🌊Δύο

Jungkook quedó anonadado después de ver la escena de la cueva, él realmente no esperó que en una salida en busca de un lugar tranquilo para pensar se iba a encontrar con tremendo ser celestial, Dios ese chico era etéreo, sublime, bello, perfecto. Al no saber que hacer salió corriendo rumbo a su hogar, la Luna riéndose un poquito por su actuar, él era el indicado. Un halo lunar acompañó en todo momento al azabache e inclusive cuando ya estuvo en su casa el halo iluminaba con discreción su habitación. Jungkook se lanzó de espaldas a la cama, suspiró y cerró sus ojos, inconscientemente una sonrisa se plasmó en su rostro. Sin darse cuenta el tiempo pasó y el pelinegro cayó rendido ante los brazos de Morfeo, soñando con un hermoso ser celestial y siendo acompañado por la luz lunar.

Pero... Según la leyenda el Hijo de la Luna no debía de ser visto por nadie sino su estadía en la Tierra terminaría.


Al amanecer un bonito peli azul se despertaba de su corto sueño, la arena estaba adherido a su piel, su pecho aún brillaba un poco debido a la noche reciente y las venas seguían resplandecientes. Sin perder el tiempo Taehyung se metió al agua de nueva cuenta, en busca de remover toda la arena posible de su cuerpo para después poder ir finalmente a casa, sin embargo su actuar se vio detenido debido a una botella de cristal con un pergamino adentro que era empujada por el leve movimiento del agua, curioso tomó la botella y sacó el papel teniendo cuidado de que no se mojara. Sus ojitos se expandieron al máximo al leer lo que decía la nota. Era corta y concisa.

<<Γιε μου, κάποιος σε έχει δει. Ψάξε το.>>

-Luna.

*Traducción: Hijo mío, alguien te ha visto. Búscalo.

No podía ser cierto. Eso era imposible, nadie podía haberlo visto, su lugar especial estaba muy escondido de la vista de los turistas. Un miedo inexplicable se arremolino en el pecho del peli azul, las perlitas en su cabello parpadearon para después opacarse ligeramente debido a las emociones de Taehyung. Él no quería irse de la Tierra, porque él sabía que si alguien quien fuera lo había visto lo que seguía era desaparecer, esa era la regla impuesta por su madre; "no dejes que nadie te vea y si lo haces tu estadía en la Tierra termina."

-No puede ser, no puede ser -estaba más que nervioso, aterrado, sin poder evitarlo dos pequeñas gotas se escaparon de sus ojos pasando desapercibidas debido a que su cuerpo estaba mojado.-Tengo que encontrarlo.

Decidido salió del agua se puso sus prendas y corrió fuera de la cueva, corrió lo más rápido que pudo a su hogar, estaba dispuesto a buscarlo, de atraparlo, Taehyung encontraría al causante de su fin.


Pasaron varios días sin tener resultados fructíferos en su búsqueda, el chico peli azul ya no sabía qué hacer, su miedo era cada vez mayor al grado en que sus tan preciadas perlitas habían perdido el brillo por completo. Ya había recorrido de pies a cabeza Grecia y aún así no encontraba a la persona que lo había visto. Gracias a uno de sus poderes que era el poder leer las expresiones faciales sabía que cuando se topara con la "persona" de inmediato iba a saber que era él o ella. Agradecía tener ese poder, sino estaría acabado.

Derrotado salió a caminar por la costa, intentando relajarse cerró sus ojos y caminó hacia el mar sin embargo cuando ya estaba a una profundidad considerable un grito lo alertó.

-¡Oye! ¡¿Qué haces?! -Jungkook corrió con todas sus fuerzas hasta adentrarse al mar hasta la altura de Taehyung, el último mencionado abrió los ojos completamente asustado.- Ya sé que la vida no es fácil pero, te aseguro que hay un montón de cosas buenas por las cuales debes de quedarte.

Sin pensarlo el azabache lo abrazó por la espalda sintiendo como al instante el collar que había aparecido esa mañana en su mesita de noche quemaba y brillaba, además de sentir una corriente eléctrica por todo el cuerpo, Taehyung también lo sintió, y lo supo, supo que era ese chico la persona que tanto había buscado en esos días. Asustado pero con una calma irónica en su pecho se giro topándose con unos ojitos tiernos que lo miraban maravillado pero con un ápice de temor en ellos. Su vista viajó al collar en el cuello del chico, era casi idéntico al suyo sólo que el del azabache tenía un pequeño dije de Luna menguante. Trago duro.

-Tú -dijeron ambos al unísono. Sus ojos se encontraron, miel con un verde profundo, irises que sin quererlo reflejaban sentimientos que se irían formando gracias al destino. Taehyung rápidamente se soltó del abrazo.

-No termines con tu vida -el azabache regresó a la causa de su encuentro, recibiendo una negación por parte del contrario.

-No iba a suicidarme... -Iba a continuar hablando cuando algo pequeño le golpeó suavemente la costilla izquierda, de nueva cuenta era una botella de cristal con un pergamino adentro. La tomó entre sus manos y miro al pelinegro que tenía sus ojos puestos en aquel objeto de vidrio, abrió la botella y posteriormente sacó el pergamino asombrándose de lo que leía.

<<Γιε μου, επιτέλους το βρήκες. Μπορείς να αφήσεις τον φόβο σου πίσω, δεν θα σε πάρω πίσω μαζί μου, θα δεις ότι υπάρχουν πράγματα που δεν είναι στη δύναμή μου και η μοίρα είναι ένα από αυτά. Η μοίρα αποφάσισε ότι αυτό το αγόρι ήταν εκείνο που θα είναι ο προστάτης σου, αγαπημένε μου γιε, οπότε δεν είναι στη δύναμή μου να κόψω όσα έχουν ήδη γραφτεί. Τώρα σου λέω ότι πάντα θα σε φροντίζω, η μαγεία μου θα είναι πάντα μαζί σου. Στην πραγματικότητα όλα θα παραμείνουν ίδια, μόνο που τώρα θα έχετε κάποιον να σας συνοδεύει, θα αποφασίσετε ποια απόχρωση θα έχουν τα συναισθήματά σας.

Με αγάπη και λάμψη την αγαπημένη σου μητέρα Φεγγάρι.>>

*Traducción: Hijo mío, finalmente lo encontraste. Puedes dejar atrás tu miedo, no te llevaré de vuelta conmigo, verás que hay cosas que no están en mi poder y el destino es una de ellas. El destino ha decidido que este chico será el que será tu protector, mi querido hijo, por lo que no está en mi poder cortar lo que ya está escrito. Ahora te digo que siempre te cuidaré, mi magia siempre estará contigo. De hecho todo seguirá igual, solo que ahora tendrás a alguien que te acompañe, tú decidirás de qué matiz serán tus sentimientos.

Con amor y resplandor a tu amada madre Luna.

Ambos chicos quedaron estupefactos, los collares resplandecían en señal de que la Luna estaba de alguna u otra manera ahí con ellos. Confundidos salieron del agua, el azabache sacudió su pelo tal como un perrito mientras que las perlitas en el cabello de Taehyung volvían a resplandecer. Un silencio se formó hasta que el azabache se animó a tomar la palabra.

-Bueno... Chico hijo de la Luna, me presento soy Jeon Jungkook y, supongo que ahora soy tu acompañante -se presentó con una risita nasal. Taehyung le correspondió el gesto tendiéndole una mano que inmediatemte fue tomada por Jungkook.

-Bien Jungkook, mi nombre es Kim Taehyung, hijo de la Luna. Y, creo que ahora que eres mi acompañante deberíamos de conocernos más ¿qué dices? -propuso alegre.

-Me parece una grandiosa idea.

La leyenda no acaba ahí puesto que después de varios meses de conocerse el Hijo de la Luna y su fiel guardián empezaron una relación que se convertiría eterna gracias al destino y a la poderosa Luna.

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