capítulo 6


Alexander llegaba a Washington con cansancio y con la amargura evidente reflejada en su rostro, las gafas de sol, tapaban lo justo para que los de su alrededor no se percataran tanto de ello. Cogió un taxi y se dispuso a llegar cuanto antes a la casa blanca.

No tardó mucho al ser tan temprano, apenas habían coches en la carretera aquellas horas tan tempranas. Se bajó del taxi después de pagar al taxista y fue andando hacia la puerta de rejas en donde estaban los vigilantes de seguridad, que al verlo, fruncieron el ceño, ya que eran los mismos que estuvieron en el día del atentado.

- buenos días

Los hombres elevaron sus cejas con curiosidad, uno de ellos, contestó - buenos días. Eres uno de los militares que vino el día equis

Alexander apretó la mandíbula - si, lo soy. Necesito hablar con el presidente

- eso va a ser imposible

- hasta donde sabemos, ya no formas parte del ejército - contestaba el otro

Se lo temía, suspiró - si, lo sé, es importante

- para qué?

- por lo menos transmitirle mi mensaje, solo eso, es urgente

Uno de ellos, el más corpulento de los dos, se cruzó de brazos - qué podría ser tan urgente?

Alexander se acercó más a ellos - tiene que ver con las negociaciones con el ministro de Irak

Ambos hicieron mueca y se miraron entre sí

- danos el mensaje y le informaremos

Alexander soltó aire con pereza y agotamiento - dadle papel y boli

El más bajo, se lo quedó mirando unos segundos y luego a su compañero - si no hubiera sido por él, estaríamos todos muertos

El otro lo miró desde la altura - no lo dirás en serio?

Sin decir nada más, fue hacia la puerta y al de la cabina, le dijo que la abriera - vamos , iré con él

El otro asintió sin estar muy convencido - si pasa algo ..

- asumiré toda responsabilidad - miró a Alexander - primero voy a cachearte - Alexander asintió y se dejó mirar por cada rincón, incluso los testículos y pene, era un protocolo muy a fondo a la hora de cachear - limpio, vamos - ambos se dirigieron dentro de los jardines y anduvieron hasta la puerta principal en donde habían otros dos hombres de seguridad - puede entrar por orden mía

- me suena tu cara - decía el de la entrada

- era el militar que ayudó en el atentado

- oh! Es verdad, no había renunciado? - elevó su ceja con advertencia

Alexander hizo mueca pero no contestó , dejó que el de seguridad hablara por él

- iré con él todo el tiempo

Los otros dos suspiraron - está bien - dijo el otro y abrió la puerta dejándolos pasar

Alexander sabía que no le hubiesen dejado entrar, ni siquiera acercarse a las rejas, sino hubiera sido por el día del atentado, sino se hubiesen quedado con su cara, ahora mismo le sería imposible poder cruzar las puertas, por suerte, cerca del gabinete del presidente, había alguien que lo conocía bien y sabía perfectamente que nunca haría daño. - está el asesor del presidente?

- para qué?

- somos viejos amigos, la última vez no estaba - justo pasaban por la puerta de él, que se abría dejándolo salir

El hombre miró al de seguridad y luego a Alexander, necesitó un par de segundos para reconocerlo - Alex?

- señor Jackson

El asesor se acercó a él con los brazos abiertos - Alex! - lo abrazó dándole un par de palmadas en la espalda, lo apartó un poco - cuánto tiempo ha pasado?

Negaba con la cabeza - no sabría decirle señor, diez años?

- algo así si. - hizo pausa - me dijo el presidente que gracias a un militar sigue vivo hoy. Cuando me dijo la estrategia y todo lo que ocurrió mientras me daba el número de la unidad que llegó aquí, supe que tuviste algo que ver

- gracias señor

- pero, me han comentado que has abandonado tu puesto , qué pasó?

Tragó saliva sintiendo algo de vergüenza - cosas señor, algo que me hizo tener que escoger, igual que ahora

Lo hizo fruncir el ceño - qué ocurre?

- necesito hablar con usted y con el presidente

- está en el despacho oval, ahora me dirigía allí, vamos - le pasó un brazo por encima de los hombres y antes de seguir andando, se dio la vuelta - puedes volver a tu puesto Peter, podemos confiar en él

- señor ...

- vete - volvió a darse la vuelta y se llevó a Alexander para ir al despacho oval. - los de seguridad están alterados

- es lógico, yo estaría igual

- tú eres la excepción Alex, lo sabes - lo hizo tragar saliva - vamos - llegaron a la puerta en donde llevaba al despacho - buenos días Geltrudis

La mujer lo miró mal, como siempre, no le gustaba que la nombrara por el nombre completo - buenos días - contestaba con tono de advertencia haciéndolo sonreír

- es un amigo de hace años, el presidente lo conoce

- está bien, podéis pasar

- gracias Geltrudis -
La mujer volvió a mirarlo mal mientras que Alexander intentaba esconder la diversión por su mirada asesina hacia el asesor que abría la puerta y entraban con rapidez - buenos días señor presidente, mire a quien le traigo

El presidente elevó la mirada y nada más verlo, sonrió - Alexander Carter - fue hacia ellos igual que ellos se acercaban a la mesa , estrechó su mano - gracias a ti sigo con vida

- era mi trabajo señor presidente

El presidente miró a su asesor - pero tengo entendido que ya no trabajas para nosotros - se apoyó un poco en la mesa y cruzándose de brazos - que renunciaste a la CÍA, y al ejército

Alexander tragó saliva de nuevo - si señor, fue algo personal

- en otras circunstancias, sería desacato

- lo sé señor

Cogió aire - pero has venido por algo, es para que se te devuelva tu puesto ?

- ni señor, no es eso

- dice que tiene algo importante que contarnos - añadía el asesor

- bien, vamos a sentarnos - fueron a los sofás de en frente de la mesa y se sentaron. El presidente de sentó en una de las puntas mientras que el asesor se sentaba al medio, Alexander se sentó en el otro sofá de en frente , en medio - tú dirás

Cogió aire - es por las negociaciones con el ministro de defensa en Irak

Ambos fruncieron el ceño y Alexander, empezó a explicarles .

Mientras tanto, Carina iba al trabajo con el rostro pálido, ojeras, y los ojos rojos de tanto haber llorado en la madrugada. Mauricio sabía el motivo pero no le dijo nada al respecto, era mejor dejarla tranquila, parecía estar al límite y a punto de explotar, mejor sería no ser el detonante que hiciera estallar la bomba.
Llegaba al hospital y ni siquiera fue a la sala de espera, fue directa a su trabajo, preguntó por cómo iba Adriano y luego visitó a Natasha

Natasha quedaba estupefacta al escucharla después de explicarle con detalle lo sucedido - no puedo creerlo. En serio tu padre...?

Carina asintió lentamente - si - se secó una lágrima - no sé qué ocurrirá ahora

- se lo dijo a tu padre que se iba?

Negó - no, se lo estará diciendo Mauricio ahora mismo mientras hablamos

Hizo mueca - no sé qué decirte Carina, de verdad

Se encogió de hombros - yo tampoco, no sé cómo actuar ahora mismo

- y no puedes hablar con tu padre para convencerlo?

- te aseguro que es mucho más tozudo que yo, cuando se le mete algo entre ceja y ceja - negaba con la cabeza algo vencida por la situación

- estás enfadada con Alex

- no lo sé - cogió aire y lo soltó al acto - quiero decir, por una parte si. Siempre pone por delante de nosotros todo lo demás. Pero por otro lado ...

- sabes que hace lo correcto - terminó por ella viéndola asentir lentamente - van a darme el alta hoy, quieres que pase el día contigo?

- en realidad, había pensado en salir un poco, tienes que salir de aquí

- un poco si, estoy harta de la comida de hospital

Hizo mueca - antes la comías

- pero era para picotear, no para comer en desayuno, almuerzo, merienda y cena - hizo mueca - necesito un Mac Donald's

La hizo sonreír un poco - pues iremos a un Mac Donald's

- vale

Un par de horas más tarde, se le dió a Natasha el alta y después de ponerse la ropa que previamente le había traído Carina y que ella acabara su turno, se dispusieron a comer al Mac Donald's c

- espera...podemos decirle a Naomi que venga, así sale de aquí, no?

Natasha asintió - si, necesita salir

- vamos a buscarla - sabía que estaría en la sala de espera y la halló, también a su padre junto a Fabio, Dante, Orlando y Mauricio, que parecían estar hablando evidentemente por sus caras, de Alexander. Cogió aire y pasó de largo ignorando a su padre que la miró con ceño fruncido y se dirigió hacia Naomi - vamos

La joven elevó la vista - qué?

- vamos, tienes que salir de aquí, ya he avisado que cualquier cambio me llamen directamente a mi, tienes que comer

- vamos Naomi - pidió también Natasha

La joven tragó saliva y se levantó lentamente, sabía que sino aceptaba, la obligarían salir dando un espectáculo, y no tenía ganas de todo eso, además, tenían razón. Llevaba demasiado tiempo allí y necesitaba aire fresco.

Volvieron a pasar por delante de ellos mientras que Andrea se levantaba y frenaba el paso de Carina - tenemos que hablar

Carina sonrió , una sonrisa que erizó la piel de todos, y que casi hace lo mismo con él - no tengo nada de que hablar contigo...padre . Solo voy a comer - miró mal a Mauricio que entendió perfectamente que no quería que la siguiera . Se dio la vuelta y casi golpea el hombro de su padre al pasar por su lado. Las tres salieron de la sala de espera y fueron directas a la salida en donde solían aparcar las ambulancias de urgencias - necesitaba salir de aquí

Natasha respiró profundamente - si, y nosotras , verdad?

Naomi las miró a ambas - si

- venga, vamos a comer una hamburguesa y patatas

- y un batido de chocolate - añadía Natasha

- también, algo más? - miró a Naomi

Ésta las miró a ambas - y helado?

- si, eso también - contestaron a la vez y se fueron directas al coche de Carina que estaba al parking.

Llegaban al Mac Donald's más cercano a unas tres calles más abajo. Carina aparcó cerca y anduvieron por la calle un poco hasta llegar al lugar. Había algo de cola para pedir, pero no la suficiente para ponerse histéricas.
Pidieron cuando llegó su turno y se fueron a la terraza de atrás dejando las bandejas llenas de comida en la mesa y sentándose con pereza.

Algunos que estaban en la mesa de al lado, miraron el rostro de Natasha y el de Naomi. Ambas agacharon la cabeza y Carina salió al rescate - nunca habéis visto las secuelas de un accidente de moto? Tenéis que ver más YouTube - contestaba a esos jóvenes que rápidamente se agergonzaron por haber pensado lo peor. Estaba claro que no pensaban realmente en lo peor de lo sucedido, si lo supieran, estarían traumados. - vamos a comer, tengo hambre - empezó a desenvolver el papel que llevaba su hamburguesa y le dió un mordisco - necesitaba una doble - añadía con boca llena haciendo reír a las otras dos que la imitaron

- si, sienta bien - contestaba Natasha

- demasiado bien - añadía Naomi

Después de unos tres mordiscos más en sus hamburguesas, unas cuantas patatas fritas con ketchup y un par de sorbos a sus Coca colas, Natasha no pudo evitar sacar el tema de nuevo

- vas hablar con tu padre de lo de Alex?

Naomi frunció el ceño confusa - qué pasa con Alex?

Natasha se adelantó - Andrea le dió un ultimátum ayer, si se iba a Washington, tenía que olvidarse de estar con ella

Naomi elevó ambas cejas - va en serio?

- oh sí - miró a Carina - entonces qué? Vas hablar con él?

Carina suspiró - y de qué me ha a servir? Mi padre cuando toma decisiones es por algo. En algo se parecen bastante los dos - refiriéndose a Alexander

Naomi tragó su patata - y hacer un trato?

La miraron confusas

- un trato? - Natasha elevaba su ceja con curiosidad

- si, quiero decir. Darle algo a tu padre para que acepte que cuando vuelva Alex, pues podáis estar juntos

Carina miró la calle - tendría que ser algo muy tentador para que cambiara de opinión

- entonces busquemos tentaciones para tu padre - añadía Natasha

Carina elevó su ceja con algo de diversión - a lo mejor me sirve la madre de Alex - las hizo ladear la cabeza - me hizo una broma diciéndome que si mi padre era guapo, se quedaba en mi casa

Las hizo reír

Naomi pensó - tiene que ser algo que le cueste rechazar

- lo que no entiendo es la obsesión por Alex

- yo tampoco. Si tiene a tu hermano - añadía Naomi también con confusión

Carina cogió aire - mi hermano era digamos la elección más lógica antes de que apareciera Alex, pero cuando él lo hizo, todo cambió. Incluso algunos de los socios de mi padre le decían que Noah... Quiero decir, Alex - se corrigió - era la mejor opción y les caía bien

Hicieron mueca

- bueno, habla con él, haber si consigues hacerle cambiar de opinión - respondía Naomi

- ojalá - Carina no dejaba de pensar en la partida de Alexander. Se había ido el día antes y ahora todo volvía a estar frío. Como si el invierno no se hubiera marchado, como si hubiese vuelto de nuevo y hubiera helado todo a su alrededor . Tenía la esperanza de que su padre la escuchara cuando volvieran al hospital - lo intentaré esta noche cuando volvamos . Supongo que querrás volver, no? - preguntaba a Naomi

Ésta asintió - si, quiero estar con Adri - cogió aire - pero ahora... - hizo mueca

- ahora que?

- le ha hecho un ultimátum a Alex. Si algún día pongamos que Adriano o incluso Orlando - señaló un poco a Natasha que también prestaba atención - deciden que no se, que quieren jubilarse, por decirlo de alguna forma - hizo pausa - no los dejarán . Andrea no dejará que se marchen. Si yo le pidiera a Adriano de irnos, de poder dejar todo esto e irnos bien lejos, Andrea haría lo mismo que hizo contigo y Alex

Carina apretó la mandíbula - no creo Naomi

- visto de ese modo - añadía Natasha con algo de mal estar ahora

- no lo haría. Ha ellos los dejaría irse, aquí el problema es que está obsesionado con Alex, nada más. Estar tranquilas, esto no os va a pasar a vosotras, de acuerdo?

Ambas asintieron pero no muy convencidas. Cómo iban a estarlo? Los gemelos Rizzo estaban al cien por cien con la familia Milano. La pregunta era .. dejarían la familia por ellas?

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Alexander esperaba reacciones por parte del presidente y de su asesor, estaban ambos con una mano rozando sus barbas pensativos.

- voy a llamar para que se cancelen todas las negociaciones - el asesor se levantó y salió del despacho oval

El presidente miraba a Alexander con curiosidad - puedo preguntarte algo?

- si señor

- parece que decirnos esto, te ha costado la vida

Apretó la mandíbula - no sabe hasta que punto señor presidente

- puedo hacer algo?

Negó con la cabeza - no le gustaría mucho tener que meterse, se lo aseguro

Elevó su ceja , ahora con más curiosidad - así que ... Los rusos

- si señor

- entiendo . Y debo suponer, que no estás así de amargado por culpa de cierta mujer que es hija de alguien muy conocido , verdad?

Agachó la cabeza - señor presidente...

- si el problema es que no te deja estar con ella y ella hasta donde tengo entendido, no quiere saber nada de los negocios de su familia, podría daros asilo

Negaba de nuevo con la cabeza - es mejor que no se meta en serio, pero gracias

El presidente bajó su pierna que tenía posteriormente doblada encima de la otra y lo miró fijamente - puedo saber porqué el ultimátum? Hasta donde llegan los rumores, eres muy querido por Andrea Milano. Porqué no te deja seguir con su hija?

- si que me deja

- entonces?

- pero quería que escogiera

- escoger ? - ladeó la cabeza

- si. Si quería seguir con Carina, debería ocupar su lugar - acabó diciéndolo con pesar

Elevó ambas cejas sorprendido - interesante. Ahora atando cabos, entiendo ahora el trato. Si te ibas, no te dejaría verla más - lo vió asentir lentamente - ya veo - miró por el gran ventanal que estaba detrás de su mesa y su butaca - a veces tenemos que arriesgar lo más hermoso de nuestra vida para hacer lo correcto

- si señor

- todo llega Alex , si realmente tenéis que estar juntos, Dios os unirá de nuevo - hizo pausa - pero mientras tanto - se levantó y se sentó a su lado - quiero hacerte yo ahora una oferta

Alexander frunció el ceño - oferta señor?

- si. Has hecho todo lo imposible para ayudar a tu país, y no se te ha valorado como se debería - sonrió levemente - tengo mi general que me aconseja en todo lo relacionado con el ejército, igual que los jefes de la CÍA y del FBI - cogió aire - pero en muchas ocasiones, no dicen la verdad, tú la buscas y la encuentras - lo miró fijamente - quiero darte una sección en el departamento de estado

- cómo dice señor? - preguntaba estupefacto

- has estado en el ejército, FBI, la CÍA, sabes todo lo que hay que saber de cada sección

- si pero....

- nos vendría bien tener a alguien que piense algo más antes de tomar decisiones precipitadas

- pero señor...

- piénsalo, además. En Nueva York, ya no te queda nada Alex, puedes tener aquí todo lo que quieras. Has sabido mantenerte en tu sitio siempre, has luchado diariamente para poder superarte cada vez más - soltó aire despacio - y nunca has traicionado la bandera

Apretó su mandíbula - lo de Carina ...

- eso es algo a parte, no traicionaste, cumpliste con tu misión. Todas ellas y volviste a casa renunciando a todo . Te merecías eso

- tampoco descansé mucho señor - hacía mueca con cansancio

- lo sé. Por eso quiero ofrecerte este puesto. No tengas prisa. Piénsalo bien. Estate por aquí unos días y luego me dices, de acuerdo?

Si sintió como con todos sus jefes, incluido Andrea. Sentía que tenía que obedecer si o si - si señor - respondía con amago de sonrisa

- bien. Tienes donde quedarte?

- si señor, en un hotel cerca de aquí

- bien - se levantó y lo hizo imitarlo. Le estrechó la mano - espero que la respuesta sea si Alex, te mereces estar a mi lado

- gracias señor presidente - salió del despacho oval sintiéndose más confuso de lo que creía. En serio le acababa de ofrecer un puesto en la casa blanca ?

Salió de allí sin dejar de pensar en ello hasta que llegó a las rejas y los hombres lo saludaron con la cabeza. Previamente, ya habían sido informados mientras él bajaba por el ascensor, de que volvería pronto y que lo dejaran pasar . Pero eso Alexander, aún no lo sabía. Estaba aún en shock. No podía dejar de pensar en esa oferta, una oferta que le rondaba por la cabeza hasta llegar al hotel y entrar en su habitación. Se tumbó en la cama y siguió pensando en ello. Por una parte, el presidente tenía razón, ya no tenía nada más que perder. Por otro lado, tenía la esperanza con Andrea de que lo dejara volver y estar con Carina. Cogió aire y lo fue soltando lentamente para luego volver hacer la misma acción. Cerró los ojos, tenía que pensar mucho.

Mientras eso ocurría en Washington, en Nueva York, Andrea había vuelto a la casa ahora que Alexander se había ido. Tenía que encargarse de todo ahora otra vez sin poder pasar tiempo en el hospital. Estaba enfadado, realmente creía que Alexander lo elegiría a él por su hija, pero como siempre, pudo su sentido del deber.

Pudo ver a Carina mirarlo mal desde el comedor, sentada en su silla de siempre y comiendo una crema de zanahorias con calabaza. Se sentó en la punta de siempre y la observó mientras cenaba - no vas hablarme? - decidió preguntar

El resto de hombres miraron de reojo para ver la reacción de ella, algo que ojalá no hubiesen hecho. Carina casi lo fusila con la mirada - en serio?

- no pensé que no te escogería Carina

- no perdona - dejó que la cuchara cayera al plato e hiciera ruido - él siempre me escoge a mi, el problema son tus jodidas intervenciones y amenazadas para que él ocupe un lugar que no quiere ocupar

Sonrió - los dos, incluida tú, sabes lo que sería? Dominarías el mundo si quisierais

- pero no queremos eso padre - recalcó padre con rabia - no queremos tu mundo, queremos el nuestro

- Carina ...- se masajeó los ojos con cansancio

- déjame en paz - se levantó del asiento haciéndolo levantarse también a él dando un golpe en la mesa con la mano

- ni se te ocurra volver hablarme así!!! - le gritó con enfado - pero quién te crees qué eres? Ah? - se acercó intimidante hacia ella - él me pertenece a mi! A mi!!! - se señalaba a sí mismo mientras lo decía - me importa una mierda si estás o no con él ! Pero acabará ocupando mi lugar, porque lo digo yo!!! Ten cuidado que estás hablando conmigo y le tienes harto!!!!- le gritó más fuertemente

Carina parpadeó un par de veces sin apenas reaccionar ante los gritos y el golpe en la mesa. Era algo que ya no le afectaba desde hacía mucho tiempo. Sonrió, una sonrisa con malicia, picardía. Dio un paso hacia él y lo encaró mirándolo directamente a los ojos - el que tendría que tener cuidado, eres tú... Andrea

Llamarlo por el nombre, hizo que todos agrandaran sus ojos totalmente paralizados. Incluso Andrea quedó en shock. Nunca lo había llamado por el nombre, y mucho menos de esa manera. Una manera fría, altanera, controlada, sin miedo - me estás amenazando?

Sonrió de nuevo - buenas noches - le dio la espalda y se fue directa a las escaleras mientras todos los hombres, incluido Andrea, estaban mirándola el cómo se alejaba de ellos y subía tranquilamente las escaleras . No siquiera oyeron un portazo en su habitación. Estaban paralizados por lo que acababa de ocurrir

Fabio se acercó a Andrea - pero qué coño?

Andrea no dejaba de mirar las ya escaleras vacías sin poder evitar tener rabia por dentro. Parecía que su hija le había dicho en pocas palabras, que era la guerra? Cuando se calmara, hablaría de nuevo con ella, eso tenían que zanjarlo antes de que Alexander volviera.
Lo que no sabía Andrea, eran los pensamientos que ahora tenían confundido a Alexander.

...

Amores!!! Mañana ocurrirá algo 🙏 hasta mañana corazones! Os quiero!

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