Nos adentramos en el bosque, el silencio sepulcral solo interrumpido por el crujir de las ramas bajo nuestros pies. La espesura nos brindaba el anonimato que tanto anhelábamos, un refugio lejos de las miradas inquisitivas del pueblo. Mi familia y yo éramos un secreto a voces, seres extraordinarios en un mundo ordinario. Nuestros poderes, aunque maravillosos, eran una carga que llevábamos a cuestas.

Como la mayor, siempre he sentido la necesidad de proteger a mis hermanos gemelos, Billy y Tommy. Eran mi mayor tesoro, el fruto de un amor inconmensurable. Heredé de mi madre la capacidad de mover objetos con la mente, un don que me permitía sentirme poderosa y conectada con el mundo de una manera única.

Hoy, decidí compartir esta parte de mí con ellos. Con una sonrisa nerviosa, les pedí que se sentaran. En mis manos, sostenía una pequeña bolsa llena de objetos que servirían para mi demostración. La emoción me invadía, quería ver sus ojos iluminarse de asombro.

Al acercarme, los encontré acurrucados juntos.

El sendero se adentraba cada vez más en el bosque, la luz del sol se filtraba a través de las hojas creando un juego de sombras que nos envolvía en un aura de misterio. Mi familia y yo, seres magicos en un mundo común, buscábamos refugio en este lugar apartado.

— Bella, ¿en qué piensas? —me preguntó Billy, interrumpiendo mis cavilaciones.

—En lo afortunados que somos —respondí, sonriendo.

Mamá nos observaba con ternura. Sabía que era el momento perfecto para revelarles algo especial. —Chicos, ¿les gustaría ver un truco? —preguntó, sus ojos brillando de emoción.

Asintieroncon entusiasmo. Mamá me entregó la bolsa  que habia estado es mi mano hace unos segundos y se alejó unos pasos. Me concentré, visualizando cada objeto que contenía. Al final, elegí una pequeña figura de madera. Con un movimiento suave de mi mano, la hice flotar en el aire. Los ojos de mis hermanos se abrieron como platos.

—¡Wow, Sarah! ¡Cómo lo haces! —exclamó Tommy, maravillado.

—Es mi pequeño secreto —respondí, sin poder evitar reír. —Pero pronto lo entenderán."

Bella observaba a sus hermanos jugar, sus risas infantiles cortando la tranquilidad del bosque. Sintió un nudo en el estómago. La responsabilidad de protegerlos pesaba pero no era un problema sobre sus hombros, y la presión de perfeccionar sus poderes era mayor.

—Mamá, ¿te acuerdas cuando me mostraste por primera vez cómo mover objetos con la mente? —preguntó Sarah, tratando de conectar con su madre.

Su madre la miró, sus ojos se nublaron por un instante. —Claro que me acuerdo, Fue un día muy especial.

Ella asintió, pero no pudo evitar sentir que había algo que su madre no le estaba contando. Un secreto que las separaba.

De repente, una rama crujió cerca de ellas. Ella se giraron, pero no vieron nada. Bella sintió un escalofrío recorrer su espalda. ¿Había sido su imaginación, o alguien las estaba observando?

—Solo debe ser un animal —dijo su madre, tratando de tranquilizarla.

asintió, pero no estaba convencida. Una sombra se había cernido sobre ellas, y ella sentía que estaba a punto de descubrir la verdad. Una fuerza extraña comenzó a tirar de su collar, un antiguo colgante que su madre le había regalado. El dije, una pequeña luna creciente, comenzó a emitir una luz tenue y pulsante."

Billy y Tommy, notando la tensión, se acercaron a su madre. —¿Pasa algo,? —preguntó Billy, tomando su mano.

Wanda le sonrió a sus gemelos, tratando de disimular su preocupación. De repente Bella, sintió una conexión profunda con ellos, como si sus mentes se fusionaran por un instante. Vio a través de sus ojos, sintió sus miedos y sus esperanzas.