En la cocina.

— ¿Jugo o agua? — preguntó el más alto abriendo la heladera, casi metiendo su cabeza dentro de esta para ver que había así podía manotear y comer.

— Agua — contestaron madre e hijo al mismo tiempo, con una sonrisa tierna y muy parecida.

— Okey — sacó una botella de agua y una media barra de chocolate relleno de dulce de leche la cual llevó a su boca.

Sostuvo el dulce con sus dientes para que no se le cayera mientras servía el agua en los vasos que estaban en la mesa.

— ¿Tu mamá es homofóbica?

— ¿La abuela? — preguntó con burla Ben.

— Emm, no, todo lo contrario — terminó de servir para entregarle los vasos a los chicos y volver a guardar la botella en la heladera — Ella es lesbiana, hasta me consiguió madrastra — hizo una mueca de desagrado antes de darle otra mordida al chocolate.

— ¿Entonces por qué dijo eso hoy?

— La abuela quería que él se casara con una chica, la cuidara y le diera nietos, pero al enterarse que vos estabas embarazado se alegró mucho y mandó todas esas ideas a la mierda.

— Si — le dio la razón, se acercó al de ojos rojos para tomarlo de la mano.

— Que rica agua — comentó algo incómodo, llevando el vaso a su boca para tomar el líquido que había en este.

— Tiene sabor a jabón — se quejó Ben, dejando el vaso frente a él.

— Si, no lo lavé bien — rió, acarició con sus dedos la mano del menor.

Bonnie dejó el vaso sobre la mesa que tenia en frente, giró su cabeza para mirar a Owynn directamente, de cerca pudo apreciar que en realidad era muy lindo, más de lo que parecía.
Y Owynn, pues, él seguía viéndolo como un chico feo :'v

— Lindos ojos — susurró el mayor acercándose al oído del menor, olvidándose de que su hijo estaba ahí.

Benjamín sonrió pícaro a su madre antes de levantarse de donde estaba sentado para irse sigilosamente con su abuela.
El peli morado lo había seguido con la vista hasta que pasó la puerta de la cocina, mal diciendo a su hijo por abandonarlo con un violador.

— Si, son dos ¿Viste? — preguntó con burla queriendo calmar su incomodidad.

— Que gracioso — susurró mucho más cerca de su oído que antes, lamió la mejilla del chico antes de decir — ¿No tenes ganas de conocer mi pieza? O mejor dicho ¿Mi cama?

El oji rojo apoyó sus manos en el pecho del más alto, mientras que él llevaba sus manos por de bajo de la remera de Bonnie, acariciando con suavidad la piel que sus dedos alcanzaban.

— No — dijo con voz clara.

— Entonces tendremos que limpiar la cocina después — dejó un beso en el cuello del conejito, pudo sentir cono este se estremecía bajo sus acciones.

— No harán nada de eso acá — se escuchó una tercera voz autoritaria, rápidamente se alejaron para mirar a aquella mujer que tenia una expresión seria, con su brazo izquierdo agarraba a Benjamín y el otro lo tenia pegado al cuerpo — Owynn, cuida a tu hijo, no quiero a nadie en mi lugar de trabajo ¿Entendido?

— Si mamá — frunció el entrecejo a su hijo, quien se veía avergonzado.

— Perdón — se lamentó Benjamín una vez que fue soltado.

— ¿Quién te dio permiso de alejarte? ¡Eres un idiota!

— ¡Hey, a mi hijo no le grites! — le dijo Bonnie parándose de la silla en la que estaba sentado.

— Querrás decir nuestro hijo — hizo énfasis en "nuestro".

— Es lo mismo.

— No, no es lo mismo, acabas de decir que es solo tu hijo, pero ¿Quién dará el esperma para que quedes embarazado en el futuro? A no ser que este idiota de acá sea un experto en bromas y tenga muchos amigos que se parecen a nosotros, no encuentro otra respuesta.

— ¿Qué tiene que ver eso con lo que te pedí?

— No sé, solo me molesto que hayas dicho dicho que era solo tuyo.

— Dejen de pelear, perdón por portarme así, se que debí preguntar primero — se disculpó.

— Ay, hijo...