Capítulo 40

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Capítulo 40: Último amanecer
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Los recuerdos llegaban a ____ al momento de sentir otro golpe, con toda su agilidad evitaba que Muzan la cortará, aunque le sería siempre inútil ya que todo aquello que protegía su cuerpo de quemarse.

Era de Madia.

Y ella no llegaría a tiempo, debía estar inconsciente.

Las lunas superiores habían aparecido, Douma y Akaza salieron mal heridos de la lucha con la Mujer Demonio. ____ había arrancando partes de sus cuerpos nublando su juicio, sabía que en cualquier momento esto podría pasar. Ese enfrentamiento le había demostrado a Muzan que ___ no iba con rodeos y que iba con todo.

Las lunas inferiores desaparecieron del lugar luego ver esa escena, cobardes como se los había imaginado.

Muzan tenía un cabello blanco parecido al de ____, con esa diferencia su poder había aumentado. Kibutsuji y ___ estaban en la cima de la fortaleza, la noche aún estaba puesta y el viento pegaba con fuerza en sus cuerpos removiendo sus cabellos.

Ninguno despegaba la mirada.

Hasta que ___ habló.

-¿Por qué me hiciste esto?-Pregunto, sin duda todo lo que había vivido fue un castigo doloroso.

-La más fuerte prevalece-Se limitó a decir. ____ movió su Katana dando por comenzada la batalla nuevamente, ya sabía el resto de la historia pero le habría gustado saber que era lo que impulsó a Muzan a hacer todo lo que había hecho.

¿Poder?¿Ambición?

El leve piquete de el amanecer apareció en la piel de ____ lo que la hizo detenerse, llevó su mano derecha a su brazo descubierto en donde el sol ardía lentamente, el Lirio Azul ya abandonaba su cuerpo.

-¡Maldita sea!-Muzan había maldecido en voz alta. Su cuerpo comenzó a deformarse y formarse en una especie de masa gigante, el ardor que intentaba traspasar su piel se detuvo.

Apresurado en esconderse quiso volver al su fortaleza ____ de una patada lo lanzó varios metros al suelo.

-No voy a dejar que escapes-Habló bajó sabiendo que el la escuchaba.

Kibutsuji ahora tenía una forma diferente, un bebé gigante que superaba los cinco metros, eso solo para que el sol penetrara más lentamente en su cuerpo y así tuviera más tiempo para luchar y poder escapar. Estaba confiado de poder ganar, más al ver hacia abajo volvió a la realidad, ____ tenía un rostro de lástima y su mano derecha alzada, la palma abierta.

-Jamás quise esto, ser como tu es lo peor que pudo haberme pasado-Comenzo diciendo-Querías que cometiera los mismos horrores que hiciste tú, estuviste cerca de conseguirlo.

-Siempre volveré, pase lo que pase-Esas palabras le trajo recuerdos, de esa forma había atormentado a la peliblanca durante años.

-Y siempre te destruire, pase lo que pase. Donde estes estaré yo, somos los seres más diferentes que hay en este mundo por eso volveremos a encontrarnos-Soltó con sinceridad.

-Eres una traidora.

-Me elegra haberte tracionado.

Su aventura había comenzado en invierno, salió de el resguardo de su habitación para encontrar a su hermana, planeaba darle esa noticia y hacerle saber que jamás quiso que pensará que la había abandonado, gracias a eso conoció a Kyojuro y Senjuro, supo que existía el pelear y una palabra que algo que le habían arrebatado a puño y patada.

El amor.

Kyojuro le había demostrado que podía amar y ser amada, todo lo que creyó que nunca le pasaría lo vivió con el, era su forma de desmostrarle lo agradecida que estaba. Murmuró unas palabras que Muzan reconoció enseguida, eran las mismas que Makoto murmuró alguna vez en su contra.

La Katana brillo.

Ansiosa siguió con sus ataques, golpes contundentes que quemaban la piel de Muzan. Sus cerebros, corazones, quería destruirlo todo aunque explotará con el. Por supuesto el Demonio era poderoso, no por nada era el más fuerte, o eso quería seguir creyendo porque justo en ese momento se arrepentia de haberle dando tanto poder a su hija.

Tal y como una vez le había dicho Madia, su propia creación sería la causa de su muerte.

Los ojos de ___ eran filosos y estaban fijos en el. Ya había cortado su cuerpo de formas horribles, la sangre caía y se desparramaba por el suelo.

Muzan llegó a cortar el abdomen de ____, en su mente creyó que si bebía de su sangre también adquiriria el Lirio Azul, la mujer lo evitó aún sabiendo que no era posible.

El Lirio ya no formaba parte de ella.

Estando en el suelo escupió la sangre qur contenía, debió hacerlo rápido ya que Muzan utilizaba su arte de sangre Demoníaco para acabarla, maldijo por el hecho de que la maldición no hiciera efecto en ella, ni la cadena que una vez había usado para someterla. Odiaba a todo aquél que le había dado esperanzas y fuerzas para luchar. Tal vez si hubiera llevado a Madia en lugar de ____ no estaría a punto de ser derrotado por su propia hija, era inaudito y humillante.

-¡He vivido años, siglos, decadas!-Gritó frustrado el Demonio gigante.

-Llegó la hora.

El murmuró llegó a sus oídos, era suave y tranquilizador. Fue solo un momento que dejó de ver a la muchacha en el suelo para verla delante de ella, uso todas sus energías deseando cambiar de cuerpo con ella ¿Cómo no lo pensó antes? ___ era su contenedor perfecto, lo tenía todo. Esa fatídica Katana atravesó muchas veces el cuerpo de Muzan, no solo eso, docenas de hilos en llamas de fuego también cortando las partes más importantes de su cuerpo. Corazones, cerebros.

¿Había acabado?

-¡Te encontraré!¡No serás felíz jamás!-Gritó el Demonio agonizante.

-Nos iremos juntos.

Fue un momento, un instante cuando el amanecer ya aparecía, el sol picaba en la piel de la mujer. Muzan miraba fijamente a ____, borroso.

-Llegó el momento en que descanses, no volverás a matar a más humanos inocentes-Le gritó.

-Ellos te darán la espalda...-Lo sabía-Solo conmigo estarías a salvo...

Acobardada se dejó caer al suelo utilizando sus brazos para cubrir su rostro del dolor, sus brazos picaban y ardían al igual que el resto de su cuerpo, desaparecía.

-No quiero...no quiero morir.

Buscó con desesperación un escondite, sabía que Kibutsuji había muerto por lo que era inevitable que ella viviera ¿Esto sintió el? Ya rendida miró lo que siempre quiso ver el amanecer con tranquilidad, estaba a pasos de poder ver su último amanecer ¿Por qué ocultarse?¿Por qué asustarse? Si era inevitable no debía huir de esa realidad.

Cayó en cuenta de que era lo que antes más deseaba, finalmente estaba por cumplirse pero no lo sentía igual, no se lo imaginaba así.

Probablemente era porque estaba enamorada de Rengoku, por esa razón no deseaba dejar el mundo, o porque Madia le había perdonado.

Como por arte de mágica esas dos personas aparecieron a tan solo pasos de ella.

Rengoku sintió sus ojos picar al verla en ese estado, su cuerpo se deshacía lentamente, le quedaban minutos de vida.

No volvería a oír su hermosa voz.

-Kyojuro-Susurro-Salvaste mi alma...gracias.

-No debes agradecerme-Se arrodilló delante de su mujer hundindola en un abrazo-No quiero vivir sin ti...

-Estarás bien, la vida es hermosa y posiblemente encuentres a una mujer que te dará una linda vida. Se que no es correcto que te diga eso, pero ambos sabíamos que esto sucedería, este mundo no era para mi-Susurro soltando sollozos. Se separó para acariciar la mejilla de Kyojuro-Dile a Senjuro que lo quiero mucho...

Madia llegó a su lado abrazandola con fuerza-¡Perdoname!¡Lamentó todo lo que te dije!-Sollozo-Si te hubiera ayudado, no estarías en esta situación. Todo es mi culpa.

-Madia, todo lo que hice, lo hice por ti. Te he perdonado hace mucho, mi único deseo es que vivas la vida por mi, aunque no este fiscalmente, siempre estaré contigo.

Tanjiro junto a su hermana ahora humana observaban la situación, la sangre de ___ fue suficiente para Tamayo para salvarla. Los pilares alrededor de la mujer observaban todo recuperados, de un momento para el otro sus heridas cerraron, Iguro que estuvo al borde de la muerte había sanado.

Por ____.

-Mi propósito era este, liberarlos de Muzan Kibutsuji para siempre, lo logre-Se felicitó a sí misma-Era lo que nuestra madre deseaba-Acarició la mejilla de su hermana. Era el momento más trágico en sus vidas, el último adiós, su última mirada.

____ se liberó y lloro, no quería morir sabiendo que era amada por alguien. Pero había cumplido su propósito, salvo al mundo del terror con ayuda del amor que le brindaron, ella lo devolvió. Le entristecia que su vida hubiera sido tan corta y triste, pero sabiendo que con esto había salvado a todos los niños próximos a nacer.

Estaba en paz.

Agradeció una vez más a los pilares.

-Voy a extrañarlos...-Susurró.

El sol golpe su rostro, preparada cerró los oios y al recibirlo sintió el ardor y dolor más no se quejó ni una vez.

A diferencia del resto de Demonios, al volverse cenizas estas eran blancas y azules, le dio una última mirada a Kyojuro, sus ojos se habían vuelto azules brillosos. Esos ojos sonreían con amor.

Sus manos se separaron.

Las cenizas de ____ volaron alrededor de Madia y Kyojuro suavemente.

Dando el último adiós.

Kyojuro miró las ropas de ____ que fueron lo último que había quedado de ella, la sostuvo abrazadolas como si la abrazara a ella y gritó, gritó porque había perdido a la persona de quién se había enamorado, le había enseñado a ver todo de otra forma y había dado todo porque la vieran como otra cosa que no fuese un monstruo.

Porque se había sacrificado.





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