N/A Normal

Ya habían pasado varios años, Ted había criado a James tal y como Elinor ubiese querido, el niño ya estaba a punto de graduarse de la primaria y pasaría a la secundaria la etapa de la adolecencia, la mas dura para un padre soltero como Ted, no era tan malo, el y su hijo compartían momentos agradables y divertidos, tenían muchos gustos en común y siempre trataban de ayudarse mutuamente, Ted ahora vivía con su hijo en California, por el trabajo de Ted, pero a pesar de ello jamás olvidan de donde provienen, están orgullosos de ser parte de Filipinas, el lugar de donde su vida había tomado sentido y el lugar el cual Elinor amaba.

La vida no siempre termina con un final feliz pero continua, habrá piedras a lo largo del camino pero ellas te ayudaran a madurar y a comprender la vida como debe ser y te harán una persona de bien

Después de todo
El Hilo Rojo siempre esta presente en el ciclo de la vida... Un ciclo sin fin.