Flores

Elinor

-quiero que tu y yo salgamos! Porfavor...- mi respiración fue cortada de repente, sentí mi cuerpo temblar, no despegue la vista del piso, jamás en mi vida había escuchado tales palabras... No después de aquel niño que me dijo lo mismo solo para burlarse de mi.. No.. Esta vez no caeré tan fácil.

-lo siento, pero debo cerrar el lugar, te pido de buena manera que te vallas- dije de manera cortante para abrir la puerta sin haberle dirigido la mirada a Perkins que estaba sorprendido y decepcionado.

-di..dije algo malo Esmeralda?..- pregunto nervioso Perkins, yo tan solo no le respondí, sentía que si lo hacia mi cuerpo colapsaría -bueno si dije algo malo para tí, me disculpo, no quería hacerte sentir mal... Me retiro-

Perkins tomo su chaqueta que estaba junto a la maquina donde se la pasó jugando y salió del Arcade con el semblante serio, los nervios que el sentía antes de hacerme esa pregunta se esfumaron, pero prefiero eso a solo una burla más... Lo lamento si fui tan dura con el pero era necesario.

Cuando cerré la puerta del Arcade no pude retener más mi llanto, esas palabras me dolían y más por la forma en que trate a Teddy.. No se merecía lo que le hise, pero realmente no estoy para esas cosas,  tal vez el esté acostumbrado a salir a cenar y esas cosas pero yo no... Apenas y tengo una muda de ropa y ni siquiera es ropa linda, tan solo es algo normal que uso en casa.

.............

Teddy

Estaba enojado, triste y aliviado por alguna razón.. Elinor fue demasiado fría ante lo que le pregunte, no era necesario que me tratara de esa forma, se que tal vez yo sea un desconocido para ella y tal vez piense que mis intenciones son otras pero en realidad no es así, yo solo quiero que ella y yo seamos amigos, se que tanto ella como yo compartimos gustos en común y me gustaría que ambos tengamos nuestras opiniones... Pero... Tengo la ligera impresión de que ella no quiere compartir nada con nadie, es bastante ruda, eso lo se bien por la forma en la que amenaza a los adolescentes que se quieren pasar de listos en el Arcade.. Quisiera que ella supiera lo que pienso de ella, que supiera que mis intenciones son buenas y no como piensa, supongo que después de esto no podré hablar con la misma confianza con ella... Pero tengo un plan que pondré en marcha para que ella se de cuenta de que lo que veo en ella es diferente.

................

Elinor

Hoy es viernes, el día más atareado de toda la semana del Arcade, los niños eran muchos más que hace una semana, al parecer la mayoría de las escuelas ya dieron vacaciones y por eso están casi todos aquí, en mi opinión me encanta! Pero en la opinión de Even, es solo más trabajo cansado, supongo que odia este trabajo, pero no es mi problema...

-disculpa! Usted es Esmeralda Strage?- pregunto un niño de no más de 10 - 11 años frente al mostrador.

-Esmeralda no me gusta tanto, prefiero que me digan Elinor- le sonreí al niño mientras esté imitaba mi acción.

-la persona que te manda esto dijo lo mismo! Adiós!- El niño salió corriendo del lugar dejando en el mostrador una rosa roja con una pequeña nota, mi cara mostraba una extrañes enorme, desde cuando aquí un niño es una paloma mensajera?, me intrigaba mucho pero decidí abrir aquella nota que estaba doblada por la mitad y al parecer estaba escrita a mano..

"me tienes perdido, mis intenciones son buenas hacia tí, quizás lo entiendas algún día, inclusive esta rosa lo demuestra, cuando se marchite recibirás una pista más.."

Que demonios!? Eso ni siquiera rima! Pero al menos la rosa es muy bella, la tome entre mis manos para acercarla a mi nariz y respirar el dulce aroma de esta, me seguía intrigado mucho quien la había mandado, realmente nadie se interesaría en mi...

A partir de esa semana diferentes niños llevaban rosas de varios colores justamente cuando la última se marchitaba, también hace varias semanas que Perkins no se aparece por el Arcade, quiero suponer que mi forma de tratarlo realmente lo hizo sentir mal, es una lastima que no tenga ni su numero de teléfono para al menos disculparme con el.

Ya de nuevo es viernes por la noche, hoy no recibí ninguna rosa y tampoco Perkins se apareció, Even se fue temprano a casa porque tenía unos asuntos pendientes con su novia y yo me quedé, por las noches casi nadie viene así que me dedico a barrer, limpiar las máquinas y tirar las envolturas de dulces que los chicos dejan sobre las máquinas, que mañas... Estaba en eso cuando escuche la puerta abrirse, iba a decir que ya estaba cerrado pero de mi boca no salió ni una sola palabra al ver a quien acababa de entrar.

-tu?- pregunte bobamente a lo que Perkins sonrió de lado.

-creí que te alegraría verme- saco sus manos de las bolsas de su chaqueta la cual abrió sacando algo de su interior -pensé que adivinarías quien mando esas rosas y las notas- Perkins sacó una rosa roja como la sangre y me la entregó, yo no podía formular palabra alguna, estaba Sorprendida y avergonzada, no quería ni mirarlo a los ojos, fui muy dura con el aquella vez y realmente que estaba muy arrepentida.

-no dirás nada?- pregunto mirándome fijamente, obviamente yo quería decirle algo pero mis nervios no me lo permitían.

-yo...-

-tu?- Perkins prestaba mucha atención a cada movimiento que hacia, la verdad no me molestaba pero me ponía más nerviosa.

-realmente lo siento! No debí haberte hechado del Arcade de esa manera! De verdad que estoy muy apenada! De veras que-

-ya entendí, tranquila, si me sentí mal en ese momento pero no es para tanto, se que no era tu intención y lo entiendo- Perkins tomo ligeramente mi mentón haciendo que lo mirara a lo que el solo sonrío, era extraño pero su sonrisa me calmaba, me hacia dejar de sentir miedo y pensar que todo estaría bien.

-te llevaré a tu casa, ya es tarde y no quiero que algo malo te pase- Perkins se pasó un poco de amable, pero creó que esta bien, después de todo no quiero sentir ese remordimiento otra vez.

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