Golpe de realidad contra corazón dulce e inocente.

Por alguna razón, el gorila se había detenido en su ataque a toda la zona y esa razón se llamaba Nemuri.

La había visto una vez así y le dolía tener que verlo otra vez.

El bosque estaba en llamas pero afortunadamente la lluvia no tardaba en venir.

Así que aquí estaba, sin importarle ser aplastada lo único que quería era calmar a ese monstruo que tenía atrapada a su dulce niña.

Nemuri: ¡Por favor, mira todo lo que has hecho!

Extrañamente el gorila miro a su alrededor solo para toparse con los desastres que ella misma había ocasionado.

El fuego expandiéndose a cada segundo mientras que los árboles morían, animales heridos o incluso muertos.

De esos enormes orbes rojizos algunas lágrimas se empezaron a formar pero, no por ahora.

Nemuri: ¡Vuelve conmigo Momo!

Con esas palabras, algunas lágrimas enormes salieron de esos orbes por lo que un poco débil, el gorila se levantó para así comenzar a tambalearse.

Una vez estaba así, su tamaño se redujo y una niña quedó en el aire hasta que comenzó a descender.

Nemuri: ¡Hija!

Sin importarle nada la mujer saltó de la copa del árbol para atrapar a su hija en pleno aire y lo consiguió por lo que la abrazo con fuerza para así , ambas féminas cayeran al suelo solo que Nemuri recibiendo todo el daño de la caída mientras sostenía protectora a la infante desnuda.

El grupo no tardó en llegar pese a que la lluvia ya había llegado.

Lograron encontrar a Nemuri en una simple camisa recargada a un árbol con Momo ,vestida con la enorme chamarra de su madre , siendo abrazada por la mujer.

Mitsuki: Aterrador.

Nemuri: Esa no es ella.

Los niños corrieron para ver a Momo pues le preocupaba mucho.

Izuku: ¿Está bien?

Nemuri: Si.

La mujer estaba muy lastimada.

Rei: ¿Y ese tal Tullece?

En eso los árboles se escucharon crujir por lo que se pudo ver al mencionado con una sonrisa.

Nemuri: ¿Qué es lo que quieres maldito?

Tullece: Entregame a esa saiyajin.

Ante ese nombre, todos se confundieron.

Inko: ¿Saiyajin?

El hombre se rió solo para avanzar otros cuantos pasos.

Tullece: Esa mocosa es una saiyajin, una de grandes poderes que son desperdiciados en este estúpido planeta.

Miku: No importa si es un alienígena o un monstruo, no tienes el derecho de separarla de su madre.

Tullece: Dejen de mentirle, esa mocosa es parte de la raza más poderosa del universo.

La mujer herida se levantó para así, entregarle la niña a la madre de Iida.

Nemuri: Ella es mi hija, no me importa lo que sea.

Tullece: Por favor, ahórrate el sufrimiento terrícola, solo dame a la niña y me iré de este planeta para nunca volver.

En respuesta, la mujer frunció el ceño para encarar al pelinegro.

Nemuri: ¿Para qué?

Tullece: Ella será la madre de mis hijos para que así pueda formar mi propio reino de saiyajins de verdad, no como lo que son ahora.

Nemuri: Jamás permitiré que te la lleves.

Una pequeña sonrisa se formó en su rostro para así golpear a la mujer en el rostro arrojandola contra el árbol.

Tullece: Te mataré para que así ella ya no tenga ninguna relación a este insignificante planeta.

Así el hombre fue contra la mujer para comenzarla a golpear con fuerza.

Momo que ya estaba despierta veía eso con enojo, algo que era notado por Inko.

Momo: No toques...

El hombre se detuvo en su ataque para ver a la niña.

Momo: ¡No toques a mi mamá!

Enojada voló rápidamente contra el hombre para empezar a golpear repetidas veces el estómago de hombre haciéndole escupir sangre.

Nadie podía hacer o decir algo ante lo que presenciaban.

Momo: ¡Te odio!

Furiosa golpeó la barbilla del hombre alzandolo a gran velocidad en el aire donde se detuvo muy adolorido.

Tullece: El poder de pelea de esa niña se elevó en cuestión de segundos.

Su rastreador se cayó de su ojo, eso debido al golpe.

Momo: ¡Vete de aquí!

Sin pensar mucho en sus acciones, la niña empezó a disparar varias esferas de energía contra el hombre quien solo pudo poner sus brazos en X para defenderse del furioso ataque.

Después de todo eso, Momo solo suspiraba cansada y al igual que todos, viendo a la inmensa masa de humo generada por el ataque.

Una vez la pantalla de humo se esfumó, se pudo observar a Tullece muy herido con graves heridas.

Tullece: No puede ser, su poder es devastador.

Sabiendo que podía morir ahí, emano un aura blanca para después salir volando.

Rei: ¿A dónde piensa ir?

Tenya: ¿Ya se va mamá?

El niño ya estaba abrazado a la pierna de su madre muy preocupado.

Inko pudo ver cómo la azabache apretaba los dientes y sus manos muy enojada indicando algo muy obvio.

Ese corazón puro y noble están siendo inundado por la rabia.

Nemuri: Hija, por favor, ven conmigo.

Un poco miro a la mujer quien estaba herida lo que provocó una gran furia en Momo la cual no tardó en cubrirse de un aura blanca que creo muchas corrientes de aire.

Miku: Momo, ¡no!

Ignorando el grito, cegada de enojo voló sin importarle nada.

Inko se acercó a la mujer herida para tratar de sanarla sin embargo sus manos fueron golpeadas en señal de rechazo.

Nemuri: No, ella me necesita y no la dejaré sola.

Cómo pudo se levantó del suelo para así ponerse de pie.

Shoto: ¿Ella estará bien?

Nemuri: Si, y si no yo me encargo.

Así, salió corriendo combatiendo contra su cansancio.

Tullece por su parte ya iba directo hacia su nave sin embargo escucho algo por lo que aún volando giro para ver hacia arriba topandose con algo que no quería.

La azabache estaba volando encima de él muy enojada.

Tullece: ¿Ahora qué sigue?

En respuesta, voló contra el hombre para así comenzar a conectar golpes uno contra el otro lastimandosé fuertemente.

Sin embargo, Tullece viendo la diferencia de poderes veía que la infante ya estaba muy cansada así que actuó con toda su fuerza.

Agarró a la niña del cabello para así girar y arrojarla contra el suelo causando un gran impacto.

Ante eso, Momo grito de dolor al sentir su espalda chocar contra una enorme roca.

Tullece: ¡Ya me hartaste!

Enojado voló contra la infante para así, poner su mano izquierda contra el cuello de la infante para así tratar de ahorcarla.

Tullece: Fuiste tan tonta como para venir contra mi, pero eso fue un gran favor, te llevaré conmigo a la fuerza y haré que olvides cada detalle de esta patética vida, si es necesario mataré a todos tus seres queridos, empezando por tu madre y tu padre.

Eso hizo que la azabache frunciera el ceño para así, separar su mano derecha de la mano del hombre.

Momo: ¡No te permitiré tocar a mis papás!

Llorando acumuló energía en su mano para así llevarla contra el pecho del hombre atrevesando el mismo.

Desagradablemente sangre cayó contra la infante quien sacó su mano para después insertarla contra el estómago del hombre.

Así, Tullece cayó contra el suelo mientras Momo se ponía encima de él.

Momo: ¡Te odio!

Llorosa arremetió varias veces su mano en el cuerpo del varón quien solo pudo recibir el ataque.

Tullece: Eres digna de ser un saiyajin, que mata a sangre fría y sin piedad, una cruel asesina, si, eso eres.

Momo abrió los ojos siendo mojada por la lluvia que no paraba de caer.

Miro sus manos y su ropa, era ese insoportable líquido que ella odiaba, sangre.

Antes de poder gritar, escucho pasos detrás de ella.

Nemuri: ¿Momo?

Se sorprendió ante eso, la mujer no podía ver la escena.

Su hija con ojos perdidos siendo que tenía detrás de ella a Tullece o bueno, el cuerpo del saiyajin.

Sangre era la que tenía la azabache y por la forma en que estaba, era del contrario.

Nemuri: ¿Hija?

La niña no se movía por lo que sin pensarlo dos veces la mujer corrió para abrazar a la niña al mismo tiempo que se quitaba su blusa quedando semidesnuda.

Con la prenda comenzó a limpiar a la infante la cual apenas estaba en brazos de su madre se aferró a ella mientras lloraba de la impresión.

Nemuri solo se dedico a abrazar a su hija la cual no paraba de llorar.

Momo: ¿Soy un monstruo?

Esa pregunta sorprendió a la mujer.

Momo: Mate a Tullece, soy una asesina, soy un monstruo, soy un ser malvado.

Ante eso se alejo de la mujer para tomarla de los hombros.

Nemuri: Hija, no me importa que seas una saiyajin, tú eres mi hija de acuerdo.

- No eres nada de lo que dices, solo eres una niña que tuvo que hacer esto a la fuerza.

- No te voy a dejar de amar por esto, jamás.

Inconcientemente abrazo a la mujer adulta aferrandose mientras que la mujer le besaba la cabeza al mismo tiempo que acariciaba su cabeza.

Nemuri: Jamás te dejaré de amar.

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Continuará...

Espero haya sido de su agrado.

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Nos vemos 😎.

Bye ♥️.

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