Vida
Elinor
Ya pasó una semana desde el incidente de Ted.. Como siempre trabajo el día de hoy en el Arcade, hoy estaba limpiando el mostrador cuando sentí una punzada en el corazón al ver entrar una silueta, solo miré el piso que se transparentaba con el vidrio y noté los zapatos del visitante, unos tenis Nike negros, miré hacia arriba notando a un joven con un traje gris con negro,corbata negra y una chaqueta negra, sus ojos estaban cubiertos por unos lentes oscuros muy peculiares, cuando los alzó para mirarme simplemente retrocedí del mostrador y llame a Even para que lo atendiera, me hice a la desentendida dirigiéndome a una maquina vieja para "darle mantenimiento" Ted estaba aquí, y obviamente no quería ni verlo, el lo sabía, no lo salude ni el a mi, dos desconocidos completamente.
.....................
Ya casi llegaba la hora de cerrar el Arcade, Even se había ido y Ted no se había movido de su maquina elegida, al parecer esta vez no se había gastado todas las fichas.
-no es por alarmar, pero ya tengo que cerrar- dije sin mirarlo, tan solo mantuve fija mi mirada en el vidrio de la puerta.
-no he acabado mis fichas- dijo secamente y algo intimidante mientras seguía jugando, obviamente me volteé y lo vi sentado frente a la maquina, su mirada estaba triste, no disfrutaba el juego como otras veces lo hacía, algo de el había cambiado y me asustaba.
-en realidad tengo que cerrar, Porfavor rerirate, te devolveré el dinero de las fichas- dije tímidamente a lo que el me miró serio.
-para que quieres irte? No tienes nada importante que hacer en tu casa, yo lo se porque te conozco- el se levantó de la silla y dejo el frasco con fichas sobre el mostrador sin mirarme.
-pero es tarde, y tal vez tu si tengas algo mejor que hacer- dije mirando el suelo a lo que el se puso en frente mio.
-no es así, no tengo novia, mi entrenamiento de lucha acabo hace varias horas, y mi madre vive en california, yo iré a reunirme con ella dentro de una semana- dijo dulcemente, me gano la curiosidad y alzé la mirada hacia el, nuestras miradas chocaron, esos segundos que lo miré me parecieron eternos, solo hasta que reaccione y di un paso atrás.
-eso me lo dejaste muy en claro, pero en este instante no necesito explicaciones de ello-
-solo lo dije para que me prestaras atención ahora y aceptaras- dijo mirándome a los ojos.
-que cosa?-
-recuerdas que me prometiste salir con migo a cenar?- pregunto serio.
-si.. Por?-
-comerias una pizza con migo ahora?, se que no cuenta como salida pero, quiero compartir un momento con tigo-
-mira, se que es complicado pero... No estoy segura-
-esta bien que desconfíes, después de todo... Quien confiaría en un mentiroso como yo-
-no es que desconfíe pero es algo extraño que cenemos en este lugar, y segundo, a que horas pediste una pizza?- lo miré extrañada y ya un poco menos tímida, si, la pizza es mi debilidad y cuando se tratara de ello, hasta a mi peor enemigo le daría la oportunidad de compartir una rebanada de pizza.
-la pedí antes de que llegara aquí, debe de estar por llegar- miró su reloj en su muñeca izquierda.
-oye, porque haces esto? Yo creí que después de que te saqué de mi departamento me odiarías- dije tomándome un brazo.
-quizas me sentí algo mal al principio pero tuviste buenas razones para enojarte, te besé a la fuerza, otra chica me besó, te mentí sobre mi empleo- suspiró, yo solo dejé salir un leve sonrojo al recordar el beso de parte de el, atine a mirar hacia otro lado a lo que el me miró sorprendido -son razones obvias, y quiero disculparme por todo-
-lo pensare.. Aun no estoy segura si perdonarte-
-no tienes porque apresurarte, piénsalo hasta que estés segura-
..............................
Pasaron unos minutos y llegó el repartidor con la pizza, Ted pagó y la llevó dentro del local.
Era extraño, por primera vez tendría una cita... Bueno no exactamente pero algo parecido.
Ambos tomamos un pedazo de pizza y comenzamos a comer, Ted relató una de sus luchas la cual se había lesionado, yo le conté sobre cómo aprendí el ingles y el incidente en la tienda, ambos reíamos al recordar aquellas cosas, pero llegó un momento de nostalgia para mi al ver un trozo de pizza.
Cuando era pequeña mi hermano siempre trataba de hacer de todo para que yo tuviese el último pedazo de pizza, siempre trataba de complacerme en todo, y días antes de la muerte de mis padres el me había regalado un vestido muy hermoso de color negro con un cinturón grueso de color plata, todavía recuerdo lo que me dijo aquella vez.
-oye, este vestido me queda demasiado grande... No crees que te equivocaste?..-
-nope, ese vestido es para tí y quiero que lo uses el día de tu graduación, yo estaré presente y bailare con tigo, no quiero lucir fuera del lugar si no llevas el vestido adecuado-
-como sabes que traje usaras tu?-
-no lo se, pero con ese vestido te aseguro que lo sabré, además, quiero que lo uses porque significa mucho para mi verte graduada y ya grande, me sentiré aliviado ya que cumplí mi cometido al cuidarte-
Es increíble como las cosas cambian al pasar de los días... Ese vestido aun sigue en mi armario, no quiero usarlo, siento que no es correcto después de lo que le sucedió a mi familia, supongo que al ser la última debo mantener promesas hechas ocultas.
-oye, estas bien?- Ted me sacó de mis pensamientos al hablarme pero me había quedado quieta mirando el trozo de pizza, supongo que lo asusté.
-oh, si, si, estoy bien, solo recordé a mi hermano, nada especial-
-y que recordaste?- preguntó con curiosidad a lo que suspiré y le conté, el hizo una mueca graciosa, al parecer las palabras de mi hermano lo hicieron enojarse?...
-y bueno, hace tiempo mi hermano murió así que ese vestido se quedó en mi armario, no veo la razón adecuada para usarlo-
-y si lo usas para cuando yo me valla del país?- pregunto Ted mirando la mesa algo tímido.
-no es una razón válida-
-si lo es, es la última vez que te veré y quiero recordarte de una manera especial y que mejor que con ese vestido-
-escucha, sonará tonto, pero ese vestido no lo he tocado desde que tenía 12 dudo mucho que me quede ahora..-
-porfavor Elinor... Será la última cosa que te pediré lo prometo-
-lo pensaré... Supongo-
-que no tienes otra palabra para responder que no sea "lo pensaré"?-
-no, ahora cállate!- reí ante eso último a lo que el también sonrío.
No sería mala idea...
Después de todo... Quien querría a una chica tan simple como yo?
Nadie....
Teddy
Ella lo es todo para mi...
Y haré lo que sea para que este a mi lado hasta el final...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top