✡ two; babysitter ✡
Estudié mi reflejo por última vez frente el espejo y por suerte el repentino sangrado había cesado. Seguro se me habría roto una pequeña vena o algo por el estilo, nada de qué alarmarse. Por si acaso, me llevé conmigo medio rollo de papel higiénico en el bolsillo.
Una vez fuera, barrí el lugar con la mirada buscando a Benny, y no tardé en dar con él, visualizando a Ethan —quien por fin llegó— a su lado. Él pobre se notaba bastante alterado.
—¡¿Una niñera para tí?! ¡clásico!— Oí los gritos de Benny antes de siquiera acercarme hasta dónde ellos se encontraban.
—Con que una niñera ¿eh?— Los sorprendí apareciendo a sus espaldas, uniéndome a la conversación.
—Shhh, cállense, por favor. Es un comentario que podría arruinar mi reputación.— chistó fastidiado, asegurándose de la inexistencia de testigos en el perímetro— Y no es para mí, es para Jane— agregó.
—Sí, claro— lo molesté hilarante.
—Sí, claro— refutó de inmediato.
—Lo positivo de eso, es que una de estas bellezas de primera podría estar en tu casa hoy.— comentó Benny, lanzándole una mirada atrevida a una rubia que pasaba por allí. Y no contento con eso, también le soltó un comentario vulgar a una pelinegra.
Iba a golpearlo por ser un maldito baboso, pero Ethan se me adelantó, gesto que le agradecí en silencio. —¡Oye!— lo regañó a la vez.
—¿Qué?— preguntó el ojiverde, desconociendo descaradamente el error en su comportamiento.
—Se llama Erica y está en esta escuela.— Nuestro amigo de la chaqueta de jean retomó el tema.—Con suerte, los convenceré de que no hace falta.
—Suerte con eso, E— Le dí un par de toques en el hombro dándole ánimos, consciente de que la probabilidad de que eso ocurriera era escasa.
—No me estás ayudando— suspiró desganado.
Tener una niñera a su edad era sin dudas humillante, me compadecí. Sin embargo, se lo merecía por descuidar a su hermanita de semejante forma.
—¿Por qué tus padres no me ofrecieron a mí cuidar a Jane?— Esa pregunta rondaba en mi cabeza sin cesar. A juzgar por sus facciones, Benny también quería saberlo.
—No es que no les agrades, Jordan, al contrario, pero te quedas dormida en todos lados— me abofeteó con la cruda realidad.
—Buen punto— admití levantando los hombros.
—Descuida, preciosa. Nada que un par de tazas de café no arreglen, Jane te adora— me animó Benny.
¿Cómo lograba ser tan mentiroso y tan honesto simultáneamente?
Los tres caminamos por los pasillos un rato, aguardando a que las clases dieran inicio. Nos detuvimos al divisar cómo el director Hicks, intentaba colocar en la pared un afiche que decía “adolescente extraviado”. La tarea, se le dificultaba enormemente porque sostenía su café en una mano.
Fue ahí cuando un grupo de adolescentes mayores a nosotros se acercaron hasta él. La palabra “extraños” se quedaba corta a la hora de describirlos. Llevaban gafas de sol estando en interiores y las tonalidades oscuras predominaban en su vestimenta.
Mi padre siempre me decía “No juzgues a alguien por su apariencia”. Pero a pesar de repetir incontables veces aquella enseñanza en mi mente, llevarla a cabo fue imposible.
—¡Ah, hola! ¡director Hicks! déjeme ayudarle.— Pareciendo ser el líder de la agrupación, un muchacho delgado e impecable ofreció su ayuda.
Agradecido, pero actuando muy raro, el señor de traje cedió un sorbo de su bebida caliente al joven en cuestión. Seguidamente, repitió tal cual las palabras que éste pronunció. Parecía estar en trance.
En conjunto, los chicos misteriosos se retiraron tan rápido como aparecieron, no sin antes sonreírnos. Uno en particular se fijó en mí y pude notarlo, era todo menos tonta. Me límite a regalarle una mueca disgustada.
Hicks se percató de nuestra presencia y apresurado aclaró la situación, riendo de manera forzosa—Muchachos del club de teatro, siempre hacen una escena.
Todos le dimos una sonrisa incómoda y de manera fortuita la campana sonó, siendo nuestra salvación divina.
_________________________________
—Se diría que Hamlet de Shakespeare, es una de las obras que ha producido siempre una fuerte interpelación...
Comprender la mentalidad de los escritores era un embrollo. Me hubiera quedado dormida de no ser porque un bollito de papel cayó frente a mí. Bostezando, lo abrí asumiendo que sería una nota, mi sospecha resultó correcta.
[“¿Todo bien, preciosa? me asustaste hoy temprano”]
No tuve que meditar en exceso para descifrar el autor del mensaje. Igualmente, preferí girarme en su dirección para asentir en vez contestar por escrito. Benny era tan tierno preocupándose por mí.
<<Eso es lo que los amigos se supone deben hacer>> me mentalicé.
_________________________________
—Me gusta tu playera. Star Wars ¿verdad?— Ethan me insinuaba algo, realizando un baile alocado de cejas.
Sin decirle una palabra, él ya lo entendía todo, siempre lo hacía. Tal vez era como una especie de sexto sentido que desde la cuna trajo consigo.
—Camina, tonto.
Nos colocamos en la fila de la cafetería con nuestras bandejas en mano, sitio donde Benny ya nos esperaba.
—Que mal, no hay pizza.— me quejé para mí misma casi inaudible.
—Lo sé, es imperdonable.
Arqueé las comisuras de mis labios. Si se trataba de comida, siempre podías contar con Benny Weir.
—Chicos, llegó la hora— murmuró Ethan— Nuestro futuro social depende de lo que hagamos en estos días, así que…
—¿Qué dicen?— interrumpió Benny, consultando sobre unas gafas rarísimas que se colocó en no sabía qué momento. Hablando con franqueza, se le veían genial, diferentes pero con estilo.
Me cubrí la boca conteniendo una gran carcajada, padeciendo la vergüenza ajena. Ethan, en cambio, pareció enfadarse, puesto que se las arrancó velozmente, dando inicio a una pelea entre ellos.
<<Son como niños>>
Suspiré y vi a Rory más adelante en la cola.
—¡Oigan, aquí! ¡hola! ¡¿qué hay?!— fui la única que le prestó atención.
Odiaba que mis amigos fuera tan despectivos con Rory. Aunque no negaba que en ocasiones podía tornarse algo molesto, Rory Keaner era un chico divertido y tan nerd que me fascinaba. A él lo conocí aproximadamente a la edad de catorce años y desde entonces, me cautivó con su tierna forma de ser.
—No creo que te escuchen, Roar. Están muy ocupados discutiendo por ese tonto juguete.
Ambos parecieron recapacitar ante mi reproche y dejaron de forcejear, declarando a Benny triunfador.—¿Tonto juguete? no la escuches— tranquilizó a su aparato dándole caricias como a una mascota.
—Los cuatro amigos se reúnen— bramó el escuálido de anteojos— ¿Pueden prestarme un dólar con veintiocho?
Al mismo tiempo que nos daba un sermón sobre nuestro bajo estatus en la pirámide de la popularidad, Ethan tropezó con una morena, ocasionando que ella se volcara encima todo lo que llevaba sobre la bandeja.
—¡Tonto, aghh! ¡te lo agradezco, que torpe!— hizo énfasis en ese último adjetivo calificativo, miró su camiseta rosa hecha un desastre y se retiró furiosa.
—¿Decías?— resoplé irónica.
—Mejor no hables— pronunció irritado.
—Allá va un bombón de esos que son épicos— acotó Benny, acomodándose las gafas nuevamente.
Negué con desaprobación—Ven, vamos, Rory.
A pesar de que en un principio se negaban a sentarse junto al platinado, gracias a mi persuasión los chicos me siguieron hasta una mesa donde nos instalamos para almorzar.
—Me gusta tu maquillaje, Jo-Jo, así luces como una chica— Rory confesó ruborizado, llamándome por el apodo que escogió para mí. Aquello lo hacíamos desde la primera vez que nos presentaron, buscar sobrenombres de lo más ingeniosos para el otro.
—Supongo que tomaré eso como un cumplido.— le guiñé un ojo traviesa. Por lo general, solían molestarme esa clase de comentarios. No obstante, viniendo por parte Rory me pareció incluso tierno.
Mientras comíamos, algo captó la atención de Benny, enseguida di en el clavo. Sorprendido, contemplaba a una muchacha de anteojos y melena clara charlando con la que supuse sería su amiga, la morena que el torpe de Ethan manchó antes.
—No puede ser…. ¿el bombón que ensuciaste es amiga de ella?— interrogó Benny, incrédulo.
—¿Quién? ¿la fanática de ocaso?— Ethan se dio media vuelta para observar a quién se refería.
—Se llama Erica y es la princesa Leia de mi Han solo.— Todos nos burlamos en complicidad, incluyéndome. Si bien no disfrutaba que él dijera esas cosas, debía admitir que fue muy gracioso.—Oye, tal vez ella podría ser tu niñera.
—En ningún universo serías Han— escupí para molestarlo, apuntándole con mi tenedor.
—¿Disculpa?— me enfrentó simulando indignación.
—Dudo que sea la misma Erica— continuó Ethan, dubitativo.
—Mhhh… es cierto, muy bueno para ser verdad. Iré a investigar.— decretó, poniéndose de pie para ir con las dos chicas, decidido a obtener información. De poco le sirvió a Ethan intentar detenerlo.
—¡Así se hace Benny!— Rory dejó de jugar con las gafas de Benny y lo alentó, susurrando.
—¡Ya cierra la boca!— lo calló Ethan, sumamente crispado.
Refunfuñé, llevando un trozo de pollo a mi boca para desquitarme al masticarlo <<¿Acaso los hombres sólo piensan con las hormonas?>>
Mis pensamientos se vieron abruptamente interrumpidos por una cantarina y familiar voz—Oigan chicos, ¿quisieran ir conmigo a una fiesta super cool esta noche? Será alucinante, incluso habrá un buffet— nos propuso Rory.
Ethan se encontraba demasiado ocupado intentando escuchar lo que Benny hablaba con las jóvenes, por eso mismo hizo oídos sordos al flacucho.
—No lo creo, Roar.
Que no se malentendiera, por supuesto disfrutaba el pasar tiempo con Rory, pero las fiestas no eran lo mío. La idea del buffet me tentaba. Aún así, prefería quedarme holgazaneando en casa, haciendo zapping y pecando con un tazón de frituras para nada saludables. A las pocas fiestas que asistí, me dediqué de lleno a devorar todo lo que mi límite estomacal soportara, exceptuando aquella vez que “bailamos” Benny y yo. Cito “bailamos” entre unas prominentes comillas porque llamar a eso baile sería un insulto hacia los practicantes de aquel arte.
—Aunque sea piénsalo ¿sí?— dijo robando un sorbo de mi refresco azucarado.
Jamás hubiera imaginado ser testigo del cambio radical que tendría su ingesta líquida en un futuro.
_________________________________
¡Fín del capítulo! ojalá les haya gustado. Preferiría que me dijeran cómo les gustan los capítulos, cortos o largos. Un abrazo y gracias por leer🧙♂️♥️
𝘩𝘢𝘤𝘩𝘦.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top