— Hola — saludó con un tono serio, llevando su vista directamente a su padrastro ya que estaba enojado con su padre, no importa que este recién esté por enterarse de su existencia, igual estaba enojado. — Mi nombre es Albus Severus Potter — esta vez hasta los profesores soltaron un jadeo se sorpresa por los nombres del muchacho — tengo catorce años y estoy en mi cuarto año en Hogwarts..

— ¿Te puse Severus? ¿Yo? — Harry interrumpió la presentación de su hijo para mostrar su comentario disconforme. No podía creer aquello, él, poniéndole el nombre de uno de los profesores que más lo odia a su hijo. Debía ser una locura.

Mientras que Snape ahora prestaba total atención a la conversación. El gran Potter le puso su nombre a uno de sus hijos, ¿Sabrá toda la verdad? Se preguntaba el mayor con algo de incomodidad, pero sin demostrarlo para mantener su fachada de profesor serio.

— Si, y no dejas de decirme lo importante que son mis nombres , ahora, si no te molesta, no me interrumpas — pidió con tono borde, y mirándolo con enojo que lo hizo sentir mal.

— Que mal genio tiene tu hijo, eh.

Se burló Ron, obteniendo un codazo por parte de Hermione y una patada de su hermana, las miró a ambas con una mueca, los golpes le habían dolido.

— Sigo, mi casa es Slytherin.. — la casa aplaudió, no tenia a Potter, pero su hijo estaría allí y eso era suficiente.

Esta vez en la mesa de los Gryffindor hasta los gemelos quedaron con la boca abierta. Harry recordó cuando el sombrero debatía entre ponerlo en Slytherin o Gryffindor, preguntándose si estaba mal que su futuro hijo este ahí. Pero decidió callar, no quería insultar ni criticarlo.

— ¿Seguro que es tu hijo? ¿Y si mi hermana se fue con otro?

— ¡Ronald! — gritó ofendida la pelirroja, mirándolo con furia, ¿Cómo se atrevía a pensar que ella haría algo como eso?

— ¿Qué? Sólo digo..

— Esta bien, sigan interrumpiendo, total yo no quería contarles nada de mi ya que en un futuro lo sabrán. — se quejó más que furioso, apretando los dientes para no gritar.

Iba a salí de allí sin importarle nada, pero uno de los encapuchados se le acercó y lo abrazó con fuerza para calmarlo, comenzaron a susurrar se cosas en el oído antes de que Albus volviera para mirar a todos con seriedad.

— Terminaré y me iré, no me gusta me que interrumpan — hubo un tono de advertencia en sus palabras, algunos asintieron sin darse cuenta. Draco lo veía con una mueca que fácilmente podría llamarse sonrisa, este niño le agradaba — No soy prefecto, no juego quidditch, no tengo buenas notas, pero tengo a un novio que me ama a pesar se eso, y él se presentará después de nosotros.

Ginny llevó una mano a su pecho, su pequeño era tan parecido a ella cuando estaba de mal humor, pero en los físico era igual a su padre. Y eso Harry no lo negaba. Éste sentía que su quijada comenzaba a doler por lo mucho que la abría por la sorpresas que le daban. De seguro moriría ahí por un ataque cardíaco.

— Ahora es turno de mi hermana.

Y con eso último se bajo, dejando ahora que una figura pequeña se posara donde él estuvo. Ella quitó la capucha dejando ver a una niña hermosa que desbordaba ternura e inocencia.