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Naruto ni Highschool DXD me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.

Sin más que decir se despide su amigo y que comience este jodido capítulo.

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Dios era perfecto en todos los sentidos, incluso aunque sus actos fueran crueles y déspotas eran los actos rectos.

Rosswisse se dio cuenta de eso rápidamente, había matado a esas criadas ya que intentaron matar a Dios un acto imperdonable.

Nunca había visto alguna mueca más que seriedad, repulsión o relajación en el rostro de Naruto, nunca sonrió o puso un rostro de inquietud, siempre silencioso respondiendo sólo preguntas inteligentes.

Pasó casi todos sus días en la biblioteca o en su jardín tomando té, sintió dos presencias más de vez en cuando pero ella no era quien para decir nada.

Nunca le ordenó que hiciera nada más que unas cuantas tareas entre ellas limpiar, algo sumamente fácil con magia.

Pensó en que sería violada al principio ya que Naruto se desnudaba cada vez que dormía y ordenaba que hiciera lo mismo, esperó y esperó más pero su violación nunca llegó, Dios no se rebajaba a ser un simple violador, Dios era perfección.

-*¿Cuánto hace ya?*-Se preguntó Rosswisse mientras se veía a un espejo completamente mojada y desnuda.

Sus curvas infantiles maduraron convirtiéndose en verdaderas curvas que sacarían la lujuria en cualquier hombre, sus ojos llenos de brillo infantil ahora eran pálidos y afilados llenos de sabiduría conservando ese brillo infantil pero ahora ligeramente cambiado con un toque de coquetismo, su cabello plateado caía como una cascada de plata en su espalda.

Estos años se dio cuenta de los gustos y disgustos de Naruto, pero nunca logro comprender las profundidades de la mente de su señor.

Naruto la obligó a entrenar con él, ella aceptó sabiendo que si no sería castigada.

Aunque Rosswisse nunca vio a Naruto sudar ni respirar agitadamente, solamente probaba técnicas y dos horas después se iba.

Su poder aumento drásticamente pero era de lejos menor que el de Naruto, cuando le preguntó solamente dijo "Los semidioses nunca estarán a nivel de un Dios".

Tenía sentido puesto que ella era una semidiosa hija de una Valkiria y un Dios, su sangre era mitad divina.

También vio como el cuerpo de Naruto antes de niño se marcaba y crecía convirtiéndose en el cuerpo de un hombre.

-*Ya basta*-Se pensó Rosswisse mientras se sonrojaba.

Hace dos años la reclamó como suya y ella no tenía quejas, Naruto era divino incluso en la cama, la doblegó y la hizo su puta eh incluso lo seguía haciendo cada vez tenían encuentros coitales.

-Otro día más-Habló Rosswisse en un suspiró, el tiempo pasaba como un suspiró al lado de Dios.

La vida de los dioses era pragmática, un solo de sus suspiros y ya habían pasado veinte años.

No quería volver, aquí lo tenía todo y más, si volvía sabía que sólo tendría pobreza comiendo papas el restó de sus días.

Los mariscos estaban prohibidos por obvias razones pero después de ahí ella sólo hacía el menú y listo, con un poco de magia tenía un manjar, pero en ocasiones su Dios le pedía plato para comer, según el sólo las manos que tenían la suficiente habilidad para herir a dijo podían hacerle su comida.

Se preguntó un día como era que el Dios se costeaba sus gastos.

Un día Naruto la envió por una bolsa de oro a su bóveda, la Valkiria nunca en su vida había visto tantas gemas y tanto oro reunido en un solo lugar, eran kilómetros y kilómetros de riqueza interminable.

Habían joyas que sólo en libros había visto y espadas de renombre dentro de la bóveda, le llamó la atención una que recibió como regalo de su señor algo que ella valoro ya que sabía que le pertenecía a una de las mejores Valkiria que hubieron en el Valhalla.

Fue en el primer viaje que Ophis arrastró a Naruto, lo llevó donde Draig guardaba sus riquezas ya que se le antojó a la dragona una manzana dorada, por ir con ella Ophis le dio toda la riqueza a Naruto y ella se quedó con la montaña de manzana que tenía el dragón rojo, eso sucedió igual en su segundo viaje pero ahora fue en la guarida del dragón blanco.

El dinero era algo banal para Naruto, podía crear cosas de la nada ya que los seres divinos lo hacían, pero no estaba mal tener dinero guardado ya que habían muchos lugares donde pedían "efectivo" a cambio de diferentes cosas, algo estúpido a su parecer ya que todos le debían dar a los dioses las cosas sin pedir nada a cambio pero no podía matar a todos los mercaderes que se cruzarán en su caminó y saquearles, eso no era Dios.

Así que mejor le daba dinero como un Dios benevolente y ellos le daban lo que él quería, un ganar ganar ya que muy pocas veces le atraía algo de los mortales.

Además era Rosswisse la que compraba las cosas ya que Naruto no le llamaba la atención nada.

Flush.

Rosswisse vio como un tridente aparecía al frente suyo, lentamente dio vuelta y comenzó a vestirse, Naruto la necesitaba para decirle algo y sabía que se enojaria si ella llegaba tarde.

Minutos de después.

Naruto estaba sentado en una silla mientras esperaba pacientemente.

Rosswisse cayó de una rodilla mientras bajaba su cabeza mostrando respetó.

Naruto era un hombre de dos metros alto y musculoso, cada fibra de su ser no tenía grasa y sus musculosos eran perfectos para su complexión.

El cabello de Naruto caía rebelde por si cabeza mientras que destacaba entre aquella melena eran dos mechones uno en la coronilla de su cabeza y otro que caía por su frente.

La silla dio vuelta mientras que Naruto tenía su visón desviada para la derecha, su mueca era de fastidio total.

-Irás a Asgard-Habló Naruto de manera seria sin adornar palabras.

Rosswisse sintió que su corazón de congelaba ante aquellas palabras de su señor.

-Y-Ya veo mi señor, perdón por aburrirle fue mi culpa-Habló Rosswisse mientras veía al suelo con ojos llorosos.

El rostro de Naruto se suavizo ante aquéllo dejando ver las fracciones del Dios relajadas pero aburridas.

-No eres aburrida valkiria, un ser que puede herir a lo divino es algo que merece estar en mi colección, eres una idiota al pensar que un dios se aburre de algo tan interesante tan fácilmente, pero tengo varios negocios que atender, negocios que no puedo llevarte y que debo hacer solo...-Habló Naruto mientras que apoyaba su mejilla en sus nudillos.

Rosswisse sintió que una tonelada salía de sus hombros mientras sus lágrimas dejaban de salir.

-Ve a Asgard donde provienes, tus costos serán costeados por mí ya que eres mía, quédate ahí hasta que te llame-Habló Naruto de manera tranquila mientras que Rosswisse alzaba su mirada.

Rosswisse vio como su señor la veía de manera tranquila, algo le debió molestar para que estuviera tan fastidiado.

Según Ophis los griegos le buscaban, Rosswisse era su punto débil y sabía que aprovecharían eso, que mejor lugar para guardar a su esposa que en Asgard.

Nunca creyó sentir amor a una simple mestiza, el poder de Afrodita sin duda era algo de cuidado.

Dios era perfección desde el día que nacía, hacía todo perfecto desde que salía del vientre de su madre, la ley natural dictaba que era el deber del esposo proteger a su esposa eso era perfección algo que Naruto tenía muy claro.

Rosswisse era su mascota, su sirvienta y su esposa, cada gramo de su carne y cada fibra de su alma le pertenecían sólo a él, le pertenecían a un Dios.

-Cuanto tendré que estar ahí-Habló Rosswisse mientras veía a su señor que volvía a desviar su mirada.

-El tiempo que sea necesario-Habló Naruto de manera tranquila mientras que Rosswisse asentía.

Rosswisse bajo su cabeza ante aquella orden ya más tranquila ya que esto no era un adiós sino un hasta luego.

Meses después.

Naruto comía con tranquilidad un filete de carne, sus ojos estaban cerrados mientras disfrutaba la cena.

Rosswisse le había cambiado, él lo sabía y lo aceptaba, Rosswisse era como un perro sediento de ansias de mimos, algún día se aburrió y comenzó a mimarla.

No fue una mal mascota, tenía cosas interesantes que decir y que siempre le sacaba del aburrimiento algo que sólo Ophis pudo hacer en su momento.

-*¿Qué estará haciendo Ophis?*-Se preguntó Naruto ya que Ophis siempre le arrastraba donde hubiera algún problema.

El trato con Ophis era de recibir y dar algo, él mataba las plagas que siempre rodeaban sus destinos y ella le entregaba algo interesante para él.

Era entretenido estar con Ophis ya que ella le recordaba que habían más dioses y no eran simples cucarachas mezclándose con lo divino.

Asco le daba el solo pisar un panteón, le daban ganas de vomitar ver a todos esos parásitos inútiles ser arrogantes cuando él solo con un pensamiento podía matarlos.

Flush.

La puerta de su comedor se derritio en llamas mientras que Ares pasaba sin disculparse o decir algo.

La sola presencia de Ares hizo que la comida en la boca de Naruto cambiará drásticamente su sabor.

Naruto dejo su cubierto y cuchillo mientras veía su plato, la comida que preparó se había manchado y ya no tenía a su mascota para que hiciera otra algo que despertó su molestia.

Dios era humilde y eso salvó a éste parásito de morir de inmediato, primero ingresaba a su palacio sin su consentimiento y luego manchaba su comida con su vil y repulsivo olor algo que sólo con la muerte se pagaba.

Podía sentir claramente que una diosa se escondía entre las sombras como un insignificante pedazo de basura.

Ares caminó arrogantemente al extremo del otro asiento mientras se sentaba con superioridad como si el castillo le perteneciera a él.

"........."

Naruto quedó en silencio mientras apartaba su comida, en un círculo mágico desapareció solo quedando con un vaso de agua.

-¿No vas a saludar a tu hermano mayor renacuajo?-Preguntó Ares con burla en su voz.

-Estas a un paso de tu muerte Ares, si no te callas atente a las consecuencias de sus actos-Habló Naruto no viendole a los ojos.

-Hoo grandes palabras para un niñato de pañales-Gruño Ares mientras sus gafas de sol se derretian.

Los ojos de Ares se dejaron ver o más bien sus cuencas ya que sólo llamas habían dentro que harían al humano más valiente correr.

Pero para desgracia de Ares no estaba hablando con un humano.

-Entras sin permiso a mi casa, derrites mi puerta, te sientas en su silla, ¿Piensas que te recibiere con amabilidad? No seas iluso inútil parásito-Habló Naruto con tranquilidad mientras que su voz era la de un soberano.

Ares grupo mientras se paraba para patear la mesa y atacar al bastardo de su madre.

Pensó que era una broma de su padre al oír que su madre había tenido un hijo aparte del tullido de Hefesto.

Pero pasar estos años buscando a uno de sus hermanos hizo que Ares supiera que era verdad y se asombrara, varias veces le preguntó a Atenea que si era una broma de mal gusto.

Su padre era un hipócrita, estuvo fallando a diestra y siniestra estos miles de años engendrando bastardo a por millones y se enoja porque su madre cogió y engendro con Poseidón.

Pero estaba molesto con su hermano menor, el bastardo tuvo las agallas de esconderse de él todos estos años, quería darle una lección para que respetará a sus hermanos mayores.

-Tú, cuanto piensas hacerme enojar hoy renacuajo mirame a los ojos cuando te hablo...-Grupo Ares aumentando su poder mientras que Naruto no le veía a los ojos y eso le estaba molestando.

Con Athenea.

Athenea estaba escondida en un pilar del comedor mientras veía a esos dos hablar, quería analizar primero a Naruto para luego neutralizarlo sin esfuerzo.

Athenea comenzó a hacer una simulación en su mente, con Ares sirviendo de carnada ella podría atacar con el factor sorpresa algo muy peligroso en un combate.

Muerte.

Athenea se estremeció al verse junto a Ares morir despedazados ante ese Dios.

Muerte.

Muerte.

Muerte.

Muerte.

Muerte.

Muerte.

Athenea en este punto estaba horrorizada ya que ella había escaneado desde el primer momento al dios, su respiración, su parpadeo, el movimiento de sus musculosos, el movimiento de su cabello, había analizado todo recreando una imagen en su mente para poder saber que tipos de movimientos tendría.

Lo analizó usando todo tipo de armas incluso la pelea mano a mano pero la que más se adecuada era la de un lancero y no tenía que ser genia para saber que era un tridente su arma principal.

Sólo se encontraba con su muerte y la de Ares, no importaba que arma usará solo veía su propia muerte.

Athenea supo que en este punto Ares comenzaría algo que los mataría a ambos, lo tenía que detener o morirían.

Sus piernas temblaban, su mandíbula chasqueaba y sudor frío recorría todo su cuerpo, rogaba para que su cuerpo respondiera a su llamado, una imagen se sobrepuso a Naruto haciendo que Atenea tragara en seco.

Con Ares.

Ares iba a golpear la mesa para preparar el terreno de pelea.

"Ares refrena tu bélico"

La voz de Athenea salió en tono autoritario mientras que la deidad veía fuertemente al dios de la guerra, la diosa agradeció a su padre el poder hacer eso.

Ares bajo su poder mientras veía a su hermana con los dientes apretaron con desagrado y furia.

Ares no era tonto y sabía que Athena lo superaba el poder y inteligencia, sabía cuando retirarse o no enfrentar una lucha que estaba perdida.

-Athenea que haces aquí-Mascullo Ares con desprecio viendo a su hermana.

La mirada de Athenea tenía claramente las palabras "No ataques y silencio" ardiendo en llamas rojas dentro de sus ojos.

Athenea vestía una toga griega con un casco sobre su cabeza y su lanza y escudos en sus manos, llevaba un porte digno de un soberano exigiendo respeto y obediencia.

Naruto se mantuvo en silencio mientras tomaba un sorbo de agua, al menos había un parásito con inteligencia.

Una parte de él se sintió interesado, toda esa sabiduría desperdiciada en una inepta como ella.

-Vengo a hablar con el Dios regente de este castillo-Habló Athenea con tranquilidad ya que sabía que un paso mal dado y moriría.

Athenea se sentó en medio de la gran mesa con tranquilidad como si el asiento siempre le hubiera pertenecido.

-*Ella debe ser Athenea, incluso ya hace una estrategia, se sienta en medio para no ofenderme y poder repelerme si atacó*-Se pensó Naruto con fastidio ya que las cucarachas siempre le molestaban.

Naruto esperaba a que viniera Ophis y lo llevará a algún lugar, su castillo había sido invadido por una plaga molesta, ahora entendía lo que sentía Ophis cuando ese Dios dragón invadió su hogar.

-............-Naruto respondió con sórdido silencio mientras que Athenea le veía de reojo.

-Hemos venido aquí por órdenes de tu Dios Rey...-Habló Athenea mientras que los labios de Naruto se curvaron para abajo.

-Dios es perfecto, Dios no tiene rebaño, Dios no le importa la opinión del rebaño, Dios es humilde, Dios no conspira, eso es un dios Athenea...-Habló Naruto con voz ronca y molesta.

Athenea se tenso y se quedó en shock ante aquello, su mente fallaba ante esas palabras.

-Una existencia perfecta desde el inicio, Zeus mi superior, estas equivocada ya que ustedes dejaron su perfección para seguir a una insignificante mierda no quiere decir que los dioses haremos lo mismo, ten eso en mente...-Habló Naruto mientras que Athenea se estremeció.

Athenea sintió por primera vez en su vida un sentimiento que nunca llegó a sentir incluso cuando le hizo frente a Tifón.

Miedo desde lo más profundo de su corazón

Los ojos de Naruto cayeron sobre ella con reprendimiento y asco viéndole como si no fuera más que una estúpida creyéndose algo más.

-Aprende tu lugar niña-Escupió Naruto mientras sus ojos se desviaban.

Athenea de manera inconsciente bajo su cabeza mientras sudaba ligeramente, lo había ofendido lo que ella nunca pensó con sus palabras.

-L-Lamento si lo ofendí, Zeus lo está solicitando hijo de Hera y Poseidón, quiere saber si es aliado del Olimpo o enemigo-Habló Ahtena maldiciendo su tartamudeo.

Ares quedó en shock, nunca su hermana había tartamudeado ante nadie y eso que se lió a puñetazos con su tío Poseidón, esa pelea género una inundación muy molesta en la tierra ya que no pudo tener humanos los caudales matar o cortejar durante varios cientos de años hasta que se reprodujeron lo suficiente.

-*Hace tiempo me preguntaba como es el Olimpo, madre no me ha visitado durante varios meses así que supongo que iré yo mismo*-Se pensó Naruto con interés ya que el Olimpo despertaba su curiosidad.

-Necesitamos que vengas con nosotros al Olimpo para verificar tu estatus-Habló Athenea ya que en parte era cierto.

Athenea rogaba para que su padre tratará con este engendro del mar, la misión había sido un éxito y aunque entendía porque Ares venía aquí no lo dejaría morir ya que podría servir de escudo o carnaza en un futuro mejor.

Naruto se inclinó para adelante para levantarse de su asiento.

Con Rosswisse.

Rosswisse abrió la puerta de una enorme sala echa de oro puro.

Rosswisse vestía una toga completamente blanca como la nieve mas pura pegada a su atronador cuerpo que harían incluso al más fiel verle con lujuria, su cabello plateado caía por su cabeza como una cascada plateada, sólo llevaba un adorno y era un pequeño tridente como prensa para su cabello.

Rosswisse desvío su mirada para un lado con fastidio cuando las miradas llenas de lujuria y ansias sexuales de casi todos los dioses cayeron sobre su cuerpo.

Su abuelita la esperaba en medio de la gran sala, Rosswisse sonrió mentalmente al ver a su abuelita verle con amor y cariño.

Rosswisse supo que hoy sería juzgada sobre el crimen de abandonó de panteón, el crimen era pagado con tres formas, la primera era perder su puesto y vivir en deshonor, la otra era pagar una multa y trabajo forzoso durante el tiempo que estipularan y la tercera era ser encarcelado incluso por eternidad.

Rosswisse sabía que por todos estos años seguramente sería encarcelada por toda la eternidad pero las órdenes de su Dios eran absolutas para ella.

Rosswisse no sabía porque pero se sentía cansada, con antojos extraños (Ayer se levantó a las tres de la mañana para comerse un sándwich relleno de frijoles y mayonesa,con ganas de vomitar insanas y también le dolían sus piernas.

Habían pasado ya dos meses desde su señor la dejó volver a Asgard, en la noche antes la volvió a reclamar como suya para que nunca olvidará que le pertenecía a él y sólo a él.

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Fin del capítulo.

Sin más que decir se despide su amigo y pana del alma Escritor-san.

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