CAPITULO 21
En la casa Ouji se encontraba una bella pelinegra que después de desayunar se fue a pasear por toda la casa, ya que la oscuridad de la noche no le dejó contemplar bien los alrededores de la casa, al salir al jardín se maravilló por las bellas rosas que crecían en un área del jardín, también había otro tipo de flores y plantas que daban vida a ese espacio, miraba con calma la fuente en donde la noche anterior tuvo su conversación con la luna, Bulma, esperaba con ansias que el tiempo transcurra más rápido y poder darle la información que le dio Vegeta, esperaba que no le haya mentido, aunque él no parecía una persona mentirosa, era demasiado honesto y directo con las cosas; observaba sentada al borde de la fuente el bello cielo azul, cansada de no hacer nada se dirigió a la casa, caminando por el pasillo observaba como los sirvientes realizaban la limpieza de cada ambiente, Milk con un poco de sed se dirigió a la cocina, al ingresar dentro la cocina observó como Lucil y Mei preparaban las verduras y las carnes para el almuerzo, Mei ya se sentía mejor y trabajaba tranquilamente, Milk se sirvió su vaso con agua y al dejar la jarra en el mesón asustó a las presentes, ya que al estar tan concentradas no la sintieron llegar.
-señorita no nos asuste de esa manera-dijo Lucil apoyando una mano sobre su pecho intentando regular su respiración por el susto-¿necesita algo?-dijo amablemente.
-no, no se preocupen-dijo Milk con una sonrisa-solo estaba sedienta, ¿Qué están preparando para el almuerzo?-preguntó con interés.
-señorita Milk, el almuerzo de hoy es un estofado de carne con sopa de verduras-dijo amablemente Mei-también quería darle las gracias por lo de esta mañana-dijo haciendo una reverencia
-no hay de qué, y solo llámenme Milk-dijo sonriéndoles, las dos mujeres miraban curiosidad a la pelinegra, ya que con los años que trabajaron para esa familia no habían conocido a alguien que fuera tan amable con ellas, la mayoría de las visitas que atendían eran arrogantes y mandonas-si quieren puedo ayudarlas a terminar de cocinar-
-no es necesario, es nuestro trabajo-dijo Lucil- más bien dígame ¿Qué quisiera de postre?-
-mmm... no lo sé-dijo la pelinegra-si quieren yo lo preparo-dijo yendo hacia el refrigerador y ver que tenía dentro, la mirada de ambas mujeres fue de asombro, ya que en alguna ocasión algunas de las invitadas había solicitado lo mismo, pero solo causaron desastres en la cocina y un mal postre, además del enorme enojo de su jefe-ya veo tienen todo lo necesario para preparar un delicioso flan-
-no se preocupe seño... Milk, nosotras lo haremos-dijo Mei con calma
-no se preocupen, además ustedes están con el trabajo de preparar el almuerzo, déjenmelo todo a mí, no me gusta estar sin hacer nada-dijo sonriendo sacando varios ingredientes del refrigerador
-si usted así lo quiere no dude en preguntarnos cualquier cosa-dijo amable Lucil
-claro, me pueden decir ¿dónde están las fuentes?-dijo la pelinegra con una bella sonrisa.
Mientras cocinaban, las dos mujeres llenas de curiosidad por la historia de la pelinegra no dudaron en hacerle preguntas, con la conversación que realizaban se enteraron origen de la pelinegra, sorprendiéndose de que fuera huérfana, después saber su historia dentro el orfanato, el cómo y por qué ella ahora estaba en esa casa, las dos mujeres se quedaron pensativas observando como la pelinegra hablaba con seguridad y orgullosa de pertenecer al orfanato de la señora Uranai, conmovidas por su historia no dudaron en darle palabras de apoyo y también algunos consejos.
Una vez que terminaron de preparar el almuerzo las dos mujeres se fueron a realizar otras de sus actividades dentro la casa, mientras la pelinegra solo fue a caminar de vuelta al jardín, hasta que una voz la hizo voltearse.
-se nota que te gusta el jardín-dijo el peli flama apoyado en la puerta con los brazos cruzados
-si-respondió la pelinegra- me recuerda al jardín que teníamos en el orfanato-dijo con nostalgia mientras acariciaba los pétalos de una de las bellas rosas blancas, recordando cómo Lunch cuidaba mucho de sus rosas.
-tú ya no perteneces a un lugar así-dijo seriamente
-sí, pero jamás podré olvidarlo-dijo dirigiéndose dentro la casa- el almuerzo ya está listo, vamos-dijo la pelinegra yendo al comedor seguido por Vegeta
El almuerzo transcurrió tranquilo hasta que llegó el postre, la expresión de Vegeta al probarlo era realmente sorprendente, todos los sirvientes también quedaron alegres y muy satisfechos con el sabor, no se esperaron los elogios por parte de Lucil y Mei hacia la pelinegra.
El día transcurrió tranquilo, la tarde pasó volando, y la cena fue tranquila, al llegar la hora de dormir, la pelinegra no podía cerrar sus ojos por pensar "¿Qué estaría haciendo Goku en este momento?" Se preguntaba si Goku la extrañaba tal como ella a él, con esos pensamientos logró dormir un momento, al levantarse observó que era tarde, con mucho sigilo igual que la noche anterior se dirigió al jardín, sentada en la fuente la esperaba la peli azul que al verla solo sonrió y le dijo:
-pensé que no vendrías, me estaba asustando Milk-dijo la peli azul parándose y acercándose a la pelinegra
-lo siento, no quise asustarte, te tengo buenas noticias-dijo alegre la pelinegra-Vegeta me dijo que Goku está en Paoz-
-¿en Paoz?-dijo pensativa la peli azul-está un poco lejos, pero creo que llegaré, el problema es que tardaré varias noches buscándolo, ahora que recuerdo Paoz es un pueblo que poco a poco fue creciendo, ahora es casi una ciudad, pero no te preocupes lo buscaré con toda la rapidez posible para que llegue antes de dos semanas-dijo sonriente
-muchas gracias Bulma, entonces esperaré noticias tuyas dentro de tres días nos veremos de nuevo-dijo sonriéndole
-me voy, nos vemos-dijo elevándose hacia el cielo desapareciendo en la oscuridad de la noche
La pelinegra se fue a descansar, su primer día no lo había pasado tan mal, ahora también estaba rodeada de buenas personas, Lucil, Mei y también Vegeta, esperaba que Goku volviera por ella, pero su conciencia aún la molestaba en varias ocasiones y solo se preguntaba ¿era verdad lo que dijo Suno? Solo esperaba que no fuera y así se fue a descansar.
Mientras en Paoz, un pelinegro de cabello alborotado observaba por la ventana el bello pueblo, recordando a su novia esperaba que ya termine todo para volverla a ver, esperaba con ansias probar algunos de sus postres como lo hacían antes, pero aún el trabajo lo tenía acorralado, si hubiera dejado que sus padres manejen su vida ahora él no estaría con tanto trabajo pero sería infeliz casado son Suno, ese era el sacrificio para ser independiente y feliz, pero aún lo había logrado, su impaciencia por volver crecía más y más.
CONTINUARÁ...
mis bellas lectoras les dejo, el capitulo 21 jejeje no esperé llegar a tanto, muchisimas gracias por su apoyo las quiero un montón.
una gran abrazo para las bellas personas que votaron y comentaron en el anterior capitulo:
muchisimas gracias por su apoyo, le mando una saludo y un abrazo.
CELESTIACARITO
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