-Hey, otra Victoria- fue el saludo del doctor Edgeshot.

-Nunca dudes quien va a ganar- gruñi, pero el volvió a reír.

-Si, si... otra apuesta ganada para el cachorro.

-Ya no soy un niño, podría cortar tu garganta sin ensuciarme.

-Y no lo harás, por que soy tu único amigo en este infierno- se sentó frente a mi y empezó a sacar sus materiales para curar mis heridas.

-Hoy no tengo heridas profundas- renegué, no necesitaba más ayuda de la necesaria, tampoco quería su simpatía.

-Relájate, mañana tienes otra pelea y necesitas estar en tu mejor forma.

-A nadie le importa mi apariencia, solo debo ganar...- me quede quieto y deje que me atendiera, no iba a convencerlo de lo contrario.

-Te comportas como una bestia, recuerda que sigues siendo humano...

-Es difícil recordarlo cuando debes pelear por tu vida- cerré los ojos y trate de ignorar la tela áspera que limpiaba mis heridas.

-Sé que es difícil, pero que sigas ganando es un paso más cerca de tu libertad, ese es el objetivo.

-Para que? Tu ganaste y sigues aquí...- abri los ojos y él también detuvo sud actividad para mirarme.

-Yo escogí seguir aquí... ayudar a los que se convirtieron en mi gente, pero este no es tu futuro, estoy seguro.

-Si? Ahora eres brujo?- me burle- Y cual es ese explendido futuro que me espera?

-Vi al hijo del emperador...- ignoro mi burla y volvió a curar mis heridas- y tu también lo hiciste no?

-Me gusta burlarme de ellos, gente rica mimada de alto estatus, se creen mejor que nosotros y aun así disfrutan vernos morir.

-Si, me se ese diálogo de memoria, pero el omega es diferente.

-Bueno... es bonito, no viene tan seguido y no hay buenos omegas en primera fila como él.

-No es cualquier omega, es "El Omega"

-Nació en cuna de oro, ya sé... sigue siendo un imbécil.

-No me refería a eso- por fin termino de curarme y me dejó en paz- he escuchado que el hijo alpha del emperador murió.

-Lastima, se lo merece

-Era un sádico y poco amable con los que creía inferiores a él, pero ante Roma, él era el protegido, conquistó tierras y trajo oro... esclavos, ya sabes, cualquier cosa que Roma quiere.

-Por que me dices esto? Qué tiene que ver conmigo si se murió ese bastardo?

-No hay heredero... el omega que viste hoy es el único con sangre real.

-Y? -frunci el ceño ante la rebuscada platica.

-Escuche a los guardias hablar, parece ser que quieren que el omega busque pareja y lleve en su vientre un hijo, el próximo Emperador.

-Así que lo usarán como llegue de cría...- lastima, era bonito.

Quien diría que hasta los nacidos en cuna de oro eran igual de vendidos como nosotros. Las historias para los omegas no son muy amables, violados... vendidos... usados...

Pocos eran los afortunados de contar con una pareja que los apreciará de verdad, en el bajo mundo pocas veces lo he visto, alguna vez mis padres fueron de esa manera, juntos por amor... o algo cursi que solo ellos entendian, no vivíamos mal, pero apenas enfermaron, los demás nos dieron la espalda y nos aislaron.

Mi madre, la alpha trato de hacer sostenible la medicina, la casa y la comida, pero no duramos muchos años así, fallecieron juntos y enfermos. Tuve que aprender a cuidarme solo, a andar en las calles y pelear por comer y vivir, tampoco me duró demasiado.

Chisaki Kai me encontró, me tomo por la deuda que mis padres tuvieron en vida y desde ahí he sido un esclavo. Viví como su sirviente hasta los 14 y luego me envió a entrenar a las peleas exteriores. No era él único, habíamos varios esclavos a su cuidado qué nos mandaba a esas pelas para dar un espectáculo, si morías o te lastimabas gravemente, no te atendía, si no dabas un buen espectáculo te vendía y así, poco a poco fuimos quedando los mejores.

Quisiera decir que presentarme como alpha mejoro mi vida, pero nada parecido. No había ventaja real aquí, éramos solo animales... productos para Chisaki y en este mundo del sueño Romano, el más fuerte ganaba.

No importaba tu segundo género, debías subir a lo más alto si querías tu libertad u para eso fui entrenado. El Coliseo fue la cúspide, eramos jóvenes hormonales, recién presentados; a mis 16 fue nuestra primera vez en ese lugar.

No nos fue bien...

Muchos murieron, yo quede con una cicatriz en el rosto, pero afortunadamente resistí el tiempo requerido, mate a algunos Gladiadores y di un buen espectáculo... eso me gano un día más de vida.

Aprendí con el tiempo a no pensar, a ser puro instinto, a leer a mis oponentes, a esperar órdenes y matar, se volvió en un ciclo imparable, donde la promesa era la libertad, pero Chisaki nunca hablaba de cuando, solo había felicitaciones por darle ganancias y a veces cenas especiales, pero no lo que yo quería.

-Ese omega es peligroso, pocas veces se ha hablado de él... su padre lo ha tenido bien cuidado, y su estatus es alto, así que no sabría si su destino es tan malo como pensamos.

-Y por que eso tiene que ver conmigo?

-Puede comprárte... ya sea como guerrero o algo más, no sería interesante?

-Me quieres ofrecer a otro amo?- me ofendí.

-Solo a un mejor amo...- sonrió- tendrás más opciones fuera de aquí.

-Si... seguro ser el perro de un niño mimado lo mejorará.

-Solo vez el lado malo de la vida, estoy seguro de que ese chico ni viene a menos que estés peleando... deberías esforzarte mañana e impresionarlo.

-No... y si ya acabamos aquí, debo ir a dormir.

-Que aburrido hombre, bien... ve a dormir, seguro mañana volverás a ganar, te volveré a ver aquí y regresaras a tu celda.

-El pan de cada día...

-Si... si... adiós.

Me fui a mi celda, dormí y aunque no quisiera admitirlo, esperaba ver al omega mañana. Hablamos mucho de él, pero nunca me dijo su nombre, es difícil conocer a toda esa gente pomposa mientras lucho por que no corten mi cuello, pero trataría de buscarlo a él, una última vez antes de que se vaya.

O ese era el plan... pero al siguiente día pelee, gane y él no estuvo ahí...

-Bakugo?- una voz desconocida me llamo antes de llegar a el curandero.

-Quien pregunta?- gruñi a la defensiva. Tenia un porte elegante, era de la Guardia Pretoriana, alguien de prestigio.

Alguien así no era normal verlo por estos lugares, y eso solo me puso a la defensiva.

-Felicidades por su victoria- no se vio afectado por mi amenaza- le darán indicaciones por la noche, espero su cooperación.

-De que mierda hablas? Quien eres y por que...

-Muévete hombre!- Los guardias del Coliseo, me tomaron del brazo y me llevaron a rastras de nuevo a mi celda, ni siquiera pude parar para buscar a Edgeshot.

Trate de someterlos con mi aroma, pero respondieron con golpes para mantenerme al margen, me tiraron en mi celda y la cerraron con llave, no supe nada de ellos hasta la noche.

Pero las horas en soledad solo me pusieron más nervioso, nunca había visto algo parecido... que querían de mi? Por que yo? Yo había cumplido con todo lo que él bastardo de Chisaki quería, entonces...

-Arriba basura- un guardia golpeó la puerta para llamar mi atención- te han comprado, es hora de irse.

Qué...?