VI

||Pasado||
Año: 2014 | Lun, 08/09

"— Una flor, para otra flor"

¿Era en serio? ¿Ahora los escritores se estaban quedando sin ideas o qué?

Bien, la siria estaba leyendo tranquilamente pero la detuvo aquella frase, ¿Por qué era tan popular? Era imposible no escucharla o leerla en algún momento de tu vida.

Además, una flor es manipulable, bonita pero vacía y cualquiera podría conseguir una fácilmente, ¿Qué tenía de especial esa frase?

Cerró su libro y se quedó mirando a la nada, pensando qué haría ahora. Sin embargo, escuchó unos gritos, no unos gritos cualquiera, eran los gritos de su capital dando órdenes.

— ¡Señor Venezuela! ¡Ordeno que me pague al menos tres catarinas por daños físicos!

Se quedó callada con una sonrisa, estaba detrás de un árbol por lo que no podían verle.

— ¡Pure, este coño 'e su madre me pegó primero!

Llegó más atrás el caraqueño, su voz era fácil de reconocer y aún más su forma de hablar.

— Ay coño e tu pepa, ¿Ahora qué coño 'e la madre hiciste piazo 'e marico?

— Pure, mire este mamagüevo me clavó una mardita navaja en la malparia pierna-

— ¡Fue porque tú me apuñalaste la mano con un lápiz!

— Déjame terminar -Le mandó a callar el caraqueño a el damasceno- 'tonces, yo agarre la navaja y me la quedé, pero el marico este la quería y me empezó a decir que era d'él y tal-

— Es mía -Interrumpió el damasceno-

— ¡Coño, déjame habla'! Ajá, entonces, yo le dije que si me tocaba las vainas mías lo iba a morde' ¿Y qué pasó? El niño vino de salío y se puso a anda' revisando el bolso mío pa' ve' si yo la tenía ahí

— Sigo pensando que la tienes ahí

— Revísame el huevo pue' -Dijo altanero el caraqueño.

— Epa -Dijo el venezolano y automáticamente el caraqueño le volteó a ver al igual que el damasceno.

— Yo nada má' lo mordí por salío.

La siria no sabía qué pensar, la historia de el caraqueño era más interesante que su libro ¿Cómo es que puede seguir de pie y haber llegado corriendo después de una apuñalada en la pierna?

— Ajá, ¿Y qué le voy a deci' yo a Siria? - Preguntó el venezolano alzando una ceja y de brazos cruzados.

— Yo puedo quedarme callado por más de tres catarinas-

Catalinas - Corrigió el caraqueño al damasceno.

— Bueno, yo las compro y uste' se queda calla'o la boca ¿Se entendió?

Ambos asintieron.

La siria se había parado del suelo para poder verlos a todos bien, sorpresivamente, parece que no se han dado cuenta de su presencia.

— Caracas, en mi bolso hay unas catalinas ahí, uste' va agarra' cuatro; tres pa' él y una pa' ti.

— ¡No joda papá!

— ¡Vaya ante' que le dé una coñiza aquí mismo!

Dijo alzando la voz, cosa que alarmó al damasceno más no al caraqueño, el cual chasqueó los dedos y empezó a buscar algo en su mochila.

— Ya va, ya voy pero se me olvidó da'le su bromo -Dijo el caraqueño sacando una rosa de color blanco con negro, la cual el venezolano tomó y le hizo una seña de que se fueran.

Bueno, ya sabía así que ese soborno fue en vano.

La siria se acercó a él venezolano, sin decir nada hasta que se paró a un lado de él.

— Venezuela, acabas de sobornar a Damasco para nada.

— ¡Ay coñísimo 'e la madre! - Dijo sobresaltado el de habla hispana dando a entender que no se había percatado de la presencia de la siria, la cual, estalló a carcajadas ante la reacción del venezolano.– Bueno, igual se las van a comer... - Dijo el latino.

A la siria realmente le gustaba como hablaba el venezolano, y no habla se tono de voz o su forma de dramatizar algo a través de palabras, sino de sus expresiones. "Conflei", "arrecho", "esbarata'o", "vaina", etc.; esas palabras que otros países que ella conocía no usaban. El problema es que el venezolano trata de no usarlos para que ella pueda entenderle.

— ¡Ah! Eso me recuerda... - Dijo el venezolano, para luego tomar su riñonera y sacar un especie de aperitivo.– Mire, Damasco le dijo a Caracas que usted una vez comió un pedacito de esta cosa y quiso más, así que este es para usted.

La siria, aún confundida, resivió la galleta (Según la madre de la escritora) viéndola con curiosidad.

— Gracias, Venezuela, yo... No sé cómo podré pagartelo.

— Uste' tranquila, yo nervioso. No va paga' nada.

La siria le dedicó una sonrisa alegre, si era honesta, moría de ganas por abrir esa envoltura y sacar el manjar que llevaba dentro para disfrutarlo; pero primero debía tener compostura.

Sin previo aviso, alzó la mira al sentir un tacto frío cerca de su oreja, cuando vió descubrió al venezolano poniéndole la rosa blanca con negro en dicho lugar.

— Venezuela, ¿Qué haces?

— Darle una flor, para otra flor.

La siria le miró con una ceja levantada.

— Bueno, una vez mi padre me dijo que si tenía una flor se la diera a la dama más bella que vea pasar.- Dijo simple el venezolano, logrando sacarle un sonrojo a la siria, pero este era tan pequeño que se necesitaba una lupa para poder verlo.

— Grecia está por ahí ¿Sabes?

— Si, pero no existe tal cosa como una mujer fea.- Dijo con una sonrisa el venezolano. – Además, usted me parece todavía más bonita que Grecia.

La siria sintió su cuerpo estremecerse, pero está vez, por primera vez en toda su vida, sintió que era algo bueno.

— ... Gracias, Venezuela...

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|| Presente||

Año: 2023 | Sáb, 18/02
02:31 a.m

La siria estaba acostándose junto a el venezolano, después de lidiar todo el día con sus compañeras de trabajo que eran todas unas chismosas y pelear a punta de indirectas con la licenciada que claramente quiere con su marido. Además de que al llegar a su casa se encontró con su hermana frente al televisor comiendo fororo mientras veía "Betty La Fea" y el venezolano limpiaba con el bebé en brazos, para luego tratar de que su hermana tuviera ánimos de hacer algo mientras trataba de turnarse con el venezolano para cuidar de el bebé.

Si, un día grandioso.

Se dejó caer en la cama y pudo sentir los brazos de el venezolano abrazándole la cintura.

Venezuela:_ ¿Te fue muy mal hoy, bella?

Preguntó el venezolano aún con los ojos cerrados sin soltar a la siria.

Siria:_ Ya sabes cómo es la perra de Maireibly...

Dijo con el seño fruncido. El venezolano, tomó el mentón de la siria con cuidado y la hizo voltear a verle la cara para luego darle un dulce beso lleno de amor y cariño, el cual la siria correspondió gustosa.

Venezuela:_ Usted no se preocupe por eso malpari'a, algún día se va cae' con lo' kilos...

Dijo el venezolano con una sonrisa, para luego besarle la mano a la siria y por último la frente, cada beso con mucho cariño.

Venezuela:_ Duerma un rato que ya son más de la una y usted tiene que trabaja' mañana.

Siria:_ Si, tienes razón... Buenas noches, vene, te amo.

Venezuela:_ Buenas noches, mi reina, yo más.

Dijo el venezolano para luego plantearle un piquito en los labios a la siria y volver a acomodarse para dormir.

















































































Nota de la escritora: Aaaahhh que estoy haciendo con mi vidaaaa??

Mrk, estoy de lo más tranquila agarrando sueño y me llega esta vaina a la mente, son las 3:51 de la mañana

YO DEBERIA ESTAR DURMIENDO, pero claro, a mi cerebro le viene la inspiración cuando le da la regalada gana

Equís, bien empalagoso pa que vaya bien porque no sé ni cómo seguir con esta wea ALV

Chao chao

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