Menos que Nada

Ha llegado otro día mas, suena tu alarma en el teléfono, te esfuerzas por levantarte en una lucha contra tú mismo, tu cuerpo trata de obligarte a quedarte en aquella cálida y confortable cama. Sabes que debes seguir por lo que volviendo a este mundo regresas a la rutina diaria de tu vida, desayunas, te duchas y te vas a trabajar con la esperanza de que quizás y solo quizás hoy sea un día especial y que algo emocionante suceda, te sientes atrapado, enraizado a la vida, un dolor mas emocional que físico se hace presente en ti, otros anhelarían su cama, un baño caliente o simplemente una almohada mullida en la que acostarse, pero en esa ya no resulta una opción. En este momento, lo único que te importas es, nada, ya no sabes que hacer con tu tiempo. Tu vida se ha vuelto gris y tus ganas de vivir, la llama, el lumbre de la vida cada vez se desvanece para extinguirse lentamente en una noche, un infausto oscuro, frío y eterno.

Al regresar a tu hogar lo único que haces es comer algo, ves una serie o algo similar y te das cuenta que nunca serás tan joven ni tan viejo como ahora. Pasa un segundo, suspiras y notas lo que hiciste en el segundo anterior y ahora el segundo anterior ha pasado a ser segundo anterior y ambos pasan a ser recuerdos. Tratas de convencerte que puedes hacerlo de nuevo pero eso es imposible, el tiempo que se fue se fue. Nostálgicamente recuerdas aquellos momentos de niñez que jamás volverán. Sientes sueño, tu cabeza se tambalea de un lado al otro y finalmente caes víctima del sueño sabiendo que mañana todo será igual.

Despiertas esta vez por tu cuenta pero algo es diferente, una cegante luz entra por la ventana y al abrir la puerta tus ojos quedan deslumbrados ante la belleza de este extraño lugar, seres levitan de aquí hacia allá con movimientos celestiales y sus tecnologías son tan avanzados que tu corto entendimiento mortal puede describir como dioses. Te sientes como un niño de nuevo

Un rayo de luz y lo que suenan como trompetas marcan la llegada de un ser de aparente benevolencia. Después de deslizarse suavemente hacia abajo, uno de estos presuntos dioses, gentil con ojos enmascarados se acerca a ti. Te mira de arriba abajo como si juzgara cada cosa de tu existencia en unos pocos segundos.
Cuatro alas delgadas de pura energía se curvan alrededor del ente. Su cuerpo alargado se mueve casi robótico y está completamente vestido con túnicas de color blanco puro. Sostienen una cadena de cuentas, se puede escuchar un suave zumbido.
Miras hacia sus ojos por última vez; una mueca es claramente visible. Se arrodilla por un momento y te susurra al oído

—Bienvenido a Elysia

Tras esto alza un vuelo bellísimo casi siendo una con el aire. Te sientes privilegiado de estar en esta situación pues realmente lo eres, no sabes dónde estás pero la belleza del lugar no te hace preocuparte, ¿Estás soñando? ¿Quizás has muerto? No importa, sea lo que sea es algo mas que corpóreo y no encuentras palabras para describirlo. Sus habitantes son todo lo que los mortales no pueden, han logrado crear una civilización a nuestros ojos perfecta, sin enfermedades ni dolores, ni traiciones ni obsesiones, ni ansiedades ni temores, erradicaron la pobreza, las guerras y las hambrunas.

Todo era bellisimo, los Elysianos parecían seres que vivirían durante la eternidad. No en balde algo comenzó a suceder. El tiempo transcurre de manera que lo que para ti son un par de segundos, para ellos son eones y observas la decadencia de esta raza. Un sentimiento de angustia llega acompañado de miedo, locura y ansiedad. Entonces te das cuenta que te encuentras flotando en medio de millones de galaxias oscuras en el inmenso vacío, te das cuenta que no tienes control alguno de tu vida, te encuentras en un punto tan alejado que ninguno de tus gritos es escuchado, de nada servirá pedir ayuda, un alarido que hace temblar al cúmulo de galaxias te sorprende. Al girar quedas anonadado ante la presencia de seres tan inmensamente poderosos que no eres nada para ellos, los limites de tu cerebro no te dejan ni procesar las apariencias de estos celestiales. Te das cuenta que tu vida y existencia son estúpidas e inútiles. Ellos han visto centurias como un simple destello de luz. Tras esto comienzas a reir y llorar sin remedio algunos, has enloquecido, pronuncias múltiples lenguas a la vez, lenguas que no sabías que existían, comienzas a gritar agonizante y tu cuerpo se transforma en una masa amorfa de tentáculos tan horribles que son inexplicables y cuando te das cuenta, no eres nada, eres menos, eres polvo.

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