XVI

-Narrador-

Issei se alejo de Le Fay confundido. ¿Como llego aquí? Era una pregunta tonta, Le Fay era una chica lista y mucho mejor con la magia de lo que era él, no era una sorpresa que ella pudiera dar con él en cualquier lugar donde estuviera.

El castaño se separo de Le Fay y la vio directo a los ojos, estaba emocionado y feliz de poder ver a una de sus prometidas de nuevo, pero la manera en la que llego fue tan repentina y generaría muchas preguntas. La manera en la que las personas los miraban era evidente, querían saber que ocurría en estos momentos, ¿por qué esa chica cayo de los cielos?

—¿Como fue que llegaste aquí? —preguntaba Issei a la chica.

—De la misma manera que tú, por una brecha dimensional —respondió ella, abrazando a Issei.

—¿Fue así como llegue aquí? No lo recuerdo —dijo Issei sonando un poco serio ante las palabras de Le Fay.

—¿Donde estamos, Issei-sama?

—Estamos en Hogwarts, te contare todo después —Issei bajo su tono de voz—. Necesito que me sigas la corriente, pero debes saber que estamos en un lugar seguro.

—Esta bien, haré lo que digas Issei-sama— respondió ella con una sonrisa.

Le Fay se coloco a un lado de Issei, saludando a las personas que lo estaban viendo. Luna fue la única que le devolvió el saludo, Le Fay le sonrió de manera amable. Hermione estaba intentando contener sus lagrimas y el enojo que le surgía de ver a Issei siendo un mujeriego, Viktor estaba intentando charlar con ella, Ron y Harry estaban un poco alejados de la chica de cabello alborotado.

Las autoridades mágicas y los directores de las escuelas invitadas estaban haciendo su camino hacia las orillas del lago negro donde se encontraba Issei junto con Le Fay.

—¡Quiero una explicación sobre esto Dumbledore! —gritaba el director de Durmstrang, siguiendo el paso al anciano.

—¡Que escándalo! —dijo Madame Maxime un poco agitada —. ¡Otra cosa de este tipo y me llevare a mis estudiantes!

—Les ruego por favor que mantengan la calma, tratemos de llegar al fondo de lo que esta pasando —dijo Dumbledore a sus colegas directores.

Cuando llegaron Dumbledore se fue el primero en llegar, hizo un leve saludo a los dos chicos. Las demás autoridades llegaron y se quedaron detrás del mago mayor.

—¡Danos una razón para no meter a esta chica en una celda en azkaban! —preguntaba Karkaroff con una actitud violenta.

—¿Como fue posible que esta niña invadiera el territorio del supuesto lugar más seguro de todo el mundo? —preguntaba Madame Maxime un poco más calmada que Igor.

—Podemos intentar interrogarla, la forma en la que entro no parece legal del todo —dijo Percy, aun estando tomando el lugar de Barty Crouch señor.

—Creo que podemos preguntarle al competidor Hyodo —dijo Ludo Bagman, un poco emocionado.

—Dejen que yo me encargue de la situación —Dumbledore estaba mediando el asunto.

—Hola profesor Dumbledore —dijo Issei un tanto calmado.

—Joven Hyodo, es bueno verlo sano y salvo —dijo el mago de edad avanzada con un poco de alivio—. Por otra parte, me gustaría discutir los recientes eventos en privado, me imagino que recuerda donde se encuentra mi oficina.

—Lo recuerdo, no hay problema.

—Estupendo —los ojos de Dumbledore destellaron cuando su sonrisa apareció—. Me presento, soy el profesor Albus Dumbledore, director de Hogwarts: Escuela de magia y hechicería.

—Mi nombre es Le Fay Pendragon, es un gusto conocerle, profesor Dumbledore.

—En efecto, el gusto es mio —replico Dumbledore con gentileza—. Espero que no les moleste que tenga un poco de compañía conmigo, los estaré esperando mañana a primera hora, descansen por el momento.

Cuando los cercanos escucharon el nombre de la chica, solo pudieron pensar que era una broma, solo Dumbledore no se dejo llevar por la misma actitud de sus compañeros. El mago de de avanzada edad había vivido mucho, sabía que no había que juzgar por adelantado, era necesario tener una charla con estos dos jóvenes, así que hizo su trabajo en tranquilizar a la gente e irse con los jueces a dar la puntuación final de la segunda prueba del torneo.

Después de que se otorgarán los puntos la tabla de posiciones quedó con Viktor Krum en primer lugar, Harry en segundo, Issei en tercero y Fleur en último.

...

Cuando estaban de regreso al castillo, Issei iba acompañado de Luna, Le Fay les seguía de cercas maravillada por la magia del castillo. No la culpaba, era una magia que incluso Ddraig admitió que era impresionante, alabando la habilidad de los cuatro fundadores por la ardua tarea de construir un lugar tan vivo y siendo meramente mortales sin la ayuda de algún ser sobrenatural.

Luna estaba charlando con Le Fay, contando todas las cosas que Issei había hecho desde su llegada. Cosas como su entrada al torneo, su relación con Hermione, como fue que Issei le ayudo en un momento donde necesitaba ayuda, y como ha sido un faro para Harry y Ron. Ella estaba siendo muy informativa, no esperaba ser informada de inmediato de las cosas hechas por su prometido, no estaba molesta y de hecho estaba feliz de saber que estaba siendo de ayuda para las personas del lugar.

—¿Entonces esta protegiendo a un alumno de cuarto año? —preguntaba Le Fay mientras sonreía a Luna.

—Sí, Issei ha encontrado algo especial en Harry —decía Luna con una sonrisa —. Son como hermanos, se llevan muy bien y a veces es sobre protector.

—Puedo entender eso, siempre ha tenido esa actitud de proteger a sus seres queridos —Le Fay estaba sonriendo.

Issei estaba al tanto de la conversación, suspiro un poco del alivio ya que gracias a Luna se evito dar una larga explicación sobre sus acciones en este corto periodo de tiempo. Por el momento tenía otras cosas de las cuales preocuparse en estos momentos como lidiar con el falso profesor, aclarar las cosas y quedar en un punto claro con Hermione, al igual que mantener con vida a Harry... Crear una coartada para Le Fay y para él en estos momentos. Ya conocían un poco su historia real, pero nada de lo que era realmente en el interior.

Sabía que no podía llegar de la nada y decirles "Hola, lamento haberles mentido. Después de todo, soy un dios dragón demonio" Era algo que no podía darse el lujo de hacer, ¿como podría? no con todos los prejuicios y el racismo que reciben de parte de los altos miembros de la sociedad. No, no haría algo tan tonto.

—Me alegro que se lleven bien —dijo Issei con una pequeña sonrisa —. ¿Puedo encargarte a Le Fay, Luna? Necesito hacer algo importante antes de regresar a la torre.

—Claro, le contare todo sobre los narggles —dijo Luna con una sonrisa.

—Me alegro de eso, puede que le ayudes a que sus cosas no desaparezcan —Issei acarició un poco el cabello a Luna—. Regresare pronto.

El castaño le sonrió a Le Fay y ella asintió. Con la aprobación de la chica mágica, se dio la vuelta para bajar a la biblioteca. 

...

Issei estaba en la biblioteca y la tensión era demasiada. Hermione estaba sentada a la mesa leyendo un libro sobre runas antiguas, ignorando por completo a Issei. Viktor Krum era quien estaba mirando al castaño con una expresión de fastidio, como si hubiera interrumpido algo para el búlgaro, algo especial.

Bueno. Siendo sinceros los dos se estaban observando con cara de pocos amigos. Issei llego primero a la biblioteca, hablando y siendo ignorado de manera olímpica por la chica de cabello tupido, no importaba que tanto intentara el hablar con ella o que hiciera, no le hacía caso.

Su infructífero  esfuerzo se vio aun peor cuando Viktor Krum había entrado a la biblioteca, no tenia nada en contra del chico, pero no le agradaba para nada.

—¿Puedes por favor responder mis preguntas? —preguntaba Issei un poco irritado.

Hermione siguió sin prestar atención ante los intentos de Issei. Estaba claro que no lo perdonaría, aun así no iba a dejar las cosas como están, por lo menos deseaba que pudiera escucharlo.

—Bueno, de todos modos te contare lo que tengo que decir —dijo Issei cansado, notando como Krum puso un poco de atención—. Quieras o no, aquí voy.

Issei se aclaro un poco la garganta, ordeno un poco sus pensamientos e inicio.

—Lamento lo que paso en el baile de navidad. No era mi intención arruinar tu noche, en verdad me hubiera encantado ir contigo —dijo Issei hablando con sinceridad—, pero ¿no podemos deshacer lo que ya esta hecho, cierto? Cambiando de tema, se que ahora crees que soy un idiota mujeriego que solo juega con los sentimientos de las mujeres.

—¿No lo eres? —preguntaba Krum interrumpiendo a Issei.—

—No me interrumpas, a menos que quieras dejar la magia un par de años—dijo Issei enojado.

Los ojos de Issei volvieron a centellar en color verde, pero eso no hizo que Krum fuera intimidado.

—No te tengo miedo, basura —Krum dijo poniéndose de pie.

Issei hizo lo mismo, encarando al idiota que estaba frente suyo.

—¡Ya basta! —dijo Hermione soltando su libro—. Dejen de comportarse como unos patanes, están en una biblioteca. Tomen un libro o váyanse de aquí.

—No me iré hasta que hayas escuchado lo que tengo que decir —Issei estaba insistiendo.

—No quiere hacerlo, sera mejor que te vayas —Krum estaba sonando más enojado.

—No decidas por mi, Viktor —dijo Hermione algo enojada—. Y no Issei, no estoy de humor para lo que tengas que decir, no ahora.

—¿Así es como serán las cosas, eh? —Issei negó con la cabeza—. Tú cometes un error y el que termina pagando las consecuencias soy yo, esta bien. Nos vemos Hermione, sabes en donde encontrarme.

—Yo no hice nada malo.

—Cierto, nunca te equivocas ¿no?

Issei junto sus cosas y antes de marcharse, le dio un ultimo vistazo a Hermione. Se fue de la biblioteca con una detención por parte de Madame Pince por perturbar la paz en la biblioteca.

...

De regreso a la torre de Ravenclaw, Issei se encontró con una escena que lo hizo sonreír.

Luna estaba acostada en el sofá de tres plazas, su cabeza estaba en el regazo de Le Fay. La rubia mayor estaba estaba cepillando el cabello de Luna, quien estaba en brazos del dios de los sueños.

—Gracias por cuidar de Issei, Luna —dijo Le Fay en un tono bajo.

—apuesto que diría "es de esperar, es mi príncipe" —dijo Issei intentando relajarse—. ¿Te lo contó todo?

—Sí, eso hizo —respondió Le Fay con una sonrisa.

—¿No estas enojada?

—No, después de todo es normal que tu harem sea más grande —dijo Le Fay con una sonrisa—. Rias estaría algo molesta, pero no creo que te afecte demasiado.

—Luego lidiare con eso —dijo Issei quitando un poco de importancia—. Dime una cosa, ¿Que tan buena eres con el control mental?

—No es mi especialidad, pero puedo usar una gran variedad de hechizos que afectan a la mente —dijo Ella con una sonrisa—. ¿Que tienes pensado?

—Ellos no están preparados para saber la verdad de lo que soy —dijo el castaño con una sonrisa—. Creo que es hora de actuar un poco como el demonio que soy.

—Creo que empiezo a entender —dijo ella un poco pensativa.

Issei y Le Fay no eran tontos. Bueno, al menos Le Fay se dio el trabajo de poner una barrera para evitar que los demás escucharan su platica, y no llegaran a preguntar cosas extrañas. Poco a Poco la pareja dio comienzo a un pequeño plan para evitar contarles la verdad a los nuevos amigos del castaño.

Nadie le creería si llegara diciendo "Hola chicos, ¿les digo la verdad? Soy un dios dragón demonio que llego aquí después de una pelea contra un ser ínter-dimensional que conquistaba realidades" Hasta para él mismo le sonaba una completa tontería.

—Entonces... ¿Que piensas?

—Digo que puede funcionar, sonara más creíble si la cuentas con el susurro del diablo —dijo Le Fay con una pequeña sonrisa.

—Si, eso pensé también —Issei se estiro un poco —. Pero recuerda que no soy bueno con la magia avanzada, por eso te pregunte si podías encargarte de ese aspecto.

—Deja que me encargue de eso, no te preocupes —dijo Le Fay sonriendo.

—Por cierto, ni una palabra sobre mi condición —dijo con una sonrisa el castaño

El rostro de Le Fay se transformo de una sonrisa a una expresión de preocupación, algo ensombrecida. Sabía de lo que hablaba Issei, no le gustaba que fuera tan negligente con algo como eso, pero ¿que podía hacer?

...

A la mañana siguiente, Harry y Ron estaban sentados a la mesa con sus amigos de Gryffindor. Entre medio de ambos chicos, estaba Hermione. Leyendo y comiendo al mismo tiempo, como siempre lo hacía. El trío de jóvenes estaban tranquilos, o eso era lo que aparentaba.

En cualquier momento se podría romper la tranquilidad con la mención de un solo nombre. El de Issei. Evitando decirlo para no arruinar su inicio de semana, decidieron no pensar en el chico de cabello castaño, no solo por el bien de Hermione (y el propio) sino porque también estaban un poco enfadados por lo que vieron el día de la prueba. ¿Como no estarlo? Estaban apoyando a su amiga a que saliera con el mejor chico de todo el castillo, y parecía que estaba dando frutos hasta el día del baile de navidad.

Aunque también eran objetivos, sabían que Hermione no solo estaba siendo severa con Issei, sino con ella misma. Sabían que de alguna manera se estaba castigando a ella misma por ceder a la presión de Viktor, y sumando a eso sus propias inseguridades, era cuestión de tiempo para que algo saliera mal.

Las cosas se pusieron peor cuando esa chica apareció cayendo del cielo y besando a Issei. Todo este escándalo estaba siendo lo más candente según Parvati y Lavender, las amantes de los chismes del castillo. El periódico El Profeta estaba expandiendo las noticias como si fueran pan caliente, y no ayudaba a que la revista Corazón de bruja diera de la misma manera seguimiento al problema amoroso del "Perfecto campeón" "La joven estrella del Quidditch" y como sea que apodaran a Hermione.

—Oye Harry, viene el correo —dijo Ron viendo como todas las lechuzas llegaban.

—Sí, puedo verlo —dijo Harry bajando una taza de jugo de calabaza.

Las lechuzas dejaron caer el correo en las mesas, para irse volando a su nuevo destino. Harry tomo la edición matutina de El profeta y de manera rápida su atención se dirigió a Hermione, nada de lo que estaba escrito le iba a gustar a su mejor amiga.

—¿Que es lo que dice, Harry? —Hermione preguntaba con un tono calmado.

—No creo que vaya a gustarte...

—Déjame ver...

Harry y Ron sabían que su día de clases seria más duro de lo normal. El pelinegro no tuvo más opción que darle el periódico, no quería recibir la furia de Hermione tan temprano.

...

Antes de que algo malo pasara en el gran comedor, el profesor Dumbledore bajo de la mesa de los profesores en dirección a la mesa de Gryffindor. Con su sonrisa paternal se posiciono frente a los tres chicos que estaba buscando.

—Srta. Granger, Sr. Weasley, Sr. Potter —Dumbledore hablo en un tono calmado—. Me veo en la necesidad de solicitar su presencia en mi oficina, no se preocupen por sus clases, los maestros ya han sido informados que estarán bajo mi cargo.

Harry, Ron y Hermione solo asintieron un poco confundidos sobre las palabras del director. Era extraño, sí, aunque si tenían un poco de curiosidad sobre lo que pasaría una vez llegaran a la oficina del profesor Dumbledore. ¿Que podían esperar? Habían pasado cuatro años y aun no lograban entender como funcionaba la mente del anciano director, pero creían que era divertido en cierto modo.

Iban siguiendo al director por todo el camino, estaban guardando silencio mientras Dumbledore estaba silbando una canción algo pegajosa. Pasaron por la gárgola que impedía el paso, debías conocer la contraseña para poder pasar entre ella. No importaba cuantas veces estuvieran en la oficina del profesor Dumbledore, era simplemente imposible no admirar el contenido de la misma.

Era un largo y hermoso cuarto circular, lleno de pequeños sonidos divertidos. Un numero de curiosos instrumentos de plata permaneciendo en mesas con patas de huso, zumbando y emitiendo pequeñas bocanadas de humo. Las paredes estaban cubiertas con los retratos de los antiguos directores y directoras, todos ellos dormitando de forma gentil en sus cuadros. También había un enorme escritorio con patas en forma de garras y, sentado en un estante detrás de él, un sombrero raído y contaminado: El sombrero seleccionador.

Dejaron de lado su asombro para darse cuenta que estaban las autoridades del ministerio de magia, el profesor Moody, y los directores de Beauxbatons y Durmstrang. A un lado de ellos se encontraban los campeones Viktor Krum y, Fleur Delacour.

La expresión de Hermione se volvió a una irritada al momento en que su vista cayó en Issei, Le Fay y Luna.

—Profesor Dumbledore, no me siento cómoda en estos momentos —dijo Hermione mirando hacia al profesor—. ¿Puedo regresar a clases?

—Me temo que no se podrá, Srta. Granger —dijo Dumbledore como si lamentara retener a la joven—. Es de vital importancia que se quede, dado su vinculo con el joven Hyodo.

—Entiendo...

—Excelente, por favor toma asiento.

Ahora que todos estaban reunidos, el profesor Dumbledore tomó asiento detrás de su escritorio.

—Los reuní con el motivo de poder discutir los eventos pasados en la ultima prueba del torneo de los tres magos —dijo Dumbledore recordando lo sucedido—. El joven Hyodo accedió junto con la srta. Pendragon a explicarnos sobre su abrupta llegada, y todo lo que no entendemos.

Para ser realistas, todos estaban escépticos ante lo que pudieran contar los jóvenes. Solo los pocos profesores de Hogwarts fueron testigos del poder de Issei y como fue que domino por completo a tres magos adultos, cada uno poderoso en su propia área.

 Estaban esperando a que Issei o la chica llamada Le Fay dieran inició con las explicaciones que estaban demandando las autoridades presentes, deseosos de saber que es lo que estaba pasando, por qué paso y que es lo que sigue de ahora en adelante. Pudieron ver como Issei se ponía de pie, se aclaro un poco la garganta y comenzó a hablar.

—Tengo que contarles la verdad, pensé que podía ocultar esto hasta que terminara mi educación en esta escuela tan maravillosa —dijo Issei mientras veía a todos—. La verdad es que les he estado mintiendo sobre mi pasado, al menos mi pasado reciente.

—Me temo que no puedo entenderlo, joven Hyodo —dijo profesor Dumbledore un poco confundido—. ¿Puedes por favor explicarnos?

—Es obvio que el muchacho esconde algo, Dumbledore, y no creo que sea algo bueno —dijo Karkaroff con un tono amenazante.

—Tú eres experto en ocultar cosas, ¿no es así, Karkaroff? —OjoLoco dijo con una sonrisa extraña en su rostro.

—¿Que estas insinuando? —preguntaba el alto director de Durmstrang.

—Que vulgares son —dijo Madame Maxime viendo a los dos adultos.

Dumbledore se puso de pie y se ganó la atención de todos.

—Por favor guarden la calma, e Issei puedes seguir— dijo el director de Hogwarts.

Issei asintió.

—Lo que ustedes saben de mi vida no es mentira —dijo Issei viendo a los chicos de Gryffindor—. Puedo jurar ante mi magia que no les mentiría acerca de mis padres, y mis amigos.

—Entendemos, así que por favor mientras más rápido aclaremos esto, más rápido nos iremos todos a realizar nuestros deberes— dijo Dumbledore sonando un poco serio.

El castaño solo asintió y dio inicio a su historia.

...

Hace un año y medio en un viaje que tuve con mis padres, mientras estábamos de visita en las islas británicas, pasando por cada sitio turístico y lugar de interés en las islas. Eran unas vacaciones familiares que mis padres estaban planeando desde hace muchos años, cuando por fin pudieron reunir el dinero suficiente, esas vacaciones de verano tomamos el primer avión y viajamos.

Lo primero que escuchamos al llegar fue que un peligroso asesino en serie había escapado de una prisión de alta seguridad, pero eso no desanimo a mis padres, yo por otro lado estaba un poco asustado, ¿quien no lo estaría? De todos modos, seguimos con nuestro plan al pie de la letra. Visitando cada museo, sitio histórico, restaurantes famosos y muchos otros lugares para convivir y pasarla lo mejor posible, sin que nos importara el que un asesino estuviera suelto.

Llegamos a Gales, fuimos al parque nacional Brecons Beacons para disfrutar de los paisajes y caminar un poco para alejarnos otro poco del agitado ritmo que tuvimos durante casi unas semana. Un almuerzo en la naturaleza nos vino de maravilla, dejamos un poco de lado la comida grasosa y pesada de la ciudad, era deliciosa pero para un japones era demasiado comerla casi todos los días.

Mis padres y yo nos separamos,queriendo ver diferentes lugares del parque nacional. Fue lo peor que pudimos hacer.

Pase una hora buscando a mis padre, caminando por todo el parque y no podía encontrarlos, estaba pensando en lo peor, sabía que estaba perdido y no tenia idea de como pedir ayuda, el pánico se iba apoderando de mí y cuando menos lo espere, todo se hizo borroso.

Cuando desperté me di cuenta que estaba atado, no podía moverme libremente, tenia grilletes en mis pies y estaba tirado en el suelo lleno de humedad, bichos y ratas. Lograba escuchar voces pero por mi poco dominio en el ingles por aquel tiempo, no entendía demasiado, solo logre entender "alma" "matar" "prisioneros" y "magia". Con demasiada confusión intente ponerme de pie, cosa que me fue casi imposible porque sentía un dolor enorme en mi cuerpo, no tenia la más mínima idea de lo que estaba pasando, el miedo se fue apoderando de mi y no fue hasta que alguien vino a donde estaba. Un hombre vestido con túnica y capa negra entró

Up little filth muggle —dijo el hombre que entro a la celda—. C'mon we don't have the time to spend on you.

No entendía y por el dolor no me era posible concentrarme para comunicarme. El hombre se desespero y me apunto con un palo de madera (Ahora puedo decir que era una varita) y pronuncio unas palabras que no pude comprender. Fue una sensación horrible la que experimenté, un dolor extremo que no podía describir, en todos mis años de vida no había sentido algo que se pudiera comparar con esto. Los huesos podía sentirlos como estaban ardiendo, como si cientos o miles de cuchillos al rojo vivo haciendo contacto con si piel.

—¡Aggghh! —estaba gritando de dolor.

—¡Quiet! —había dicho el hombre, dejando de usar la varita.

Yo estaba apenas consiente, pero cuando el sujeto se acerco de nuevo, pude sentir como mi cuerpo dejo de tocar el suelo. Y todo se volvió sombrío.

...

—¿Cuando dices que sucedió esto? —preguntaba Dumbledore, con ira en su voz.

—Año y medio, no recuerdo demasiado por las constantes torturas a las que me sometieron día tras día —dijo Issei con frustración en su voz—. Cada vez que recuerdo esto, me es muy difícil. No solo por mi situación, si no por la de mis padres... Yo... tengo dos hermanos que no lograron nacer con vida, así que no puedo imaginar el dolor y la angustia de mis padres.

Todos en la sala solo guardaron silencio y reflexionaron un poco de porque el castaño les ocultó esa parte de su pasado, pero aun había cosas que no entendían. Issei antes era un Muggle, pero ahora es un mago muy poderoso. ¿Como era eso posible?

—¿Como es posible que seas un mago? —preguntaba Percy con un poco de asombro—. Tu mismo nos dijiste que eras un Muggle, no puedo lograr entender como es que puedas usar magia.

—Estoy en lo mismo que el representante de Barty, es imposible que eso pueda suceder —dijo OjoLoco con su usual tono desconfiado.

La atención cayo a los alumnos. Hermione estaba intentando retener sus lagrimas, Harry y Ron estaban haciendo un mejor trabajo ocultando su horror a la historia de Issei, para ellos era lógico que no quisiera contarlo. Fleur y Viktor estaban impresionados, algo en sus miradas decía que el chico no mentía.

Madame Maxime e Igor Karkaroff estaban con expresiones complicadas en sus rostros.

—Lamento mucho escuchar eso, tienes mis profundos respetos por soportar algo como eso, pero ¿eso no es todo, cierto? —preguntaba Dumbledore.

—Sí, pero no recuerdo todo —dijo Issei como si lo lamentara—. Las constantes torturas y diferentes drogas, pociones y demás cosas que no recuerdo bien me hacían estar en un estado extraño, no estaba del todo consiente después de la primera semana.

Le Fay se puso de pie y se acerco a donde estaba Issei, abrazándolo.

—Yo puedo contarles el resto, así que no te preocupes —dijo ella con una sonrisa en el rostro.

Nadie se opuso, estaban deseando poder saber como fue que pudieron hacer que una persona no mágica pudiera desarrollar el gen mágico.

...

Soporto vientos despiadados, infernales desiertos, mares peligrosos y una tortura que alguien que normal no hubiera logrado sobrevivir.

—Le Fay...

—Lo siento, Issei-sama.

Mi familia no existe más, fueron asesinados uno por uno con tal de protegerme, pero sus esfuerzos no fueron suficientes y mi hermano mayor murió en un duelo en contra del líder de la secta. Pasé un mes encerrada en una habitación asilada.

Fue un mes demasiado duro en el que yo estaba prisionera, no recibía daño alguno o maltrato por parte del padre Abdul Alhazred, líder religioso de una iglesia del bajo mundo mágico que se creía muerto desde hace veinte años. Su fin era realizar un sacrifico basado en un ritual babilonio para atraer las almas de los dioses a un cuerpo humano, y así utilizarlo como un avatar.

Era una persona muy confiada, se la pasaba diciendo que su plan era perfecto y que su era estaba a punto de llegar y ni siquiera Voldemort y Grindelwald juntos podrían compararse a él. Estaba aspirando a traer el alma de un dios antiguo, un ser primigenio que había habitado en la tierra antes de la creación de la raza humana. Nyarlathotep, "el que susurra en las tinieblas".

—Dentro de poco seré capaz de poner a prueba todas mis teorías, gracias a los antiguos escritos que recuperamos de la antigua Babilonia, mi sueño se hará realidad—decía Abdul con exitación—. ¡Yo tendré éxito en lo que esos dos imbéciles fracasaron! ¡Nadie se atreverá ir en mi contra!

Pocos días después, fue cuando Issei llego. Yo no era tocada, pero se me hacía consumir extrañas pociones y usar artefactos raros, pero Issei era otra historia.

Podía escucharlo gritar todas las noches, sin faltar un día durante tres semanas fue torturado, sometido a los experimentos del loco mago tenebroso, a veces se le podía escuchar por los pasillos del lugar donde estábamos, murmurando algo acerca del cuerpo perfecto.

—¡Esta completo! —decía el loco líder religioso —. Mañana sera una nueva era. Las personas conocerán el poder del arma más poderosa jamas creada, bajo el mando del mago tenebroso más grande de las historia.

Yo aun no sabía por qué me necesitaba, pero un día Abdul llegó a mi celda, estaba sonriendo con gran alegría y emoción. Estaba segura de que iba a morir en ese momento.

—No tengas miedo, heredera de Morgan Le Fay —dijo el sacerdote de la oscuridad—. El poder mágico de tu linaje es demasiado valioso como para desperdiciarlo. No, no haremos eso, sería una pérdida de tiempo.

—¿Q-que deseas de mí? ¡¿Por qué asesinaste a mi familia?! —gritaba enojada.

—Oh pequeña chica, tu papel es mucho más importante de lo que puedes imaginar—había dicho el despreciable hombre—. Sí... Vale la pena que conozcas lo que pasara, después de todo, la novia tiene derecho a saber quien será su marido. ¿No? Claro que sí.

—¿Novia? ¿Esposo? —No comprendía nada de lo que estaba diciendo.

—Es normal que estés confundida —dijo Abdul sonriendo aún más—. Tu pequeña Pendragon, serás desposada por "El morador de las tinieblas", ya hemos preparado a su recipiente para que pueda albergar su alma. Solo falta que seas alistada para tu noche de bodas. ¡Tu serás vinculada en cuerpo y alma y servirás como incubadora para crear cuerpos capaces de contener a los demás primigenios!

Estaba realmente asustada por las declaraciones del loco sacerdote, no podía moverme por estar paralizada y no podía gritar. Me inmovilizo en el instante que me contó su plan. Indefensa esperaba por lo peor, y de la nada todo se volvió borroso.

Cuando había despertado estaba atada a una mesa de piedra en un claro dentro de un bosque, a mi lado estaba Issei, bastante golpeado y con runas cavadas en la piel. Su estado estaba deplorable y apenas se notaba que podía respirar, vivo a duras penas.

El ritual había comenzado y el idioma en el que estaba hablando Abdul Alhazred era incomprensible, por más que intentará identificarlo no se parecía a nada de lo que pude estudiar, ni siquiera el latín era algo remoto.

El cuerpo de Issei estaba convulsionado, brotaba espuma por su boca y cada vez se incrementaban los gritos ahogados de dolor que daba.

Yo podía sentir algo extraño, era cálido y no podía resistirme ante el inmenso sentimiento de querer cerrar mis ojos y rendirme al trance. No pude soportar más y me rendí.

...

—cuando pude despertar, estaba siendo protegida por Issei —dijo Le Fay con una pequeña sonrisa—. No puedo estar segura de que fue lo que sucedió, pero creo que el ritual fue un éxito.

Antes de que alguien pudiera preguntar algo, en el brazo izquierdo de Issei se materializó un guantelete. Ocupaba de manera completa el brazo de Issei, era rojo adornado con picos dorados y una gema verde. Issei se quedó en trance, con la mirada vacía, como si no tuviera voluntad.

Mortal, me temo que es momento de aclarar las cosas —Dijo una voz potente que venía desde Issei.

Los ojos del castaño habían cambiado a verdes esmeralda, su pupila era parecida a la de un reptil.

Mi nombre es Yddraig Goch —Dijo el habitante del cuerpo de Issei con superioridad—. Los mortales me conocen como el Dragón de Gales. Lo que estos chicos están diciendo no es nada más que la verdad, pero deben saber algo.

Nadie se atrevía a decir una sola palabra. El lugar estaba inundado de magia, todos en el castillo podían sentirlo, alumnos de todos los años, y unos cuantos profesores se desmayaron ante la presión de tal aura mágica. El castillo estaba sacudiendose un poco ante la presión y densidad del poder mágico que provenía de Issei.

Si no fuera por mi intervención en el momento de que aquel sucio mortal hizo su ritual, el mundo estaría sumido en el caos —Dijo Yddraig con mucha seriedad, tanta que todos se volvieron aún más pálidos—. La deidad antigua que estaban invocando estaba punto de tomar el control del cuerpo de mi compañero, de no ser porque sentí el aura hostil desde el reino de los dragones. El sabía que una pelea conmigo no era algo a lo que se pudiera arriesgar, así que se fue y tomé el lugar de él en rito.

¿Q-qué sucedió después? —preguntaba muy a duras penas Dumbledore.

Yddraig sonrió ante el poder del mago anciano, era claro que era el más poderoso en la sala, sólo después de Issei y Le Fay.

Tome posesión del cuerpo de Issei, lo sane y lo utilice para asesinar a los imbéciles que estaban a punto de causar un enfrentamiento de deidades —Yddraig explicó con simpleza—. Es lógico que no escucharán nada de esto, dioses y otros seres de poder hicieron que nada de esto se supiera. Y no, será mejor que no sepan nada más, solo sepan que están seguros.

Después de darles un vistazo a todos en la habitación, dijo.

Cuando encontraron a Issei tirado en la propiedad de los Weasley, fue debido a que una parte de los seguidores de Abdul aún vivía —Explicó con algo sombrío—. Pudo arreglarselas el solo, pero no salió ileso.

—¿C-como explicas la relación entre Issei y "ella" —Hermione se las arreglo para preguntar, a duras penas.

El ritual funcionó, ella es esposa de Issei en todo el significado de la palabra, pero para ser honestos. Mi poder actúa como feromonas para mujeres que son poderosas en cierto modo, no las afecta a menos que en verdad sientan algo por mi compañero.

Controlando el cuerpo de Issei, Yddraig apunta Hermione. Ella estaba teniendo dificultades para respirar, todos en realidad. Haciendo una reducción de su presencia, todos tomaron grandes bocanadas de aire para poder respirar con normalidad.

Hermione Granger, debes tener cuidado —Dijo Yddraig con voz calmada.

—¿Cuidado? ¿Estoy en peligro?

No, no lo estas —Dijo Yddraig con serenidad—. Issei daría su propia vida para mantenerte a salvo. No, no es lo que iba a decirte, debes estar al tanto de tu herencia, tal como lo es Le Fay.

Hermione confundida, no sabía a lo que se estaba refiriendo Yddraig.

Por tus venas corre la magia de Circe —Dijo Yddraig aún usando el cuerpo de Issei—. Tu linaje ha estado plagado con la presencia de ella, favorecidos por Hecate. No dejes que nadie te pisotee, y no dejes que los celos que Circe poseía te aborden. Toma esto como una advertencia, la confianza de Issei es difícil volver a ganarla, ten cuidado con tus próximas decisiones. Y da gracias a quien sea a quien le reces de que Krum siga en este plano terrenal.

Guardo silencio durante un momento.

Si algo de esto sale de aquí, o alguien dice una sola palabra los voy a hacer desaparecer de la existencia —Dijo Yddraig en tono amenazador—. Puedo leer sus mentes, los chicos no me preocupan, son ustedes los que piensan que pueden actuar en mi contra, una palabra y el ministerio de magia desaparece, sus escuelas y sus vidas. Y créanme que tengo el poder para hacerlo.

Con un chasquido de sus dedos, el edificio completo comenzó a sacudirse. Un dementor apareció en medio de la sala, alarmado a todo el mundo. Yddraig se acercó y solo con tocarlo, de consumió en llamas sin dejar cenizas.

Después de las palabras de Yddraig, el guantelete que se extendía por todo el brazo de Issei se desvaneció, haciendo que el castaño cayó con un golpe seco al suelo, desmayado y con un poco de sangrado nasal.

Fue llevado a la enfermería de inmediato.

...


















Saludos cordiales a IamRodridt

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