Capítulo VI: Simple Plan.
"Se puede saber que estás haciendo?" lo jaló de la mano hasta estar lo suficientemente lejos del invitado no bienvenido, para que no los escuchase.
"Tranquilo, tengo todo bajo control. Todo va de acuerdo al plan" dijo con una mueca de dolor después de que Jihoon casi le luxa la muñeca.
"Ajá y supongo que coquetearle a la princesa mientras lo miras como si fuera la octava maravilla es parte del plan ¿No?" DK se quedó mudo ante la acusación. Recibió una fuerte pisada en su pie derecho haciéndolo doblegarse.
"Por el amor de Dios Seokmin, eres idiota o te haces?, te dije que no te enamoraras."
"Wow, wow, wow, wow" se exaltó llamando la atención de Jun que se encontraba en la sección de carnes frías "vamos, tampoco exageres, solo es atracción física" susurró un poco más discreto.
"Atracción física mis pelotas, todos se están sacrificando, incluso yo ya hice mi parte" susurró de igual forma aunque más exasperado al ver la indiferencia del menor ante su situación "te estás tardando, si EXIT se entera de esto, estamos muertos" Suspiró en un intento de calmarse y no lucir sospechoso hacia la pareja asignada del azabache.
"Suficiente, si no confías en mí sólo tienes que decirme que me salga del proyecto."
"Estás pendejo."
"Y aún así me amas."
"Ese no es el punto Seokmin" lloriqueó ya bastante frustrado "Destroza el corazoncito del niño bonito para continuar con la siguiente fase y deja de jugar ¿Puedes hacer eso?" lo miro suplicante.
Quizá eso había sonado feo pero no tenía alternativa. Dirigió su mirada al alto y apuesto castaño que hablaba bastante animado con una tierna señora. Desvanecer esa sonrisa que tenía parecía difícil y cruel de hacer.
"Puedo y lo haré... A mí manera."
(...)
"Te gusta?" preguntó al oído del chino.
"Fingiré qué no hiciste eso a propósito, aléjate, ya" el menor al instante acató su orden, no sin antes tomar lo que el castaño tenía en las manos.
"Es un lindo anillo" inspeccionó cerca la joya, daba la apariencia de ser de plata con pequeños diamantes incrustados en él "Lo quieres?".
"huh? Sólo estaba viendo. Gracias."
" Sí yo también digo eso cuando no tengo dinero" comentó aún consiente de que seguro su pareja asignada era de una familia bien acomodada, es decir, ¿quién se muda en menos de un mes a otro país consiguiendo departamento en una de las mejores unidades habitacionales de Seúl así como así, si no se era influyente y de clase alta?
Pero Jun tendía también a tener sus momentos de impulsividad, sobre todo cuando alguien lo retaba o subestimaba.
"Me da este set de anillos por favor" pidió al empleado aún estableciendo contacto visual directo con seokmin.
Este sonrió algo incrédulo por lo infantil que estaba siendo.
"No tienes que demostrarme nada" dijo ya sin sonrisa alguna una vez que vio que Jun iba enserio y había sacado una tarjeta negra para pagar.
"No sé de qué me estás hablando" le hechó un vistazo al trío de anillos en la caja de terciopelo negro y rojo que le había entregado el empleado.
"Estás siendo muy egocéntrico al dar por sentado qué los compré por ti" negaba con la cabeza en señal de desaprobación con una mirada compasiva, por inercia Min desvió su vista algo disgustado.
"yah, hyung" chasqueó la lengua con el ceño fruncido " hablo enserio ¿Cómo puede gastar tanto dinero en un momento? Ni en 10 vidas sería capaz de tener el suficiente dinero para tener su tarjeta".
Era una preocupación genuina, demonios, que si por una falsa sub estimación era capaz de derrochar su riqueza de tal forma, qué pasaría en una confrontación real? Era una nueva faceta de él y la verdad no estaba cómodo observandola.
"Bromeas ¿no? Eres un 10*, al igual que yo, perfectamente puedes conseguir lo que quieras... "
Soltó con voz firme pero con un lenguaje corporal un tanto despreocupado aunque todo era fingido pues Jun se sentía pequeño ante la penetrante mirada del menor pero retenía su impulso de sonrojarse mordiendo el interior de su mejilla.
"No respondió mi pregunta" puntualizó con los brazos cruzados. Los ojos del azabache se tornaron más oscuros de lo normal, no había ni un rastro de eye smile en ese momento lo cual era escalofriante pues casi siempre había un destello de luz y ternura en ellos por más serio que estuviese.
Cosquillas detrás de la nuca de Jun se intensificaron probando lo nervioso qué estaba, incluso su respirar se había vuelto un poco pesado.
"Ya entendí, te lo diré pero deja de mirarme así, ok?" seokmin relajó su rostro y Jun soltó un suspiro de alivio.
"Es algo necesario, un regalo para las hijas de un amigo de mi padre, tu comentario solo me ayudó a decidir justo ahora ¿contento?" inventó una excusa rápida esperando que Seokmin dejara el tema de lado.
El menor no se tragó para nada ese cuento pues era irrazonable incluso para una persona de clase alta gastar 3000 dólares en un regalo común, sobre todo cuando el diseño de las joyas no eran nada ostentosa, si no más bien sencillo pero elegante.
"Relájese hyung, no es como si lo fuera a castigar" frotó el cabello del castaño desarreglado su peinado para continuar su camino por las tiendas comerciales.
Para ese punto estaba muy claro que ambos estaban jugando un estira y afloja por mera diversión; mientras Jun era más de comentarios desconcertantes (según su pulcra imagen), Seokmin era más de contacto, miradas o roces y eso comenzaba a ser algo habitual.
Ya era frecuente que sin previo aviso el menor llegara a rodear su cintura con sus brazos con el vago pretexto de protegerlo de acosadores o prevenir que lo golpearan en las atrajeadas calles de Seoul. Jun no podía percibir malas intenciones pero su cercanía era bastante peligrosa acelerando inevitablemente su pulso.
Le gustaría decir que había sentido ese sentimiento por alguien con anterioridad, y la razón por la se queda en un gustaría era porque aún seguía sintiéndose igual por esa antigua persona.
"Huihui!"
No supo exactamente en qué momento pero su primer amor estaba frente a él.
Aquella aura tan pura y tranquila que él solo le podía transmitir lo había dejado embobado; sabía que Mingming lo estaba bombardeando con miles de preguntas respecto a qué hacía en Corea, quién era su acompañante, sin embargo prefería admirar su belleza a responder posiblemente con monosílabos.
"Jun, presentame a tu amigo" le dió un leve empujón en el hombro para sacarlo de su trance.
"Umh, sí. Mingming, él es Lee Seokmin; Seokmin, el es Yao Ming Ming" ambos chicos se saludaron con una leve reverencia.
Su mejor amigo. Su persona especial. Su querencia real. La única persona que con su sonrisa le hacía recuperar la fe en la humanidad. Desde que se había mudado a Corea perdió contacto con él, manteniendolo durante noches con insomnio por nostalgia.
"Imagino que eres compañero de Jun ¿No?" Dio por sentado mingming con una brillante sonrisa.
Un ligero ardor dentro de las entrañas de Seokmin incrementaba cada vez que miraba con detenimiento a Ming; desde sus negros cabellos, su piel tersa y pálida, sus delicados y a la vez masculinos rasgos, todo por alguna razón no le daba buena espina, esto era lo que había sentido Jihoon hace una hora? Aun así no pensaba ser grosero, aun sí sus corazonadas rara vez solían fallarle quería observar un tiempo más al chico.
Nadie, ni siquiera el mismo esperó contestar de la manera en la que lo había hecho...
" Sí, también soy su pareja asignada" innecesario, inoportuno, había sido ese breve comentario. A lo lejos se escuchó un facepalm que provenía del rubio rommie de DK.
"Oh... felicitaciones" Yao arrugó su nariz sintiendo como la incomodidad crecía a cada segundo. Jun estaba demasiado ocupado viendo exclusivamente a Ming como para enterarse que las personas que recién había presentado se juzgaban con la mirada, daba la sensación de ser el inicio de una guerra fría.
"Son amigos de la infancia?"
"Sí, unos muy unidos, no es así Junnie? " lo abrazó y posteriormente jaló las mejillas del castaño que no se inmutaba ante el contacto.
"por favor cuida bien de Huihui, quizá a veces se hace el maduro y terco pero en realidad es una bolita de azúcar que nadie merece... Sin ofender" una sonrisa de lado.
"Haré mi mejor esfuerzo" Seokmin cruzó los dedos detrás de su espalda.
"Eso espero... oye, te lo puedo robar por el resto de la tarde? Hace tiempo que no nos veíamos" preguntó a Seokmin con una sonrisa , este lo miró indeciso, Woozi de repente salió de la nada y le tapó la boca para responder por él.
"Sí, se ve que ambos quieren estar a solas."
"Disculpa, tú eres...?"
" Amigo de Seokmin, Lee Jihoon, es un gusto" hizo una reverencia bastante formal para la situación.
Ming lo miró inquisitivo por unos segundos pero finalmente tomo del brazo a Jun, quién se encontraba en trance y se despidió de ambos.
(...)
(...)
(...)
El fresco aire era bastante agradable apesar del frío. En ese parque parecía que apenas llegaba el otoño por lo que todos los árboles todavía portaban hojas de matices anaranjados y cafés bastante vivarachos.
Ambos chicos habían pasado a una tienda por un par de conos de helado y ahora caminaban tranquilos en busca de una banca.
Hasta ese momento no habían intercambiado ni una sola palabra entre sí, lo cual no entorpecía su comunicación pues después de conocerse desde prácticamente toda la vida, incluso una mirada era suficiente para que se entendieran.
Y esta vez la mirada que Ming le había dado era triste.
Alarmante, ya que por lo regular el azabache acostumbraba portar una mirada un tanto feroz y retadora, algunos incluso podrían decir que era intimidante, cosa que Jun siempre considero más bien un gesto juguetón que siempre tuvo; lo serio de aquel asunto era que ni siquiera cuando sus padres murieron llegó a tener una mirada tan mortificada como la de ahora. Algo pasaba y para tan repentino cambio debía ser algo grave.
"Me engañó" dijo encogiéndose de hombros, un ligero temblor en su voz casi al terminar la frase.
Jun se quedó un par de segundos meditabundo y continuó en su labor de de comer el helado, aún que por dentro estaba en shock.
Sí, Wen ya se imaginaba que algo así estaría mermando el psique de su amigo, sin embargo ¿De qué servía? No sabía qué hacer y era horrible el no poder ayudar a la persona que querías con toda tu alma. Verlo sufrir le provocaba un dolor punzante en el pecho y sobre todo destacaba la sensación de tener un nudo en su garganta.
"Me voy a casar con él, a inicios del próximo año."
Su mente se volvió un desastre. Tenía muchas preguntas que hacerle como ¿Ya lo perdonaste? ¿Por qué no lo abandonas? ¿Por qué te casarías con alguien que no te ama?
Pero en su lugar se mordió la lengua.
Por que ya sabía todas las respuestas a sus preguntas; sí, lo perdonó; no lo abandonaba por qué lo amaba y no podría resistir más presión si decidía ser un 'dejado'; y se casaría con alguien que no lo amaba por qué creía qué si le demostraba su amor quizá con suerte algún día se lo contagiaría.
"Quieres ser mi padrino de bodas?" pero no sé dejaría engañar por la falsa felicidad que tenía Mingming en su rostro cuando en realidad se notaba a leguas que estaba a punto de llorar.
En ese punto sólo quería meterlo en una botellita de cristal y darle todo para que fuese feliz, lejitos de todas las personas malas, en una casita en el campo, los dos juntos, para siempre.
_Eso es enfermizo_ su conciencia hizo presencia derribando sus castillos en el aire. Volvió en sí.
"Sabes que haría lo que sea por ti" sonrió levemente
"Lo dices enserio? Gracias Jun" lo abrazó reposando su mentón sobre su hombro. Se quedaron así un momento, no tenían prisa, de todos modos sus respectivos helados tardarían en derritirse por el frío.
"Corea, es solo un lugar de paso ¿No es así?" se separaron y vió a su amigo asentir. No pudo evitar pensar que eso era solo un vago intento por parte de la pareja asignada de su mejor amigo por <iniciar de nuevo>
"Italia" a Mingming sólo le quedó asentir, Jun lo conocía tan bien; sabía perfectamente cual era su ciudad de ensueño en la cual vivir.
"Te dije que haría lo sea por ti, no es así? Eso también incluye que te puedo dar una vida digna" se recargó en el respaldo de la banca.
"Jun, pensé que había dejado en claro lo de nosotros" se levantó de la banca para darle la espalda.
"Voy a insistir" dijo con calma aún en su asiento "Sabes que esta es mi última oportunidad de hacerlo."
"No tiene caso" suspiró pesadamente.
"Por qué? Soy rico, guapo, te amo demasiado y tu igual a mí ¿Acaso eso no es suficiente para ti?" se levantó para tratar de buscar el rostro del contrario para que no lo evadiera.
"Jun..."
"Si te sientes triste, soy el hombro en el que lloras. Si nadie te apoya en las competencias, yo soy el que grita como desquiciado porras para ti. Si estás aburrido, yo soy quien te hará sonreír incluso si tampoco estoy de buen humor, hago de todo para hacerte feliz y tú no..." decía con un claro tono de reclamo hasta que calló de repente.
"Termina tu frase, Jun. Dí que no te devuelvo lo que me das como si eso fuera un crimen" apretó los puños de su mano "por qué me quieres poner como el malo cuando tú también tienes una pareja?" gritó dándole un golpe débil en el pecho "Todo lo que pasó solo fue un pequeño desliz que quiero olvidar, tú deberías hacer lo mismo por tu propio bien" ming rompió en llanto mientras agachaba su rostro, alrededor de sus ojos se tornaba de un color rojo que resaltaba por lo pálido de su piel.
Ambos conos de helado estaban destrozados en sus respectivas manos.
"Un desliz, eh" su voz salió más herida de lo que esperaba. Respiró un par de veces mientras sacaba pañuelos desechables y gel antibacterial para limpiarse las manos.
Yao solo podía tragar duro saliva mientras esperaba que el castaño siguiera la conversación.
"Perdón, Mingming" tomó el cono roto de helado de la mano del contrario y lo tiró al cesto de basura "te había prometido que solo haría esto una vez más y dejaría el tema" lo limpiaba con gentileza su mano mientras él cabello todavía sollozaba "sabes que cumplo mis promesas."
"Jun, y-yo..." dijo apenas, falto de valor. Tenía la urgencia de también pedir perdón, consolarlo. Lo conocía, y aunque por la superficie cualquiera podría decir que Jun encontraría una forma de sobrellevar eso, Ming sabía que lo había destrozado.
"Quédate con él, ya no quiero nada contigo" dijo tan indiferente que le dieron escalofríos.
"Solo asegúrate de tener una buena vida, vale?" limpió sus lágrimas y con suavidad dejó un casto beso en su frente.
Y se fue.
Quizá con el corazón roto.
Quizá con el corazón endurecido.
Pero se fue.
Y Mingming sabía que Jun una vez que decidía dejar algo ya no volvería a eso nunca más.
"Ese chico, Seokmin, es nuestra oportunidad" susurró bastante entusiasmado desde atrás de unos arbustos donde había estado monitoreando la conversación ajena "No estás feliz?" preguntó a la pantalla de su smartphone donde había una videollamada en ejecución.
Los segundos pasaban, la imagen parecía haberse congelado pero al final respondió.
"Sí."
De ahí hubo una secuencia de imágenes distorsionadas por la nula señal en donde estaba Seokmin y se terminó la llamada.
"Por favor visitantes de nuestros huéspedes premium CTAX**, formen una fila para ingresar.
Se les recuerda que para una mejor experiencia no ingrese con objetos peligrosos según nuestro código de seguridad en el artículo 17."
Dijo una voz a través de un megáfono. El azabache bufó y guardó su teléfono, vio como una fila de al menos 15 personas se formó, para enseguida unirse al final de ella. Dejó su maleta pasar por los rayos x cuando fue su turno de ser escaneado por láseres de color verde. Una luz azul dió autorización a su entrada al encontrarse -limpio-.
Tomó sus cosas y caminó hacia su próximo guía; un alto hombre de casi dos metros con expresión fría, se veía insípido, sin color, como todo lo demás ahí adentro.
Izquierda, pasar de largo 3 pasillos, girar a la derecha, de nuevo derecha, izquierda, derecha, derecha, izquierda, 5 pasillos, izquierda. Esbozó una sonrisa. No importaba cuantas vueltas lo hicieran dar por toda ese abismal laberinto sabía bien donde estaba. Cada visita era una ruta diferente para llegar finalmente a la misma habitación. Era de esperarse. Después de su historial y al ser un 10 era normal que desconfiaran.
El albino lo abandonó después de deslizar una tarjeta por la ranura de una cerradura electrónica y dejarlo dentro de la habitación.
"Seokminnie? Amor?" le llamó la voz amable de una mujer que de apariencia no superaba los 30 años. De rostro ovalado, piel blanca y de porcelana, ojos grandes almendrados de un tono miel, pequeña nariz y gruesos labios rosados de forma redonda. Con facilidad podría ser una modelo.
"Hola mamá, me extrañaste?" sonrió con su habitual sonrisa de oreja a oreja dejando sus pertenencias en un sillón que permanecia al lado de la cama donde estaba su madre sentada.
"Yo siempre te extraño" extendió su brazos hacia él demandando un abrazo con ese simple gesto, Seokmin acudió a ella dejándose envolver por la dulce fragancia que siempre llevaba la mujer.
"Ha pasado algo? Por lo regular vienes hasta mañana" frunció un poco el ceño mientras buscaba alguna señal de heridas en él.
"Solo vine a verte mamá ¿Tan mal me veo? Sólo es la escuela."
"Claro que no bebé, tu siempre estás guapo y aunque no me guste admitirlo, eso lo sacaste de tu papá" hizo una mueca semejante a la que se hace cuando se tiene dolor.
Seok respiró hondo, no le gustaba ver a su mamá en ese estado: herida, encerrada en una hermética habitación blanca, aislada de toda la sociedad donde él no la podía hacer sonreír tanto como quería.
"Mamá, hay una persona que quiero que conozcas" entrelazó sus manos con suma delicadeza atrayendo su atención para enseguida darle una mirada cálida.
"Mi futura cuñada?" asintió con la imagen de Jun en su mente. Sacudió la cabeza tratando de huir de sus propios pensamientos, se supone que el estaba ahí para hablar de Yuju.
"Sí, tengo mi primera cita con ella este domingo."
" Y apenas hoy jueves vienes a hacer preguntas" afirmó "Yo no te crié así. Las relaciones requieren tiempo, dedicación, esfuerzo, no es algo que simplemente puedas improvisar de la noche a la mañana" regañó con un poco más de firmeza en la voz.
"Lo sé, sólo que no era nada confirmado hasta hoy en la mañana" dijo algo cabizbajo.
"Está bien cariño, cuéntame todo sobre ella"...
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🆂🅴🆁 🆄🅽 10*
ᴅᴜʀᴀɴᴛᴇ ʟᴏs ᴘʀɪᴍᴇʀᴏs 8 ᴀɴ̃ᴏs ᴅᴇ ᴛᴏᴅᴏs ʟᴏs ɴɪɴ̃ᴏs, sᴏɴ ᴍᴏɴɪᴛᴏʀᴇᴀᴅᴀs sᴜs ʜᴀʙɪʟɪᴅᴀᴅᴇs ᴛᴀɴᴛᴏ ғɪ́sɪᴄᴀs ᴄᴏᴍᴏ ᴍᴇɴᴛᴀʟᴇs; ᴀʟ ғɪɴᴀʟɪᴢᴀʀ sᴇ ʟᴇs ᴀsɪɢɴᴀ ᴜɴ ɴᴏ. ᴅᴇʟ 1 ᴀʟ 10. ᴇs ɪᴍᴘᴏʀᴛᴀɴᴛᴇ ᴇsᴛᴀ ᴄᴀʟɪғɪᴄᴀᴄɪᴏ́ɴ ʏᴀ ϙᴜᴇ́ ᴅᴇᴛᴇʀᴍɪɴᴀ ᴄᴏɴ ϙᴜɪᴇɴ sᴇʀᴀ́s ᴇᴍᴘᴀʀᴇᴊᴀᴅᴏ ʏ ᴇɴ ᴄᴀsᴏ ᴅᴇ ᴏʙᴛᴇɴᴇʀ ᴇʟ ᴘᴜɴᴛᴀᴊᴇ ᴍᴀ́xɪᴍᴏ (10) ᴘᴜᴇᴅᴇs sᴇʀ ᴄᴏɴsɪᴅᴇʀᴀᴅᴏ ᴄᴏᴍᴏ ᴘʀɪᴍᴇʀᴀ ᴏᴘᴄɪᴏ́ɴ ᴇɴ ᴘᴜᴇsᴛᴏs ᴅᴇ ᴛʀᴀʙᴀᴊᴏ ᴇɴᴄɪᴍᴀ ᴅᴇ ᴏᴛʀᴏs ɴᴜ́ᴍᴇʀᴏs.
🅲🅴🅽🆃🆁🅾🆂 🅳🅴 🆃🅴🆁🅰🅿🅸🅰 🅰🆇 (🅲🆃🅰🆇) **
ᴜɴ ᴇsᴘᴀᴄɪᴏ sᴇɢᴜʀᴏ ʏ ɢʀᴀᴛɪs ᴘᴀʀᴀ ᴛᴏᴅᴏs ᴀϙᴜᴇʟʟᴏs ᴄɪᴜᴅᴀᴅᴀɴᴏs ϙᴜᴇ ᴛᴇɴɢᴀɴ ᴜɴᴀ ᴠɪᴏʟᴀᴄɪᴏ́ɴ ᴇɴ ᴇʟ ᴄᴏ́ᴅɪɢᴏ 646.
ʟᴀ ʟɪʙᴇʀᴛᴀᴅ ᴄᴏɴᴅɪᴄɪᴏɴᴀʟ ᴅᴇ ʟᴏs ᴄɪᴜᴅᴀᴅᴀɴᴏs ᴘᴜᴇᴅᴇ sᴇʀ ᴘʀᴏᴘᴏʀᴄɪᴏɴᴀᴅᴀ ᴀ ᴄᴀᴍʙɪᴏ ᴅᴇ ᴜɴᴀ ᴄᴜᴏᴛᴀ ᴍᴇɴsᴜᴀʟ ᴅᴇ 1,000,000 ᴅᴇ ᴡᴏɴᴇs.
sɪɴ ᴇᴍʙᴀʀɢᴏ ᴅᴇ ɴᴏ sᴇʀ ᴀsɪ́ sᴇ ᴘᴜᴇᴅᴇ ʀᴇɴᴛᴀʀ ᴜɴᴀ ᴍᴇᴍʙʀᴇsɪ́ᴀ ᴘʀᴇᴍɪᴜᴍ ᴍᴀ́s ᴇᴄᴏɴᴏ́ᴍɪᴄᴀᴍᴇɴᴛᴇ ᴠɪᴀʙʟᴇ ᴇɴ ʟᴀ ϙᴜᴇ́ ᴇʟ ᴄɪᴜᴅᴀᴅᴀɴᴏ ᴛᴇɴᴅʀᴀ́ ᴜɴ sᴇʀᴠɪᴄɪᴏ ᴄᴏ́ᴍᴏᴅᴏ ʏ ᴘᴇʀsᴏɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴏ ᴀᴘᴀʀᴛᴇ ᴅᴇ ɪɴᴄʟᴜɪʀ ʙᴇɴᴇғɪᴄɪᴏs ᴇxᴛʀᴀs ᴄᴏᴍᴏ ᴜɴᴀ ʜᴀʙɪᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ ᴘʀɪᴠᴀᴅᴀ ʏ ᴘᴀsᴇ ᴘᴀʀᴀ ʟᴀs ᴠɪsɪᴛᴀs ᴅᴇ 24 ʜᴏʀᴀs* ᴛᴏᴅᴏ ᴇsᴛᴏ ᴘᴏʀ ʟᴀ ᴄᴀɴᴛɪᴅᴀᴅ 200,000 ᴡᴏɴᴇs ᴛᴀᴍʙɪᴇ́ɴ ᴍᴇɴsᴜᴀʟᴇs.
*sᴏ́ʟᴏ 2 ᴅɪ́ᴀs ᴀ ʟᴀ sᴇᴍᴀɴᴀ, ᴄᴀᴅᴀ ᴅɪ́ᴀ ᴇxᴛʀᴀ.
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LILAnorberth 📄
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