Life 10
-Narrador-
Pasaron unos cuantos días desde aquel incidente con la hermana de Tohka, era jueves e Issei se encontraba desayunando en compañía de su madre, Miki. No podía dejar de pensar en que la fecha para llevar a su novia se acercaba, estaba imaginando la reacción de sus padres al presentarles a Tohka, no lograba descifrar si estarían de acuerdo con su relación o no. También estaba la posibilidad de que Miharu no dejará que esto fuera a suceder, estaba totalmente perdido.
—¿estás bien, Issei? —pregunto Miki, viendo a Issei.
—Si, estoy bien mamá —mintió—. Estuvo delicioso el desayuno, muchas gracias mamá.
—ay hijo, no es nada —dijo Miki con una sonrisa—, deberías partir ya, se está haciendo tarde.
—¡Tienes razón, tengo que irme! — dijo Issei un poco sorprendido.
Issei tomó sus cosas y camino hacia la puerta, estaba a punto de salir de la casa cuando fue detenido por su madre. Tenía el rostro con una sonrisa algo misteriosa, se acercó un poco a Issei y dijo:
—Espero que no hayas olvidado nuestra conversación —dijo Miki, viendo a su hijo—. Quiero saber el día de hoy cuando traerás a tu novia, papá y yo queremos conocerla.
—Ehh...
—Issei
—Está bien mamá, te diré cuando llegue de la escuela — dijo con un aire de derrota.
—Estaré esperando con mucho gusto.
Issei se fue a la escuela de las chicas, les llevaba una caja de almuerzo a cada una con su comida favorita y aunque no era necesario, los llevaba para consentirlas un poco; para Hana llevaba pollo frito, Hinata era una amante de los macarrones con queso, Noa era gran fanática de los deditos de pescado, Koyori amaba las croquetas de papa y Kanon le pidió Takoyaki. Issei no le tomaba importancia el llegar tarde a la escuela, haría todo por sus pequeñas autoproclamadas hijas, se tomaba muy enserio todo lo que respecta a ellas. El castaño con ayuda de sus padre se encargan de todo lo relacionado con las niñas como las visitas periódicas al doctor y comprarles ropa.
Sin duda valía la pena recibir un regaño en la academia con tal de ver la sonrisa en las caras de sus hijas.
...
Ahora se encontraba en la sala de maestros siendo regañado por el maestro de educación física, siendo sincero lo estaba ignorando ya que no le importaba lo que le dijera. En eso la profesora de inglés, Tohka había entrado a la sala de maestros y observó que Issei estaba ignorando al profesor Tanaka.
—Tanaka- Sensei, si no le molesta ¿podría hacerme cargo de Hyodo?
—Supongo que sí, tengo clases dentro de poco —respondió Tanaka.
Tohka se tomó el tiempo para observar a Issei y luego sonrió un poco, le hizo una señal de que la siguiera. Mientras caminaban, estaban charlando un poco sobre lo que pasaba.
—¿que ocurrió, Issei? No sueles llegar tarde —dijo Tohka, viendo a Issei.
—Fue por una buena razón, mis hijas querían una comida especial —Issei sonrió.
—Esa no es razón para que descuides tus estudios, no serás buen ejemplo para ellas —dijo Tohka, pegandole a Issei con una revista que cargaba.
—Auch, lo se pero necesitaba hacerlo —respondió mientras se frotaba la cabeza por el golpe.
—Te preocupas mucho por ellas ¿no es verdad?
—Sí, las adoro —dijo issei sonriendo.
Issei y Tohka siguieron caminando, llegando al salon de clases del grupo de Issei. Ya era la hora del día en la que Tohka debía impartir clases durante dos horas. Issei la detuvo antes de que abriera la puerta del aula.
—mamáquierequelleveaminoviaacenar —dijo Issei sin que se le entendiera.
—Issei, no te entiendo por favor habla más despacio —dijo Tohka, pegándole de nuevo a Issei.
—Mi madre quiere que lleve a cenar a mi novia este fin de semana... y tu eres mi novia... ¿quieres ir mañana después de clases a cenar a casa?
—Hablaremos de eso después, ahora somos maestra y alumno —dijo Tohka, viendo a Issei—, así que entra de una vez.
—Bien —dijo Issei.
Tohka se tomó unos cuantos minutos afuera del salón de clases, no podía creer lo que le había dicho Issei. Estaba roja de la vergüenza y casi no podía pensar claro por la emoción, estaba procesando la información en esos momentos.
...
En la hora del almuerzo Issei se fue a la azotea, un lugar tranquilo y el cual era refrescante por la cantidad de viento que hacía en las alturas. Estaba sentado sonriendo mientras veía el cielo, a su alrededor estaban sus amigos del club de cocina. Akira, Alice, Ryo y Soma. Lo curioso es que Soma tenía dos pequeñas ratas de color blanco y café en sus manos, Issei veía esto con una cara extraña.
—Soma ¿de dónde sacaste esas ratas?—Preguntaba Issei, un poco confundió.
—¿Te refieres a Chefsito y Linguini?
—Si...
—Los encontramos en el club esta mañana, Alice quería matarlas pero me parecieron lindas y ahora son la mascota del club ¿genial, no?
—Sabes, no deberías tomar decisiones por ti mismo—Dijo Ryo, tomando a la rata blanca Linguini—. Issei es el presidente del club, además de que no es higiénico tenerlas ahí.
—Ryo tiene razón, mono tonto —dijo Akira, golpeando a Soma.
—La verdad no me importa tener una mascota, con tal de que las cuides y no se acerquen a la comida —Dijo Issei, sin importancia.
—Oye Issei ¿que haremos sin ti en la competencia?
—Van a ganar, pero tendrán pequeñas dificultades —respondió un poco pensativo—. Oigan ¿cómo llevan las cosas que nos ocurrió la vez pasada en club?
—¿Te refieres a lo del asunto del rubio que se llevó tus platos favoritos?
—Si, a esa vez —respondió Issei, viendo a Alice.
—Vamos bien —Respondieron todos al mismo tiempo.
—Genial, me alegro.
Todos siguieron comiendo, pero vieron como Soma intentaba hacer que sus ratas siguieran sus órdenes.
—Por alguna razón siento que el entiende a las ratas —dijo Issei al aire viendo a Soma.
—Te entendemos —dijo Akira—. No me extraña que de repente empezará a charlar con ellas, el hombre rata.
Los demás comenzaron a reírse un poco de eso, incluso Soma porque le parecía gracioso el nombre.
...
Issei estaba en el baño, se dirigía a la enfermería por una aspirina, había pedido permiso para ir en el segundo periodo. Suponía que tenía que ver con lo que había charlado con Tohka y que debía olvidarse de eso por el momento.
Ya estaba apuntó de abrir la puerta de la enfermería, cuando de la nada sintió como alguien ponía sus manos en su cara, tapando sus ojos. Logró sentir como algo grande y blando se presionaba con su espada, y en su oído podía sentir la respiración de esa persona.
—Fufu adivina quién soy —dijo la dueña de la voz.
Issei sabía quién era, pero por alguna razón no podía articular ninguna palabra, pasaron unos cuantos segundo y ya había sonado la campana señalando el cambio de maestros.
—¿Reya-san? —dijo Issei nervioso.
Issei sintió como la chica dejaba su espalda, entonces el se volteó para poder charlar un poco con ella.
—Sabía que eras tú —dijo el castaño un poco sonrojado.
Tohka estaba pasando por el pasillo en el que se encontraban los dos chicos, poco a poco se fue llenado de alumnos que iban por otras cosas.
—Así es —dijo Reya, haciendo voltear a Issei—. Darling.
Reya abrazo de nuevo a Issei, no sin antes haber tocado la nariz del castaño con uno de sus finos dedos.
Tohka había visto esa demostración de excesivo afecto, se sentía molesta por lo que estaba viendo, pero no podía expresarlos en este momento ni en este lugar.
—Chicos, no están permitido que hagan eso en la escuela —dijo Tohka, tenía un pequeño tic en el ojo.
—No se preocupe sensei, solo estaba charlando con mi Darling ¿no es así?
—Jeje yo...
Issei se vio un poco nervioso, iba a decir algo más, pero todo se fue al carajo.
Reya había tomado su rostro con una mano y lo giro hacia ella, tenía una sonrisa en el rostro, Issei conocía esa sonrisa. Era la misma que tenía en aquella comida en el apartamento.
Ella estaba besando a Issei, había juntado su cuerpo tanto que Issei podía sentir el contacto de los pechos de Reya en sus torso. De igual manera logro sentir como la chica apretaba con su mano libre el trasero, como la mano de Reya viajaba ahora su pecho, bajando hasta su pantalón.
La profesora Tohka se acerco de manera rápida, tomando a cada uno por los hombros y separando a los alumnos. Los vio con una cara de enojo y los envió a la sala de maestros para recibir su castigo más tarde.
...
La hermana menor de Tohka, Miharu estaba visitando a su hermana al trabajo. En realidad le llevaba una caja de almuerzo que olvido Tohka en casa, aun tenía unos cuantos días de vacaciones por lo que pensaba ver la ciudad después de que entregara el almuerzo.
Estaba curioseando por el campus viendo que tan grande era. No tenia nada del otro mundo, pero había una atmósfera tranquila en el lugar, era saludada por algunos alumnos que la confundían con su hermana. Eso era gracioso.
Durante al menos media hora estuvo viendo algunas partes de la academia, como el viejo edificio. Cuando se decidió a entrar al edificio principal para buscar a su hermana, se acerco a unos alumnos para preguntar el camino a la sala de maestros.
—Puede ir por ese pasillo de ahí —dijo el chico al que le pregunto.
—Mucha gracias —Respondió Miharu con simpleza.
La chica de cabello rosa siguió las indicaciones del muchacho, llegando al pasillo que menciono pero se topo con algo que la sorprendió al momento.
El novio de su hermana. . . Le molestaba admitirlo. Se estaba dejando manosear, besar y casi violar por una chica de cabello castaño peinado en dos coletas. Issei estaba siendo muy fácil de manipular, parecía estar cooperando con la "usurpadora" por lo que pensó en hacer algo, pero se detuvo al momento en que Tohka se acerco a separarlos, fue una forma brusca pero era lo que esperaba de su hermana. . . Juro que podía ver sus venas en la frente.
—Tu, con el director— La profesora señalo a la castaña-—Y tu, nos vamos a casa, ahora.
Tohka tomo a Issei del cuello de la camisa y lo arrastro fuera de la academia. . .
—Hermana, ¿Que fue todo es...?— La menor no pudo terminar debido a que sintió un agarre en su blusa y de un momento a otro, estaba siendo arrastrada junto al temeroso castaño.
Miharu no pudo entregar el almuerzo.
...
Pasado el tiempo, Miharu se encontraba sentada a un lado de Issei en el sofá del apartamento de Tohka, ambos asustados por la forma en la que la mayor estaba actuando por lo que sucedió hace apenas unas cuantas horas. La Tohka estaba sentada frente a ellos, viendo a cada uno durante unos cuantos segundos y luego cambiando al otro, pasaba de Issei a Miharu, una y otra vez.
—¿eh? Miharu, ¿esto es normal? —preguntaba Issei susurrando, tenia miedo.
—Para nada, es la primera vez que veo a mi hermana así —dijo la menor, estaba temblando.
—Ustedes dos estén callados—dijo Tohka viendo a Issei y Miharu con seriedad—. No estoy para nada contenta con lo que sucedió.
Ante eso ambos no dijeron ni una palabra más, pero Issei con temor levanto a mano, aunque la bajo después de ser fulminado con la mirada de Tohka. Se quedaron en silencio unos cuantos minutos más, hasta que la mayor en la habitación rompió el silencio.
—¿Por qué dejaste que hiciera eso?—pregunto Tohka sin dejar el enojo de lado—. Responde, ahora.
—Yo... No pude detenerla...
—¿como que no pudiste detenerla? —preguntaba Tohka enojada.
—Ella es mucho más fuerte que yo, hablando físicamente —Issei estaba sintiendo la mirada penetrante de Tohka—. Intenté hacer algo, pero me domino sin Esfuerzo.
Tohka vio como Issei empezaba a mirar al suelo. Sabía que su Issei no era esa clase de chicos, y por como describe las cosas, abusaron de él.
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