícil deducir quien sería el encargado de llévame de vuelta a Konoha, es el único que ha logrado infiltrarse con éxito a una aldea Ninja —

— Comprendo — Sin embargo no tenía intención de continuar con aquella conversación.

— Como es posible tanta indiferencia de su parte — Hinata se ahogó con sus lágrimas — Como es posible... que... — a Itachi le sorprendió su gallardía al enfrentarlo que él recordara la heredera Hyuga era una chica tímida y se preguntó cuántos años habían pasado desde su último encuentro.

— Simplemente debió permanecer bajo el resguardo de su clan — e indirectamente la estaba llamado incompetente por no poder cuidarse sola.

— Y yo nunca creí que fuese capaz de tal atrocidad — y sus palabras cavaron fuerte en su interior, no obstante no se lo haría notar.

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Cuando Hinata se negó a ser cargada como un peso muerto a Itachi no le quedo más opción que volver atarla aunque aquello no le pareciera lo correcto.

— ¿Hay algo de lo que se arrepienta Itachi-san? — y desde hace un tiempo lo había notado, Hinata le había perdido el miedo, era como si solo estuvieran completado una misión y por un momento se preguntó si debería detenerse y dejarle en claro que papel cumplía cada uno, pero no lo hizo de cierta manera quería saber más sobre su aldea y ella era la única que podría mantenerlo informado.

— No — porque verdaderamente no lo estaba, todo lo que había hecho tenía una intención por muy terrible que hubiese sido — ¿Y usted? — de cierta manera le intrigaba conocer más de aquella niña que solía ocultarse detrás de su padre cuando los feroces ojos de Fugaku Uchiha le observaban.

— Solo una — e Itachi presto atención — No haber sido capaz de confesarme, cuando aun podía verlo —

— Entiendo — no supo la razón con exactitud, pero por un momento se sintió inmensamente culpable.

— Pero supongo que aunque me hubiese atrevido. No hubiese conseguido el efecto esperado — termino admitiendo.

— ¿Cómo esta tan segura? —

— No creo que hasta el momento de mi desaparición el finalmente me haya notado — suspiro profundamente — Pero aun así, me siento completamente satisfecha por mantener su recuerdo fresco en mis memorias, aun cuando sea incapaz de volver a verlo yo... — e Itachi se detuvo, su respiración era agitada — Podre vivir con eso —

— ¿Se encuentra bien? — se giró cuando sintió la rigidez de la cuerda.

— Yo — comenzó a tambalear — Yo — y sus labios se abrieron para dejar salir su desayuno — No creo poder — y finalmente se cayó, la fiebre de nueva cuenta la había superado.

Con total calma Itachi camino hacia ella, luego le coloco la cantinflera en sus labios y le obligo a tragar sin embargo la fiebre era la menor de sus preocupaciones puesto que un color violeta alrededor de sus ojos se estaba expandiendo. No obstante aunque era inquietante no había manera de regresar en busca de un nuevo sanador, eso sin duda le costaría más días de retraso.

Así que sintiéndose seguro de su capacidad la sostuvo entre sus brazos y reanudo el camino, necesitaba con urgencia llegar a Konoha y recibir una atención adecuada.

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Tres semanas habían pasado desde que había tomado a Hinata Hyuga como su misión y lo que creyó sencillo se convirtió en una completa osadía, las constantes lluvias lo habían obligado a parar constantemente empeorando así la situación de Hinata, quien aparte de sufrir graves elevaciones de temperatura, no conseguía retener ningún liquido o alimento.

— No, por favor — le suplico cuando sintió sus manos vagar por su rostro y es que era evidente notar que ella ya había perdido todo rastro de sensación, puesto que no era capaz de reconocer el hedor nauseabundo que su zona afectada liberaba.

— Sí, no lo hago —

— ¿Moriré? — ante sus palabras Itachi no puedo evitar fruncir el ceño.

— No lo permitiré.... — no pudo continuar ya que Hinata lo interrumpió.

— Creo que es mejor así — confeso débilmente — Sin ellos no soy más una Hyuga —

— Pero sigue siendo Hinata, hay personas que la esperan — aprovecho que se encontraba distraída para quitarle la venda.

— De las cuales no deseo recibir lastima —

— No tiene por qué ser así — paso el trapo húmedo por su frente.

— Siempre lo ha sido, no tendría por qué ser diferente —

— Solo debería descansar mañana partiremos —

— Crees que no lo noto — movió el rostro indicándole a Itachi que parara — Aun cuando no puedo verlo, sé que lo único que siente por mí es lástima, porque sabe que mi condición ha empeorado —

— Se equivoca —

— ¿Es así? —

— Por supuesto, yo nunca me atrevería a verla con lastima — e Itachi desvío la mirada temiendo que aun sin sus ojos pudiera leerlo.

— Todo este tiempo — Hinata tocio y para Itachi no fue sorpresa ver rastros de sangre en su saliva, sin duda alguna la infección había comenzado a invadir su cuerpo — Sé que me ha estado mintiendo sobre mi estado y... — volvió a toser esta vez con más fuerza.

— Debería parar, no es momento para hablar — paso el trapo por la comisura de sus labios.

— Moriré pronto así que permítame decir todo lo que siento — Hinata tomo una enorme bocanada de aire y continuo — sé que hay muchas cosas de las cuales usted se arrepiente, sin embargo me es muy difícil ver a través de usted — ante tal declaración Itachi se sintió confundido.

— Los ojos Hyuga capaces de ver a través de su rival —

— Así es, pero aun lleva consigo esa pesada mascara ¿Cuándo piensa quitársela? —Itachi se sintió incómodo.

— Supongo que, será el día que muera — a manos de su hermano claro.

— Usted dijo que no se arrepentía de nada ¿Eso es una mentira? —

— Un poco, si— y es que en sus manos tuvo la posibilidad de cambiar sus destinos, el tercero le había sugerido un compromiso entre los suyos y los Hyuga para ese modo darles lo que tanto pedían los Uchiha, más poder. Pero el solo pensó en Sasuke y se negó rotundamente a robarle su felicidad aunque al final fue él quien se la arrebato. Sin embargo nunca reparo en él, por mucho tiempo se olvido que el también era un hombre, uno con sueños, sueños que conllevaban a tener una familia y un modesto negocio de dangos porque los amaba. Y estaba seguro que de haberle dado la oportunidad para amar, él hubiese sido capaz de hacer feliz a la mujer que se hubiese convertido en su esposa, sin importar que su matrimonio fuese solo una mera estrategia por calmar a su gente.

Sin embargo no se lo diría.

— Prométame que al menos en usted mi recuerdo vivirá — e Itachi se preguntó si acaso en su lecho de muerte también diría toda esa clase de incoherencias.

— Lo hare — le acaricio la frente porque lo sintió oportuno.

— Gracias — y con ese último agradecimiento vio la vida de Hinata Hyuga esfumarse sin ser capaz de impedirlo.

— Solo espera — esta vez le beso la frente — Tengo el presentimiento de que nos encontraremos antes de lo previsto — le corto un mechoncito de su cabello y se lo enredo alrededor de su muñeca pues deseaba llevarla consigo hasta el final de su camino.

Con la lluvia cayendo a cantaros Itachi salió de la cueva y solo ahí se permitió llorar, porque solo debajo de la lluvia que cubría sus ojos se podía permitir, sentirse humano.

Y lloro por ella y por su hermano.

Por el diferente destino que inconscientemente les había arrebato.

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— Itachi — y no le sorprendió que finalmente lograra localizarlo, de hecho desde que cargaba con Hinata en sus brazos tuvo la sincera intención de terminar con su propio asunto.

— Sasuke — se permitió observar a su hermano y le pareció que había comenzado a superarlo en estatura.

— ¿Está muerta? — verla en sus brazos tan apacible le sorprendió enormemente que solo atino a dar dos pasos hacia atrás — ¿La mataste? —

— Solo he cumplido con mi deber. Entregarla a los suyos — y al sentir su inminente chakra las puertas de la aldea de la hoja se abrieron de par en par dejando ver a un par de ninjas.

Así que la coloco con delicadeza en el suelo, mientras invitaba a Sasuke a seguirlo.

Y en su último vistazo puedo reconocerlo a él quien pese a lo que ella creía había notado su ausencia, puesto que lloraba desconsoladamente abrazando su cuerpo y deseo que donde fuese que ella se encontrara fuera capaz de mirarlo con sus propios ojos.

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Nota del autor.

Ni yo sé cómo teniendo la referencia no logre convertirlo en un fic romántico y digo en un principio esa era mi intención pero para llegar a ese punto tendría que tirarme al menos 20 capítulos no puedo simplemente pretender que Itachi se enamorara por simple lastima eso sería irreal al menos en mi punto de vista.

Así que termino siendo esto. Dos almas que terminaron siendo arrastradas al abismo y que indirectamente terminaron siendo la fortaleza del otro.

Me despido no sin antes recordarles lo mucho que los quiero y lo muy feliz que me hacen al leer todas las boberas que escribo.

Domingo 18 de junio del 2023.

Feliz día del padre y recuerden si el suyo es uno incompetente y ausente regálenle una demanda jaja no habrá mejor regalo se los aseguro, no podrá sacarlos de su cabeza por un largo tiempo.