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KITSUNE: es la palabra japonesa para "Zorro". Los zorros son un tema común del folclore japonés, siendo la palabra kitsune usada aquí en ese contexto. Las historias lo muestran como seres inteligentes con habilidades mágicas que incrementan con su edad y sabiduría. Según el folclores yokai, todos los zorros tienen la habilidad de cambiar a forma humana. Aunque algunas leyendas populares hablan de kitsune empleando esta habilidad para engañar a otros —todos los zorros del folclore lo hacen a menudo—, otras historias los presentan como fieles guardianes, amigos, amantes y esposas.
Se le relaciona estrechamente con «Inari», la deidad japonesa de la fertilidad.
Reiki chiquito ↓
Reiki se encontraba apoyado contra el pecho de Harry, que trataba de consolar el desgarrador llanto del menor. Acariciaba con suavidad la cabeza del japonés, que temblaba violentamente.
Ambos estaban en la oficina de Dumbledore a la espera de los demás profesores.
—Calma, pequeño.
—T-Todos lo sabrán—exclamó entre lloriqueos el japonés—, el creador se enojará, me llevará lejos.
—No, eso no pasará—se apresuró a decir Harry, sosteniendo más fuerte a Reiki.
El japonés era como el hermano omega que jamás tuvo, de cierta forma comprendía el dolor por el cual pasaba Reiki, sabía lo que se sentía ser maltratado, herido.
La puerta se abrió y entró Dumbledore con el resto de profesores. Dorien Karvagiannis, profesor de criaturas mágicas peligrosas, corrió hacia donde estaban los dos omegas para empezar a revisar a los dos cachorros.
—¿Están bien? ¿Qué ocurrió, Harry?—preguntó Dorien cuando Reiki lo abrazó, para llorar más fuerte en su brazos.
—Cuando Reiki se topó conmigo, veníamos de entrenar para el próximo partido de quidditch, no había notado que era él, porque estaba cubierto por la túnica. Fred y George Weasley si se dieron cuenta que era él, y George pues...le quitó la túnica de la cabeza revelando las orejas de zorro de Reiki.
Dorien hizo un gesto de miedo y abrazó con más fuerza a Reiki.
—Pequeño, Reiki, prometo que esto no saldrá de Howarts. No dejaré que te dañen de nuevo.
—P-Profesor—el japonés miró al griego— no deje que los mate si en algún momento él me posee de nuevo.
—Eso no lo permitiremos, Reiki—dijo Dumbledore acercándose para tocar suavemente el cabello del Yamamoto—. Necesitamos saber que hizo que tú naturaleza saliera a la luz.
—Yo estaba regando las plantas en el invernadero, Neville estaba conmigo, pero debió ir a la enfermería. Yo me quede regando el acónito....¡Fue el acónito!
Y madame Sprout que siempre tenía hojas de las plantas, sacó de su bolso una hoja de acónito que extendió hacia Dumbledore.
—Debemos probar si es el acónito.
—Está en lo correcto—el hombre tomó la hoja y la pulverizó en la palma de su mano antes de ver a ReiKi que ya se había separado de Dorien—. ¿Me permites, Reiki?
El niño asintió y el hombro esparció el polvo sobre el joven Ravenclaw que cerró sus ojos.
—Es el acónito sin duda alguna—exclamó Tom colocando su mano en la cintura de su esposo.
—Lo es—Reiki abrió sus ojos sin comprender y le indicaron se viera en un espejo que estaba en la habitación.
Sus orejas seguían ahí, pero sus ojos tenían el dorado tono, con algo de negro bordeando su iris. Sin embargo el detalle que notaron fue la cola esponjosa del omega. De un tono rosado casi rojizo, que combinaba con sus orejas y cabello.
—Profesor—habló asustado. Tenía años sin ver su imagen real, y de cierta forma terribles recuerdos volvían a él.
—No eres él, Reiki, así que no te asustes.
—Ellos me juzgaran.
—Mañana aclararemos todo, nadie te juzgará—dijo Dumbledore—. Debemos aclarar la situación, para evitar malentendidos.
Reiki entró al comedor claramente llamando la atención, cosa que le hizo sentir cohibido. Frente a él la profesora McGonagall le brindó una dulce sonrisa.
—No pueden decir nada sobre ti, joven Yamamoto, el profesor Dumbledore ya habló con todos antes de que vinieras.
Aún así las miradas nada disimuladas hacia sus orejas y su cola, la cual movió un poco ante los nervios.
Evitó mirar a la mesa de Gryffindor y simplemente se apresuró a sentarse en su lugar correspondiente en la mesa de Ravenclaw. Luna a su lado le sonrió.
—Tu cola parece muy esponjosa, y tus orejas son muy lindas—dijo la alfa acariciando la oreja del omega que le sonrió de manera tímida, mientras movía su colita feliz.
Fred y George apartaron la mirada de la mesa de Ravenclaw para mirar al plato frente a ellos.
—¿Qué les ocurre?—preguntó Ginny, mirando a sus hermanos mayores que suspiraron.
—Nada—respondió Fred.
—Mienten, digan la verdad.
Harry los miró al sentir como los gemelos emanaban feromonas de tristeza.
—Él es un cambia-formas—respondieron a la vez antes de mirar a la mesa de Ravenclaw, en donde se encontraron con los ojos brillosos de Reiki que aplastó sus orejas ante la timidez.
George miró a su hermano y ambos suspiraron.
—Reiki no es un cambiaformas. Tampoco es un metamorfomago—respondió Hermione.
—Reiki es un kitsune, bueno, un semi-kitsune—respondió Harry algo enojado—. Y eso no tiene nada de malo. Él es como cualquier otro de nosotros.
—¿Ya no lo quieren para cortejarlo?—preguntó Ron antes de morder un pan.
—Es difícil de explicar ahora que él es...
—¡Él sigue siendo él, no hay nada de malo con él ahora!—exclamó Harry completamente enojado y levantándose rápido para caminar lejos de la mesa de Gryffindor e ir hacía la mesa de Slytherin, en donde se sentó junto a Draco Malfoy el alfa que lo cortejaba. Frente a ellos estaban Michael y Michelle los mellizos Riddle de 11 años. Hermanos menores de Harry.
—Son unos tontos—dijo Ginny—, Reiki sigue siendo el mismo, solo mírenlo.
Y ellos lo hicieron. Reiki tenía un sonrojo en sus mejillas, además sus orejitas se movían captando todos los sonidos.
Los gemelos se miraron y asintieron antes de levantarse y caminar hacía la mesa de Ravenclaw.
—¡Oh! Esos dos vienen ha conversar contigo, Reiki, nos vemos luego, iré a conversar con los muertos—exclamó Luna levantándose para retirarse.
—Hola, Reiki—saludaron y el japonés bajo la mirada.
—Buen día—saludó de manera baja.
—¿Podemos hablar en un lugar más privado?—preguntó Fred y Reiki los miró para asentir.
Se levantó y los gemelos lo guiaron fuera del gran comedor. Lo guiaron a un pasillo vacío y Reiki miró a los mayores que estaban frente a él.
—Oye, perdona por lo de ayer en la mañana—empezó George—. No debíamos presionarte así, lo lamentamos.
—No se preocupen—habló Reiki moviendo su cola sin darse cuenta. George y Fred sonrieron ante eso.
—Y lamentamos anoche sorprendernos así, no estábamos preparados, para ver tus...—y señalaron las orejas del omega que las aplastó contra su cabeza al ponerse muy nervioso.
—Aunque el saber que eres un kitsune, ¿es así?—el omega asintió— Es muy curioso.
—En verdad sólo soy medio kitsune.
—Bueno, nos sorprendimos con que seas medio kitsune; aún así, Reiki, George y yo estamos dispuestos a seguir intentando que nos permitas cortejarte.
Y el omega soltó un jadeó para mirarlos sorprendidos.
—Te prometemos aprender a comprender tú naturaleza, cuidarte, mimarte y ser buenos contigo.
—Incluso que aprendas a divertirte.
—¿Y si pierdo el control? Mi naturaleza de kitsune es peligrosa—dijo de manera baja.
—Eso no pasará—dijo George.
—Entonces...—el omega bajo la mirada un minuto antes de verlos y sin pensarlo tomar una de las manos de cada alfa para sonreírle a los dos pelirrojos que se sonrojaron—, acepto ser cortejado por ustedes, que me enseñen muchas cosas nuevas, pero por favor cuiden de mi.
—Eso lo haremos sin dudarlo—y el omega se colocó sobre las puntas de sus pies, para dejar un beso en la comisura de los labios de George y después en los de Fred.
Se alejó con cuidado, pero antes de de estar muy lejos se encontró siendo abrazado por los dos alfas, que lo impregnaron con sus feromonas. El omega movía su colita feliz de estar siendo abrazado por un alfa por primera vez. Bueno en este caso, dos alfas.
¿Qué les
pareció
el capítulo?
[Capítulo Corregido]
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